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Concentraciones de inmunoglobulinas séricas y calostrales de vacas selenio-deficientes y en el suero sanguíneo de sus terneros (página 2)


Partes: 1, 2

RESULTADOS

La condición corporal de las vacas de ambos grupos al comienzo del experimento fue de 3.3, disminuyendo durante el período de estudio hasta 2.3, después del parto. No se presentaron diferencias entre grupos (P > 0.05)

En el grupo Se-S se observó un aumento (P < 0.05) de la actividad GSH-Px a partir del día 30 postsuplementación, logrando valores considerados adecuados a los 45 días, efecto que se mantuvo durante el período de estudio (figura 1); sin embargo, los animales del grupo Se-D mantuvieron valores de actividad enzimática considerados bajos (<100 U/g Hb), situación observada después de 30 días de consumo de la ración selenio-deficiente, y se mantuvieron en esa condición durante el transcurso del estudio, el que incluyó el período de los partos ocurridos entre los 45 a 60 días postsuplementación.

Durante el preparto, en ambos grupos de animales se observó una disminución (P < 0.05) de la concentración sérica de IgG total aproximadamente dos semanas antes del parto con respecto a la sexta semana antes del parto (cuadro 1). La concentración de IgG total, IgM e IgA en suero y calostro no mostró diferencias (P > 0.05) entre los animales Se-S y Se-D. Sin embargo, la concentración de IgG1 fue mayor (P < 0.05) en el calostro de las vacas no suplementadas con Se (cuadro 2).

Las concentraciones de inmunoglobulinas séricas de los terneros de las vacas Se-S y Se-D aumentaron significativamente (P < 0.05) entre la primera y las 48 horas de vida. Sin embargo, las concentraciones de inmunoglobulinas IgG total, IgG1, IgM e IgA desde el nacimiento hasta el sexto día de vida en los terneros de ambos grupos fueron similares (P < 0.05) (cuadros 3 y 4).

FIGURA 1. Actividad sanguínea de GSH-Px (x ± DE ) en vacas selenio-deficientes (Se-D) y seleniosuplementadas (Se-S) con selenato de bario (día 0). Ambos grupos mantenidos con ración selenio-deficiente.

– Período de partos entre 45 y 60 días postsuplementación. * P < 0.05 entre grupos. Blood GSH-Px activity (mean ± SD) in cows fed a selenium deficient diet (Se-D) and cows supplemented (Se-S) with barium selenate on day 0.

CUADRO 1

Concentraciones séricas de IgG, IgM e IgA (X ± DE en g/l), 6 y 2 semanas antes del parto, en vacas selenio-deficientes (Se-D) y selenio-suplementadas (Se-S).

Serum IgG, IgM and IgA concentrations (mean ± SD in g/l) on weeks 6 and 2 before partum in selenium deficient (Se- D) and selenium supplemented (Se-S) cows.

IgG total

IgM

IgA

Semana

6

2

6

2

6

2

Grupo Se-S

Se-D

51.2 ± 5.4a

43.7 ± 7.0a

27.2 ± 9.0b

32.3 ± 7.0b

3.09 ± 0.9a

3.41 ± 1.6a

2.94 ± 0.79a

3.34 ± 1.52a

0.19 ± 0.12a

0.16 ± 0.08a

0.17 ± 0.09a

0.12 ± 0.05a

a Letras distintas en las filas señalan diferencias significativas entre el período (P < 0.05).

CUADRO 2

Concentraciones de IgG, IgG1, IgM e IgA (X ± DE en g/l) en el calostro de vacas selenio-deficientes (Se-D) y selenio-suplementadas (Se-S).

IgG, IgG1, IgM e IgA colostrum concentrations (mean ± SD in g/l) in selenium deficient (Se-D) and selenium supplemented (Se-S) cows.

Grupo

IgG Total

IgG1

IgM

IgA

Se-S

Se-D

124.6 ± 35.5

123.2 ± 43.1

84.4 ± 12.3a

103.0 ± 12.5b

4.97 ± 0.97

6.05 ± 1.72

5.81 ± 1.68

4.58 ± 1.57

a Letras distintas en las columnas señalan diferencias significativas entre grupos (P < 0.05).

 

CUADRO 3

Concentraciones séricas (X ± DE en g/l) de IgG e IgG1 el día del nacimiento y a los 2, 4 y 6 días de edad en terneros nacidos de las vacas selenio-deficientes (Se-D) y selenio-suplementados (Se-S).

