Representaciones sociales sobre la niñez, la adultez y la sexualidad en niños, niñas y los adultos(as) del municipio de Neiva – Huila (página 2)
Enviado por Tania Solange Trujillo P�rez
This way, the reader will find an understanding text on the social representations on the childhood, adulthood and the children's sexuality and adults in the municipality of Neiva – Huila.
PRESENTACIÓN
Representaciones Sociales sobre niñez adultez y sexualidad de los niños, niñas y adultos en 7 municipios del departamento del Huila, es una investigación de carácter cualitativo, que pertenece a un nivel descriptivo en tanto incorpora lo que los participantes dicen, sus experiencias, actitudes, creencias, pensamientos y reflexiones, tal como estas son expresadas por ellos mismos.
Este trabajo investigativo es realizado por estudiantes del programa de Psicología de la universidad Surcolombiana, hace parte del Grupo Crecer en su línea de investigación: "Infancia, vínculos y relaciones", pretende fortalecer la parte investigativa y de esta manera generar la construcción de conocimiento que permita mejorar las relaciones y la calidad de vida de la población en general.
Las representaciones sociales hacen referencia a las construcciones conceptuales, simbólicas entre otras, las cuales se generan en un contexto de interacción y se reproducen a través del discurso entendiendo que este es un proceso de producción de sentido, generado en circunstancias particulares, por tanto la esencia de este estudio, es conocer las representaciones sociales de niñez, adultez y sexualidad ya que estos se producen y reproducen en la vida diaria e influyen en nuestro comportamiento.
Por lo anterior, este trabajo tiene la pretensión de describir, comprender e interpretar dichas representaciones sociales y su elaboración en los contextos cotidianos en los cuales se gestan, en la forma en que los niños, niñas y adultos conciben la niñez, adultez y la sexualidad, mediante el análisis de las diferentes formas de pensar de cada una de las personas que estamos relacionando en esta investigación y así dar a conocer lo que piensan los niños y niñas y los adultos actualmente, determinando así los distintos factores que están influyendo en estas representaciones.
Es de gran importancia tener en cuenta todos estos aspectos por parte de todas las personas, estamentos e instituciones que trabajan con la niñez, en particular, para enfrentar los nuevos desafíos en cuanto a relaciones entre niños y niñas, y adultos, la educación sexual y de esta forma intervenir e implementar programas de promoción y prevención para mejorar la salud sexual y mental de los niños y niñas, y adultos del departamento del Huila.
La investigación se inició en el año 2005 en el cual fueron incluidos 7 municipios del departamento del Huila, teniendo en cuenta su ubicación demográfica dentro del departamento; participaran 450 niños y niñas aproximadamente, cuyas edades oscilan entre 5 a 7 y de 11 a 12 años de edad, escolarizados y 150 padres de estos niños y niñas, con su respectivos profesores y profesoras.
En Neiva, se trabajó con 2 instituciones de carácter público y 2 instituciones privadas, por consiguiente, el total de personas participantes fue alrededor de 120 niños y niñas, y 40 adultos.
Para la mejor organización del grupo de trabajo, los estudiantes de Psicología fueron subdivididos en grupos integrados por parejas coinvestigadores, donde cada subgrupo estuvo responsable de un municipio, por tal motivo los informes de cada grupo poseen la relativa autonomía para justificar el trabajo de investigación que a su vez en su conjunto representan una sola investigación.
Para el abordaje de la investigación, se retomaron varias técnicas e instrumentos que facilitaron la expresión del lenguaje espontáneo permitiendo extraer el mundo interior de los niños y niñas, y adultos, en efecto, las entrevistas individuales, los talleres de dibujo al aire libre, la presentación de laminas, entre otras técnicas, permitieron arrojar información valiosa que luego fue sometida a un análisis por categorías y de esta manera llegar finalmente a la teorización, en donde se presenta una discusión que surge para dar cuenta del objetivo y pregunta de investigación, la cual se puntualiza en las conclusiones que se hacen particulares para el grupo y comunidad estudiada que, sin embargo, puede dar luces a otras instituciones y procesos sociales interesados en la niñez.
Por último, hay que resaltar que este trabajo es de suma importancia porque contribuye a la resignificación de la relación niño – adulto, y aducir a la construcción de una educación más coherente a las necesidades de los niños y niñas, no desde el supuesto saber del adulto, permitiendo comprender de una manera más efectiva los comportamientos sociales y su dinámica. Por otro lado, llenará un vació de conocimiento ya que es el primer estudio que se realizará en el departamento del Huila relacionado con esta temática, con lo que se aportará conocimiento a la teoría de las representaciones sociales, ya que se ha ido imponiendo aceleradamente como un área de investigación que además está dotada de instrumentos metodológicos y conceptuales propios, que hace que se alcance una madurez científica a una nivel superior. Finalmente, La sociedad Huilense se verá beneficiada, ya que la Universidad SURCOLOMBIANA mediante esta investigación continuara cumpliendo con su función social e investigativa.
Por tanto, esperamos que este estudio nos facilite un mayor grado de profundidad y riqueza de información, elemento esencial para una mejor comprensión de la niñez, adultez y sexualidad y las representaciones sociales que hay en cada una de ellas.
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Consideraciones preliminares
Todos los seres humanos desde que nacemos nos sumergimos en un proceso de socialización e ingresamos al espacio de la interacción social y cultural; es allí donde construimos conceptos, creencias, conocimientos y valores internalizados a partir de experiencias, informaciones y modelos de pensamiento recibidos a través de la tradición, la educación y la comunicación, conocimientos socialmente elaborados y compartidos.
El conjunto de estos elementos mencionados anteriormente, conforman lo que denominamos Representaciones Sociales entendidas según Aguirre (1998) como una modalidad particular del conocimiento con una lógica y lenguaje propios y cuya función es la orientación de los comportamientos y la comunicación entre los individuos.
Se construyen representaciones sociales sobre los más diversos temas dependiendo de los más variados hechos vivenciados o transmitidos que han marcado el quehacer y el desarrollo cultural del hombre, es decir, cada evento, cada objeto, cada acción, actitud, pensamiento, creencia o persona, son objeto de representación social.
De esta manera, encontramos representaciones sociales que hacen referencia a la niñez, la adultez y la sexualidad y que marcan patrones de relación entre niños, niñas y adultos convirtiéndose así en un tema obligado dentro de las reflexiones propias del mundo de la psicología.
Históricamente, las relaciones entre niños, niñas, y adultos han sido el reflejo de condiciones particulares, en las cuales se expresan una serie de valores, conceptos y sentimientos; existe una imagen internalizada de los niños y niñas propias de la cultura y de la historia personal y, de la misma forma, estos construyen una representación de los adultos.
En nuestro país, la realidad vivida por nuestros niños y niñas, no es más que la historia repetida una y otra vez sobre las creencias respecto a la crianza y la forma en que deben relacionarse los adultos, niños y niñas. En este sentido, encontramos prácticas de los adultos para con los niños y niñas, que afectan sustancialmente las relaciones vinculares entre estos dejando una herencia cultural.
En efecto, la preocupación por la. niñez se ha convertido en creación de centros de atención y de cuidado, de instituciones, de discursos que se ocupan de la salud, bienestar, educación, derechos y obligaciones con la infancia.
Existe una multiplicidad de disposiciones jurídicas de orden nacional e internacional sobre la niñez, que han planteado fundamentalmente la importancia del respeto de los derechos de las niñas y los niños.
Por ejemplo, la legislación colombiana vigente tiene desde 1989, el Decreto numero 2737 de noviembre 27 de 1.989, denominado Código del Menor.
Por su parte, en la Constitución Política de Colombia consagró en el artículo 44:
"Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia".
La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores.
"Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás"[1].
Este último planteamiento hace que exista una cláusula de prevalencia muy utilizada al momento de presentarse o existir un conflicto entre derecho de un niño o cualquier otro derecho, en la medida en que se debe priorizará el derecho del primero sobre el segundo, de donde se puede deducir un elemento jurídico que pone de presente la necesidad de reconocer la individualidad y autonomía de los menores.
A nivel internacional el Estado colombiano firmó la Convención Interamericana de Derecho Humanos, en cuyo texto se plantea "Artículo 19. Derechos del Niño "Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado". Para la vigilancia del cumplimiento por parte de los estados de esta convención existe la Corte Interamericana de Derechos Humanos quien se ha pronunciado en distintos casos sobre la importancia de los derechos de los niños[2]
De igual forma, el Estado Colombiano firmó la Convención sobre los Derechos del Niño que se adoptó por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, y que fue aprobada por Colombia mediante la Ley 12 de 1991.
Así mismo, en el artículo 3º del Convenio relativo a la protección del niño y a la cooperación en materia de adopción internacional, fue aprobado mediante la Ley 265 de 1996.
