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Representaciones sociales sobre la niñez, la adultez y la sexualidad en niños, niñas y los adultos(as) del municipio de Neiva – Huila (página 6)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

Los hombres y mujeres trabajan y se colaboran.

Mama y papa trabajan.

 

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS SOBRE DESNUDEZ

 Es normal que la mama se desnude frente a los hijos

Es normal que la mama se desnude frente a los hijos.

para algunos niños y niñas  es normal que una madre se desnude frente a sus hijos,  para otros no.

La mama no se debe desnudar frente a los hijos.

 

no esta bien que la mama se desnude ante los hijos

 

 

OPINIONES, CREENCIAS

Y METAFORAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS SOBRE HOMOSEXUALIDAD

Dios creo al hombre con la mujer no a hombre con hombre..

 

 

Dios creo al hombre con la mujer no a hombre con hombre.

 La mayoría de niños y niñas afirman que dios creo a la pareja hombre y mujer para estar juntos y no a personas del mismo sexo.

una niña y un niño piensan que

los hombres se vuelven homosexuales porque se quieren convertir  en mujeres.

La homosexualidad hay que aceptarla,  expresa la libertad.

La homosexualidad expresa la libertad y hay que aceptarlo.

 

algunos niños creen que los hombres se vuelven homosexuales porque se quieren convertir  en mujeres

Los hombrees quieren convertirse en mujeres por eso se vuelven homosexuales.

 

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS SOBRE RELACIONES EROTICO-AFECTIVAS.

Se hace el amor para tener un hijo.

Hacer el amor implica taer hijo y complicar la vida.

 

Los niños piensan que se hace el amor para tener un hijo y complicar la vida.

 

Hacer el amor puede traer un hijo y complicar la vida.

Acariciarse es tener relaciones sexuales.

 

Estar desnudos en la cama, así como acariciarse es tener relaciones sexuales

Los niños creen que acariciarse, estar desnudos en la cama y expresar sentimientos  es tener relaciones sexuales.

Tener relaciones  es estar desnudos en la cama

Tener relaciones es expresar sentimientos

Los  niños y los niños creen que los hombres  las mujeres están juntos para hacer cosas ricas.

Hacen cosas ricas porque están juntos.

Hacen cosas ricas por que están juntos

 

 

 

 

Las relaciones sexuales   pueden enfermar a las personas.

Las relaciones sexuales   pueden enfermar a las personas

Los niños y niñas aseguran que tener relaciones puede enfermar a las personas. Las relaciones sexuales se ven como algo pecaminoso, que no se debe hacer porque puede enfermar.

 

 

Deben dejarse madurar para esas cosas.

Los niños y niñas piensan que hay que madurar par tener relaciones sexuales.

Los niños afirman que tener relaciones sexuales es para los adultos, por tanto hay que madurar para poder hacerlo.

 

Los niños y niñas se besana escondidas, lo que significa que besarse no está bien hacerlo, por tanto se hace a escondidas.

 

Los niños se besan a escondidas.

 

Los niños se besan a escondidas.

Los niños ven a los grandes hacer el amor

Los niños ven a los grandes hacer el amor

Los niños y las niñas afirman que los grandes son vistos por los niños cuando hacen el amor.

CUADRO 6:

PATRON COMUN Y TENDENCIA INTERPRETATIVA SOBRE SEXUALIDAD EN  ADULTOS (AS)

 

 

CATEGORIA

 

SUBCATEGORIA

 

TENDENCIAS

 

PATRONES COMUNES

TENDENCIAS INTERPRETATIVAS

CONCEPTO DE LOS ADULTOS

 SOBRE SEXUALIDAD

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE LOS ADULTOS SOBRE SEXUALIDAD

Los padres  son los responsables de una buena educación sexual.

 

Los responsables de una buena educación sexual son los padres.

 

 

Los adultos (as) afirman que ellos como padres son los responsables de la buena educación sexual de los niños y niñas. Las

Es bueno hablarles de sexualidad a los niños

 

Hablarles de sexualidad a los niños es Bueno.

Los  adultos afirman que es bueno hablar a los niños  y niñas sobre sexualidad de acuerdo a la edad.

La educación sexual va de acuerdo a la edad.

Educar sexualmente va de acuerdo a la edad.

 

Comportamientos afectivos  entre las personas  son  la sexualidad.

 

La sexualidad son  los comportamientos afectivos  entre las personas.

 

Los adultos (as) aseguran que la información acerca del sexo y los componentes afectivos entre las personas es sexualidad.

Sexualidad es la formación acerca del sexo.

Sexualidad es la formación acerca del sexo.

La Sexualidad es vista como es la formación acerca del sexo, se relaciona la sexualidad a la genitalidad.

Los padres no educamos sexualmente por los tapujos que tenemos.

Los padres no educan sexualmente por los tapujos que tienen

Los adultos imparten una educación sexual puesto que reconocen que tienen tapujos que les impide hacerlo.

 

 

 

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE LOS ADULTOS SOBRE

ROL

DE

GENERO

 

Los padres hacen oficio y no son homosexuales.

Los hombres también pueden hacer oficios domésticos sin que por ello puedan ser discriminados.

 

Los adultos (as) consideran que los hombres

 y las mujeres pueden realizar las mismas labores y actividades , que los hombres son mas fuertes que las mujeres.

Los hombres hacen oficio y eso no discrimina a nadie.

El papa hace oficios de la casa.

Las mujeres no solo desempeñan labores domesticas y pueden hacer los mismos trabajos que los hombres.

 

Las mujeres no solo desempeñan labores domesticas sino que también trabajan.

Los adultos reconocen que las mujeres no solo desempeñan labores domesticas sino que también pueden desempeñar otros roles como trabajar y desempeñar algunas labores que realizan los hombres.

Las mujeres pueden hacer los mismos trabajos que los hombres

 

Los adultos afirman que las mujeres son de

Hoy todo es compartido.

 la casa y las adultas afirman que no trabajan

Los hombres realizan  trabajos duros y las mujeres trabajos suaves.

 

Los hombres tienen más fuerza que las mujeres por lo que no pueden trabajar sino en la casa cuidando a los hijos.

 

Los adultos masculinos afirman que las mujeres no tienen la mis fuerza que los hombres por tanto son de la casa no deben trabajar y sí cuidar de sus hijos.

Las mujeres son de la casa      y  no trabajan fuera por cuidar sus     a sus hijos.

Las mujeres son de la casa.

 

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE LOS ADULTOS SOBRE DESNUDEZ

No es pecado s estar desnudo si  esta descubriendo su cuerpo.

 

Estar desnudo no es pecado si esta descubriendo su cuerpo.

 

Los adultos y adultas concederán que la  desnudes es permitida si es para descubrir su cuerpo, que la madre se puede desnudar frente a sus hijos.

 

La mama se puede desnudar  delante de su hijo.

 

Es normal que la mama se desnude delante de su hijo.

 

No se debe hablar de sexualidad  a los (desnudos) niños.

 

No se debe hablar de sexualidad  a los (desnudos) niños.

Los adultos cree que a los niños y las niñas no se les debe hablar de sexualidad , de desnudos afirmando que los niños los espían cuando hacen el amor.

Los niños ven como los adultos hacen el amor.

 

Los niños ven como los adultos hacen el amor.

Los adultos reconocen que los niños los han visto tener relaciones sexuales.

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE LOS ADULTOS SOBRE

HOMOSEXUALIDAD

Dos hombre de la mano no es normal eso es homosexualidad., Es mal ejemplo y es difícil de aceptar.

 

Dos hombres de la mano es homosexual, no es normal y no se debe aceptar porque es un mal ejemplo.

Los adultos (as) afirman que la homosexualidad no es normal, que es mal ejemplo y es difícil de aceptar.

 Dos hombres de la mano eso es homosexualidad.

La homosexualidad es una cosa de   la naturaleza y  hay que aceptarlo.