IgG and IgG1 serum concentrations (mean ± SD in g/l) at the day of birth, 2, 4 and 6 days of age in calves of selenium deficient (Se-D) and selenium supplemented (Se-S) cows.

IgG Total

IgG1

Edad (días)

0

2

4

6

0

2

4

6

Grupo Se-S

Se-D

1.86 ± 2.02a

1.78 ± 0.54a

28.6 ± 12.6b

26.6 ± 20.0b

29.9 ± 12.9b

31.7 ± 18.2b

28.6 ± 12.4b

34.5 ± 16.9b

1.63 ± 2.35a

0.87 ± 0.36a

17.7 ± 6.54b

16.1 ± 10.6b

17.8 ± 6.54b

17.6 ± 9.02b

17.5 ± 7.11b

17.0 ± 9.32b

a Letras distintas en la fila de cada grupo señalan diferencias significativas entre días postnacimiento (P < 0.05). Edad 0: Concentración determinada en la primera hora desde el nacimiento.

 

CUADRO 4

Concentraciones séricas (X ± SD en mg/dl) de IgM e IgA el día del nacimiento y a los 2, 4 y 6 días de edad en terneros nacidos de las vacas selenio-deficientes (Se-D) y selenio-suplementados (Se-S).

IgM and IgA serum concentrations (mean ± SD in mg/dl) at the day of birth, 2, 4 and 6 days of age in calves of selenium deficient (Se-D) and selenium supplemented (Se-S) cows.

IgM

IgA

Edad (días)

0

2

4

6

0

2

4

6

Grupo Se-S

Se-D

20 ± 16 a

37 ± 3 a

175 ± 74 b

135 ± 109 b

144 ± 62 b

163 ± 75 b

103 ± 34 b

142 ± 63 b

7 ± 0 a

7 ± 0 a

125 ± 58 b

78 ± 40 b

87 ± 43 b

60 ± 20 b

63 ± 36 b

48 ± 12 b

a Letras distintas en la fila de cada grupo señalan diferencias significativas entre días postnacimiento (P < 0.05). Edad 0: Concentración determinada en la primera hora desde el nacimiento.

DISCUSION

Los requerimientos de Se para bovinos corresponden a 0.1 ppm/Se (base materia seca) y de 0.3 ppm/Se/MS en el caso de vacas en lactancia (NRC, 2001). La concentración mínima que debe tener la dieta de bovinos es de 0.05 ppm/ Se/MS, ya que dietas con concentraciones menores a esta cifra se asocian con alteraciones en la salud y producción del ganado (Underwood and Suttle, 1999). La dieta utilizada en este experimento contenía 0.04 ppm/Se/MS, lo que permitió predisponer a la presentación de problemas asociados a la deficiencia de Se en los animales no suplementados. No obstante, no se observaron alteraciones atribuibles a esta deficiencia durante el período de partos y el puerperio.

La actividad de la enzima GSH-Px se considera un buen indicador del estatus de selenio en rumiantes (Stowe y Herdt, 1992) y el selenato de bario una fuente adecuada de aporte de selenio. Además, este producto tiene la ventaja que mantiene los niveles de Se durante varios meses debido a su lenta liberación desde el sitio de inyección (Lee y col., 1999). En este estudio, la suplementación de las vacas con selenato de bario aumentó significativamente la concentración de GSH-Px a partir del día 30 postsuplementación, alcanzando niveles superiores a 200 UI/ g/Hb durante el período de los partos, apropiados para vacas en lactancia (Ceballos y Wittwer, 1996). Contrario a ello, la actividad de GSH-Px de las vacas del grupo Se-D se mantuvo dentro de lo considerado bajo marginal o deficientes (< 100 U/g Hb), corroborando con ello la deficiencia de Se en la dieta. Este hecho permitió establecer las diferencias y similitudes entre grupos.

La disminución de la concentración de IgG total en las vacas de ambos grupos durante el fin de la gestación coincide con el transporte activo de inmunoglobulina IgG desde la circulación sanguínea a la glándula mamaria (Larson y col., 1980). Llama la atención que, aun cuando la concentración de IgG total en calostro de las vacas no presentó diferencias entre los grupos suplementados y no suplementados, los resultados muestran que la suplementación con Se afecta negativamente la concentración de IgG1 en el calostro. Si se considera que toda la IgG, la mayor parte de la IgM y cerca del 50% de la IgA del calostro bovino provienen del plasma (Tizar, 1998), estos resultados sugieren que el Se favorece el aumento de la concentración de IgG2 en la glándula mamaria. Esto podría explicar por qué no se observaron diferencias significativas en la concentración total de IgG entre los grupos experimentales. El aumento de IgG2 inducido por el Se sería de gran importancia, ya que los neutrófilos de bovino presentan receptores solamente para IgG2 (Howard y col., 1980), lo cual favorece la defensa contra las infecciones bacterianas. Este aspecto requiere mayor estudio.