De esta forma, se evidencia un sin número de instrumentos de carácter jurídico que en el texto propenden por la protección de los derechos de menor pero la realidad dista de manera preocupante de las consagraciones legales, por lo que vale la pena revisar las actuales condiciones de la niñez, a nivel nacional y municipal.
Es pertinente retomar algunos datos que evidencian y confirman la situación, de acuerdo con lo expresado.
Situación de la niñez en el contexto Nacional
A nivel nacional, según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en el 2003 al 2006 se incrementó en 65% el número de casos de maltrato infantil reportados por regionales y centros zonales y el centro de atención virtual del ICBF, llegando a 47.767 denuncias.
Para esta institución, las mujeres y los menores de edad son quienes más sufren de la Violencia Intrafamiliar. De otro lado, plantea el estudio que en cuanto a las razones de agresión hacia los niños y niñas son, entre otras, intolerancia de los padres (41.17%), desamor (6.86%), consumo excesivo de alcohol (4.93%) y drogadicción (1.19%)[3].
Así mismo, en el Documento Alterno de Colombia presentado al Comité Derechos del Niño se muestran que el 41% de la población infantil, es decir 5.9 millones, se encuentran en situación de pobreza; y el 15.6%, esto es 2.2 millones, se encuentran en miseria. La relación también depende de la situación familiar, el 26.7% de los hogares se encuentran en pobreza y el 10.4% se encuentran en miseria, lo que genera que los niños y las niñas de los hogares pobres estén más expuestos a problemas de salud, desnutrición, maltrato, abandono y en especial explotación sexual y laboral
Por consiguiente, en este informe se ha planteado que no existen políticas claras para la satisfacción de sus derechos, sino que existen programas coyunturales destinados a la atención de la infancia que cambian de acuerdo con las prioridades del gobierno de turno, sin que ninguno de estos haya garantizado un compromiso serio con nuestra infancia[4].
Por otro lado, el Instituto Nacional de Medicina Legal reportó que en el país durante el año 2005 fueron asesinadas 17.331 personas, de las cuales el 92% eran hombres y el 8% mujeres. El informe reveló además que 878 fueron niños y niñas, para un promedio de 2.4 al día. El total de menores lesionados es de 13.401, para un promedio de 36.7 niños y niñas lesionados al día.
Se estima que en Colombia solamente es denunciado el cinco por ciento (5%) de los casos de maltrato infantil.
En cuanto a la Violencia intrafamiliar en el 2005, fueron reportados 61.482 casos, de los cuales 37.660 eran de maltrato de pareja con 61%-; 13.644, maltrato entre familiares, que equivale a un 22.2%, y 12.525 casos fueron de maltrato infantil, con un porcentaje de 16.6%, para un promedio de 34.3 casos por día (Medicina Legal (INML).
Las cifras muestran que el 5% de los niños y niñas víctimas de maltrato infantil menores de 3 años mueren, teniendo como sus principales agresores a sus padres[5].
En lo que respecta al abuso sexual en niños, los datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para el año 2002 muestran la realización de 14.421 dictámenes sexológicos, 85% de los cuales fueron practicados a mujeres. En el 2003 el total de dictámenes sexológicos fue de 14.239, 84,4% de los cuales se realizaron a mujeres con un promedio de edad de 13 años; 75 de las víctimas registraron edades inferiores a 15 años, con una edad promedio para los varones de 12 años, siendo la mitad de las víctimas masculinas menores de 9 años.
Situación de la niñez en el contexto Municipal
Un estudio realizado en 1997 por Delgado y Cols titulado "Diagnóstico sobre la Violencia Intrafamiliar", reportó que la violencia entre padres e hijos alcanza el 70% y que el 64% refieren el maltrato físico, verbal y psicológico como las agresiones más frecuentes. La tasa de prevalecía del maltrato infantil en el municipio de Neiva fue de 24, lo que permite afirmar que de cada 10 niños y niñas 4 son o han sido maltratados."
Estos datos son confirmados por estudios posteriores como el diagnóstico sobre maltrato Infantil en la ciudad de Neiva durante 1998, y el diagnóstico de Maltrato Infantil en la unidad de urgencias del Hospital general de Neiva.
Según la Secretaria de Salud Departamental, en la ciudad se presenta casos de violencia intrafamiliar y Maltrato Infantil para el 2002, en las siguientes modalidades, sobre maltrato físico 451casos, maltrato psicológico intencional 554 casos para un total de 995 casos de violencia intrafamiliar [6]
Actualmente, según la Secretaría de Salud Municipal[7] la Situación de Violencia Intrafamiliar es la siguiente:
El gráfico anterior sintetiza la situación presente en cuanto a violencia intrafamiliar en la capital del departamento del Huila, en él se ven reflejado por un lado, los tipos de casos y por otro, el número que se presentó en el año 2005.
Una de las cifras más alarmante reflejadas en el gráfico tienen que ver con la violencia intrafamiliar generada por violencia física, pues a agosto de 2005 se había presentado 642 casos.
Otra de las cifras que generan preocupación es el maltrato psicológico con 266 que sumados a los 642 de violencia física constituyen las de 908 casos en el municipio. Esta cifra genera atención pues de los 1074 casos de violencia intrafamiliar representan el 77% de los eventos presentados en el municipio de Neiva.
En tercer lugar se presentan las situaciones de violencia intrafamiliar ocasionados por negligencia, con 122 situaciones en el 2005.
El cuarto lugar se presenta 90 eventos de intentos de suicidio que deben ser revisados a fondo por las autoridades municipales y departamentales competentes.
En quito y sexto lugar ser presentan los casos de abuso sexual y violencia sexual respectivamente con 27 y 9 casos presentados, sin embargo vale la pena aclarar que estos casos regularmente no son denunciados pues generan vergüenza en la víctima.
En séptimo y octavo lugar se presentan los casos de explotación económica y peligro moral con 7 y 1 casos respectivamente.
Según el Informe de gestión de los Jueces de paz para Neiva, los casos que con mayor frecuencia son atendidos por ellos son los conflictos familiares con el 43%, que sumado con los problemas de fidelidad de pareja, que corresponden al 7%, se obtiene un total del 50% de conflictos que afectan la esfera familiar cotidiana. Llama la tención los conflictos organizativos y los ambientales con el 18% y 15%, ya que se esperaba que fueran de mayor frecuencia los conflictos económicos o laborales. También se pude inferir que son mínimos los problemas por discriminación racial o religiosa[8].
La mencionada situación hace pensar que en nuestra sociedad circulan conceptos relativos a los niños, a partir de los cuales se generan una serie de prácticas, ritos y costumbres en torno a las formas de relación entre ellos y los adultos, al papel que el adulto debe cumplir como cuidador y educador. Al mismo tiempo, al reconocer a los niños y niñas como sujetos activos, constructores de sus propias representaciones, también es evidente que poseen expectativas y conceptos a cerca de los adultos y de su papel en la vida social, representaciones que generalmente ignoramos.
Las situaciones de inequidad e intolerancia que se evidencian en las relaciones entre los adultos y los niños y niñas tienen un carácter histórico. Es decir, son el resultado de sucesivas sedimentaciones de sentido en las que se cruzan factores económicos, políticos y culturales, combinados con los de tipo personal para dar como resultado una serie de conceptos o teorías a partir de las cuales se construyen unos modos de relación particular.
Aunque suponemos que las relaciones entre los niños, niñas y los adultos se fundamentan en representaciones sociales mutuas, no conocemos su contenido, no conocemos que representaciones sociales de niñez tienen elaborados los adultos cuando se observa un incremento de niños que cargan en sus hombros la responsabilidad de mantener a su familia, que están siendo objeto de abuso sexual y maltrato, cuando se les viste tratando de asemejarle a la moda adolescente o adulta o cuando se denomina comúnmente a la niñez como "infancia, pequeñez, inocencia y al niño como criatura, infante, pollito, inexperto, aprendiz, novato, irreflexivo, inconsiderado, travieso, precipitado, mocoso"[9]
Del mismo modo, no conocemos las representaciones sociales que circulan en la sociedad sobre la adultez cuando al adulto se le denomina como "maduro, veterano, medrado, crecido, mayor, grande, cumplido, desarrollado, mozo, experimentado y sabio"[10], tampoco qué creencias están regulando sus pautas de crianza para con sus hijos y alumnos, porqué los educan de la forma como lo hacen y por qué viven en una gran paradoja, por un lado agreden, lastiman, violan, subvaloran a los niños y por otro lado, los complacen, alaban, aman, miman y reivindican sus derechos.
Es así como surge la necesidad de establecer claramente cuáles son los conceptos sobre los niños, las niñas y los adultos que circulan socialmente y fundamentan las interacciones entre padres, madres, maestros, niños y niñas.