 

La homosexualidad   es una cosa de   la naturaleza y hay que aceptarlo.

 

Una adulta afirma que es cosa de la naturaleza y hay que aceptarlo.

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE LOS ADULTOS SOBRE RELACIONES EROTICO-AFECTIVAS.

Anteriormente las relaciones eran mas sanas y los padres no permitían que sus hijos se enamoraran.

Anteriormente las relaciones eran mas sanas.

 

Tanto los adultos como las adultas afirman que las relaciones erótico afectivas han cambiado y que actualmente hay mas permisividad

 

Los  hombres  y las  mujer es no piensan sino en  sexo.

Los  hombres  y las  mujer es no piensan sino en  sexo.

Los adultos afirman que hay una priorizacion del sexo en ambos géneros.

El hombre como la mujer no piensan  sino en la palabra sexo.

 

Tener relaciones  es demostrar amor.

 

 Tener relaciones  es demostrar amor.

Para los adultos tener relaciones significa expresión del amor.

 

La cama también es para dialogar no solo para tener sexo.

 

La cama también es para dialogar no solo para tener sexo.

 

Los adultos afirman que también se puede dialogar en la cama, y que esta no es exclusivamente para tener sexo.

Hoy en día hay tanta malicia en las relaciones.

Hoy en día hay tanta malicia en las relaciones.

Los adultos aseguran que actualmente existe mucha malicia en las relaciones.

 

OPINIONES, CREENCIAS Y METAFORAS DE LOS ADULTOS SOBRE EL CONCEPTO DE AMOR

 

El amor es un sentimiento puro  y es la base de unión de las relaciones.

 

El amor es puro.

El amor es un sentimiento.

La palabra amor  es la base de unión de las relaciones.

Tanto los adultos como las adultas creen que el amor es un sentimiento que une y es puro.

La relación de pareja marcha bien

Si hay valores.

 

Si hay valores la relación de pareja marcha bien.

Los adultos (as) afirman que en las relaciones que establecen los adultos debe haber mucha estabilidad, por tanto consideran que en las relaciones que establecen los adultos también son importantes los valores y el respeto

La relación entre adultos es de mucha estabilidad.

 

La relación entre adultos es de mucha estabilidad y tiene que haber respeto.

En una relación lo mas difícil es  la falta de respeto

 

8. MOMENTO INTERPRETATIVO

Una vez organizada la información por categorías descriptivas provenientes de los interrogantes y objetivos del estudio,  se procedió al análisis inductivo mediante la búsqueda de patrones comunes en los relatos obtenidos con los niños, las niñas y los adultos(as), lo cual permitió la construcción de tendencias e hipótesis significativas sobre las  Representaciones Sociales estudiadas en cada categoría y las subcategorías correspondientes[34].

Los patrones comunes o núcleos de representación encontrados, fueron considerados como nuevas categorías inductivas e interpretativas. La tendencia se asumió aquí como una frase que recoge el patrón detectado y lo presenta como un modelo que tipifica, de un modo más claro, el núcleo de las representaciones.

Estas tendencias se movieron entre un nivel descriptivo, más elaborado que el de los actores sociales participantes y un nivel interpretativo, más propio de las investigadoras.

Esta información se organizó en tres matrices, las cuales ayudaron a consolidar y relacionar los aspectos más importantes en esta investigación. (Ver cuadros de patrones comunes y tendencias interpretativas)

El manejo de la información, se fundamentó en el análisis de contenido que se efectuó a partir de la relación de unas subcategorías que reflejan las representaciones sociales de los niños, niñas, y los adultos(as) sobre la niñez, adultez  y sexualidad.

A continuación se presentará el análisis de los conceptos que tienen los niños,  niñas y los adultos(as) sobre la niñez, adultez y sexualidad en cuatro instituciones educativas de carácter público y privado del municipio de Neiva.

Representaciones sociales sobre  niñez en niños y adultos

Una de las relaciones recurrentes en el concepto de niñez en los niños(as) hace referencia a que los menores se consideran seres virtuosos, de allí que deben prohijar el respeto hacia sus padres, adoptar conductas que no lesionen su salud, como fumar, ni asistir a sitios públicos a bailar; afirmaciones que coinciden con lo que los adultos(as) consideran del niño(a), pues han llegado a plantear que estos poseen un alma justa, demostrándose con ello que existe una marcada inclinación tanto del adulto(a) como de niños y niñas de creer en la necesidad de llevar una vida que se ajuste al respeto de las normas y la moral para ser considerados niños(as) que responden a las expectativas de los adultos(as).

Para los mayores, la niñez es una etapa mágica que implica regalos, cosas materiales, fantasías y distracción. Esta afirmación dista de lo considerado por los menores como niñez, de donde se puede interpretar que existen dos dimensiones distintas y opuestas de lo que se considera como niñez para unos y otros, resultando lógico que los menores manifiesten que no son entendidos por los adultos(as) y por consecuencia exista una difícil conexión entre el mundo infantil y el de los adultos(as), tornándose entonces la actuación del adulto(a) como indiferente a los intereses y necesidades de los menores, por esta razón, mientras que el adulto piensa en cómo debería actuar los niños a través de normas idealizadas que él mismo ha construido y que normalmente no cumple, el menor resulta ser coherente en sus apreciaciones y actuaciones respecto a la niñez[35].

Debe anotarse que los adultos(as) han manifestado que los menores se encuentran libres de cadenas sociales, situación que no deja de ser contradictoria, pues son ellos mismos quienes implícitamente condicionan la formación de los infantes a través de un discurso vertical en donde el adulto(a) es el sabio, racional, mientras que el niño(a) es el idealista, fantasioso y mágico. De esta forma, cuando el menor se aleja de los condicionamientos del adulto(a) termina siendo para éste un rebelde, precoz, que quiere igualar y sobrepasar al adulto(a), presentándose entonces un conflicto entre la relación de autoridad que pretende hacer valer el adulto(a) en su condición de persona con capacidad de responsabilidad, experiencia y sabiduría ajena a los niños(a) y los conatos de autonomía de los menores.

Por otro lado, se refleja una inconsistencia en el concepto de niñez, puesto que para el adulto el niño(a) es sinónimo de aprendizaje, crecimiento y formación, pero en la práctica a este se le exige como si fuera un adulto(a). Está claro que existe una conveniencia en cuanto por un lado se le exige al niño cumplir con sus obligaciones, trabajar y ser responsables y  por otra parte, cuando el menor trata de ejercer su autonomía, resulta inconveniente para el adulto(a) la idea de concebirlo de esta manera.

Representaciones sociales sobre adultez en niños y adultos

Podemos encontrar que las concepciones de adultez en los padres y profesores están relacionadas con el cumplimiento de obligaciones y responsabilidades como son el hogar y la educación de los hijos, de donde podría interpretarse que estas representaciones sociales se han ido tejiendo alrededor de un rol que la sociedad ha impuesto como es el crecer o llegar a adulto para casarse, tener hijos y finalmente centrar su vida en la educación de estos, por eso sus esfuerzos, motivaciones e intereses están en función de esta meta.

Cuando se ha cumplido esa finalidad como padres, cuando los hijos han crecido e independizado de ese hogar, esa vida del adulto(a) que giraba en torno a su rol paterno/materno se va a ver afectada de manera que se genera un vacío, donde el adulto(a) cree que hasta ahí llegó su rol en esta sociedad, y por consiguiente no se siente útil y necesario en la vida. Es claro que para los adultos(as) tener la oportunidad de ejercer esta función motiva un reconocimiento e importancia en su condición como adulto y de no lograrlo su vida se podría tornar sin sentido.

Por otro lado, podemos contrastar las opiniones de los profesores quienes critican la actitud de los padres, pues consideran que estos se estancan en su rol como padres, convirtiéndose en personas improductivas, sin proyecciones que han simplificado sus esfuerzos en torno a su rol paterno como cumplidores de las necesidades básicas de la familia.

