- Ventajas del ADN
- Medidas preventivas
- Procedimientos generales
- Sangre
- Recomendaciones para levantar la evidencia en la escena
- Clasificación de los patrones de sangre
- Velocidad
- Semen
- Recomendaciones para la recogida y envío de muestras con fines de identificación Genética
- Admisibilidad de los fluidos corporales
- Bibliografía
Este trabajo trata sobre la importancia de los fluidos corporales en la investigación criminal. Tiene como objetivo educar sobre los procedimientos establecidos para recolectar este tipo de evidencia, que ha cobrado gran importancia en el siglo XXI.
Introducción
Siempre que se comete un delito ocurre un intercambio de materiales entre el sospecho, la víctima y la escena del crimen. Vanderbosch, en su libro Investigación de Delitos, lo describe como la Teoría de la Transferencia. Estos constituyen la evidencia que todo investigador tiene que recolectar mediante una serie de procedimientos sistemáticos. Toda prueba o indicio es importante, pero aquellas que contribuyen a la reconstrucción de los hechos y a la identificación del sospechoso tienen un valor incalculable para el descubrimiento de la verdad y el cumplimiento de la justicia.
Entre las distintas piezas de evidencia material que se pueden encontrar en una escena están los fluidos corporales, principalmente sangre, semen o saliva. Estas substancias son parte de los procesos biológicos y fisiológicos del cuerpo humano que, gracias a los avances científicos de los Siglos XX y XXI,
permiten a los expertos del laboratorio forense realizar análisis de ADN para identificar al sospechoso y ubicarlo en la escena. Los resultados se pueden convertir en prueba irrefutable que demuestre la veracidad de unos hechos delictivos. (Lic. Valentín Ortega, Conociendo el ADN, 2001)
Según los expertos en Genética el ADN (acido desoxirribonucleico) es una huella genética. Consiste de una serie de moléculas que son el resultado de la herencia. (Paul Recer, La huella de mayor exclusividad, s.f.) Inglaterra comenzó a utilizarlo en la Investigación Criminal desde 1980 y los Estados Unidos en 1987. (José Alegría, Biología molecular: Herramienta biotecnológica, 2001)
Los científicos han catalogado a las personas como secretoras y no secretoras. En la primera categoría tenemos a individuos cuyos fluidos corporales (sangre, semen y saliva) pueden ser clasificados. La saliva es ideal para éste tipo de análisis.
Los no secretores pueden ser clasificados pero no poseen unas sustancias en cantidades suficientes que son necesarias para estudio: como las lágrimas, la orina y el sudor. Del 65 al 80% de la población son secretoras, lo que ha contribuido al esclarecimiento de muchos casos y hasta ha salvado la vida de personas erróneamente condenadas a la pena de muerte o a la pena privativa de libertad. (Machado Schiaffino, Pericias, 1995)
De acuerdo al FBI Law Enforcement Bulletin (2005) los investigadores criminales o forenses no necesitan tener conocimientos sobre la Genética ni conocer de complicadas fórmulas trigonométricas o de cálculo. Su adiestramiento está dirigido hacia el reconocimiento del valor de las manchas producidas por los fluidos corporales. No determinan ADN. Su labor consiste en encontrarlas, tomar medidas, levantarlas, embalarlas e identificarlas para enviarlas al laboratorio forense (Secured.com). Serología Forense es el término que se utiliza para identificar a la disciplina científica que estudia e identifica los fluidos del cuerpo (Lic. Olga Resumil, Criminología general, 2000).
Ventajas del ADN
The Forensic Casebook (2002) de N. E. Genge establece las ventajas que presenta el ADN:
- Se puede encontrar en la sangre, orina, excreta, saliva, pelo, semen y en las células de la piel.
- Ayuda a identificar cuerpos que han estado enterrados por mucho tiempo como las momias.
- Indica relaciones de parentesco.
- No se puede combinar; en una escena se puede encontrar sangre de la víctima y del sospechoso mezcladas, pero se puede identificar la huella genética de cada uno de ellos.
También recomienda la evidencia que debe ser recolectada: uñas; pañuelos, papel toalla, servilletas, toallas; bolsas de basura; palillos para limpiar oídos o dientes, colillas de cigarrillos, sorbetes, celulares; todo lo que aparente haber tenido contacto con la boca; sábanas, almohadas, frisas, ropa sucia, gorras; espejuelos; sobre y sellos usados; tape, cordones, sogas; condones usados; balas que han atravesado el cuerpo de la víctima, entre otras.
Medidas preventivas
El investigador debe evitar en todo momento la contaminación: la mezcla accidental de los fluidos encontrados en la escena con otras sustancias biológicas (Secured.com, 2006).
Genge presenta unas guías para el investigador para el manejo adecuado de fluidos corporales:
- Utilizar guantes desechables y cambiárselos continuamente.
- El equipo debe ser desechable para evitar la transferencia del ADN de un objeto a otro.
- Evitar tocarse la cara o el pelo.
- No tocar las superficies.
- Utilizar mascarilla y trajes desechables.
- Todos los fluidos corporales deben considerarse como potencialmente infecciosos.
- Se deben lavar las manos antes y después de manejar la evidencia, aunque utilicen los guantes; y no fumar, beber o comer en la escena.
En Segured.com (2006) también se recomienda:
- Verificar el equipo antes de tomar las muestras.
- Seguir el procedimiento establecido.
- Manipular la prueba una sola vez.
debe sustituir el mismo y comenzar la recolección de nuevo.
- Si se le cae la evidencia o entra en contacto con otro equipo, se
- Acercar el envase y no embalar los indicios juntos.
- El tamaño del contenedor debe ser adecuado.
- Almacenar a la temperatura adecuada.
- Recoger las envolturas, los guantes y depositarlos en los envases destinados para estos fines: bolsas porosas y de papel, envases de cartón o de plástico si el objeto esta húmedo.
Schiaffino indica que los resultados de las pruebas para análisis de ADN dependen de la pureza de la muestra y el tiempo transcurrido entre la obtención de la misma y su llegada la laboratorio. La habilidad del Criminalista depende de los cuidados que se tuvieron durante el recogido de las muestras.
Página siguiente |