Lo mismo ocurre con la sexualidad. Esta es una esfera fundamental del desarrollo humano, porque nuclea una serie de representaciones de carácter afectivo, cognoscitivo y valorativo que se constituyen en una fuente importante de realización social y humana.
Los adultos, los niñas y niñas se comportan frente a la sexualidad a partir de opiniones y conceptos propios de sentido común, imponen límites a su expresión o la desbordan tal como lo mostró Sigmund Freud en sus teorías sexuales de los niños publicado en 1908, no obstante no se conocen las lógicas que configuran en la actualidad y en nuestra realidad estos modos de comportamiento.
A pesar de este desconocimiento, se establecen programas de educación sexual que reproducen un saber oficial, el saber que el adulto considera necesario pero que al no incidir en los conceptos que subyacen en las prácticas de relación no logran afectarlas de manera significativa en la perspectiva de su transformación.
En nuestro departamento, este es un problema que crece rápidamente. La prensa local ha reportado varios casos de abuso sexual, en lo que va corrido del año; La publicación más reciente señala que en un barrio de la ciudad de Neiva con 114 familias, hay diez niñas entre los 12 y los 15 años en embarazo.[11]
No solo se ha incrementado la alta tasa de maternidad y paternidad precoz, que ha conducido a que mucha mujeres sean madres a los 15 y abuelas a los 30, sino que, además las concepciones en las relaciones de género continúan moviéndose en el plano de la cultura patriarcal tradicional, reforzando las conductas de sumisión y dependencia del hombre, sin que como sociedad hayamos avanzado significativamente en torno al tema de la equidad en las relaciones de género.
De esta manera, socialmente se adjudican roles determinados a cada sexo, al hombre se le asigna el mundo de "lo público", la toma de decisiones y de responsables principal del sustento económico, a la mujer se le reserva el ámbito de "lo privado", de lo que tiene que ver con el hogar, la reproducción, la educación de los hijos y quehaceres domésticos.
Esta división sexual de las responsabilidades repercuten en los vínculos entre hombre, mujeres, niños y niñas y especialmente en las relaciones de pareja: actitudes de pasividad o actividad en las expresión de sus deseos y necesidades sexuales, decisiones ante la planificación familiar o patrones de conducta que tienden hacia la fidelidad o infidelidad.
Así mismo, culturalmente los niños y las niñas han sido representados en lo sexual como algo "puro e inocente" que deben ser protegidos del tema sexual al mismo tiempo que se les vigila sin explicaciones para protegerlos de sus instintos sexuales, transformando la sexualidad en tema tabú. Este modelo cultural quita a los niños la posibilidad de conocer y aceptar su sexualidad como una característica humana.
Por lo anterior, la pregunta central que focaliza el problema objeto de esta investigación, es la siguiente:
§¿Cuáles son las representaciones sociales de los niños, niñas y adultos sobre la niñez, la adultez y la sexualidad, en el municipio de Neiva?
§¿Qué interpretaciones pueden elaborarse en torno a estas representaciones sociales?
§¿Cuál es el significado de las representaciones sociales encontradas?
2. OBJETIVOS
2.1 OBJETIVO GENERAL
Describir, interpretar y comprender las representaciones sociales de los niños, niñas y adultos(as) del municipio de Neiva – Huila, acerca de niñez, adultez y sexualidad.
2.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS
Y Identificar, jerarquizar e interpretar las definiciones, opiniones, metáforas, creencias y nexos de sentido que los niños y niñas del municipio de Neiva – Huila, poseen en torno a la niñez, la adultez y la sexualidad.
Y Identificar, jerarquizar e interpretar las definiciones, opiniones, metáforas, creencias y nexos de sentido que los adultos y adultas del municipio de Neiva, poseen en torno a la niñez, la adultez y la sexualidad
Y Identificar e Interpretar los conceptos que poseen los adultos y adultas en torno a la sexualidad y la forma como estas determinan las prácticas de educación sexual.
Y Identificar e Interpretar el conocimiento que poseen los niños y niñas en torno a la sexualidad y la forma como estas determinan sus prácticas de relación.
Y Establecer y comprender el carácter de sujeción existente en las relaciones entre los niños(as) y los adultos(as).
PROPOSITO
El propósito de la presente Investigación apunta hacia la comprensión de los significados presentes en la representaciones sociales de los niños, niñas y adultos(as) del municipio de Neiva, para proponer estrategias de intervención orientadas a fortalecer los vínculos entre niños(as) y adultos(as) en la perspectiva de contribuir a la prevención del maltrato, la violencia y el abuso y a la transformaron de estas practicas.
3. ANTECEDENTES
Se considera pertinente los siguientes antecedentes los cuales hacen aportes importantes y significativos para la contextualización y desarrollo de la investigación ya que ilustran los ámbitos en los cuales han sido estudiadas las representaciones sociales a nivel regional, de igual manera, revelan los conocimientos existentes hasta el momento sobre el tema, orientando nuestro estudio hacia la construcción de un estudio relevante y con pertinencia investigativa.
En primer antecedente a nivel internacional, es el estudio titulado "Los Derechos Políticos de la Infancia desde la Percepción Adulta", de autoría J.A Ligero Lasa y Marta Muñoz del Grupo de Trabajo de Sociología. Investigación elaborada para la Oficina del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid España.
Esta investigación cualitativa, se valió metodológicamente de técnicas tales como: entrevista semiestructurada a políticos y representantes de diferentes administraciones, y a la vez se acudió a los grupos discusión con padres y educadores. Los autores del estudio pretenden evaluar de manera comprensiva el conocimiento y las actitudes de los adultos respecto a lo que se extractó en la Convención de los Derechos del Niño de 1989 y consecuentemente conocer el discurso de éstos ciudadanos mayores de edad sobre la participación de los menores en los diferentes ámbitos sociales.
Retoma el planteamiento de la nueva Convención que reconoce por primera vez el ejercicio de la ciudadanía en los niños y niñas como sujetos de derecho, los autores sugieren que este reconocimiento implica nuevas formas de relacionarse de los niños con la sociedad lo que motiva a la investigación a evaluar si realmente este reconocimiento legal de una nueva infancia ocurría igualmente en los imaginarios y en las prácticas sociales de los adultos[12].
Las conclusiones del estudio parten de seis aspectos referentes a los espacios de participación del niño el primero de ellos hace referencia a la conceptualización de la infancia donde se concluye que "generalmente existe una dificultad para definir la infancia, y que la forma más frecuente de mencionar a los niños y las niñas es mediante el uso de metáforas y metonimias, casi todas las referencias aún les sitúan lejos del reconocimiento como sujetos plenos de derechos".
El segundo aspecto se refiere al los espacios, ámbitos y tiemposdonde se plantea que existe una invisibilidad social de los niños, los cuales son percibidos como sujetos ausentes de "propiedad privada de los padres". El niño se encuentra enmarcado en el espacio privado de la familia, sin que se reconozca su entidad individual y separada. El estudio plantea que el niño se hace visible e individualiza si pasa del ámbito privado (familia) al ámbito público (otras instituciones socializadoras que permitan la participación del niño, fuera de la escuela).
Otro espacio mencionado en el estudio es el colegio como una institución pública, impuesta, que como tal puede llegar a tener su poder estigmatizador negativo, donde existe una relación de padres y profesores contradictoria ya que estos descargan responsabilidades hacia cada uno, sin reconocer que el papel del profesor es educador en el proceso de formación del individuo.
En cuanto a los modelos educativosel estudio constata que existe una sobreprotección familiar y un aislamiento social de la infancia por parte de los padres, esto implica que el niño adquiere un grado de autonomía dependiendo del espacio en el que se encuentren, esto viene determinado por la connotación del ámbito y por las relaciones que se establezcan entre niños y adultos, los autores sugieren que los modelos de relación basados en la negociación intrafamiliar producen una más temprana independencia.
Referente a la participación,existe un desconocimiento y una resistencia al reconocimiento de los niños como sujetos plenos de derechos, los autores sugieren que se debe reconocer y valorar las capacidades de los niños ya que existe una subordinación de los adultos respecto a los niños.
Finalmente los autores concluyen que el conocimiento de los derechos de participación de la infancia se da más entre los políticos y los educadores no formales que entre padres y profesores, se han dedicado más esfuerzos en desarrollar el cumplimiento de los derechos relacionados con la provisión y la protección quedando pendiente el desarrollo de los derechos de la participación.
Se plantea que existe un temor de los padres por establecer relaciones más igualitarias con sus hijos, mientras los profesores buscan una relación de autoridad y respeto frente a relaciones de igualdad con los alumnos, y los educadores de los ámbitos no formales, hacen hincapié en el establecimiento de límites asumiendo que los niños no tienen un punto de vista técnico, en síntesis los adultos mantienen una relación un tato distante y de superioridad respecto a los niños.