En este sentido, se puede observar que el padre se encuentra ensimismado en su intención por educar, como hemos visto existe una tendencia de los adultos(as) (padres y madres) a reducir su vida en el cumplimiento de sus obligaciones como padres, y por eso mismo imparten una educación desde su supuesto saber como adultos(as), pues existe la creencia de que la experiencia, le ha aportado las herramientas suficientes para formar a esa generación que está creciendo y que necesita de su orientación, de ahí que su educación se limita a ser reguladora y normativa, tratando de moldear a los hijos según las expectativas de este contexto social creándose un estilo de vida que de generación a generación se va heredando hasta finalmente crear personas estandarizadas culturalmente.

Existe una ambigüedad en relación con la responsabilidad, puesto que por un lado, el adulto considera que el cumplir con la obligación como padres es satisfactorio y les proporciona motivación para su crecimiento personal, al mismo tiempo asumen esa responsabilidad como una gabela, por tal razón, los adultos(as) buscan espacios de diversión y esparcimiento como las fiestas que faciliten evadir temporalmente esa obligación, anestesiando la responsabilidad a través del licor, el baile y los amigos, al igual que les posibilita desinhibirse y quitarse el traje de adultos(as) que utilizan ante sus hijos, como si el rol de adulto(a) no le permitiera ser felices y libres.

En este sentido, se podría plantear que en la medida en que el adulto(a) se siente responsable se considera al mismo tiempo independiente y libre, resultando contradictorio puesto que en sus relatos se refleja un interés por querer responder a esos compromisos y obligaciones, pero al mismo tiempo quiere evadir esa responsabilidad que se circunscribe al aspecto material, por eso como ya se ha mencionado anteriormente, los adultos(as) buscan espacios de desinhibición en donde puedan desabrigarse un poco de sus deberes, y sentirse verdaderamente libres, pues es claro que la responsabilidad como tal, aunque genere independencia, sirve más como una excusa para ganar reconocimiento y respeto ante el medio social.

Lo anteriormente planteado, a su vez, desencadena una problemática que tanto los niños(as) como los adultos(as) han manifestado, se trata del trabajo sin ocasión al disfrute con la familia, ya que el trabajo como tal ha implicado distanciamiento con los hijos, pues los niños(as) afirman que: "los adultos no le dedican tiempo a los hijos por estar trabajando" aseveraciones que coinciden con las consideraciones de los adultos(as) quienes reconocen y manifiestan que "por estar trabajando han descuidado a los niños" además que encontramos relatos en donde un profesor afirma: "los padres hoy día están llenando el espacio afectivo con plata".

Estos mismos planteamientos son compartidos por los niños(as) en razón a que  conciben la adultez como la etapa donde se logra adquirir responsabilidad. Los niños y niñas han introyectando un esquema social que perfila el rol del adulto(a) en función de las obligaciones familiares, por ello, coinciden en la idea de que ser adulto es poder responder a estas expectativas culturales. En este sentido, podemos encontrar que los niños(as) de 5 a 7 años conciben al adulto(a) como una figura poderosa y modelo a quien se debe obedecer, por otro lado, los niños(as) de 11 y 12 años ya asimilan a esa figura como un coartador de su libre desarrollo puesto que consideran que los adultos(as) son personas que dan ordenes y asignan trabajos, sin detenerse a pensar que ellos son niños(as) y en muchas ocasiones no tienen las mismas capacidades de una persona adulta, sintiéndose incomprendidos, por tanto su relación con el adulto(a) se torna poco agradable para compartir y realizar actividades en común[36].

En este sentido, se podría plantear que las representaciones sociales de los niños sobre la adultez están enmarcadas por la influencia de los adultos (padres), por ser estos los primeros agentes socializadores del infante. Es claro que los niños y niñas van construyendo su pensar y actuar en parte de las experiencias que recoge del medio, en su interacción con este. Teniendo en cuesta esta consideración es válido presumir o quizá afirmar, que los niños aunque tienen sus propias experiencias y significados sobre el medio con el cual interactúa, de alguna manera están perfilando su actuar de acuerdo a la realidad y conveniencia de los adultos, pues los mayores en su cualidad de educadores siempre están buscando delinear la actuación de los niños(as).

Representaciones sociales sobre  sexualidad

Las representaciones sociales de sexualidad en la infancia están relacionadas con los estereotipos culturales que se han encargado de estandarizar el desarrollo sexual de los niños y niñas moldeando sus actividades, roles y relaciones a patrones conductuales impuestos desde su crecimiento. De esta forma, se encuentra que se les ha enseñado por ejemplo que "las niñas juegan con muñecas y los niños con carros", que las niñas no juegan fútbol, porque esos son juegos para niños, a fin de ir construyendo una identidad propia para cada género en esta etapa de crecimiento.

Por otro lado, encontramos que las representaciones sociales de los niños(as) sobre sexualidad evidencian una parcelación en los roles de género, en donde los niños se caracterizan por ser los  bruscos y por ende las niñas las delicadas, en consecuencia, las niñas plantean que estas no deben jugar con los niños, por tanto los niños y niñas han manifestado que los niños no deben ni utilizar prendas de vestir de las niñas, ni jugar con muñecas porque con estos comportamientos se cuestiona su sexualidad y los pueden llevar a ser considerados gays. Estas distinciones son percatadas y reflexionadas por los menores en cuanto a que son concientes de los contrastes en sus roles y formas de relacionarse con el género opuesto.

De esta forma, el infante ha considerado a la sexualidad como "algo para los adultos", "los niños no tienen sexo", "los niños no se enamoran", lo que significa que las representaciones sociales de los niños(as) sobre la sexualidad están relacionadas con la forma en que los mismos padres los orienta, es decir, de una forma equivocada. Hemos encontrado que tanto los adultos como los niños representan la sexualidad de una forma reduccionista pues la han simplificado a  genitalidad, desconociendo otros aspectos o dimensiones de la misma como afectividad, las expresiones, las emociones, entre otras.

Es claro que si los adultos representan la sexualidad como "penetración, pasión, sexo, erotismo, placer y en últimas identidad sexual,", es decir, al igual que los niños, la sexualidad es concebida como genitalidad, por tanto para los mayores estas mismas consideraciones se relacionan con tabúes y mitos que los adultos tienen sobre lo que representa la sexualidad.

Por lo anterior, el infante está estructurando una serie de esquemas, emocionales, cognitivos y comportamentales sobre la sexualidad que suponen una orientación del adulto(a) para que en la medida en que éste vaya creciendo sea más adaptable al medio y responda acertadamente a las demandas culturales de nuestro contexto.

En este sentido, podemos observar el papel del adulto(a) como un represor del desarrollo sexual del infante, pues como se ha argumentado anteriormente, pareciera que éste ignorara los sentimientos, emociones y necesidades de los niños(as) imponiéndoles sus propios valores, intereses y prejuicios, por ello, el castigo y la censura social impresiona claramente a la hora de educar a los niños(as), teniendo implícito cierto sentido de vergüenza y culpa, como se constata en las siguientes afirmaciones:

 "si uno ve la niña desnuda se desmaya" (No 5-7)

"andar desnudo es una grosería, los niños no se besan en la boca", (Na, 5-7)

Estos tabú dejan como consecuencia la castración de la conducta sexual del infante a través del rechazo y el castigo, de allí que el miedo a las consecuencias dolorosas o extremadamente desagradables, son el resultado negativo derivada de una acción juzgada como inaceptable generando con esto que los niños(as) oculten sus actos.

                        

En relación a la adultez se cree que éste ya ha interiorizado su rol sexual de acuerdo al género, por tanto la identidad sexual ya está definida por lo que resulta más tolerable el cruce de roles sociales tanto en mujeres como en hombres, de allí que es más aceptable ver a una mujer de policía, o desempeñando trabajos forzosos, asumiendo cargos de ingenieras, así como la participación en el ámbito político y practicando diversos deportes que anteriormente se consideraban exclusivos para el género masculino.

