Resumen de la revista entretextos (página 4)
Enviado por Ing.+ Licdo. Yunior Andrés Castillo Silverio
De esta manera la investigación dejó ver que más de cuatro mil rancherías wayuu y cerca de 150 caseríos criollos componen la geografía guajira; cada uno guarda su historia de desafíos, luchas y conquistas deslumbrantes. En busca de esa historia, invisibilizada por los etnógrafos profesionales, se lanzaron los estudiantes de segundo semestre de la Licenciatura en etnoeducación de la Universidad de La Guajira, en la cátedra de Lúdica comunicativa II.
Los estudiantes fueron al corazón del comportamiento humano para saber cómo piensa y siente una persona en su vida cotidiana y cómo se convierte en actor vital de un grupo social en una época determinada.
La suma de esas pequeñas historias revela la historia general de La Guajira. Hemos escogido fragmentos de la investigación desarrollada por las alumnas Denice Pallares y Yanelis Ibarra en la ranchería "Chivín" y el caserío "El abra", respectivamente.
2. Ranchería "Chivín"
Este nombre le fue puesto por los alijuna, se debe a la cantidad de chivos que tenía Manuel Epieyuu.
Se ubica a ocho kilómetros de Monguí. Limita al norte con la ranchería "Aritaure", al oeste con la finca "Los melones", al este con "El mariche" y al sur con "Serrualto". Los primeros en llegar a este lugar fueron Manuel Epieyuu Ipuana y su señora Guillermina Epieyuu Epinayuu, procedían de la comunidad "El tablazo", ubicado a cinco kilómetros del Batallón "Cartagena", en las cercanías de Riohacha. En "El tablazo", la tierra no era apta para el cultivo, el clima era fuerte, la lluvia escasa y los conflictos con otros moradores del lugar, por la cría de animales, eran permanentes.
Un día de junio de 1972, Manuel Epieyuu dejó a sus cuatro hijas -Laura, María Antonia, Margarita y Dolores- al cuidado de sus parientes y partió con su mujer a buscar otra tierra donde vivir. Caminaron largo tiempo hasta quedar agotados, sin fuerzas arribaron a "Aritaure", donde un pariente de Manuel Epieyuu, descansaron y pronto reiniciaron la búsqueda de su hogar. Al sur encontraron un monte espeso con árboles altos y una tierra fértil cerca a un arroyo. Inmediatamente Manuel Epieyuu limpió el lugar, construyó una enramada grande de palma, una pequeña cocina y los corrales para los chivos que había dejado en "El tablazo". Pasado un tiempo empezaron los problemas con el señor "Guñapo", dueño de la finca "Los melones"; "Guñapo" no quería de vecino al indio Manuel Epieyuu y amenazó con meterlo a la cárcel si no se iba de allí. El wayuu no se dejó intimidar por los insultos, con la ayuda de otro vecino, llamado Venancio Rojas y pagando mucho dinero escrituró las tierras a nombre de sus descendientes.
Solucionado el inconveniente, Manuel Epieyuu comenzó a sembrar maíz y yuca y cuando hubo recogido la primera cosecha, fue a buscar a sus cuatro hijas. A medida crecían las niñas le ayudaban a su padre a quitar la maleza y a atender las labores del campo pues Manuel no tenía hijos varones.
Con el correr de los años se consolidaron sólidas amistades con los vecinos; los primeros en acercarse fueron Alcides Peralta, Uldarico Gutiérrez, Evaristo y Moisés Acosta, Raúl Daza y "Pova" Martínez. Tiempos de paz llegaron y Manuel tuvo entonces ocho hijos más, cuatro mujeres y cuatro hombres, para un total de 12 descendientes. Los hijos se casaron, la ranchería creció y el agua empezó a escasear en el arroyo. Para abastecerse, entre todos construyeron a pico y pala un pozo profundo, de 18 anillos.
En la "bonanza" de la marihuana, los "marimberos" construyeron una carretera entre "Chivín" y "El mariche" hasta Monguí; esta situación permitió la llegada de carros y motos.
El primer televisor -en blanco y negro-, lo tuvo "Tividad" Epieyuu, hija de Manuel Epieyuu. El aparato trabajaba con batería de carro y lo encendían sólo en las noches. En 2005 inauguraron el primer Centro etnoeduativo con 29 niños y la profesora es Ingrid Epieyuu.
En "Chivín" consideran que el personaje más importante de la zona fue Uldarico Gutiérrez, fallecido; era un hombre rico, amable y gustaba de ayudar al necesitado. Otra persona sobresaliente es "Parruta", un loco que asusta a la gente y se queda dormido en los caminos.
Algunas supersticiones de los habitantes de "Chivín" es creer que cuando un águila canta en un palo seco habrá un cobro y cuando hay eclipse es porque el sol se quiere apoderar de la luna.