Definitivamente, podemos afirmar que este estudio es pertinente para el desarrollo de nuestra investigación, por un lado, guarda una estrecha relación conceptual y metodológica con nuestro estudio, por su carácter cualitativo intenta lograr un acercamiento a las representaciones sociales y sus dinámicas, interesándose por conocer no solo lo que se piensa sobre la infancia sino cómo se piensa y como se expresa mediante el lenguaje. Por otro lado, nos deja un referente muy claro sobre la manera en que los adultos asumen los derechos políticos de la infancia, situación que resalta la importancia de nuestra investigación ya que conviene cuestionarnos sobre esas representaciones sociales de los adultos sobre la infancia, pues es claro que este antecedente muestra que no existe todavía un reconocimiento legal de una nueva infancia en los imaginarios y en las prácticas sociales de los adultos.
Un antecedente a nivel nacional que es pertinente para el desarrollo de nuestra investigación es el estudio titulado "Representaciones sociales de lo femenino y lo masculino". Las autoras Andrea Azcuntar Henao, carolina Giraldo Massa y Carolina Velez Rendon, describieron las representaciones sociales de género de los niños y niñas del grado cuarto de primaria del colegio Llama en la ciudad de Cali – Colombia. La modalidad de la investigación es no experimental de tipo transversal descriptiva, ya que se empleó una sola visita a la institución donde se aplicaron los instrumentos para hacer el respectivo análisis a la luz de la teoría del Aprendizaje Social de Bandura. Las autoras utilizaron como instrumento una guía de instrucciones compuesta por tres preguntas abiertas basada en la teoría de Bandura, las preguntas fueron: ¿Cómo son las mujeres y los hombres en la televisión?, ¿Qué les dicen sus padres acera de qué es hombre y qué es mujer? ¿Qué le dicen sus amigos y sus profesores de cómo tienen que ser los hombres y las mujeres?
La anterior investigación apunta hacia el conocimiento de las representaciones sociales de género y a determinar la incidencia de algunos agentes de socialización como padres, medios de comunicación, colegio y grupo de amigos, los investigadores encontraron que los agentes de mayor influencia que se ve reflejado en la construcción de lo femenino y lo masculino en los niños y las niñas del cuarto grado del colegio Llama es la televisión.
Igualmente, la investigación concluye que la representación social de género de los niños refleja un paradigma menos rígido que el tradicionalmente concebido, de tal manera que se establecen roles que son factibles en su ejecución tanto para los hombres como para las mujeres. De esta manera se detectó que la influencia del grupo de los compañeros en la perspectiva de lo femenino y lo masculino que tiene un niño es relevante en la medida en que el niño actúa tomando como marco de referencia las conductas y opiniones socializadas entre sus compañeros.
Lo anterior permite resaltar la importancia de un abordaje cualitativo en la investigación, esto valida metodológicamente nuestra investigación ya que nos refleja la pertinencia del método cualitativo que permite rescatar la autenticidad y subjetividad de nuestro objeto de estudio capturando la realidad del sujeto para la comprensión y la explicación de ese significado y de esta forma reconstruirlo a través de su discurso. Por otro lado este estudio nos deja un conexo con nuestra investigación, puesto que nos aporta elementos relevantes sobre las representaciones sociales de lo femenino y lo masculino en los niños, que es también uno de los intereses de nuestro estudio.
Otro antecedente nacional, es de la autoría de María Victoria Alzate Piedrahita, en su artículo "Concepciones e imágenes de la infancia", publicado en la revista Ciencias Humanas, en donde hace la exposición de un balance documental-bibliográfico sobre la infancia como objeto de estudio e investigación, esta autora describe la evolución de las concepciones e imágenes de la infancia con base a diversos enfoques (psicopedagógico, histórico, político-social, psicosocial, jurídico), al igual que hace una exposición muy importante sobre la representación social de la infancia, los derechos del niño y la "nueva" infancia.
En este documental la autora concluye que en la historia de la vida privada se concibe a la infancia como una categoría social "invisible/visible"; mientras que la historia psicogénica que asocia a la infancia con las pautas o formas de crianza; y la historia como indagación genealógica define a la infancia como una figura social; y la historia de la infancia colombiana que la caracteriza por una dinámica de transformación de conceptos y prácticas fundamentadas en la autoridad y moral religiosa tradicional que ceden lugar a perspectivas modernas que hacen referencia directa a las cualidades psicosociales de niños y niñas.
– La concepción pedagógica moderna de la infancia, define a ésta como un periodo reservado al desarrollo y a la preparación para el ingreso de la vida adulta; y la concepción pedagógica contemporánea de la infancia, entiende a ésta como un período vital reservado al desarrollo psicobiológico y social en el marco de los procesos educativos institucionales.
– La concepción pedagógica activa y moderna de la infancia, la define como una etapa de evolución de la especie, como semilla de esperanza de una nación moderna, y como objeto de estudio e intervención de los saberes modernos que se ocupan de los niños.
– Las concepciones provenientes de la psicología social conciben la infancia como un período de vida que se refiere a un conjunto de población; un consenso social sobre una realidad objetiva y universal; etapa ideal del hombre en un mundo real, cotidiano, en contraste con un mundo ideal e imaginario.
Se concluye igualmente que las representaciones sociales de la infancia, tienen que ver directamente con el pasado de cada uno de nosotros, con nuestra descendencia, y con el porvenir de cada grupo humano; interesa por tanto a los individuos y a las sociedades sin excepción. Se plantea que tanto los adultos como los niños están interiorizando a través de los medios de comunicación formas mitificadas de actuar y pensar en relación a los niños, en donde los unos como los otros adoptan estilos de pensamientos idealizados que afectan en donde se muestra la complejidad de los mecanismos de representación social del niño, del pensamiento mítico y de sus relaciones con los modelos ofrecidos a los niños y, de otra parte, muestra como el propio niño se enfrenta a estos modelos ideales con los que compara la imagen de sí mismo.
De otra parte, se concluye que los nuevos avances jurídicos y de las políticas sociales, consideran a la infancia como sujeto de derechos y objeto de políticas o programas sociales que tratan de repercutir positivamente en las circunstancias de vida de la población infantil[13].
Este artículo es de suma importancia como un antecedente en nuestro estudio ya que nos aporta elementos muy significativos sobre las concepciones de la infancia desde diversos enfoques, al igual que nos pauta un tema en común como son las representaciones sociales de la infancia en donde nos muestra como el niño va introyectando elementos socializadores que van determinando el pensamiento y la praxis del infante, lo que nos resulta pertinente hallar y comprender las representaciones sociales de la infancia, no solo en los adultos sino que también en los mismos niños, y de esta manera encontrar una comprensión de esas lógicas que ensamblan los niños como los adultos de nuestro estudio.
Los estudios presentados hasta el momento, muestran varios aspectos relevantes para esta investigación:
En primer lugar, los estudios en mención fueron abordados desde la concepción cualitativa de la investigación, aspecto que valida la propuesta metodológica de este trabajo, puesto que se reconoce la validez y la confiabilidad de este método para indagar sobre los aspectos subjetivos de la vida social, que es el elemento central que ilumina esta investigación.
Por otra parte, se centran en los niños y las niñas, hasta hace poco sin voz dentro de los espacios académicos y de interacción social; a través de estos estudios se reconoce el valioso aporte que ofrece el indagar sobre la manera como los niños interpretan la realidad que ha sido también una razón importante en el presente trabajo. En tercer lugar, reafirman la validez de la combinación de técnicas cuantitativas y cualitativas, lo cual respalda su uso también en este estudio.
Lo anterior permite resaltar la importancia de un abordaje cualitativo en la investigación, esto valida metodológicamente el estudio ya que refleja la pertinencia del método cualitativo que permite rescatar la autenticidad y subjetividad del objeto de estudio, capturando la realidad del sujeto.
A nivel regional, encontramos el estudio titulado "Representaciones Sociales de los niños y niñas huilenses sobre convivencia y el conflicto", esta investigación guarda una estrecha relación tanto conceptual como metodológicamente con nuestro trabajo investigativo.
Se trata de un estudio enmarcado en la línea de investigación "Infancia Vínculos y relaciones" del Grupo Crecer del programa de Psicología de la Universidad Surcolombiana, coordinada por los profesores de investigación Myriam Oviedo Córdoba y Carlos Bolívar Bonilla Baquero y elaborada conjuntamente con treinta y dos estudiantes de psicología.
El estudio se desarrolló entre el año 2002 y 2003 y comprometió algunos municipios del departamento del Huila, con una unidad poblacional de 1348 niños y niñas de 7 a 10 años de edad escolarizados y no escolarizados.
El propósito de este estudio fue comprender los significados psicosociales en las representaciones sociales de niños y niñas del Huila para sugerir las características básicas de un programa de educación, en perspectiva de construcción de convivencia pacífica basada en la resolución no violenta del conflicto.
El estudio concluye que aunque niños y niñas vivencian la convivencia y el conflicto en los contextos cotidianos (familia, escuela y sociedad) relacionándolos con diferentes situaciones, personas, hechos, elementos y demás; en el genero femenino, se hace mayor énfasis en las consecuencias emocionales y afectivas, producto de estas circunstancias, sintiendo el conflicto como algo propio de su cotidianidad, contrario al genero masculino que le otorgan a la convivencia, y el conflicto menos carga emocional y afectiva y en el contexto social aunque reconocen el conflicto, no se sienten agentes activos y aclaran que estos hechos están dados por personas adultas no cercanas a ellos, como los militares y guerrilleras[14].
Finalmente, se logró comprender desde varios supuestos psicológicos y sociales, la realidad y pensamiento de nuestros niños, su forma de relacionarse e interactuar, así como las diferencias y similitudes entre las representaciones sociales que están construyendo sobre la convivencia y el conflicto.
Esta investigación deja como referente la importancia de entender que los niños y las niñas construyen sus representaciones a partir de la realidad captada y muestra como estos se identifican como sujetos de derechos, por lo que aporta a nuestro trabajo la importancia de reconocer al niño como un actor social capaz de construir y recrear esa realidad.
Un antecedente nivel regional, que guarda una relación de proximidad este estudio es la investigación cualitativa sobre maltrato infantil, publicada en el año 2000 con el título "Como Si No Existiera" desarrollada por las profesoras la Universidad Surcolombiana, Myriam Oviedo Córdoba y María Consuelo Delgado de Jiménez.[15]
Esta investigación patrocinada por la Universidad Surcolombiana y el Banco de la República, abordó el problema del maltrato infantil desde las propias vivencias y percepciones de los niños y las niñas, tal como se pretende hacer con las representaciones sociales que tienen los niños y las niñas, sobre niñez, adultez y sexualidad.
El estudio se interesó por la situación de la niñez en el departamento y en él se registraron las voces de los infantes y los significados atribuidos por ellos al maltrato, con base en ello, las investigadoras proponen una teoría interpretativa que devela los procesos de afrontamiento del menor frente al maltrato y recomiendan estrategias para su tratamiento y prevención.
Entre las conclusiones más importantes destacaremos las siguientes: no todos los niños y las niñas maltratados internalizan la experiencia del mismo modo; algunos aceptan positivamente el maltrato y justifican al adulto maltratador asumiendo el discurso de éste último: "me lo merezco, es por mi bien" y otras frases de este estilo son referidas por los niños. Otros, no lo aceptan aunque les toque padecerlo, negando las razones del adulto para ejercer el castigo físico, por ejemplo. Esta conclusión ha guiado en el estudio, la interpretación de algunos relatos de niños y niñas que describen el origen del conflicto en relación con el castigo y agresión física vivenciada.
Todo maltrato dejará huellas psicológicas profundas, representaciones sociales diversas en los niños sobre adultez y niñez, puesto que fue evidente que el maltrato es una expresión vivida por los actores participantes en nuestro estudio y que enmarcan las representaciones que construyen su cotidianidad.
Metodológicamente el estudio sobre maltrato acudió a la Teoría Fundada, aunque no ha sido elegida en este estudio, si guarda relación con los relatos y entrevistas en profundidad que se han empleado. Los interrogatorios practicados a los niños y las niñas maltratados confirmaron la utilidad para el trabajo de campo realizado.
4. JUSTIFICACION
Múltiples son las razones que justifican el desarrollo del presente estudio. En ésta síntesis expondremos las siguientes:
Hasta el momento es evidente la existencia de diversas investigaciones en torno al maltrato y la violencia, como formas de relación entre los adultos, los niños y las niñas. Hemos avanzado en su cuantificación y la comprensión de algunas de sus causas, las cuales, hacen alusión a la historia personal del adulto como principal evento asociado a su aparición. Por tanto, si concebimos que las representaciones de los adultos, son el resultado evolutivo de las representaciones infantiles, en consecuencia, el conocer en edades tempranas dichas representaciones, resulta ventajoso para intentar evitar, mediante la educación, que se arraiguen aquellas que atenta contra la tolerancia, el respeto, el reconocimiento, y para fortalecer las que lo propician.
En nuestro medio es muy poco lo que se ha indagado sobre los conceptos de la niñez que poseen los adultos y los mismos infantes, por lo que resulta muy conveniente estudiar y comprender las representaciones que se erigen alrededor de estas concepciones y que por supuesto se están pautando formas de interacción todavía muy cuestionables.
Estudios anteriores (ver antecedentes) han permitido conocer la visión de los niños sobre estas problemáticas, pero no se han dirigido a entender los conceptos que los niños y niñas poseen sobre los adultos, los cuales actúan como mediadores de sus mutuas interacciones, generando respuesta al trato que reciben de ellos, e iniciativas para la acción. El acercarnos hacia las interacciones como núcleo central de estas representaciones sociales, que están orientando comportamientos, y estructurando la dinámica social, se propondrá conocimiento para la intervención ejecutada en los distintos campos del saber.
Hemos cuantificado la maternidad y paternidad precoz, el abuso sexual y la incorporación temprana de los niños y niñas a la sexualidad, a través de la prostitución y la explotación sexual, pero no hemos indagado lo que la sexualidad representa para ellos, en las visiones que tienen de la sexualidad, en comprender el manejo que se la está dando, en la educación sexual impartida, los tabúes, el grado de importancia atribuidos a ellos, el modo de expresarla y bajo qué parámetros. Por tanto, los programas de educación sexual aparecen como una serie de contenidos que se imponen, sin comprender si tales contenidos recogen, o no, estas inquietudes fundamentales. Tampoco conocemos lo que los adultos piensan sobre la sexualidad infantil, y la forma como sus opiniones determina las prácticas educativas en torno a éste aspecto.
Además resulta preocupante encontrar cifras dolorosas en nuestro municipio que reflejan la situación de maltrato a la que están expuestos nuestros niños, realidades que nos exige como profesionales a actuar de manera eficaz, por tanto una manera válida de develar lo que se esconde detrás de esa relación niño – adulto es preguntarnos por las representaciones que han cimentado los adultos en relación a los infantes.
Por lo anterior, esta investigación tiene, en la construcción de conocimiento sobre estos aspectos, el principal argumento de justificación.
Por otro lado, abordar esta indagación desde una mirada investigativa, como la aproximación cualitativa, que rescata la intersubjetividad, nos permite recolectar información directamente del actor social, mediante el uso de la palabra en sus narraciones, que expresan la construcción propia de su realidad, convirtiéndola en una aproximación innovadora en la perspectiva de construir conocimiento, que aporta a la comprensión del mundo psicológico de los habitantes de el departamento, y en lo que respecta a nuestro municipio de Neiva.
Igualmente, consideramos que el compromiso de la Universidad Surcolombiana, debe encaminarse a la compresión de aquellos aspectos de la realidad social e individual, que explican las formas de interacción naturalizadas por la cultura, brindándonos la oportunidad de orientar comportamientos, encaminados hacia el desarrollo de interacciones sociales y formas de comunicación, y abonar el campo para viables intervenciones futuras relacionadas con el conocimiento y mejoramiento de nuestro contexto.
Por estas razones, este trabajo investigativo se justifica al abordar un problema de máxima actualidad, vigencia y trascendencia para la vida, no solo del Huila, sino del país mismo. Si logramos producir conocimiento sobre las lógicas que subyacen en las relaciones entre los niños, las niñas y los adultos, será posible proponer formas de intervención, orientadas a la transformación de esas lógicas, como requisito fundamental de la tarea de alternativa social, propia del psicólogo y del saber psicológico.
Nuestro estudio cobra mayor importancia, si además se considera el esfuerzo que en este mismo sentido expreso, viene haciendo, en su conjunto, el propio Estado, la sociedad civil y múltiples ONGS, en la perspectiva de mejorar la eficiencia y la eficacia de las alternativas de intervención, propuestas para la construcción de una sociedad más humana, porque es más sensible a las necesidades infantiles.
Finalmente, y no por ello menos importante, nuestro estudio se constituye en una oportunidad real en que la Universidad Sur colombiana a través del programa de Psicología, promueva, divulgue y aporte conocimientos, servicios específicos y científicos capaces de cualificar aspectos que contribuyan sobre todo a preparar profesionales capaces de comprender las dificultades del entorno, e intervenir en procura de lograr mejores niveles en la calidad de vida de los huilenses.
5. REFERENTE CONCEPTUAL
Hablar de representaciones sociales sobre niñez, adultez y sexualidad significa hacer una reflexión acerca de la dinámica de las relaciones niño – adulto y sobre todo las tensiones o contradicciones de lo que se dice y de cómo se actúa en la cotidianidad.
