Descargar

El bien en San Agustín


Partes: 1, 2
Monografía destacada

    1. Biografía
    2. Introducción
    3. Su obra "Enquiridion", cap. 11
    4. El Bien
    5. En las confesiones
    6. Conclusión
    7. Bibliografía

    Presentación

    San Agustín es considerado unos de los Padre de la Iglesia, por haber vivido durante el primer periodo de la historia de la Iglesia, por haber llevado una vida santa, y sus escritos están libres de errores doctrinales y principalmente propone una defensa de la doctrina cristiana, como también una explicación y profundización destacada de ella. Considerado como el fundador de la teología cristiana. Para muchos es calificado como filósofo, pero filósofo cristiano.

    En cuanto a la Ética, San Agustín parte de que la naturaleza humana está herida por el pecado original pero no destruida, la gracia de Dios la fortalece y le ayuda a alcanzar mejor su fin, pero ella conserva su capacidad de orientarse sola al bien.

    La primera idea ética cristiana descansa en la regla de oro: "Lo que quieras que los hombres te hagan a ti, házselo a ellos".

    Por ello cuando San Agustín toma el tema del bien lo hace en esta perspectiva, Dios es el Sumo Bien y lo participa a sus creaturas. Los hombres son buenos, pero por participación.

    Uno de los puntos fuertes de la ética en San Agustín fue la oposición al maniqueísmo, una secta o movimiento de origen persa que mantenía que el bien y el mal (la luz y la sombra) eran fuerzas opuestas que luchaban por el dominio absoluto. El maniqueísmo tuvo mucha aceptación en los siglos III y IV d.C. San Agustín, fue maniqueo en su juventud pero abandonó este credo después de recibir la influencia del pensamiento de Platón. Tras su conversión al cristianismo en el 387, intentó integrar la noción platónica con el concepto cristiano de la bondad como un atributo de Dios, y el pecado como la caída de Adán, de cuya culpa una persona está redimida por la gracia de Dios.

    En este trabajo de investigación analizaremos el tema sobre "El bien" en San Agustín. Expondremos en primer lugar la biografía de San Agustín, para luego hacer una referencia a la importancia que tuvo en su época. Luego abordaremos el tema del Bien en sus escritos; de manera especial en tres de sus obras: Las Confesiones, de Natura Boni, Enquiridión, cap. 11.

    Biografía

    San Agustín de Hipona, teólogo cristiano, el más grande de los Padres de la Iglesia y uno de los más eminentes Doctores de la Iglesia occidental.

    Agustín nació en el año 354 en Tagaste, África.

    Es una de las figuras más importantes y de mayor autoridad del periodo patrístico, además es fuente de inspiración para  pensadores de todas las épocas; es y fue admirado por cristianos y no cristianos, por aquellos que compartieron sus ideas, y por aquello que no. San Buenaventura dijo de él: "Nadie ha dado más satisfactorias respuestas a los problemas de Dios y del alma que San Agustín".

    Inspirado por el tratado filosófico Hortensius, del orador y estadista romano Marco Tulio Cicerón, se convirtió en un ardiente buscador de la verdad, estudiando varias corrientes filosóficas antes de ingresar en el seno de la Iglesia.

    Durante nueve años, desde el 373 hasta el 382, se adhirió al maniqueísmo, filosofía dualista de Persia. El maniqueísmo le pareció una doctrina que podía corresponder a la experiencia y proporcionar las hipótesis más adecuadas para construir un sistema filosófico y ético. Además, su código moral no era muy estricto; Agustín recordaría posteriormente en sus Confesiones "Concédeme castidad y continencia, pero no ahora mismo". Desilusionado por la imposibilidad de reconciliar ciertos principios maniqueístas contradictorios, abandonó esta doctrina y dirigió su atención hacia el escepticismo.

    Hacia el 383 se trasladó de Cartago a Roma, pero un año más tarde fue enviado a Milán como maestro de Retórica. Aquí se movió bajo la órbita del neoplatonismo y conoció también al obispo de la ciudad, san Ambrosio, uno de los eclesiásticos más distinguidos en aquel momento. Fue entonces cuando se sintió atraído de nuevo por el cristianismo. Un día, por fin, según su propio relato, creyó escuchar una voz, como la de un niño, que repetía: "Toma y lee". Interpretó esto como una exhortación divina a conocer las Sagradas Escrituras y leyó el primer pasaje que apareció al azar: "… nada de comilonas y borracheras, nada de lujurias y desenfrenos, nada de rivalidades y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo, y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias" (Rom. 13, 13-14).

    En ese momento decidió abrazar el cristianismo. Fue bautizado con su hijo natural por Ambrosio la víspera de Pascua del año 387. Su madre, que se había reunido con él en Italia y que moriría poco después en Ostia, se alegró de esta respuesta a sus oraciones y esperanzas.

    Regresó al norte de África y, tras ser ordenado sacerdote en el 391, fue consagrado obispo de Hipona (en la actual Annaba, Argelia) en el 395, dignidad que desempeñaría hasta su muerte. Agustín falleció en Hipona el 28 de agosto del 430.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente