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Dictadura militar Argentina (página 2)

Enviado por miguelrevainera


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4. La guerra de las Malvinas

El gobierno militar consideró, a finales de 1981, que a pesar de las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas y de los esfuerzos diplomáticos y económicos argentinos, el Reino Unido no accedería a negociar sobre la soberanía. Por tanto, la Junta Militar previó una alternativa militar para el caso de que fracasaran las tratativas diplomáticas. Aprobó la idea del Almirante Jorge Isaac Anaya de recuperar las Malvinas mediante una acción sorpresiva e incruenta para las fuerzas inglesas, y posteriormente negociar el traspaso de la soberanía. Se creó una Comisión de Trabajo Conjunta para realizar el planeamiento de la recuperación. La Comisión de Trabajo estableció como fecha más temprana para realizar la operación el 15 de mayo. Sin embargo, durante marzo de 1982 se producen acontecimientos que alteraron esa fecha, e incluso, lo que era sólo una alternativa se transformó en el objetivo principal. Por lo expuesto la Junta Militar decidió recuperar las islas Malvinas el día 1º de abril de 1982, basando la acción en las siguientes suposiciones:

  • Que el Reino Unido no reaccionaría con violencia.
  • Que EEUU se mantendría al margen.
  • Que se podría controlar la crisis y, por lo tanto, habría negociaciones por la cesión de la soberanía.

Así, la Argentina buscó recuperar un espacio territorial cuya legitimidad ha sido reconocida por los organismos internacionales con injerencia en el caso: la ONU, al reconocer la naturaleza colonial de diferendo en su Resolución 1514 y la validez de los reclamos argentinos sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur en su Resolución 2065, invitando a ambos gobiernos a mantener negociaciones por el futuro de las islas. La legitimidad del reclamo fue también reconocida por la OEA (Organización de Estados Americanos) en el Comité Jurídico Interamericano, por el Buró de Países No Alineados y la Resolución del TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) del 26 de Abril de 1982. El enfrentamiento entre Argentina y Gran Bretaña se inicia a partir de las actividades empresarias de un argentino, Constantino Davidoff. Su actividad principal eran los negocios relacionados con la chatarra. En el mes de Septiembre de 1979 firmó en Londres un contrato con la empresa Christian Salvensen de Edimburgo, adquiriendo las instalaciones balleneras abandonadas en las islas Georgias, a un valor inferior a los u$s 200.000. Esto representaba un brillante negocio que dejaría excelentes ganancias, pues el precio de la chatarra, permitiría en ese momento obtener cifras cercanas a los u$s 10.000.000. Para desmantelar las instalaciones era necesario transportar a las islas personal y equipos. Davidoff gestionó en la Embajada Británica en Buenos Aires el servicio del buque antártico HMS Endurance, de la armada británica. Pero su pedido fue denegado y, seguidamente, la Armada Argentina se pone a su disposición para llevar a cabo la tarea. En Diciembre de 1981, Davidoff zarpa con destino a Puerto Leith, llegando a la Bahía Stromness unos días después. Si bien Davidoff envió una carta comunicando a la Embajada Británica su viaje al archipiélago de Malvinas, no especificó que lo haría en un barco de las características del rompehielos ARA Almirante Irizar, ni que se dirigiría directamente a las Georgias sin antes tramitar su desembarco en Grytviken. Este breve viaje sirvió para tomar fotografías (3500) e inventariar el material existente en las ex-factorías. El 19 de Marzo de 1982, nuevamente Davidoff regresa a las Georgias, pero ahora en el buque de la armada ARA Bahía Buen Suceso, que llevaba 41 personas, en su mayoría operarios, que permanecerían unos 4 meses realizando las tareas de desmantelamiento. En este desembarco se produce el hecho que se utilizó como desencadenante del conflicto, y por el cual las autoridades británicas acusaron formalmente a los argentinos: el izado de una bandera argentina. Al desembarcar los argentinos, las autoridades británicas en Grytviken notificaron al gobernador de Malvinas Rex Hunt sobre una bandera argentina izada. El Foreign Office ordenó el envío del navío HMS Endurance con el objeto de obligar a los operarios a arrear la bandera y evitar además el supuesto desembarco de personal militar y armas de fuego. El 21 de Marzo, zarpa de regreso el ARA Bahía Buen Suceso, dejando al grupo de Davidoff en tierra para proseguir con sus tareas. El HMS Endurance debía llegar a Leith el día 24 de Marzo, pero por órdenes del canciller de Gran Bretaña Lord Carrington, el buque debió aguardar en Grytviken. Simultáneamente se solicitó al gobierno argentino que dispusiera el regreso del Bahía Buen Suceso a Leith para ser éste quien desalojara a los operarios allí apostados. El 23 de Marzo, la Junta Militar, en respuesta a los sucesos de Leith, envía el transporte ARA Bahía Paraiso, que se encontraba en Orcadas con el grupo Alfa a bordo (formado por comandos de marina, denominados "Lagartos", al mando del Teniente de Navío Alfredo Astiz). Llegan a Georgias el día 24 de Marzo a las 23:40 hs. Su misión era la de evitar que los marines ingleses del HMS Endurance desalojaran por la fuerza a los trabajadores argentinos. Se suceden una serie de reuniones y conversaciones de alto nivel mandatario, con las que se buscaba suavizar el tono de la negociación diplomática. El gobierno argentino quería realizar una ocupación no violenta de las islas, estableciendo presencia firme en ellas y provocar que las fuentes diplomáticas británicas tomaran iniciativas para encontrar una solución de fondo sobre la Soberanía en Malvinas. La opinión internacional favorecía el reclamo de nuestro país sobre la Soberanía en Malvinas. Gran Bretaña sólo podía establecer un panorama geopolítico tal que indujera al gobierno argentino a considerar la ocupación militar de las islas como única solución viable. Se había llegado a un punto sin retorno, la acciones militares eran inminentes…