En este sentido, abordar el tema de las representaciones sociales implica conocer cómo se establece una representación social, qué se sabe (información), que se cree, cómo se interpreta (campo de la representación) y qué se hace o como se actúa (actitud). Para esto, tomaremos como base el proceso de comunicación e interacción en las relaciones del individuo en la sociedad como mecanismos que trasmiten y construyen realidad.
Partiendo de que toda persona forma parte de una sociedad, con una historia y un bagaje cultural, donde se comparten normas, valores e intereses comunes podemos afirmar claramente que los niños(as) como los adultos(as) son actores sociales que están construyendo formas de representación social a partir de su propia experiencia, de la información de amigos, instituciones y sobre todo de los medios de comunicación, estos conocimientos socialmente elaborados y compartidos son la reconstrucción del sujeto en un ambiente cultural determinado.
De esta manera, los niños y los adultos están reconstruyendo y recreando conceptos, imagines, representaciones, sobre niñez, adultez y sexualidad, desde su propio marco de referencia; estos conocimientos o representaciones indiscutiblemente orientan la conducta del individuo, es por esto que nuestro estudio pretende describir y comprender esas representaciones ya mencionadas anteriormente en niños y adultos, que de alguna manera están influyendo en el proceso de socialización de esta población de Neiva.
El concepto de representaciones sociales
En primer lugar, comenzaremos la discusión abordando el concepto de representaciones sociales, según Fisher (1990), quien plantea que estas son un proceso de elaboración perceptiva y mental de la realidad que transforma los objetos sociales (personas, contextos, situaciones) en categorías simbólicas (valores, creencias, ideologías) y les confiere un estatuto cognitivo que permite captar los aspectos de la vida ordinaria mediante un reenmarque de nuestras propias conductas en el interior de las interacciones sociales"[16]
En este sentido, las representaciones sociales, como construcción social y cultural, son el mecanismo interpretativo producto del sistema en el que el individuo está inmerso. Las representaciones sociales tienen un componente cultural y otro individualizado configurado en relación a las experiencias particulares vividas. No representa simplemente opiniones sobre imágenes o actitudes sino teorías o ramas del conocimiento para el descubrimiento y organización de la realidad. Las representaciones sociales no son unívocas ni homogéneas; ante un mismo estímulo cada individuo puede dotarle de diferente significado dependiendo de su bagaje, implicando entonces diferentes acciones o decisiones sobre su actuación. Estas representaciones o esquemas interpretativos son la antesala del comportamiento, el motor y la dirección de la acción[17].
El discurso, las imágenes, las formas de relacionarse y las concepciones que sobre un determinado tema reposan, alimentan y se generan en las representaciones sociales, es un buen conducto para conocer la representación que subyace en torno a la niñez, adultez y sexualidad y por consiguiente para entender y explicar las acciones de los actores sociales.
Función de las representaciones sociales
Hasta ahora hemos conceptualizado lo que es una representación social, y como es nuestro interés encontrar esas representaciones sociales de niños(as) y adultos(as) sobre niñez, adultez y sexualidad, es prioritario en este sentido, conocer la función de las representaciones sociales y cómo opera ese mecanismo por el cual se está cimentando todo un sistema de valores socialmente compartidos que en últimas rigen nuestro actuar.
Retomamos a Moscovici, Abric y Doise, quienes atribuyen a las representaciones sociales un papel fundamental en la dinámica de las relaciones. Por tanto, consideran que estas responden a cuatro funciones esenciales[18]:
1) De conocimiento o saber: Adquirir conocimientos e integrarlos en un marco comprensible para los individuos, que responda a los valores a los cuales ellos adhieren y faciliten la comunicación.(Moscovici)
2) Funciones identitarias:
"Las representaciones también tienen la función de situar a los individuos en el campo social, permitiendo la elaboración de una identidad social y personal gratificante, es decir, compatible con el sistema de normas y valores social e históricamente determinados"[19]
3) Función de guía para el comportamiento: Al ser la representación un sistema de pre-codificación de la realidad, se constituye en una guía para la acción
4) Funciones Justificativas: Las representaciones, permiten justificar las tomas de posición y los comportamientos a posteriori en la interacción.
Lo anterior nos permite tener mayor claridad en cuanto a la función de las representaciones sociales, esto ayuda a comprender aún más el sentido que tiene para los actores de nuestro estudio el poseer estas representaciones, por tanto, nuestro interés apunta a identificar, comprender y hallar los nexos de sentido de las mismas. Para lograrlo es igualmente importante exponer a continuación el proceso de construcción de esas representaciones sociales lo cual permitiría entender como se está presentando ellas en nuestros niños(as) y adultos(as).
Según Denisse Jodelet (1993), citado por CORTES PINTOla objetivización y el anclaje corresponden a dos procesos que se refieren a la elaboración y al funcionamiento de una representación social, éstos muestran la interdependencia entre la actividad psicológica y sus condiciones sociales:
1. La objetivación (lo social en la representación) hace referencia a la propiedad de hacer concreto lo abstracto, de materializar la palabra, es decir, materializar significados a esquemas conceptuales. "Objetivizar es reabsorber un exceso de significados materializándolos" (Moscovici, 1976).
En este sentido, podemos encontrar que para hallar esas representaciones sociales en nuestros niños(as) y adultos(as) es tratar de adentrarnos en ese mundo simbólico que esta construyendo estas personas, es preguntarnos cuáles son los significados, los conceptos, las actitudes, las creencias, prejuicios, que construyen en esa interacción con el otro.
2. El anclaje (La representación en lo social) se trata de articular esa materialización conceptual con la ya preexistente hallándole un significado y una utilidad propia que se convierte en un sistema lectura de la realidad social que se traduce en un sistema de valores que permiten la comunicación entre los grupos y las formas de interacción entre estos.
La relación dialéctica entre esos dos procesos permiten "hacer inteligible la realidad y para que, de esa inteligibilidad, resulte un conocimiento práctico y funcional; un conocimiento social que nos permita desenvolvernos en el entramado de relaciones y situaciones que implica la vida cotidiana"[20].
Podríamos seguir citando muchos argumentos teóricos que sustenten conceptos concernientes a las representaciones sociales, pero consideramos que los planteamientos hasta ahora referidos nos dejan una claridad conceptual muy puntual sobre las representaciones sociales y las formas en como operan.
Es preciso, entonces señalar algunas consideraciones que se tienen sobre los conceptos de niñez desde diversas perspectivas teóricas:
Consideraciones sobre el concepto de niñez
Respecto a la niñez, es preciso aclarar que éstos serán concebidos en nuestro estudio como sujetos de derecho, este reconocimiento es valioso tenerlo en cuenta ya que en nuestra investigación se aborda al niño como un actor social capaz de interpretar un conocimiento socialmente elaborado que podría resultar indiferente por muchos adultos(as), y que en nuestra investigación recobra mucha importancia para la identificación de esa realidad vivida y manifestada por el infante.
La concepción de la infancia, ha variado a lo largo de la historia, debido a los modelos de organización socioeconómica de las sociedades, las formas de educación, los intereses sociopolíticos, que a propósito han cambiado considerablemente a favor de la infancia. Estas concepciones dependen de las distintas condiciones sociohistóricas, y que indudablemente también tienen que ver con el pasado de cada uno de nosotros, con nuestra descendencia y con el porvenir de cada grupo humano.
Según Casas (1998) citado por María Victoria Alzate, "las representaciones sociales que tiene una comunidad sobre la infancia constituyen un conjunto de saberes implícitos o cotidianos resistentes al cambio (sean verdaderos o falsos desde cualquier disciplina científica) y tienen cuerpo de realidad psicosocial ya que no sólo existen en las mentes sino que generan procesos (interrelaciones, interacciones e interinfluencias sociales) que se imponen y condicionan la vida de los niños y niñas, limitando la posibilidad de experiencias o las perspectivas de análisis fuera de esa lógica"[21].
En otras palabras, la infancia puede entenderse como esa imagen colectivamente compartida que se tiene de ella, es aquello que la gente dice o considera que es la infancia en diversos momentos históricos. Cada sociedad, cada cultura, define explicita o implícitamente qué es infancia, cuáles son sus características y, en consecuencia, qué períodos de la vida incluye, esto es lo que llamaríamos en psicología una representación social.
Por otro lado, podemos ver que se comienza a figurar un nuevo reconocimiento de los derechos de la infancia, donde se desarrollan políticas sociales destinadas a este grupo social que pretenden configurar en última instancia formas de interrelación entre la infancia y los adultos(as) como grupos o categorías sociales, aunque parece que el imaginario colectivo se resiste a creer que los niños son sujetos capaces de decidir, participar y de pronunciarse socialmente, esto significa que todavía persisten contradicciones en la praxis de esas relaciones niño-adulto, partiendo de esta hipótesis, existiría una contradicción en la representación social de la infancia ante el nuevo significado sobre la infancia, como sujeto social, esto significa que se mantendría una resistencia que trata de continuar con la visión tradicional sobre la infancia como objeto o como sujeto invisible o pasivo[22].
