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Calidad educativa: un compromiso compartido desde la institución escolar


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Conclusión
  5. Discusión
  6. Bibliografía

Resumen

Ante los retos económicos, políticos, sociales y culturales que el mundo globalizado impone, es necesario un análisis holístico de los factores que inciden en el proceso educativo, del que se deriven decisiones que garanticen la calidad de educación que proporciona el Sistema Educativo y que contribuya a responder de manera óptima a las necesidades educativas emergentes.

En este artículo se abordan las limitaciones de las propuestas que hasta el momento se han planteado en el Sistema Educativo Mexicano para ofrecer una educación de calidad. Asimismo, se enfatiza la importancia del compromiso compartido entre el directivo, personal docente y padres de familia, como elementos clave dentro de la gestión, organización, planificación y ejecución de un proceso de mejora desde la institución escolar.

Palabras clave

Calidad, gestión, organización, liderazgo, desarrollo organizacional, trabajo colaborativo.

Abstract

Given the economic, political, social and cultural challenges that the globalized world requires a holistic analysis of the factors affecting the educational process is necessary, the decisions to ensure the quality of education provided by the education system and contribute arising to optimally respond to emerging educational needs way .

This article describes the limitations of the proposals so far have been raised in the Mexican educational system to provide quality education are addressed. Also, the importance of shared commitment between management , staff and parents , as key elements within the management, organization , planning and implementation of a process of improvement since the school system is emphasized.

Key words

Quality, management, organization, leadership , organizational development, collaborative work.

INTRODUCCIÓN

Desde hace algunas décadas, los sistemas educativos de todas las naciones se enfrentan a nuevos retos derivados de la globalización. Ante tal situación, la OCDE diseñó un programa educativo global, que fue adoptado por sus miembros. México, país miembro de este organismo, integró las directrices de dicho organismo a su programa político-jurídico. Es así como a través de una política educativa internacional se realiza una Reforma a la Educación Básica en México.

La Reforma Educativa pretende una mejora constante de la Educación Básica y el logro educativo de los estudiantes; enfatiza que la educación brindada sea de calidad, garantizando la igualdad de oportunidades al reducir las desigualdades sociales; plantea la necesidad de contar con personal docente calificado, preparado y competitivo, por lo que se crea el Instituto Nacional para la Evaluación y se establece un Sistema Nacional de Evaluación Educativa, que permita reconocer necesidades de regulación y formación continua de los docentes a fin de mejorar sus capacidades; contempla fortalecer la autonomía de gestión de las escuela públicas para resolver problemas de operación básicos y señala que los padres (o tutores) son corresponsables de la educación de sus hijos.

Asimismo, se establece por Decreto oficial la reforma al artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, adhiriendo un párrafo en el que el Estado garantiza "[…] la calidad en la educación obligatoria, de manera que los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos."

De acuerdo a la UNESCO, la educación de calidad es un derecho de todos, prioridad que implica realizar una evaluación constante para obtener la información necesaria para perfeccionar las políticas educativas que contribuyan a ofrecer una educación de calidad para todos.

La calidad es un proceso dirigido hacia la mejora constante; hablar de calidad educativa supone realizar un análisis holístico de los elementos que participan en el proceso enseñanza-aprendizaje para facilitar y sustentar el desarrollo de propuestas que contribuyan al cambio.

En este artículo se retoma la postura teórica de Sylvia Schmelkes, quien plantea que la calidad educativa surge desde la institución escolar, y la postura de Serafín Antúnez, con respecto al desarrollo escolar a partir de una organización.

Sin embargo, es necesario cuestionar si las legislaciones que se han aprobado hasta el momento contribuyen a elevar la calidad educativa, si se consideran todos los factores involucrados, y cuáles son los puntos de intervención centrales propuestos por éstas para la redirección de la práctica educativa.