Viernes 2 De Abril Se constituyó la Fuerza de Tareas Anfibia Número 40 bajo el Comando del Contraalmirante D. Walter O. Allara. Esta Fuerza estaba integrada por los siguientes componentes: A. La Fuerza de Desembarco se integra con el Batallón de Infantería de Marina Nº 2 (BIM2), una Agrupación de Comandos Anfibios, una Sección de Tiradores del Ejército, un Grupo de Comandos Anfibios y una Reserva. B. Un Grupo de Transporte, con el Buque de Desembarco de Tropas ARA Cabo San Antonio, el Rompehielos ARA Almirante Irizar y el buque Transporte Isla de los Estados. C. Un Grupo de Apoyo Escolta y Desembarco, formado por las Fragatas Tipo 42, ARA Hércules y Santísima Trinidad, más las Corbetas ARA Drumond y Granville. D. El Grupo de Tareas Especiales, constituído por el submarino clase Guppy ARA Santa Fe. Las naves habían zarpado de sus apostaderos el día 28 de marzo, hallándose a bordo del ARA Santísima Trinidad, de acuerdo con lo resuelto por el COMIL, el Comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, general de división D. Osvaldo J. García. Debido a las malas condiciones meteorológicas, la operación se demoró 24 horas, respecto de su fecha más temprana. La Fuerza de tareas quedó dispuesta para el asalto final el día 1 de abril a última hora. La misión de la misma establecía la reducción de la resistencia armada de la isla, constituída por 68 Infantes de Marina del Destacamento de la Marina Real Nº 8901, más algunos irregulares voluntarios pertenecientes a la población local, la ocupación de Puerto Stanley, y la toma del aeródromo para permitir el abastecimiento de las Islas con medios aéreos propios. Y por último la instalación de un gobierno militar argentino en el archipiélago. A las 00:30 hs del día 2 de abril se inició el desembarco en la zona de Puerto Enriqueta, 4 km al Sur de la capital de las islas donde los Comandos Anfibios de la Armada iniciaron su marcha hacia las barracas de los "marines" británicos en Moody Brook. Tres horas más tarde hacían lo propio los buzos tácticos desembarcados del submarino ARA Santa Fe en las proximidades del Cabo San Felipe, con la tarea de tomar el faro de ese lugar y preparar el desembarco del Transporte Cabo San Antonio. Este buque desembarcó en la playa York al BIM 2 y tropas del RI 25, los que debían tomar el aeropuerto y avanzar hacia Puerto Stanley en un movimiento de pinzas que convergía sobre la residencia del gobernador, desde el Este, mientras los buzos tácticos lo hacían desde el Oeste. La maniobra resultó exitosa, ya que hubo solamente una débil resistencia, la cual se tradujo en tres bajas propias, aunque no se infringió ninguna baja al enemigo, tal como lo establecieron los criterios operacionales impuestos por el Comité Militar. El cese del fuego y la rendición del gobernador Hunt se realizó a las 09:15 hs, ante el General de División García. – Mediante un comunicado de la Junta Militar se anuncia al país la recuperación del ejercicio de la soberanía en todo el territorio de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.

Lunes 14 de junio Entre los Generales Jeremy Moore y Mario Benjamín Menéndez, respectivamente comandante de las fuerzas británicas y Gobernador militar de las Islas Malvinas, queda parlamentado el alto al fuego y la consiguiente rendición. En Buenos Aires, al tomar conocimiento de los hechos, en horas de la noche se realiza una manifestación en rechazo a la rendición, en la que se produjeron desmanes y fue reprimida por la policía.

5. Conclusión, y fin de la dictadura

Luego de la Guerra de Malvinas, la sociedad comenzó a dejar de callar, y así , unidos contra los represores, y de la mano de Raúl Alfonsín, quien dirigía al sector opositor, organizaron una protesta por la falta de información sobre las Malvinas. Lograron instalar el tema en la opinión pública, y a los represores ya no les resultó tan sencillo poder organizarse. Habían perdido credibilidad y la gente intentaba revelarse.