María Victoria Alzate, aborda la infancia desde una perspectiva histórica en donde resume lo siguiente:
(a) La historia de la vida privada concibe a la infancia como una categoría social "invisible/visible"; mientras que la historia psicogénica que asocia a la infancia con las pautas o formas de crianza; y la historia como indagación genealógica define a la infancia como una figura social; y la historia de la infancia colombiana que la caracteriza por una dinámica de transformación de conceptos y prácticas fundamentadas en la autoridad y moral religiosa tradicional que ceden lugar a perspectivas modernas que hacen referencia directa a las cualidades psicosociales de niños y niñas.
(b) La concepción pedagógica moderna de la infancia, define a ésta como un periodo reservado al desarrollo y a la preparación para el ingreso de la vida adulta; y la concepción pedagógica contemporánea de la infancia, entiende a ésta como un período vital reservado al desarrollo psicobiológico y social en el marco de los procesos educativos institucionales.
La concepción pedagógica activa y moderna de la infancia, la define como una etapa de evolución de la especie, como semilla de esperanza de una nación moderna, y como objeto de estudio e intervención de los saberes modernos que se ocupan de los niños.
(c) Las concepciones provenientes de la psicología social conciben la infancia como un período de vida que se refiere a un conjunto de población; un consenso social sobre una realidad objetiva y universal; etapa ideal del hombre en un mundo real, cotidiano, en contraste con un mundo ideal e imaginario.
(d) Los nuevos avances jurídicos y de las políticas sociales consideran a la infancia como sujeto de derechos y objeto de políticas o programas sociales que tratan de repercutir positivamente en las circunstancias de vida de la población infantil[23].
En síntesis la categoría de la infancia está orientada por intereses sociopolíticos, culturales, pedagógicos e incluyen bajo diferentes figuras encubiertas, una aparente uniformidad que ha permitido concebir nuevas formas educativas en el campo de la infancia.
Algunos significados y aproximaciones al concepto de Adultez
Por otro lado, podemos encontrar que el significado y concepto de Adultez igualmente está ligado a una concepción social, en este sentido, las ideas y concepciones sobre la adultez son tan diversas y en ocasiones tan contradictorias, que tal vez este concepto se encuentre limitado a la evolución misma de la sociedad, donde los modelos de ésta surgen de manera tan diferente como profusa e intensa, y varía según las culturas, por consiguiente este concepto no es unívoco ni científico, por tanto es un concepto cultural.
Lourdes Mondragón Pedrero sustenta: "Se suele adjudicar cualidades que denominamos adultas, a aquellas que están de lado de la cordura, la normalidad y la sabiduría las cuales tienen sus raíces en la religión, la ley, la ética humanística, el arte, la raza, o la etnia"… Entonces más personas de las que probablemente quieren admitirlo se encuentran en los andamios que sostienen la vida adulta"[24]. Ahora bien, encontramos dentro del estereotipo social que se le concibe como una etapa de declinación y decadencia o, como la consecuencia natural dentro de una perspectiva organísmica.
En nuestro estudio, el adulto será concebido de acuerdo a la perspectiva desarrollista en la que se considera a la adultez, como la transferencia de habilidades y capacidades del niño y el adolescente; por tanto el pensamiento maduro es un retroceder y regresar a formas cualitativamente más estructuradas de pensamiento.
Es pertinente tener en cuenta que en nuestro ambiente cultural, el adulto tiene 6 características: 1 – individuo pleno y formado, 2 – mayor y más productivo período de la vida, 3 – gran rendimiento laboral, 4 – familia y procreación, 5 – ejercicio socio – político constante y equilibrado y 6 – autonomía personal plena.
En cuanto a la personalidad madura Maslow propone las siguientes características: "Mejor percepción de la realidad y más fácil relación con ella, aceptación de sí, de los demás y de la naturaleza, espontaneidad, concentración en los problemas, independencia, sensibilidad con cultura y medio, flexibilidad en situaciones, horizontes amplios, sentimiento social, relaciones sociales profundas, estructura democrática, seguridad ética, humor sin hostilidades, creatividad" [25]
La valoración de la adultez depende de las circunstancias sociales y culturales, en este sentido MEAD propone 3 tipos de cultura:
1 – postfigurativas: consideración máxima a los ancianos (senadores), pueblos patriarcales, conservadores.
2 – cofigurativas: adulto tipo humano dominante, sociedades modernas.
3 – prefigurativas: activismo juvenil, a veces, más influyente que adultos (as), parece que nos encaminamos a este modelo.
Así vemos que el papel del adulto depende de cada época, cultura o pueblo, no va con la naturaleza humana.
Reflexiones sobre el concepto de sexualidad
De igual forma, podemos encontrar que existen diferentes maneras de concebir la sexualidad de acuerdo a la época, cultura y edad hasta género.
En primera medida partiremos del concepto de sexualidad propuesto por Marcela Lagarde quien toma la sexualidad como "el conjunto de experiencias humanas atribuidas al sexo y definidas por éste, constituye a los particulares, y obliga su adscripción a grupos socioculturales genéricos y a condiciones de vida predeterminadas". En los particulares la sexualidad está constituida por sus formas de actuar, de comportarse, de pensar, y de sentir, así como por capacidades intelectuales, afectivas y vitales asociadas al sexo. La sexualidad consiste también en los papeles, las funciones y las actividades económicas y sociales asignadas con base en el sexo a los grupos sociales y a los individuos en el trabajo, en el erotismo, en el arte, en la política y en todas las experiencias humanas; consiste asimismo en el acceso y en la posesión de saberes, lenguajes, conocimientos y creencias específicos; implica rangos y prestigio y posiciones en relación al poder"[26].
En esta investigación partimos de un concepto amplio de la sexualidad, que es mucho más que la simple genitalidad. Es afecto, es corazón, es encuentro interpersonal, es realización de la propia personalidad, es corporalidad.
Por lo anterior, la sexualidad rebasa al cuerpo y al individuo: es un complejo de fenómenos bio-socio-culturales que incluye a los individuos, a los grupos y a las relaciones sociales, a las instituciones, y a las concepciones del mundo -sistemas de representaciones, simbolismo, subjetividad, éticas diversas, lenguajes, y desde luego al poder. La sexualidad es a tal grado definitoria que organiza de manera diferente la vida de los sujetos sociales, pero también de las sociedades.
Por otro lado, la sexualidad es un complejo cultural históricamente determinado consistente en relaciones sociales, instituciones sociales y políticas, así como en concepciones del mundo, que define la identidad básica de los sujetos. En ese sentido, la sexualidad es un atributo histórico de los sujetos, de la sociedad y de las culturas, de sus relaciones, sus estructuras, sus instituciones, y de sus esferas de vida. Podemos encontrar que en nuestra sociedad hoy día existen concepciones nuevas acerca de la sexualidad que son el resultado de un proceso histórico que resaltan la tendencia a superar la fase histórica del dominio de una sexualidad surgida sobre la especialización, la exclusión, la obligación y la prohibición de experiencias vitales por sexos. Ha surgido la voluntad histórica de superar la opresión sexual, aunque las ideas y las normas sociales y culturales vigentes son aquellas que conciben a la sexualidad como natural y biológica. Esta concepción llega al extremo de subsumir lo social y lo cultural en lo biológico, cayendo en un reduccionismo genital.
En otros términos, la sexualidad en nuestra cultura está estructurada socialmente por normas de exogamia cuya base es el tabú del incesto amplio (de clase) o restringido (padres, hijos, hermanos) según el caso, así como por normas de endogamia, que permiten la reproducción de otros grupos como las clases sociales y los subgrupos de clase, o culturales. Se trata de una sexualidad construida para reproducir una sociedad y una cultura[27].