A pesar de que existen múltiples factores que obstaculizan un servicio eficaz y eficiente, principalmente a través del trabajo colaborativo, con una visión común, valores compartidos, como el compromiso y la responsabilidad, una participación activa del directivo, docentes y padres de familia, la calidad de enseñanza y aprendizaje puede mejorar de forma significativa desde la propia institución educativa.

DESARROLLO

Las demandas de carácter político, económico, social y cultural influye notablemente en la educación y formación de cada sociedad, lo que hace ineludible que se desarrollen reformas que respondan paulatinamente a las necesidades de cambio.

El Acuerdo Nacional para la Modernización (1992), el Compromiso Social por la Calidad de la Educación (Agosto 2002) y la Alianza por la Calidad de la Educación (mayo 2008) (citados en el Plan de Estudios 2011) son diferentes documentos que plantean la necesidad de cambios ante los distintos retos educativos que se enfrenta la sociedad mexicana actual y que tienen como propósito "[…] la transformación del sistema educativo nacional en el contexto económico, político y social en que se inicia el siglo XXI […]" (Plan de Estudios 2011) enfatizando la importancia del desarrollo integral que permita alcanzar estándares más altos de aprendizaje a partir de elevar la calidad educativa.

Desde esta perspectiva la política educativa se ha ocupado por dar respuesta a las exigencias del mundo globalizado, con la convicción que a través de la Reforma que se realizó en los Planes y Programas de Estudio las próximas generaciones podrán adquirir los conocimientos, habilidades, actitudes y aptitudes (competencias) que les permita en un futuro, afrontar de manera exitosa las exigencias laborales y como consecuencia contribuir al desarrollo político, económico, cultural y social de la sociedad.

Sin embargo el sólo hecho de la modificación de Planes y Programas de Estudio no garantiza un cambio en la educación. La verdadera transformación inicia a través de la gestión y organización que se desarrolla dentro de cada institución educativa, donde todo el personal, padres, alumnos y comunidad participen de manera colaborativa para redireccionar el rumbo que lleva el sistema educativo, solo así es "[…] como puede surgir la posibilidad de una educación básica de calidad para todos." (Schmelkes, 2010)

Es fundamental la función que desempeñan en conjunto los que participantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje, puesto sus acciones coordinadas contribuyen a la mejora educativa. Ahora bien, contemplando que la educación es un servicio que beneficia principalmente a los alumnos, este también se extiende a la institución, al directivo, docente, padres de familia y a su entorno. Por ello, es indispensable que exista un compromiso ético en cada uno de ellos.

Lograr un beneficio compartido implica cuestionar y reflexionar sobre la función que lleva a cabo el directivo, los docentes, padres de familia y la comunidad dentro de la institución, de tal manera que permita identificar cuáles son las acciones que se llevan a cabo y benefician el logro de la calidad educativa y cuáles son los cambios que se requieren.

Comenzando con quienes encabezan la institución, la mayoría de los Directivos de las instituciones públicas "No poseen el poder de posición, ya que la fuerza del simple nombramiento que les faculta para ejercer el cargo es absolutamente débil e insuficiente para asegurar por sí mismo la influencia en el profesorado." (Antúnez, 1998), es decir que el tipo de liderazgo que asumen los directivos en ocasiones obstaculiza una adecuada gestión y organización en la institución.

Es común observar que dentro de las instituciones educativas exista la división del equipo de trabajo. Se crean dos subgrupos: uno a favor de las acciones del Directivo y el otro grupo en desacuerdo, provocado principalmente por un deficiente liderazgo del director. De este modo, lo único que se genera es un desgate de energía entre el personal así como un deficiente resultado en el desarrollo de las actividades, muy alejado de un proceso de mejora continua.