Es claro que a pesar de que la mujer haya ganado espacios y reconocimiento en su condición como mujer, no deja de ser paradójico encontrarla en el hogar como una figura pasiva pues a pesar de que la mujer aporte económicamente en la casa, el hombre es reconocido como la primera autoridad en el hogar, mientras la mamá es sinónimo de cuidado y protección para con los hijos.

Estos planteamientos explican o justifican por qué los adultos se conducen como personas muy diferentes, por eso sus espacios y relaciones se condicionan en contextos muy particulares, así mismo los adultos han introyectado una identidad de género en los niños(as) que se enmarca en lo descrito anteriormente, por ello vemos que las representaciones sociales de los menores se han ido construyendo con una gran incidencia en la formación que imparte los adultos.

Por otro lado, encontramos que tanto mujeres como hombres son conscientes de los cambios en las relaciones a través del tiempo, pero aún hay aspectos como lo homosexualidad, la cual se tolera, pero no se acepta ampliamente y por el contrario creen que es una amenaza a la identidad sexual de los niños, considerándolo un mal ejemplo que puede ser imitado.

Respecto a las relaciones de pareja encontramos concepciones muy contradictorias en la práctica, por un lado, los adultos(as) les inculcan a los niños(as) un forma idealista del amor, en la que la relación de pareja debe estar fundada en el respeto, el amor y la comprensión, mientras que en la praxis se observan infidelidades, maltrato y abuso, situación que los niños en sus relatos han manifestado con inconformidad, pues es claro que el adulto(a) se configura como una persona diferente en una realidad distinta por eso ignoran que sus actuaciones puedan ser percatadas por los niños(as), como si este estuviera en una realidad distinta a la de ellos, donde no se dan cuenta de ese mundo adulto por tal razón, este no logra permear en esa otra dimensión, la infantil.

Se podría plantear entonces que, ese mundo de ensoñaciones, ingenuidad, fantasía y juego que según los adultos son características de los niños, debe ser ajena a la sexualidad, lo que lo lleva a creer que el tema no es propio de su naturaleza y por ende, la educación del menor no se orienta a formarlo en estos aspectos, por lo que dichos temas se aprenderán cuando sean "maduros y responsables" como lo son supuestamente los adultos.

Hipótesis

Las representaciones sociales de los niños, niñas, adultos y adultas se configuran en dos mundos paralelos: el infantil y el de los adultos, caracterizados por la ausencia de conexión, razón por la cual las relaciones se tornan cercanas pero en una dimensión paralela enmarcada en vidas que aunque comparte espacios y momentos son indiferentes a los intereses y necesidades mutuas alejándose sin vocación al acercamiento e intercambio.

En relación a la sexualidad, los menores están experimentando y vivenciando su sexualidad desde su propia lógica, en razón a que no existe una conexión entre sus vivencias y las de los adultos, pues estos últimos al considerar que los menores no están preparados, no le aportan a los niños una educación integral de la sexualidad que les permita ejercer con autonomía y responsabilidad su sexualidad.

9.     CONSTRUCCIÓN TEÓRICA

DOS MUNDOS PARALELOS:

El mundo infantil y el del adulto(a), dos realidades que no logran una adecuada conexión, implicando, la actuación de la persona adulta como indiferente e incomprensible a los intereses y necesidades del infante.

El presente documento, tiene como objeto realizar algunas reflexiones teóricas que nos permiten el análisis de la pregunta de investigación planteada inicialmente en este trabajo. Así las cosas, pretenderemos exponer algunos planteamientos que sustentan desde la investigación la hipótesis de esta investigación, a fin de develar el significado de esas representaciones sociales que se han tejido alrededor de la niñez, la adultez y la sexualidad y de esta manera dar respuesta a nuestra pregunta de investigación.

Tal como hemos planteado en nuestra hipótesis principal: Las representaciones sociales de los niños, niñas, adultos y adultas se configuran en dos mundos paralelos: el infantil y el de los adultos, caracterizados por la ausencia de conexión, razón por la cual las relaciones se tornan cercanas pero en una dimensión paralela enmarcada en vidas que aunque comparte espacios y momentos son indiferentes a los intereses y necesidades mutuas alejándose sin vocación al acercamiento e intercambio, así, a continuación se realizará un sustento teórico a partir de diversos planteamientos que seguidamente citaremos.

La sustentación de esta hipótesis implicará hacer un recorrido breve por la historia con el objeto de mirar las relaciones niño(a) – adulto(a) y el significado que este ha tenido a lo largo de ella, donde nos podremos dar cuenta como desde tiempo atrás estas relaciones se han caracterizado por ser verticales, reflejándole así las disonancias en las formas de interacción entre el infante y la persona adulta lo que podría suponerse la existencia de dos mundos paralelos, donde cada quien vive su propia realidad, como lo hemos planteado hasta el momento y que pretendemos a continuación validar con los argumentos de varios autores que con sus planteamientos se aproximan a nuestra hipótesis.  De tal manera, que comenzaremos revisando las relaciones niño-adulto desde la perspectiva de Philipe Aries.

Philipe Ariés, citado por Rojas Flores[37], se encargó de estudiar las representaciones sociales de la infancia, en cuanto a los imaginarios colectivos que ocupó esta etapa desde el siglo XI hasta XVIII, planteó que el tema se puede sintetizar en dos grandes períodos:  la sociedad tradicional y la sociedad moderna.

Ariés plantea que la familia tradicional no cumplía un rol de socialización ni una función afectiva al interior del hogar sino que ese aprendizaje se ejercía desde afuera (la comunidad)  "los niños, se veían como animalitos graciosos útiles para mirar, pero su presencia no era significativa"[38], de ahí que en esta época medieval no existiera un vínculo entre padre e hijo por tanto las relaciones eran reduccionistas ya que no se concebía que existiera una infancia.

Por otro lado, sustenta el autor que en la edad moderna, ese proceso de socialización se invierte, ahora es la familia quien ejerce esa función socializadora y afectiva, pues la atención está centrada en el infante, por eso existe un creciente interés en educarlo y para ello se aísla "a través de la escuela, el niño fue separado de la vida de los adultos y mantenido aparte, – en una especie de cuarentena antes de dejarlos sueltos por el mundo – en la sociedad moderna la familia comenzó a organizarse en torno al niño quien sale de su antiguo anonimato y se hace objeto de interés de los moralistas. La libertad de que se gozaba en la comunidad tradicional se transformó en diversos mecanismos de control y protección hacia los niños"[39]

Estos postulados teóricos constatan de manera clara como el infante desde tiempo atrás ha sido concebido como algo indiferente para el adulto, si comparamos nuestros tiempos pareciera que todavía quedaran algunos vestigios de estas concepciones  en torno al niño(a), aunque este haya tomado importancia en la edad moderna surge una preocupación del adulto(a) por controlarlo, y mantenerlo al margen a fin de no perder el dominio que siempre se le ha concebido al hombre, pues es claro que existe el niño(a), pero no se le quiere reconocer como persona. Un ejemplo de cómo el infante no existe como tal, es cuando vemos a los adultos(as) abusando del infante, pues pareciera que éste no existiera en la realidad del adulto[40].

En este sentido, Shorter citado por Rojas Flores, ha planteado que la familia tradicional por influencia del capitalismo no era más que un mecanismo para transmitir propiedad y posesión de una generación a otra, era una "unidad productiva y reproductora" que una unidad emocional. Haciendo un paralelo a nuestra época, podría plantearse que todavía persiste en la familia una función productora y reproductora donde existe un característico interés por tener hijos y trabajar y obtener ingresos para el sustento de éstos, descuidándose la dimensión afectiva e importancia de estos vínculos al interior del hogar.