(Informantes: María Antonia Epieyuu, Ángela Epieyuu, Fanny Epiayuu, Zoila Epiayuu)
3. Caserío "El abra"
Se ubica a 26 kilómetros de Riohacha; limita al norte con esta capital, al sur con el caserío Arroyo arena, al oeste con el corregimiento de Matitas y al este con la ranchería "Aritaure".
Cuenta con 60 viviendas y 336 habitantes entre los que se encuentran criollos e indígenas. La zona es bañada por una quebrada afluente del río Camarones, allí se cultiva en pequeña escala maíz, patilla, yuca, tomate y fríjol.
Sus primeras casitas surgieron en 1870 cuyos propietarios fueron "Joaquito" Laborde y "Gerardito" Mejía quienes procedían de Monguí. Llegaron al lugar buscando agua para el ganado y como la tierra les pareció buena y estaba cerca de Riohacha se mudaron, huyendo al mismo tiempo, de los conflictos familiares producidos por la repartición de una tierra dejada en herencia.
Atraídos por el lugar arribaron también Juan Francisco Ibarra, Lorenzo Quintero y la familia Iguarán. El poblado creció y los niños se multiplicaron y, por esta razón, la comunidad decidió pagarle a Edita Radillo para que, debajo de una enramada, enseñara a leer a los pequeños, era el año 1906. Como seguían naciendo niños, contrataron a Camila Quintero como segunda maestra.
En 1956, el general Gustavo Rojas Pinilla mandó construir un molino de viento que aún existe y la luz eléctrica la tomaron de las líneas de alta tensión que por allí pasaban hacia el sur del departamento.
Debido al robo de ganado, en 1960, se presentó un enfrentamiento con los indígenas de los alrededores que terminó con la muerte de un wayuu y varias heridas en Juan Francisco Ibarra. Temerosos por las represalias, los pobladores de "El abra" emigraron a Galán, Tomarrazón y Mongui y Juan Francisco Ibarra permaneció solo en el caserío. Cuando creyeron que todo se había olvidado, los que partieron regresaron y el pueblo tomó un nuevo impulso.
Sin embargo, en la época de la "bonanza marimbera" surgió un conflicto entre las familias Amaya y Jinete y la aldea volvió a quedar deshabitada. Al pasar la época aciaga, los nativos de "El abra" retornaron a sus hogares y con ellos vino el progreso; en 1980 se inauguraron el centro de salud y la escuela y se mejoró el servicio de energía.
Los sitios de interés en esta comunidad son la quebrada y la laguna "Los higuitos".
En casos de acción de gracias por algún beneficio -una buena cosecha o el hallazgo de un objeto o animal perdido-, las familias prendían velas a los santos de su devoción -santa Inés del monte, san Martín de Loba, san Francisco de Asis y san Antonio-. En 1991, Hider Ibarra Oñate institucionalizó la fiesta a la Virgen del Carmen, se constituyó un comité pro-fiestas y se desarrollan actividades de limpieza y embellecimiento del caserío, rifas y donaciones; el 16 de julio llega el sacerdote de Riohacha, se bautiza a quienes lo necesiten, se celebra la procesión, se realizan carreras de caballos y burros, partidos de fútbol inter-comunitario y se ofrece una carne a la llanera para todos en el pueblo.
En "El abra" se cocina en fogones con leña, se lava la ropa en la quebrada, en poncheras, el agua es guardada en tinajas para conservarla fresca y limpia; los moradores se bañan en el río, la ropa se guarda en baúles de madera, se usan taburetes y se duerme en hamacas.
Un reconocido personaje es Clara Ibarra, por su empuje, don de consejo y claridad mental, conservados aun a su avanzada edad. Nicolás Ibarra, "Cole", por su alegría y capacidad narrativa, años atrás despertaba al pueblo con las canciones de amor de su época.
El primer televisor llegó al caserío en 1970, era de Zuñilda Ibarra. Todo el pueblo se alegró con este artefacto en blanco y negro; desde entonces la casa de Zuñilda siempre permaneció llena de gente viendo lo que acontecía en la cajita mágica.
(Informantes: Clara Ibarra, Juan Ibarra Castro, Juan Ibarra Amaya, Eberto Ibarra)
4. Conclusiones
Esta investigación se encuentra en proceso; su importancia radica en que los estudiantes de la Licenciatura en Etnoeducación de la Universidad de La Guajira, han sido vitales para la recolección de la información. Ellos han vivido el proceso de cerca, han sido testigos directos de las narraciones, experiencias, anécdotas, y, especialmente, han aprendido a valorar la historia de poblaciones tan cercanas a la suya, lo cual permite el reconocimiento del otro y la aceptación de la diversidad.
Autor:
Ing. Lic. Yunior Andrés Castillo S.
"NO A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD DE INFORMACION"?