Una de las estrategias que se han planteado en los últimos tiempos para erradicar esta situación es que los Directivos de las instituciones públicas sean elegidos a través un examen de promoción. No obstante, el hecho de demostrar a través de un examen el dominio teórico es irrelevante si no cuenta con la capacidad de aplicar tales conceptos al campo práctico y concreto de las relaciones sociales, que apoye y estimule a la comunidad escolar para que se involucren "[…] en un proceso participativo, constante y permanente para hacer las cosas cada vez mejor." (Schmelkes, 2010)

El directivo tiene que tener la convicción de que su función radica en mejorar el servicio y mantener el nivel de mejora que se ha logrado. Por consiguiente, es básica una preparación constante de liderazgo a través de la cual adquiera las herramientas esenciales de desarrollo organizacional que al ser combinadas con los conocimientos técnicos-pedagógicos esto se vea reflejado de manera significativa en la gestión y organización de la institución educativa.

Por otro lado, lograr la participación asertiva de la comunidad hace necesario que los docentes también demuestren su liderazgo dentro del aula y su profesionalización en la práctica diaria.

A fin de garantizar que el personal docente es idóneo y cumple con las competencias que permiten la mejora en la educación es como se expide la Ley General del Servicio Profesional Docente, que se enfoca primordialmente en la evaluación de aquellos que participan directamente en el proceso de enseñanza aprendizaje, es decir: docente, director, supervisor y apoyo técnico pedagógico.

El INEE (2015) afirma que "[…] la evaluación del trabajo docente es una vía factible para lograr que la calidad de la educación mejore […]".

Queda claro que el docente juega un papel importante al llevar a la práctica las Reformas Educativas que se plantean en los Planes y Programas de Estudio. Sin embargo, la evaluación que se aplica al docente a partir de un expediente de evidencias de cuatro alumnos, una planeación argumentada y un examen de conocimientos teóricos que debe manejar, no permite una evaluación objetiva para determinar si es idóneo como docente, puesto que a través de un trabajo escrito no se puede reflejar el desempeño ni las competencias que día a día se realiza dentro del aula con grupos heterogéneos y en condiciones diversas. Factores que inciden de manera indirecta en su práctica, por mencionar solo algunos se encuentran las deficientes condiciones de infraestructura de las escuelas, la limitada participación de los padres de familia en el desarrollo académico de los alumnos, las carencias económicas, la desnutrición de los alumnos, etc.

Es evidente que para ejercer la profesión docente se requiere no solo de vocación o una evaluación, sino de una adecuada formación y una actualización permanente, en la que se asuma una responsabilidad compartida entre el Estado y los docentes. El Estado debe garantizar que la actualización ofrecida a los docentes también sea de calidad y que esta brinde las herramientas teóricas metodológicas que permitan responder a las necesidades y retos a los que se enfrenta día a día.

En cuanto al docente, él tiene que estar convencido de la importancia de su rol en la sociedad e integrarlo como filosofía profesional y personal, es decir "[…] vivir congruentemente los valores de solidaridad, responsabilidad y compromiso, [para] formar integralmente a [los] alumnos […] en los valores de identidad, libertad y compromiso, equidad y justicia, solidaridad y congruencia." (Schmelkes, 2010). Un docente preparado profesional y personalmente contribuye de manera eficiente y eficaz en un proceso de mejora.

Con lo que respecta a la participación de los padres de familia, la situación económica actual de nuestra sociedad tiene como consecuencia que generalmente ambos padres sean económicamente activos y se conviertan en proveedores para solventar los gastos de las necesidades básicas; su preocupación primordial radica en llevar el sustento a casa, dejando en segundo plano el trabajo compartido con los docentes y la institución educativa para lograr un mejor desarrollo académico en los alumnos.

"La experiencia ha demostrado que los esfuerzos por lograr la mayor participación de padres y comunidad se traducen en mejores niveles de aprendizaje de los alumnos." (Schmelkes, 2010). Además con la participación de los padres se hace posible que los alumnos adquieran valores éticos como la responsabilidad, compromiso y superación que contribuyen al desarrollo de su personalidad lo cual se ve reflejado en su desempeño académico.