El siguiente relato de un adulto sustenta el anterior planteamiento:

"las mujeres trabajan dejan a los niños y niñas, con los abuelos y estos los malcrían, porque las mamás no pueden cuidarlos. El cuidado de los niños y niñas, lo deben hacer preferiblemente los padres, juntos. El primer conflicto social viene cuando no se puede hacer eso, por el mismo capitalismo, es un formato social, que se diseñó así: a mayor trabajo menor atención a los niños y niñas, eso porque como lo decía Antony de Mello, las ciudades son cánceres, se focalizan, en un determinado lado, los niños, se están educando solos. Lo ideal sería que los padres estén ahí al cuidado de los hijos, porque se descuidan, y se vuelven dependientes. Es necesario una educación coherente a las necesidades de los niños, una madre es más equilibrada que la abuela o que un extraño, lo bonito es enseñarles uno mismo eso y ahora se está teniendo hijos para dar el apellido. (profesor)

"Los niños, emocionalmente están en desventajas porque los papás están llenando el espacio que deberían tener ellos con plata". (Profesor).

Estas afirmaciones develan las carencias afectivas de los adultos para con los niños, al descuidar la parte afectiva, familiar, a costa de trabajo, responsabilidades y deberes que no eximen la atención y dedicación de los adultos para con los menores, en otras palabras, todavía estamos sumidos en un capitalismo como en la época tradicional, peor aún en esta época "moderna", donde las exigencias comerciales se imponen cada día.

Por otro lado, se han presentado unos cambios en la historia que dieron surgimiento a los afectos en la familia, pues se plantea que ésta ya no se interesaba en la situación material, y los vínculos con el mundo externo se habrían debilitado, priorizándose los vínculos internos (familia). Esta nueva vinculación afectiva da la posibilidad a una época de nuestra historia que logró resignificar el pensamiento y las expresiones del hombre dándole un matiz más sublime, sensible y romántico a sí mismo y a su entorno, se impone una nueva forma de entender el mundo y de relacionarse con la realidad y es precisamente en el Romanticismo en donde se logra perfilar la visión romántica de la infancia primordialmente por la influencia evangélica en donde se considera al niño(a) como un ser inocente y puro. De otra parte,  en esta época se asemejó la infancia del hombre con la infancia de la Humanidad.

En este sentido, el Dr. Joaquín Mª Aguirre Romero[41], en su artículo: "Niño y Poeta, la mitificación de la infancia en el Romanticismo" hace toda una reflexión acerca de cómo en la infancia se fue permeando una idealización romántica que tiene su influencia en las expresiones artísticas de este momento.

El perfil humano que surge con el romanticismo tiene unas características bien definidas, pues es un hombre inconforme con la realidad, difícil de integrar dentro del orden social, por eso surge la necesidad y el deseo de estar fuera de ese mundo que se desprecia.

"La inadaptación romántica a la sociedad conlleva la necesidad de fabricar un mundo alternativo, un mundo lo suficientemente lejano, lo suficientemente perdido como para que la realidad no pueda alcanzarlo con su juego destructor. Las utopías románticas surgen como una necesidad compensatoria que permita sentirse amparado ante la realidad del aquí y del ahora, ante la realidad negada. Así, la realidad se enfrenta al ideal, la sociedad a la utopía, el pasado o el futuro al presente"[42]. Por ello, la infancia es vista como la manera de poder evadir temporalmente esa realidad, hallándole un sentido mágico en donde el hombre quiere ser niño(a) para no sentir la presión del medio y rechazar ese contexto social y por supuesto su misma situación personal.

Es así, como este autor plantea que "La infancia es considerada como una etapa autónoma,  en donde el hombre vive un mundo autosuficiente, mundo del que están excluidos todos los elementos que, asociados con la edad adulta, son causantes del dolor. El mundo infantil es ajeno a las complicaciones adultas; es simple en su inmediatez: El deseo se realiza en lo imaginario. En el mundo adulto, el deseo se ve refrenado por la realidad y las normas". …"El soñar de la infancia permite ocultar la miseria de la vida. Con la llegada de la edad adulta, el hombre se ha de enfrentar a sí mismo y a los demás; siendo niño se mueve en un entorno afectivo protector en el que él es el centro o, al menos, cree serlo. La edad adulta implica una situación continua de enfrentamiento, debido, sobre todo, a la consciencia de las carencias y las limitaciones sociales. Es la edad adulta la de la confrontación, la del descubrimiento del sentimiento antagónico. El yo se siente otro[43].

Y de acuerdo a lo anterior ¿Será que los adultos(as) actualmente ven de manera distinta la infancia? Si nos concierne responder esta pregunta con sustento a lo que los adultos(as) participantes en este trabajo han planteado, nos podríamos anticipar a sustentar que sí en cuanto a la forma,  pero no en su esencia, puesto que a pesar de coincidir en que la infancia es un mundo mágico donde todo es posible y opera su propia lógica, esta concepción idealista del infante a diferencia de la época del romanticismo en que veían la infancia como una manera de evadir la realidad, los adultos(as) de nuestro estudio no la conciben de tal manera, por el contrario, piensan que los niños y niñas, por encontrarse en ese mundo  mágico, se tornan personas distraídas, y fantasiosas, lo que no resulta ventajoso como en aquella época del Romanticismo, por el contrario ser fantasioso y distraído no es una cualidad sino una perjuicio según los adultos.

Es claro que los adultos(as) reconocen la infancia como tal,  pero no son capaces de comprenderla puesto que cuestionan a la niñez precisamente porque consideran que los niños y niñas, no tienen la capacidad de madurez que se supone tiene el adulto(a), por esta razón,  los adultos(as) afirman que "los infantes no tienen conciencia de lo que es el mundo". Mostrándose de tal forma, que existe una percepción reduccionista de los adultos(as) de concebir al niño(a), presentándose  una actitud de indiferencia a los intereses y necesidades de los menores.

Esa incomprensión del mundo infantil, deja como consecuencia un interés de los mayores en considerar a los menores como adultos(as), pues se le quiere exigir que responda a la realidad de éstos, abandonando su fantasía, por un mundo más racional.

Las consideraciones sobre un mundo mágico, como lo ha planteado Joaquín Mª Aguirre Romeroen ultimas reposan en la idea de que el niño(a) invierte la realidad del adulto transformándola en un mundo simbólico donde el juego y la fantasía son los mecanismos de expresión del infante;  por tal razón consideramos como sustenta el autor, que su concepción del mundo resulta llevadera en el sentido de que logran tener la capacidad de transformar la realidad del adulto, por lo que  sustentamos que  en la medida en que el niño(a) logre responder a las expectativas de éste será más adaptable a su mundo.

De esta manera encontramos en el discurso del adulto(a) el siguiente relato:

 "El niño todavía está libre de las cadenas sociales, no entiende sobre reglas sociales, el problema es que queremos limitar a los niños y niñas. Un gran personaje dijo: "El primer castrador social de los niños y niñas, es la familia" porque desde que nace el niño ya lo está condicionando imponiéndole el nombre, la religión, el niño trata de sobrellevar esas cosas, por eso el niño tiene los amigos invisibles, el niño tiene la capacidad de soñar despiertos, ese es su mundo mágico"  (profesor)

Así mismo, José María Aguirre argumenta que: "el niño es capaz de fabricar sus propios mundos. Ajusta sus fantasías a su placer; su mirada transforma los objetos, cambia de espacio y tiempo. El adulto, sometido a la realidad, sólo puede vivir en ella de forma alienada. La realidad es eminentemente social. Está conformada por reglas de conducta y límites en cualquier dirección en la que se mueva. El mundo adulto es un mundo de fronteras interiores y exteriores. En ese mundo, el esfuerzo se exige para la producción. Lo no-productivo queda devaluado y empequeñecido[44].

