- Introducción
- La ecología y su objeto de estudio
- Ecología de poblaciones, comunidades y ecosistemas
- Biomasa
- Densidad de poblaciones
- Índices de tolerancia
- Relaciones interpoblacionales
- Competencia
- Depredación
- Parásitos
- Mutualismo
- Estructura de un ecosistema
- Ecosistemas
- Energía en los ecosistemas
- El Ciclo del Agua
- Recursosn Naturales
- Ecosistemas Mexicanos
- Problemática ambental a nivel país y a nivel mundial
- Los residuos como problema
- Cambio Climático Global
- Conclusión
- Bibliografía
- Comentarios
La Etnología demuestra sobradamente que los pueblos primitivos poseían una aguda consciencia de la íntima interdependencia que existe entre el mundo viviente y su ámbito físico, llegando a acumular una considerable información ecológica, integrada en su vivencia mágica del cosmos. A título de ejemplo basta recordar los estudios de Marcel Mauss (1906) sobre las sociedades esquimales y sus cambios estacionales, obra auténticamente pionera de la antropología ecológica.
La investigación de los documentos prehistóricos e históricos, confirma esta apreciación de los etnólogos, ya que se han encontrado múltiples evidencias de un profundo conocimiento de las leyes ambientales por parte de las civilizaciones del pasado. Esta constatación no invalida en modo alguno la triste realidad del carácter vandálico de muchas acciones del hombre primitivo, con atentados que sorprenden por su terrible eficacia, habida cuenta de los escasos medios tecnológicos disponibles. La conocida frase de Reifenberg (1952), "…a los hijos del desierto se les debería llamar más exactamente padres del desierto", puede resumir la larga lista de destrucciones ambientales provocadas desde los comienzos de la humanidad; pongamos como ejemplo los incendios forestales y la sobreexplotación pastoril.
Aristóteles, además de filósofo fue un biólogo y naturalista de gran talla
Hay que reconocer a los biólogos y geógrafos un papel fundamental en los inicios de la ecología. Es justo recordar el aporte considerable de los griegos clásicos. Por ejemplo, Aristóteles, además de filósofo, fue un biólogo y naturalista de gran talla. Baste citar sus libros sobre la vida y costumbres de los peces, fruto de sus diálogos con pescadores, y sus largas horas de observación personal.
Si nos trasladamos al siglo XVIII, cuando la biología y la geografía se están transformando en las ciencias modernas que hoy conocemos, es imprescindible reconocer el carácter absolutamente ecológico del trabajo de los fisiologistas en su progresivo descubrimiento de las relaciones entre la vida vegetal y animal con los factores abióticos tales como luz, el agua o el carbono.
Georges-Louis Leclerc de Buffon
Entre los muchos ejemplos posibles, es suficiente recordar las investigaciones de Réamur en el campo de la temperatura, así como las de Leeuwenhoek acerca de la formación del almidón en las plantas verdes.
Alexander von Humboldt
También se realizaron durante el siglo algunos de los grandes viajes científicos que permitieron un conocimiento más metodológico de los paisajes geográficos de los diversos continentes, ejemplo entre otros del Conde de Buffon, autor de los primeros tratados de biología y geología no basados en la Biblia; o Alexander von Humboldt, el cual exploró y estudió durante cinco años las tierras de América Latina.
El papel de los precursores del evolucionismo es asimismo fundamental, porque intuían que no había ningún tipo de predeterminismo en la gran variedad de especies vivientes existentes, sino progresivas adaptaciones ambientales. (véanse los artículos Teorías evolucionistas y El "Evolucionismo", inspirador de la ecología). Erasmus Darwin, abuelo del universalmente famoso Charles Darwin, predijo algunas de las grandes tesis evolucionistas que desarrolló años más tarde su nieto y que influyeron de modo decisivo en las corrientes de pensamiento del siglo XIX.
Georges Cuvier
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