Otro aspecto que también incide en la deficiente participación de los padres de familia es su nivel de escolaridad, por lo que puede ser un área de oportunidad en donde a través de la gestión, la planeación y organización se desarrollen acciones innovadoras para abatir esta situación. Por señalar un ejemplo, se pueden diseñar talleres para padres que les permita tomar conciencia sobre la paternidad asertiva o que les puedan explicar los contenidos que se les dificultan a los alumnos y así ellos puedan apoyar en casa a sus hijos.

Me parece determinante señalar que la participación activa y colaborativa del directivo, el docente y los padres de familia son la base de una adecuada gestión y organización. De esta manera la gestión se hace menos compleja puesto que facilita elaborar "[…] principios de acción (organizativos, metodológicos, normativos) que vayan configurando progresivamente […] los proyectos y planes de centro." (Antúnez, 1998), lo que contribuye a una enseñanza de calidad por la congruencia y la continuidad que se da en la gestión, planeación y organización en congruencia con las acciones solidarias y de criterios comunes entre el directivo, los docentes y los padres de familia.

Una interacción dinámica y congruente que rige el funcionamiento de la institución educativa, contribuye al ciclo de planear, hecer-revisar y actuar. (Schmelkes, 2010)

CONCLUSIÓN

Ante las necesidades de cambio y en la búsqueda de una mejora en la educación es indispensable realizar un análisis holístico de cada uno de los elementos que intervienen en el proceso educativo para que las propuestas realizadas se mejoren paulatinamente. La Reforma de Planes y programas no es suficiente para garantizar el cambio y lograr la calidad en la educación, puesto que a partir de la gestión y organización que se lleven a cabo desde las instituciones educativas es donde comienza el proceso de cambio,

Base fundamental de un proceso de cambio es el liderazgo que ejerza el Directivo, como una persona audaz y comprometida con la mejora constante. En este sentido, podrá dirigir de manera eficaz y eficiente al equipo de trabajo que este a su cargo.

Para lograr alcanzar la calidad educativa, los docentes no deben de limitarse a prepararse para una evaluación, deben asumir el compromiso ético y profesional para prepararse de manera permanente y se vea reflejado en el servicio que ofrece a través de su práctica dentro del aula con la búsqueda constante de la satisfacción de los beneficiarios: los alumnos, padres y comunidad.

Con respecto a los padres es necesario brindar un acompañamiento y dirigirlos a partir de propuestas específicas para que retomen el trabajo compartido con la institución educativa y el docente de grupo, dotarlo para que contribuya de manera activa y asertiva en el desarrollo académico de su hijo.

El trabajo en conjunto y colaborativo entre el directivo, los docentes y padres de familia dentro de la institución escolar través de la gestión y organización permiten la construcción de un proceso cíclico de planear, hacer, revisar y actuar, siempre en la búsqueda constante del logro de una educación de calidad para todos.

DISCUSIÓN

Elevar el nivel de aprendizaje de los estudiantes y mejorar su rendimiento académico continúa siendo uno de los indicadores de mayor relevancia para determinar la calidad de un sistema educativo.

En la literatura revisada, se hace énfasis en que el proceso de cambio para mejorar la calidad educativa se desarrolla desde las instituciones escolares con la participación activa de aquellos que conforman la comunidad educativa, coordinados a un fin en común.

Sin embargo, no se puede limitar la responsabilidad al trabajo colaborativo entre Directivo, personal docente y padres de familia. El estudio del proceso educativo requiere de un análisis holístico que contribuya a la toma de decisiones, por lo que es imprescindible identificar y analizar más factores de los que se abordan en este artículo, y que inciden en la organización y gestión escolar, como el contexto social, nivel cultural, nivel económico, el tiempo que dedican los alumnos al estudio, el tiempo que dedican los padres a apoyar a los estudiantes, los intereses y motivación de los estudiantes, ambiente emocional familiar, tiempo de trabajo administrativo desarrollado por los docentes, etc.; el conocimiento, la reflexión y análisis de estos factores contribuirá a lograr una educación de calidad para todos.

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Autor:

Laura Patricia Reyes De Jesús