Estrategia de comunicación para activar el microcrédito y combatir la pobreza
Enviado por Fabiana Feijoo
- Información sobre la pobreza y los pobres
- Asia y América Latina, tan distantes, tan cercanas
- El caso de México
Tres billones de personas en el mundo carecen de la posibilidad de lograr un empleo formal.
Las desigualdades sociales son cada vez más evidentes. Los esfuerzos de las organizaciones, de los gobiernos y la sociedad civil para erradicar la pobreza parecieran no alcanzar. Sin embargo, los microcréditos, surgen como una posibilidad concreta, capaz de reducir la pobreza mundial en un 50 por ciento para el 2015.
Generar acciones de comunicación e información capaces de incentivar la practica de los microcréditos y educar a las poblaciones para ello, resulta necesario para reducir el nivel de pobreza en el mundo.
Los mundos parecen muy dispares: por un lado el sistema financiero que no ve que los pobres sean capaces de generar negocios rentables y, por el otro, millones de personas que esperan una ayuda económica que les permita salir de la situación de extrema pobreza.
Para los bancos convencionales entregar microcréditos no es conveniente porque representan:
- Costos altos frente a volúmenes de préstamos muy pequeños.
- La infraestructura adaptada al cliente específico resulta altamente costosa y de una operatoria complicada.
- Ante un riesgo de incobrabilidad (supuesta) muy alto, las tasas resultan incalculables.
- No existe la voluntad manifiesta de atender a una población de riesgo, sino a través de terceras entidades.
En el medio, entidades del Tercer Sector sensibilizando a los grandes capitales para que presten parte de su acción directa y de su apoyo en la resolución de un problema mundial; a los gobiernos, para que accionen con herramientas de Estado eficaces; y, a la población para generar conciencia del avance y necesidad de combatir el flagelo de la pobreza.
En la última cumbre del milenio, los gobiernes se comprometieron a reducir en un 50 por ciento los niveles de pobreza. Derrotarla no es menester de los gobiernos, ni de las ONGs, ni de las empresas de manera aislada. Todo esfuerzo resulta escaso.
El concepto de erradicación de la pobreza hoy debe resonar en nuestras cabezas tan fuertemente como el de Cambio Climático. Se deben generar acciones de comunicación que sean capaces de generar la conciencia y el estímulo que nos llevan a cerrar el grifo para cuidar el agua, o a utilizar materiales reciclables o simplemente tomar sol con protector. La emergencia es la misma. Las campañas de comunicación resultan insuficientes para lograr alcanzar un mayor nivel de conciencia, esa acción de estímulo respuesta.
El Banco Mundial estima que hay cerca de 7.000 instituciones microfinancieras que prestan servicio a más de 16 millones de pobres de los países en desarrollo.
Algunas de estas instituciones están en Colombia, Ecuador, Argentina, Bolivia, Perú, Brasil, entre otros países de Latinoamérica. Promocionan y otorgan microcréditos, pero la ausencia de capitales que favorezcan los movimientos financieros impiden mantener sistemas de divulgación constantes, lo que dificulta de esta manera llegar a mayor cantidad de gente.
Información sobre la pobreza y los pobres
Nuestro punto de partida de acción no es ni más ni menos que el tiempo y espacio que habitamos, inmersos en una globalización que desenmascara los índices mundiales de pobreza. Con información que está al alcance de la mano, se pueden establecer características estructurales de la pobreza y de los pobres, que deben servir de herramientas para trabajar de manera continua y efectiva contra este flagelo.
La globalización genera de manera constante movimientos de inclusión y exclusión. En este sentido, es un fenómeno de interdependencia de las sociedades, que no anula los conceptos de nación, ni de Estado, pero plantea nuevos retos de gestión, en un marco de acelerado cambio multi-influyente.
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