En este sentido, tiene relación el planteamiento del autor cuando encontramos afirmaciones de adultos(as) que hacen referencia a la manera en que el infante es capaz de crear su propio mundo por eso es tildado de fantasioso y distraído.

"los niños y niñas, parecieran que vivieran en otro mundo, no se preocupan por nada, son fantasiosos y distraídos, no tienen conciencia de la responsabilidad de la vida"

Un poema que cita el mismo autor: poema hölderliniano identifica la infancia con el mundo de los sueños. "La oposición realidad/sueño se hace manifiesta. El mundo infantil es concebido como un mundo de ensoñaciones en la que los deseos se cumplen frente a la insatisfacción producida al entrar en la edad adulta. Pero los sueños de la infancia perduran; su semilla no abandona el corazón de aquellos seres cuyo destino es ser/sentirse distintos"[45].

Es claro como el hombre se sitúa como un castrador de ese mundo infantil, se evidencia una inconformidad del mismo rol adulto, pues se considera que el hombre por las mismas reglas que ha creado, ha limitado su libertad considerando la adultez como una realidad represora que escapa a la fantasía que vive el menor, por tanto, si el adulto(a) lograra como en la época del romanticismo sumergirse ese mundo infantil como un mecanismo para evadir esa misma realidad y protegerse de ella,  en últimas, se podría pensar que el adulto(a) podría conseguir una conexión con ese mundo para entender al niño(a). Es decir, ya es hora que el adulto(a) se vuelva niño(a) para que lo comprenda y se superen las brechas de estos dos mundos paralelos.

Un ejemplo adicional que muestra esta relación del mundo infantil con el mundo adulto es en el poema Los sueños de la infancia de Hölderlin y las dulces ilusiones wertherianas que tienen una función similar: proteger el futuro del hombre, defenderle de la realidad adulta. La crítica romántica se ceba sobre los sistemas educativos que tienden a anular el potencial imaginativo del infante e inculcarles unos valores burgueses. La imposición de reglas tiende a anular lo genuino, lo particular, en beneficio de lo social. La individualidad se ve sometida a lo colectivo; la personalidad se diluye moldeándose conforme al sentir general. No debe haber discordancias y lo romántico implica diferenciación. Sumergiéndose en lo colectivo, anulándose en lo particular, se encuentra la seguridad, seguridad que no es más que la aceptación por el resto de los hombres, un asegurarse de que, siendo similar a ellos, nadie nos señalará[46].

Un ejemplo que evidencia estos planteamientos son los relatos de los niños,  niñas, y adultos(as) que hacen referencia a esa situación represora que ha ejercido la persona adulta con la intención de educar, evidenciándose una marcada inclinación tanto del adulto(a) como de niños y niñas, de creer en la necesidad de llevar una vida que se ajuste al respeto de las normas y la moral para ser considerados niños y niñas, que responden a las expectativas de los adultos(as).

"Los papitos tenemos que guiarlos aprender a que ellos obedezcan y que los niños y niñas, hoy día no quieren hacer caso se quieren mandar solos, para eso estamos nosotros para guiarlos, con muchos valores, y que los maestros nos ayuden.

"los niños y niñas, no debemos decir groserías, no irrespetar a los papás no matar…"

Por otro lado, un adulto refería "Ser adulto es volverse aburrido y seguir normas".

La oposición infancia-edad madura es total. El romántico se ve a sí mismo en el bando de la infancia, en el de los débiles, junto a los perdedores. El paso del tiempo determina el resultado: los niños y niñas, pasan al otro bando, son absorbidos por la sociedad adulta. Porque la sociedad siempre es adulta, siempre es el mundo de ellos. El extrañamiento romántico obedece, como vimos, a esa conciencia de la diferencia, a ese no compartir los fines de la sociedad de los otros. Su tragedia es sentirse siempre de otro lugar estén donde estén; sólo que ese lugar añorado ha quedado perdido en el tiempo, cerrado, sin posibilidad de retorno[47].

Siguiendo la línea romántica, Wordsworth ofrece en su poema una verdad que suena a paradoja: "El niño es padre del hombre. En este verso quedan encerradas muchas de las contradicciones sociales: Los adultos se erigen en autoridad y exigen respeto de los niños; deciden su destino y lo imponen. Pero el niño es el padre del adulto, es de él de donde procede: no son dos mundos distintos, son el mismo. Esta es la paradoja de Wordsworth: los adultos que fueron niños y niñas, -que han olvidado que fueron niños y niñas,- rigen los destinos de la infancia anulándola. Crecer es olvidar, olvidar tanto que nos hace volvernos contra lo que una vez fuimos".[48].

Según el autor, el poema expone una analogía de la superioridad del hijo sobre el padre, "porque el padre está vencido por un mundo vacío, sin alegrías, sin anhelos, incapaz de disfrutar del mundo que ha creado a su alrededor, el adulto no hace sino dejar pasar la vida"[49], por lo que podríamos plantear que lo mismo sucede con los adultos(as) de ahora, pues el poema muestra que la felicidad del adulto "no es más que una apariencia porque el adulto vive en un mundo construido por él a su imagen y semejanza y que no es más que el reflejo de su insatisfacción. Se oculta en él para encubrir su desesperanza. Actúa para no pensar; se mueve, produce, fabrica, para no sentir la tenaza de su angustia. En el niño, por el contrario, el mundo para él es el escenario del continuo descubrimiento, de la continua alegría y de la fascinación por lo nuevo"[50]

Los anteriores planteamientos se sustentan en los siguientes argumentos de los adultos(as):

"los niños no se preocupan por nada, no tienen la responsabilidad que tenemos nosotros los adultos, los niños todo lo ven fácil"

Mientras el adulto concibe la niñez de esta manera, el niño(a) expresa: "Ser niño significa la alegría, la ternura, la inocencia, o sea, el mundo que ellos se crean en su interior, un mundo maravilloso"

Por otro lado, la idea de considerar que el adulto(a) en algún tiempo fue niño(a), resulta contraproducente con las actuaciones de el para con ellos. El adulto se aliena tanto a las exigencias sociales (educar, formar hijos para el futuro y proveerles lo necesario) ocasionándole un sesgo en su rol de padre pues este ha interiorizado que su finalidad es preparar al niño(a) para la realidad que le espera,  por eso es inaceptable en su condición de adulto pensar y actuar como el infante, al menos que quiera evadirse de esta realidad, por lo que podría plantearse que un espacio en donde el adulto se libera de los prejuicios, y dejan fluir su naturalidad como humano es en las fiestas, pues es licor y el baile anestesian la presión social tornándose la conducta del individuo más espontánea, alegre, desinhibida y libre.  Tal como los sustenta en le siguiente relato:

"las fiestas sirven como un espacio de diversión y esparcimiento para poder descargar toda esa tensión y preocupaciones sociales" (adulto).

Por otro lado,  Cesar Muñoz en artículo: Educación y Políticas Públicas para la Infancia,  plantea que "La misma palabra infancia, del latín "in-falere", quiere decir "el que no habla". Es mentira que la infancia no hable. Habla mucho y bien. Lo que sucede es que no tiene plataformas para hablar, como los adultos: sindicatos, partidos políticos, colegios profesionales. – La palabra "menor" con fondo despectivo, de menos importancia, de referencia al mayor que es el adulto"[51].