Santiago de los Caballeros,
República Dominicana,
2015.
"DIOS, JUAN PABLO DUARTE Y JUAN BOSCH – POR SIEMPRE"?
[1] Docente asociada Universidad del Magdalena, Facultad de ciencias de la educaci?n. Psic?loga, Mag?ster en estructuras y procesos de aprendizaje.
[2] Docente en la instituci?n educativa ?Helion Pinedo Rios?, Riohacha; Docente catedr?tico en la Universidad de La Guajira, Licenciado en biolog?a y qu?mica, Mag?ster en educaci?n con ?nfasis en evaluaci?n y desarrollo educativo regional.
[3] Docente titular, Universidad de La Guajira, Facultad de ciencias de la educaci?n; Licenciado en idiomas, Mag?ster en etnoling??stica.
[4] Docente asociada, Universidad de La Guajira, Facultad de ciencias de la educaci?n. Licenciada en ciencias de la educaci?n, Especialista en evaluaci?n y pedagog?a.
[5] N??EZ, Violeta (1990). Modelos de educaci?n social en la ?poca contempor?nea Barcelona: PPU, p. 33
[6] ESCUDERO MU?OZ, Juan M. Modelos did?cticos: planificaci?n sistem?tica y autogesti?n educativa. Barcelona: Oikos – Tau, p. 11.
[7] Mu?oz Sedano, Antonio (1998). Hacia una educaci?n intercultural: enfoques y modelos. Madrid: Universidad Complutense, p. 1
[8] Bartolom?, Margarita (1997). Diagn?stico a la escuela multicultural. Barcelona: Cedecs, p. 18
[9] Bueno Aguilar, Juan Jos? (1997). Controversias en torno a la educaci?n multicultural. La Coru?a: Universidad de La Coru?a, p?g. 2
[10] Merino Fern?ndez, Jos? y Mu?oz Sedano, Antonio (1998). Ejes de debate y propuestas de acci?n para una pedagog?a intercultural. En: Revista iberoamericana de educaci?n, No. 17, Organizaci?n de estados iberoamericanos, Educaci?n, lenguas, culturas, Biblioteca digital de la OEI, p?g. 4
[11] Bueno Aguilar, Juan Jos?, op. cit., p?g. 3
[12] Cunningham, Myrna (2002). La educaci?n superior intercultural: recurso pedag?gico para una educaci?n equitativa. En: Seminario ?Educaci?n superior y ciencia y tecnolog?a en Am?rica Latina y el Caribe: respuestas frente a la expansi?n y a la diversificaci?n?, Fortaleza, Banco interamericano de desarrollo, Departamento de desarrollo sostenible, Unidad de educaci?n, p?g. 5
[13] Aristiz?bal G., Silvio, Lozano S., Leonor y Ortiz G., Francisco (2002). Fundamentos para la evaluaci?n de la educaci?n en territorios ind?genas. Bogot?: Ciudad virtual de antropolog?a y arqueolog?a, p?g. 2
[14] Bueno Aguilar, Juan Jos?, op. cit., p?g. 3
[15] Merino Fern?ndez, Jos? y Mu?oz Sedano, Antonio, op. cit., p?g. 2
[16] Ibidem, p?g. 1.
[17] Garc?a M., Alfonso y P?rez S., M. Dolores (1997). La educaci?n intercultural: una cita obligada en la formaci?n del profesorado. En: Revista electr?nica interuniversitaria de formaci?n del profesorado, 1 (0). Disponible en http://www.uva.es/aufop/publica/actas/viii/edprima.html.
[18] Ibidem.
[19] Ibidem
[20] Cunningham, Myrna, op. cit., p?g. 7
[21] ibidem, p?g. 8
[22] Bueno Aguilar, Juan Jos?, op. cit. 4
[23] Bueno Aguilar, Juan Jos?, op. cit. p?g. 5
[24] Merino Fern?ndez, Jos? y Mu?oz Sedano, Antonio, op. cit., p?g. 3
[25] Garc?a M., Alfonso y P?rez S., M. Dolores, op. cit., p?g. 2
[26] Garc?a M., Alfonso y P?rez S., M. Dolores, op. cit., p?g. 7
[27] Merino Fern?ndez, Jos? y Mu?oz Sedano, Antonio, op. cit., p?g. 6
[28] Garc?a M., Alfonso y P?rez S., M. Dolores, op. cit., p?g. 6
[29] Merino Fern?ndez, Jos? y Mu?oz Sedano, Antonio, op. cit., p?g. 4
[30] Pez marino que en la cabeza tiene un disco con el que puede hacer el vac?o para adherirse a ciertos animales marinos (como tiburones o ballenas) o a los cascos de las barcos; se les atribu?a la posibilidad de retrasar las embarcaciones. Tomado de: G?MEZ DE SILVA, Guido. Breve diccionario etimol?gico de la lengua espa?ola. M?xico: FCE, 2001, segunda reimpresi?n
[31] Merino Fern?ndez, Jos? y Mu?oz Sedano, Antonio, op. cit., p?g. 2
[32] Disponible en http://www.humananconnection.org/centerofcultures/centro-de-las-culturas.htm
[33] Disponible en http://www.colegioguadalajara.com.mx/reglaprepa.htm
[34] Apartes de este documento se socializ? en el I Foro educativo binacional: la formaci?n del docente ind?gena en el contexto de la interculturalidad. Uribia, mayo 23 y 24, 2001
[35] Docente catedr?tico en la Universidad de La Guajira y en la Instituci?n educativa ?Almirante Padilla?, Riohacha, Licenciado en biolog?a y qu?mica, Especialista en evaluaci?n escolar.