La propuesta de Alfonsín se basaba en : "CONSTITUÍR UN GOBIERNO CIVIL DE TRANSICIÓN, QUE ENCABEZARÍA EL EX PRESIDENTE ILLIA" Pero dentro del gobierno de facto, las propuestas eran otras : "SEGUIR INCULCANDO LA IDEA DE TEMOR" Galtieri ( a quién el ejército quería hechar), decide hablar en Plaza de Mayo. Acude allí gran cantidad de gente, y días después se da por finalizado el Proceso de Reorganización Nacional. En 1.983 asume como presidente Raúl Alfonsín, iniciando la DEMOCRACIA en nuestro país. Fuera de que su gobierno perjudicó muchísimo al país en una forma económica, con la inflación, él fue quien fundó la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas). Tiempo después se realizó el Juicio de las Juntas. Participaron muchísimas personas en los testimonios de aquel juicio. Se encontraron muchos culpables ; pero al asumir en su primer gobierno, Carlos Saúl Menem, los indultó con las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Para algunos, esta desición fue inteligente porque ayudó a terminar con las rebeliones militares, dando vuelta de hoja en la historia de las relaciones cívico– militares. Lo que esos "algunos" no ven, es que este hecho es difícil de defender desde el punto de vista moral. Múltiples declaraciones han hecho que comenzara a reflotar el tema de la represión militar y de los desaparecidos. El ex marino de la ESMA, a quien el arrepentimiento, (¿arrepentimiento?) hizo que se decidiera a declarar , dijo haber visto lanzar desde aviones navales de 1.977 a un joven, dos adolescentes mujeres, y una mujer de 65 años apróximadamente, vivos al mar. No los puede identificar por nombre y apellido, ni tampoco a otros ciudadanos (30) que fueron arrojados al mar por él mismo. Participó en los vuelos de la Armada entre los años 1.976 y 1.977 para arrojar (en sólo dos vuelos) a 1.500 y/o 2.000 presos ilegales. Dice que Mendía (comandante de las operaciones Navales, contralmirante), los reunió, luego del golpe del ’76, para darles instrucciones tales como: actuar de civil, y eliminar subversivos, antes de explicar que algunos prisioneros se tirarían vivos al mar. Juan Paulik, jefe de las Fuerzas Armadas, brigadier general, declaró que durante la lucha "antisubversiva" se cometieron barbaridades de uno y otro sector. El ex ministro de la dictadura, A. Harguindeguy, denunció que se utilizó el asesinato como PRÁCTICA HABITUAL para poder obtener información ante los detenidos. Balza aceptó como errónea las alteraciones de orden institucional en 1.976, y admitió que las Fuerzas Armadas no supieron combatir el terrorismo desde la ley. Pernías y Rolón denunciaron que se utilizó la tortura durante el régimen militar, y a partir de ese momento comenzaron las declaraciones de los "arrepentidos". El capitán Alfredo Astíz, fue el responsable de los secuestros de las monjas Domon y Duquet, y la ciudadana sueco- argentina Hagelin. El ex policía Julio Simón, conocido en la represión como "turco Julián" o "turco Julio", admitió que la orden era matar a todos los prisioneros. Pero, pese a todo, reivindicó la actuado en la última dictadura . Fue el ejecutor de torturas y asesinatos. Según la opinión de varios represores, los únicos arrepentidos deberían ser los integrantes de las organizaciones terroristas. Debería pensarse que es positivo que Balza y otros más hayan declarado estas atrocidades cometidas debido a su arrepentimiento ; pero hoy en día, se sabe que la razón por la que declararon es porque se vieron obligados y presionados a hacerlo. Podían haberlo denunciado, si es que tan arrepentidos estaban, en el año 1.983, cuando el tema ya era denunciado por organizaciones como Amnesty International . "Delinque quien vulnera la Constitución Nacional, delinque quien imparte órdenes inmorales, delinque quien cumple órdenes inmorales, delinque quien, para cumplir un fin que cree justo, emplea medios injustos, inmorales." Luego de esta investigación, llego a una conclusión que, creo, es a la que todo ciudadano argentino con sentido ético llegaría. Creo que el objetivo inicial de aquel Golpe de Estado nunca se cumplió, o, lo que es peor, nunca existió; que los medios utilizados para combatir a los que ellos llamaban SUBVERSIVOS eran peores que el mismo supuesto delito cometido por éstos; poderes para que esto suceda. De todas formas, a pesar de lo negativo de esta conclusión, queiro sacar en limpio que , aunque haya mil y una dictaduras, mil y un asesinatos, los argentinos no olvidan ; esto se demuestra en la continuidad e insistencia del grupo Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, grupo que cumplió 20 años de lucha, y como ellas dicen, sin dar "ni un paso atrás".

6. Bibliografía

CONADEP: Nunca Más, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Buenos Aires, 1984 Rock, David: ARGENTINA 1516-1987 Desde la colonización española hasta Raúl Alfonsín, Alianza Editorial S.A., Buenos Aires, 1988 Artículos 20 años de historia política argentina 1966-1986, Fascículos 18, 19, 20 y 30, R. R. Ediciones S.R.L. , Buenos Aires, 1986 Diarios Clarín, Página/12 Felix Luna: Historia Integral de la Argentina, Editorial Planeta, Buenos Aires, 1995

 

 

 

 

Autor:

Miguel Angel Revainera

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