De otra parte sustenta el mencionado autor que " En definitiva, un mensaje sutil de que la infancia, que "no habla" y es menor", es algo así como la que "aún" no es, "aún" no sabe, "aún" no puede. Es la "aún no" que tiene que esperar, que está en la "sala de espera" de lo "que es", el adulto, para poder ser.  Concepto que, desde la mayoría del mundo adulto, se intenta consolidar con otros conceptos: – Infancia "transición" e infancia "futuro". Otras nuevas mentiras. El que la infancia sea transición no es mentira; lo que es mentira es que sea la infancia la única que está en transición. En transición están todos los seres humanos mientras viven, no sólo la infancia. Es mentira que la infancia sea el futuro de su país, de su ciudad. Nunca será futuro si antes no es presente. El futuro de todo ser humano se va consolidando desde el presente. No se improvisa, no se crea por "generación espontánea". Françoise Doltó, en su libro "La causa de los niños y niñas," dice: "Los adultos tienen miedo de liberar ciertas fuerzas, ciertas energías, que los pequeños evidencian y ponen en cuestión su autoridad, sus conquistas, sus privilegios sociales. Ellos proyectan sobre los niños y niñas, sus deseos contrariados, su malestar y les imponen sus modelos"[52]

En este sentido encontramos relatos de adultos(as) que reafirman estos planteamientos:

 "Los niños son un compromiso total por eso no me considero adulto, por el bienestar, los niños, tienen libertad, y la responsabilidad del adulto es poder orientarla adecuadamente"

Igualmente los niños y niñas, han introyectado los ideales de los adultos(as) por eso encontramos afirmaciones como estas: "Los niños y niñas, son el futuro del mundo, ahorita están arremedando a las personas adultas, están imitando, para ellos saber que se sienten ser una persona grande, Están imitando a un futbolista, a una profesora a una enfermera, porque quieren saber lo que se siente al estar una persona grande"

Estas concepciones son el reflejo de los adultos(as) pues estos igualmente afirman:

 "los niños y niñas, son el futuro para Colombia, si uno siembra semillas traeremos buenas cosas para Colombia, yo les digo a los niños y niñas, que de aquí a mañana, me los encuentro y son el presidente, la alcaldesa, tienen que ser personajes importantes para sacar adelante a Colombia" (profesora)

Por consiguiente, retomando nuevamente a Joaquín Mª Aguirre Romero en su texto La mitificación de la infancia en el Romanticismo plantea: "el ideal educativo romántico se centraría en tratar de superar la fractura agostadora que la educación produce en el niño. Una educación cuyo objetivo sea preparar al niño para el mundo adulto no tiene sentido cuando se niega la validez de ese mundo. Eso sólo sería desnaturalizarlo. Mientras esos sean los objetivos, la educación fracasará y, en su fracaso, destruirá la posibilidad y las aspiraciones de felicidad de los hombres. Hay que buscar, por tanto, nuevos modelos educativos"[53].

Cuando un adulto refiere que "los niños y niñas, no tienen claro, el sentido de responsabilidad", se refleja las representaciones sociales de los adultos(as) en torno a la niñez, muestra los esfuerzos educativos están dirigidos a la búsqueda de esa responsabilidad, pues se quiere formar al niño(a) desde el supuesto saber del adulto de ahí la necesidad de educarlo desde su propio referente.

En este sentido, se puede observar que el padre se encuentra ensimismado en su intención por educar, como hemos visto existe una tendencia de los adultos(as) (padres) a reducir su vida en el cumplimiento de sus obligaciones como padres, y por eso mismo imparten una educación desde su supuesto saber como adultos(as), pues existe la creencia como ya se ha dicho, la experiencia, le ha aportado las herramientas suficientes para formar a esa generación que está creciendo y que necesita de su orientación, de ahí que esa educación se limita a ser reguladora y normativizadora, tratando de moldear a los hijos según las expectativas de este contexto social creándose de esta manera un estilo de vida que de generación a generación se va heredando hasta finalmente crear personas estandarizadas culturalmente, es decir, alineadas y ajustadas a las demandas del  medio.

Respecto a ese rol de adulto como educador, encontramos en la teoría de Ericsson, "que durante el estadio adulto la persona se enfrenta al dilema de la Generatividad frente al estancamiento (Ericsson, 1963). La generatividad es un concepto amplio, que engloba la paternidad (tener y educar hijos) y mucho de lo que consideramos como "productividad" y "creatividad"[54]. No es raro entonces que los adultos(as) aspiren a ser en lo mejor posible buen padre, esposo, trabajador y ciudadano, este es el sentido que el adulto tiene de la vida para cumplir con el rol impuesto por la cultura en la que se vive, donde los mayores en sus relatos dejan ver que para ellos ser adulto es todo un reconocimiento al cual deben tratar de lo posible dar cumplimiento, por la misma responsabilidad asignada en esta sociedad. Pero es claro que para ellos mismos en ocasiones resulta deprimente encontrarse en esta posición en la cual se sienten prisioneros de sus propias obligaciones respecto a las futuras generaciones.

Erickson, citado por Goleman (1988), planteaba que "si el individuo fracasa en su intento de generar, entonces en su lugar existe una cualidad negativa que Ericsson llamó Estancamiento[55]. De acuerdo a estos postulados, podemos encontrar que las concepciones de adultez en padres y profesores están relacionadas con  el cumplimiento de obligaciones y responsabilidades en cuanto al hogar, la educación de los hijos,  por eso sus esfuerzos, motivaciones e intereses están en función de los mismos, por lo que su no realización podría generar el estancamiento.

En otras palabras cuando se ha cumplido esa finalidad como padres, cuando los hijos han crecido y se han independizado de ese hogar, esa vida del adulto que giraba en torno a su rol paterno se afectada de manera que se genera un vacío, acompañado de un sentimiento de inutilidad. Es manifiesto, que tener la oportunidad de ejercer su función paterna les da un reconocimiento e importancia en su condición como adulto.

Erickson (1964) afirma que cuidar es la virtud humana que asociamos con generatividad. "Los adultos maduros son los que cuidan a los niños y niñas, que han engendrado, el trabajo que han producido y el bienestar de los otros en la sociedad en la que viven"[56]                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         

Por otro lado, McAdams y colaboradores (McAdams y Aubin,1998); McAdams, Hart  y Marona,1998) han extendido el trabajo de Erikson y han propuesto un modelo de generatividad que incluye siete componentes. Las siete características están orientadas al objetivo global de mantener a la próxima generación.  Los dos primeros componentes de la motivación para la generatividad incluyen a) un deseo interno, b) las demandas culturales. Los individuos desean invertir en las vidas y el trabajo que perduran después de ellos y además tienen necesidad de ser necesitados.  Igualmente, las sociedades demandan que los adultos(as) se hagan responsables de las generaciones siguientes como padres, profesores, mentores, líderes y "sustentadores de lo significativo".  Parece haber un calendario social en muchas sociedades que refleja las expectativas de que durante la madurez los individuos asuman de forma primordial la responsabilidad de nutrir a la siguiente generación.  El tercero, cuarto y quinto componente en el modelo de la generatividad se centra en c) la preocupación por la próxima generación, d) la creencia en la bondad o el valor de la experiencia humana y finalmente e) el compromiso de hacerse responsable de los otros.  El sexto componente f)  implica la acción: las conductas relacionadas con el cuidado y el compromiso. El séptimo y último componente se centra en el significado personal de las propias acciones generativas del individuo, el sentido de identidad del individuo se amplia para verse como individuo generativo cuidador que ha contribuido al desarrollo de la próxima generación[57]

Los siete componentes propuestos, tiene como línea fundamental, la necesidad que en este estudio han mostrado en algunos relatos los adultos(as), de asegurar que los menores sean los responsables del futuro, cuando se define niñez como el futuro de la sociedad no se esta sustentado nada distinto a lo planteado por los autores, de igual forma el planteamiento que considera que adulto es ser responsable se conecta con lo que se ha concebido las demandas culturales que le exigen que los adultos se hagan responsables de las generaciones siguientes.

Cuando los adultos(as) sostienen que: "los papitos debemos guiar a los niños y niñas," (Af), parte necesariamente de la aseveración  que considera a los adultos(as) como dotados de la  experiencia para el cumplimiento de esta labor. Pues es fuerte la creencia de que esta experiencia, le ha aportado las herramientas suficientes para formar a esa generación que está creciendo y que necesita de su orientación.