La ausencia de un efecto favorable de la suplementación con Se sobre la inmunidad pasiva de los terneros del grupo Se-S concuerda con estudios previos realizados por Lacetera y col. (1996), quienes observaron que la suplementación de Se asociado a la vitamina E favorecen la producción de calostro y leche de las vacas, pero no benefician la inmunidad pasiva de las crías. También se ha señalado que en vacas de aptitud cárnica, a mitad de preñez y mantenidas en praderas selenio-deficientes, la administración parenteral de Se asociado a vitamina E no afecta el contenido de IgG en calostro (Swecker y col., 1995); sin embargo, estos mismos autores señalan que el uso de Se solo o asociado con vitamina E, pero administrado con una mezcla mineral, aumenta las concentraciones de IgG en el calostro de las vacas y en el plasma sanguíneo de sus crías.

En nuestro estudio no se observaron diferencias para IgM e IgA entre grupos. Sin embargo, otras investigaciones realizadas in vitro han demostrado un efecto positivo del Se sobre plasmocitos de la glándula mamaria encargados de la producción local de inmunoglobulinas (Wuryastuti y col., 1993; Hogan y col., 1993).

Las inmunoglobulinas detectadas en los terneros corresponden a las absorbidas desde el calostro, ya que la IgM, IgA, IgG2 e IgG1 producidas por el neonato aparecen sólo a los 4, 4, 8 y 32 días de vida, respectivamente (Husband y Lascelles, 1975). La no observación de diferencias en las concentraciones séricas de inmunoglobulinas entre los terneros de ambos grupos de vacas en los primeros seis días de vida son consecuentes con la ausencia de diferencias entre las concentraciones de inmunoglobulinas en el suero y calostro de los grupos Se-S y Se-D. Esta observación sugiere que el balance positivo de Se en las vacas suplementadas no jugaría un rol importante en la absorción de inmunoglobulinas por la mucosa intestinal del ternero.

La ausencia de diferencias significativas entre ambos grupos experimentales, en este estudio, así como, los resultados de estudios previos sobre inmunidad y Se revisados por Finch y Turner (1996), demuestran que la respuesta de anticuerpos tanto en animales selenio-deficientes como en suplementados con selenio es variable y en algunos casos hasta contradictoria. Esto sugiere que la modulación de la respuesta inmune por este microelemento estaría influenciada por diversos factores, tales como la vía de administración (Swecker y col., 1995) y las interacciones entre nutrientes, como se ha señalado para vitamina E y Se (Kubena y McMurray, 1996). Estos aspectos habitualmente no son considerados cuando se indica la suplementación con Se. En este sentido, es necesario realizar estudios tendientes a establecer protocolos de utilización de Se de acuerdo a objetivos bien definidos.

Los resultados obtenidos en el presente estudio permiten concluir, en primer lugar, que la deficiencia nutricional de Se en vacas gestantes no afecta la concentración de inmunoglobulinas totales en calostro ni en el plasma sanguíneo de las crías; en segundo lugar, el uso de selenato de bario en vacas gestantes selenio-deficientes restablece el balance nutricional de Se; sin embargo, disminuye la concentración de IgG1 sin afectar los niveles de IgG total en el calostro. Este hecho implicaría un aumento de IgG2, lo cual tiene gran importancia, ya que los neutrófilos de rumiantes sólo poseen receptores para IgG2. Esta condición favorece la función de los neutrófilos y tiene especial relevancia en el control de las infecciones bacterianas.

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V. Leyan1 M.V., M.Sc; F. Wittwer2 M.V., M.Sc; P.A. Contreras2 M.V., M.Phil; J. Kruze3 M.V., Ph.D. 1 Instituto de Inmunología, Facultad de Medicina, Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile. 2 Instituto de Ciencias Clínicas Veterinarias, Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile. 3 Instituto de Microbiología, Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile. Financiado por proyectos: DID-UACH 2002-60 y FONDECYT 119-993

Partes: 1, 2
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