Foucault (1986) elaboró una de las concepciones históricas sobre la sexualidad más compleja y profunda. El centro de su análisis es el poder: "El propio término de 'sexualidad' apareció tardíamente, a principios del siglo XIX… Se ha establecido el uso de la palabra en relación con otros fenómenos: el desarrollo de campos de conocimiento diversos (que cubren tanto los mecanismos biológicos de reproducción como las variantes individuales o sociales de comportamiento): el establecimiento de un conjunto de reglas y normas, en parte tradicionales, en parte nuevas, que se aplican en instituciones religiosas, judiciales, pedagógicas, médicas; cambios también, en la manera en que los individuos se ven llevados a dar sentido y valor a su conducta, a sus deberes, a sus placeres, a sus sentimientos y sensaciones, a sus sueños. Se trataba en suma de ver cómo, en las sociedades occidentales modernas, se había ido constituyendo una 'experiencia', por la que los individuos iban reconociéndose como sujetos de una sexualidad".[28]
En síntesis, todos los individuos tienen sentimientos, actitudes y convicciones en materia sexual, pero cada persona experimenta la sexualidad de distinta forma porque viene decantada por una perspectiva sumamente individualizada. Se trata, en efecto, de una perspectiva que dimana tanto de experiencias personales como de elementos públicos y sociales. "No se puede comprender la sexualidad humana sin reconocer de antemano su índole pluridimensional: es un hecho biológico, psicológico y cultural".[29]
Finalmente, podemos concluir que tanto la infancia, como la adultez y la sexualidad, son en definitiva una representación colectiva producto de las formas de cooperación entre grupos sociales también en pugna, de relaciones de fuerza, de estrategias de dominio, estas representaciones tienen un componente cultural y otro individualizado configurado en relación a las experiencias particulares vividas que orientan la conducta del sujeto.
6. DISEÑO METODOLOGICO
6.1 Enfoque y Tipo de Diseño
La presente investigación utilizó un enfoque cualitativo, puesto que éste trata de comprender todo tipo de realidad y la asume como construcción desde un punto de vista holístico, para tratar de identificar, interpretar y comprender la situación en estudio; además se proponen procesos que tratan de dar sentido a la situación en cuestión en este caso las representaciones sociales que tienen los niños, niñas, adultos y adultas, sobre niñez, adultez y sexualidad. De igual manera se decidió la utilización de este enfoque, deseando dar prelación a la realidad según es percibida por sus actores o sujetos de investigación quienes poseen una participación activa en este proceso.
Por tal motivo, el enfoque cualitativo reúne todas las condiciones para abordar la problemática que se plantea en la presente investigación, puesto que permite comprender y buscar el sentido de la experiencia humana y la significación de las Representaciones Sociales de los niños, niñas, adultas y adultos del municipio de Neiva con respecto a la sexualidad, la niñez y la adultez, mediante el diálogo, el lenguaje y la interacción.
Por otro lado, el enfoque utilizado para esta investigación permitió tratar la realidad social, utilizando para los propósitos la descripción, clasificación, interpretación y comprensión de las representaciones sociales. Bajo la denominación de investigación cualitativa se agrupan una serie de propuestas metodológicas que buscan describir e interpretar situaciones y prácticas sociales singulares, dando un lugar privilegiado al punto de vista de sus actores o protagonistas. En otras palabras, "desde los enfoques cualitativos de investigación social se busca comprender la realidad subjetiva que subyace a las acciones de los miembros de la sociedad"[30].
En general, la investigación cualitativa puede ser vista como el intento de obtener una comprensión profunda de los significados y definiciones de la situación tal como nos la presentan las personas, más que la producción de una medida cuantitativa de sus características o conducta (Ruiz e Ispizua 1989; Wainwright 1997).[31].
Es así, que los resultados de la presente investigación se circunscriben al grupo de habitantes del municipio de Neiva Huila, los actores sociales del estudio son niños, niñas, adultos y adultas de colegios públicos y privados.
Toda investigación social tiene siempre un objetivo que podríamos llamarlo el por qué, un fin, el para qué y unos destinatarios para quiénes, aunque no necesariamente estén explícitos. Para el estudio era describir, interpretar y comprender las representaciones sociales que tienen los niños, niñas, y adultos(as) del municipio de Neiva sobre niñez, adultez y sexualidad. Los métodos cualitativos, buscan tratar al grupo y a sus procesos como sujetos, con todas sus características particulares y con sus diferencias de tiempo y espacio, analizando las expresiones verbales, actitudes y comportamientos que no son cuantificables, al igual que el grado de religiosidad, la moral y otras tantas. Una actitud no es algo real sino un constructor por parte del investigador.
Por último, cabe resaltar que la estrategia investigativa utilizada para alcanzar una aproximación más adecuada sobre las Representaciones Sociales que los niños, niñas y adultos(as) tienen respecto de la niñez, la adultez y la sexualidad, fueron los testimonios y los relatos de vida, para tratar de comprender la construcción del significado de sus Representaciones Sociales, como lo ratifica el Doctor Alfonso Torres "…(es) una estrategia metodológica emparentada con la historia de vida pero más restringida y focalizada, caracterizada por el uso de fuentes directas, de inmediatez del relato ofrecido sobre la experiencia de vida, y el uso de material documental y gráfico de apoyo".[32]
6.2 POBLACIÓN
6.2.1 Unidad Poblacional de Análisis
La población de la presente investigación estará compuesta por las niñas, los niños, los adultos y las adultas ubicadas en las zonas urbanas de siete municipios del departamento del Huila, que representan sus cuatro zonas (norte, sur, occidente y oriente), puesto que cada zona muestra diferentes tendencias socioculturales, que resultarán relevantes en la investigación.
Los municipios participantes en la investigación fueron los siguientes: Neiva, Pitalito, Garzón, Palermo, Rivera, Algeciras y Aipe.
Los niños y niñas participantes en este trabajo, oscilaron entre edades comprendidas entre los cinco (5) y doce (12) años de edad por considerar que en este amplio rango de edad se pueden estudiar diferentes niveles evolutivos de representaciones sociales.
El proceso de selección, consistió en verificar los listados de los niños de los grados primero, segundo, y sexto, donde se suponía encontrar niños con las edades comprendidas entre los 5 a 7 años y 11 y 12 años de edad. Una vez identificado estos niños, se procedió a seleccionar con la ayuda de la coordinadora a los niños más y menos expresivos, con el fin de tener una unidad de trabajo más heterogénea.
En Neiva este momento se inició con la visita a los 4 colegios seleccionados para nuestra investigación en nuestro municipio, donde se ubicó a la población que participó en el estudio; a la vez, se realizaron los trámites pertinentes, relativos al conocimiento informado de los actores como una de las condiciones éticas necesarias para realizar el estudio, así como la autorización por parte de las directivas de la institución educativa en la que se trabajo la investigación.
Por tal motivo, se seleccionaron 2 colegios públicos y 2 privados a fin de tener una población más heterogénea, por lo que estas instituciones resultaron sitios estratégicos para la selección de los niños y las niñas participantes, puesto que por un lado, este espacio permite elaborar, redescubrir, confirmar y afirmar las representaciones sociales ya establecidas a partir de la socialización primaria, por otro lado, el permitir descubrir las representaciones sociales de niños de diferentes estratos hizo más rica nuestra investigación puesto que nos aportó una diversidad de conceptos que ayudaron a identificar y comprender esas representaciones sociales.
En cuanto a la población de los adultos y adultas participantes, ésta estuvo conformada por padres y madres de familia, profesores y profesoras, de estos niños y niñas, seleccionados en nuestro municipio para el presente estudio.
Con relación a las distintas características de la unidad poblacional antes referida se han definido 450 niñas y niños escolarizados entre los 5 y 7 y 11 y 12 años de edad; y 150 adultas y adultos de los siete municipios. La distribución de niños(as) y adultos(as) por municipio es: en total 60 niños(as) y 20 adultos(as) por municipio, excepto el municipio de Neiva quien trabajará con 120 niños(as) y 40 adultos(as), por ser una población más grande. Los criterios de selección son los siguientes:
- Niños y niñas escolarizados, de pre-escolar y educación básica
- Adultos y adultas como padres y madres de familia, otros cuidadores y los profesores de los niños participantes.
Por consiguiente, en este sentido la unidad de trabajo se distribuirá de la siguiente manera:
- 15 niñas entre los 5 y los 7 años de edad
- 15 niños entre los 5 y los 7 años de edad
- 15 niñas entre los 11 y los 12 años de edad
- 15 niñas entre los 11 y los 12 años de edad
- 15 o 20 adultos y adultas entre padres y madres de familia y profesores.
Finalmente, el número de los municipios escogidos, al igual que los niños, niñas, adultos y adultas corresponde a la disponibilidad del equipo investigador, con lo cual se toma una población general de los siete municipios.
En Neiva, se seleccionaron 4 colegios, de ellos dos son oficiales y los otros de carácter público. Este criterio se consideró en Neiva por ser un municipio más grande. En cuanto al criterio de selección de los colegios por estrato, se tuvo en cuenta para obtener información más variada de niños, niñas, y adultos(as) de diferentes clases sociales, y de esta manera tener una investigación más enriquecedora. Por tanto, la unidad de trabajó para nuestro municipio se distribuyó de la siguiente forma:
- 30 niñas entre los 5 y los 7 años de edad
- 30 niños entre los 5 y los 7 años de edad
- 30 niñas entre los 11 y los 12 años de edad
- 30 niñas entre los 11 y los 12 años de edad
- 40 adultos y adultas entre padres y madres de familia y profesores.
6.3 TéCNICAS E INSTRUMENTOS
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