La consideración de que los adultos(as) asumen la adultez como una etapa que involucra la responsabilidad de tener hijos y de encargarse de su formación para reafirmarse como adulto; que estos aseguran el futuro de la sociedad, que son el punto de apoyo en la relación de pareja, son planteamientos de los adultos(as) de este estudio que coinciden con lo que explica Hoffman y Hofman como adultez en los siguientes postulados:

"- El ser padre valida el estatus y la identidad del adulto ya que se acoge a una de las normas de edad más firmes.

– A través de los hijos se alcanza una cierta inmortalidad, se sobrevive más allá de los puros límites de la edad biológica.

– La paternidad es una de las maneras de asumir valores como el altruismo, el control de la impulsividad y la dedicación social.

– Los hijos incrementan el grupo familiar y lo dotan de un mayor contenido de afecto y amor.

– tener un hijo es una experiencia creativa y su cuidado contribuye a incrementar los sentimientos de logro y competencia"[58].

En cuanto a la responsabilidad que dicen tener los adultos(as) para con los hijos, hemos encontrado que existe una ambigüedad en relación de cómo la consideran, puesto que por un lado, el adulto argumenta que el cumplir con la obligación como padres es satisfactorio, y les proporciona motivación para su crecimiento personal, por el otro, asumen esa responsabilidad como una carga.

Adicionalmente podríamos plantear que la intención de los adulos por formar a los infantes se ha convertido en un confinamiento contra el libre desarrollo de los menores y en consecuencia, éstos tienen que responder a las exigencias de los mayores. No es raro que los menores depositen sus esperanzas de bienestar en los adultos(as)  y esperen de ellos su protección.

La necesidad de que los adultos(as) ofrezcan protección a los menores es explicada con claridad por Lourdes Callen en su libro "Creando una nueva conciencia hacia la infancia", de la siguiente forma: "El niño pequeño es un ser imitativo y así de forma natural imita lo que hay en su entorno, un mundo que es competitivo y tiene prisa. En mi experiencia los niños y niñas, (incluyendo los más pequeños) están bajo una presión de expectativas que tiende a incrementarse y están esperando a que el mundo les responda con protección"[59].

De esta forma,  es recurrente encontrar relatos como estos en los niños y niñas:

"la felicidad de un niño es tener un hogar"

"los adultos tienen el deber de darle protección a los niños y no maltratarlos".

Esto explica de manera clara la necesidad de los infantes de tener un hogar, y sentirse protegidos, aunque implícitamente los niños y niñas, sienten la misma amenaza de ser abusados por los adultos(as), cuando encontramos afirmaciones de los niños y niñas, que lo constatan:

"Hay niños que por la violencia y todo eso están privados de su libertad, niños que los privan de disfrutar de su infancia, porque por los conflictos y las guerras los secuestran o conflictos familiares que los tienen encerrados, los privan de disfrutar de ese paisaje tan bonito, que nos dio la naturaleza y también ese paisaje se esta acabando por culpa de  los adultos y también los niños ya no pueden disfrutar de ese paisaje, porque ya están acabando con los parques, los niños no tienen la culpa, no tenemos nada que ver en esos cuentos que tienen de la guerra y todo eso, y ya nos involucran. Hay niños que por problemas o por secuestro se encuentran detenidos y no pueden disfrutar de la naturaleza el niños está secuestrado" (No. 11 años de edad)

Los niños y niñas, son concientes de las atrocidades de los adultos(as), lo que quiere decir que no son ingenuos de esta realidad como lo han supuesto los adultos(as) quienes se niegan a creer que el niño(a) tenga la capacidad de entenderla, pues para ellos los niños y niñas, viven en un mundo mágico, que no les permite  entender la realidad, ni mucho menos transformarla.

Así mismo, la concepción de ingenuidad en que se dimensiona al niño(a), se ve reflejada en la manera en que el adulto(as)  concibe la sexualidad del infante, pues se cree que el adulto(a) es el más apto para asumir esa formación sexual de los menores, de ahí que encontramos que las representaciones sociales de sexualidad en la infancia están relacionadas a los estereotipos culturales encargados de estandarizar el desarrollo sexual de los niños y niñas, moldeando sus actividades, roles y relaciones a patrones conductuales impuestos desde su crecimiento, donde le hemos enseñado por ejemplo que "las niñas juegan con muñecas y los niños con carros", "que las niñas no juegan fútbol, porque esos son juegos para niños.

En lo que respecta a estos planteamientos, J.A Vallejo y Nagera, en su teoría "Esquema de Género"[60] sustentan que "el continuo entrenamiento que induce a las niñas  a dirigirse en un sentido  y a los niños en otro, y sobre todo el grado de superioridad conferido al muchacho, hacen difícil que el trato entre ambos sea amistoso y equilibrado. Los chicos siguiendo los valores culturales, tratan a las niñas como seres inferiores asumiendo su condición que se ve mantenida por una notable desigualdad en su oportunidad de adquirir  la experiencia social"[61] . De acuerdo a este planteamiento podríamos suponer que de ese "entrenamiento" en la identidad de género se desprenden conductas machistas que acaban por debilitar aún más las relaciones entre los hombres y las mujeres.

En los anteriores prejuicios, creencias, estereotipos, que los adultos(as) han impreso en los niños(as) se refleja la conducta sexual de los pequeños, siendo entonces claro que los niños reproducen las representaciones sociales de los adultos(as), por tanto, su desarrollo sexual está moldeado de tal forma que los infantes ya están condicionados a responder a las demandas culturales de nuestro contexto.

En lo que respecta a la formación de la identidad de género, Vallejo ha planteado que: "A medida que los niños y niñas ven  lo que los niños y niñas deben ser  y hacer – el esquema de género de la cultura -  adaptan sus propias actitudes y comportamientos.  Toman y escogen, del rango completo de atributos humanos, los del esquema de género de su sociedad que se ajuste a ellos"[62]  

Por otro lado, este mismo autor sostieneque los niños se socializan por si mismo en sus papeles de genero, "primero desarrollan un concepto de lo que significa ser hombres o mujeres, organizando información a través del esquema de género. Adquieren este esquema porque ven que la sociedad clasifica a la gente más por género que por otra cosa: los hombres y las mujeres usan ropa diferente,  se divierten con juguetes diferentes, usan baños separados y se hacen en filas aparte en el colegio[63].

En este sentido, se podría afirmar que, estas representaciones sociales de la sexualidad en los niños se han ido construyendo en la medida en que el infante va aprendiendo esquemas sociales – que indudablemente los adultos han diseñado -, que van determinando su rol y consecuentemente su identidad sexual.

Por otro lado, podemos plantear que el papel del adulto se torna como un represor del desarrollo sexual del infante, como hemos planteado anteriormente, pareciera que éste ignorara los sentimientos, emociones y necesidades de los niños y niñas, imponiéndoles sus propios valores, intereses y prejuicios, por ello, el castigo y la censura social impresiona claramente a los niños y niñas, teniendo implícito cierto sentido de vergüenza y culpa, como se constata en algunas afirmaciones de los menores:

"si uno ve la niña desnuda se desmaya"

"andar desnudo es una grosería",

"los niños no se besan en la boca",

Estas aseveraciones, se relaciona claramente con las representaciones sociales de los niños, niñas, y adultos(as) sobre la sexualidad, pues al concebirse al infante como mágico, ingenuo, con poca madurez, responsabilidad y autonomía podemos deducir que la misma educación represora ha incidido en la formación sexual del niño(a). La actitud castigadora en la que la vergüenza y el pudor son las principales referentes a la hora de establecer lo que es normal y admitido socialmente para el infante, son dos referentes importantes para sustentar una vez mas la hipótesis de que existen dos mundos que explica por qué los adultos(as) optan por señalar algunas conductas como propias para adultos(as) y otras como inapropiadas para los niños y niñas. 

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