[36] Extra?do de los resultados de la investigaci?n Etnoecolog?a wayuu: pautas de asentamiento y aprovechamiento del ecosistema en la Serran?a de la Makuira, Alta Guajira, Colombia, realizada por docentes del programa de Licenciatura referido.
[37] English professor at the School of education of Universidad de La Guajira, Professional in modern lenguages: english-french, Magister TESOL, carlosortega[arroba]gmail.com
[38] In this paper Second language adquisition (SLA) will be also covering the Foreign language learning and acquisition, since the intention of this paper is to parallel both processes for the aim of finding a common ground for the issue at hand.
[39] Bialystok?s model is most fully worked out cognitive theory of L2 learning (see for more information: Language Learning (1979) 29:81-104 and Applied Linguistics (1985) 6:101-17)
[40] According to D. Ausabel in Learning: Theory and Practice (1971), obliterative assumptions is the tendency of the learner to ignore new information which does not accord with her existing knowledge system. Overgeneralizations can be seen as examples. For instance, when the learner says: ?My father made to go to bed? may do so because she has internalized the rule of to-infinitive for the complements, ignoring the fact that ?make? does not conform to this rule in sentences in the active voice.
[41] ZPD is a sociocultural construct defined by Lev S. Vygotsky in Thought and language, Cambridge, MIT Press, 1986. According to Vygotsky, ?the ontogenesis of mental functions is captured in the genetic law of cultural development as follows: every function in the child?s cultural development appears twice: first, on the social level, and later, on the individual level; first between people (interpsychological), and then inside the child (intrapsychological)? (Aljaafreh: 467).
[42] The term ?microgenesis? in the ZPD theory refers to the actual language development which arises in the learner as a result of the intervention of the expert (Aljaafreh & Lantolf, 1994: 474). This intervention operates in a whole range from implicit to explicit correction. The more implicit the correction is, the more strategic and self-reliant the intruction will be, and viceversa.
[43] According to Sussane Carroll and Merrill Swain in ?Implicit and explicit negative feedback: an empirical study of the learning of linguistic generalizations? in Studies in second language acquisition, 15 (1993): 357-86, explicit correction procedures are defined as any feedback that ?overtly states that a learner?s output was not part of the language-to-be-learned?; and, implicit feedback as any instance of feedback from which learners have to infer that their linguistic performance was inaccurate.
[44] The parenthesis is mine. The terms of ?other-regulation?, and ?self-repair? are quoted in reference to Leo van Lier?s study on The classroom and the language learner, a dressed above.
[45] Docente experta en la Universidad de La Guajira, Facultad de ciencias de la educaci?n, Licenciada en etnoeducaci?n con ?nfasis en lecto-escritura y biling?ismo, Especialista en planeaci?n educativa, murirri[arroba]hotmail.com
[46] Este art?culo es el resultado de la monograf?a titulada ?Errar es humano: interferencia ling??stica del wayuunaiki sobre el espa?ol?, elaborada por Eufemia Moscote Riveira y Mar?a Margarita Pimienta, con la direcci?n de la profesora Nubia Marleny Tobar.
[47] MANSEN, Richard y Karis (1984). Aprendamos guajiro. Gram?tica pedag?gica de guajiro. Bogot?: Towsend, p?g. 101
[48] Docente en la Universidad de La Guajira, Facultad de ciencias de la educaci?n, Licenciado en psicopedagog?a, Magister en etnoling??stica.
[49] Perr?n, Michel (1980). El camino de los indios muertos. Caracas: Monte ?vila, p?g. 83
[50] Ibid., p. 88
[51] Ibid., p. 146
[52] Ibed., p. 30
[53] ECO, H. (2005). Tratado de semi?tica general. M?xico: De bolsillo, p?g. 24
[54] Ibid., pp. 24 y 25
[55] Ibid., pp. 66
[56] Docente catedr?tica, Facultad de ciencias de la educaci?n, Universidad de La Guajira, Comunicadora social, Especialista en planificaci?n del desarrollo regional y municipal.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |