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Aparato Reproductor Masculino y Femenino


Partes: 1, 2, 3

    1. Resumen
    2. Generalidades de Aparato Reproductor Femenino
    3. Ovogénesis
    4. Ovarios
    5. Consideraciones Clínicas
    6. Oviductos o Trompas Uterinas
    7. Útero
    8. Vagina
    9. Genitales Externos
    10. Tracto reproductor femenino y gestación
    11. Sistema Reproductor Masculino
    12. Conductos Excretores
    13. Genitales Externos
    14. Diferencias en las divisiones meióticas de las células germinales femeninas y masculinas
    15. Conclusión
    16. Bibliografía

    Resumen

    En el presente trabajo están expuestos todos los puntos referentes al aparato reproductor masculino, según su morfología y ultraestructura. Para indagar más sobre el tema recomiendo la lectura de la introducción del trabajo, donde se podrá apreciar su contenido y una breve reseña de lo que después se desarrollará.

    "Posiblemente nos irritare ver cuán

    rápidamente fluye y nos abandona nuestro

    corto período de vida, si no fuera que

    en lo más profundo de nuestro ser

    somos conscientes en secreto de nuestra

    participación en la incansable primavera

    de la eternidad, de manera que siempre nos

    queda la esperanza de encontrar vida

    en ella nuevamente."

    Schopenhauer

    Introducción

    La capacidad de producir nuevos individuos es una de las características fundamentales de los organismos vivos. Todas las especies de animales pluricelulares tienen un período de vida limitado, y la supervivencia requiere de un mecanismo que permita la producción de nuevas generaciones de la misma especie, es decir, la capacidad de reproducción

    Todos los vertebrados se reproducen bisexualmente, ya que existe un sexo masculino y uno femenino, cada uno de los cuales produce células sexuales especializadas denominadas gametos Los gametos son producidos en las gónadas (gr. done semilla) u órganos sexuales primarios, que en la mujer son los ovarios y en el hombre los testículos. Los gametos femeninos se denominan oocitos, mientras que los masculinos se denominan espermatozoides. Cuando un oocito se une a un espermatozoide, por el mecanismo de fertilización (lat. fertilitas) o concepción se produce una célula nueva, el cigoto.

    En cada sexo, los órganos sexuales primarios son asistidos por órganos sexuales secundarios o accesorios. Estos también son de importancia para el transporte de los gametos o funcionan como glándulas anexas. En la mujer se trata fundamentalmente de las trompas uterinas, el útero y la vagina, mientras que en el hombre los principales son los epidídimos. los conductos deferentes, las vesículas seminales, la próstata, además del pene. Por carácter sexual primario se entiende el tipo de glándula sexual primaria o gónada, es decir, el ovario o los testículos, mientras que los caracteres sexuales secundarios comprenden los demás caracteres sexuales. Los caracteres sexuales secundarios pueden dividirse en caracteres secundarios genitales y extragenitales. Los órganos sexuales accesorios pertenecen a los caracteres sexuales secundarios genitales, mientras que las muchas diferencias sexuales, por ejemplo la distribución de vello y grasa, la constitución física, etc., pertenecen a los caracteres sexuales secundarios extragenitales. Los caracteres sexuales secundarios se denominan caracteres sexuales somáticos y conforman en conjunto el sexo somático.

    No puede definirse brevemente el sexo, pero desde el punto de vista biológico de la reproducción puede considerarse a un individuo como de sexo femenino, cuando normalmente ha sido, es o será capaz de producir oocitos, mientras que un individuo se considera de sexo masculino cuando ha sido, es o será capaz de producir espermatozoides.

    La determinación del sexo del ser humano depende de factores cromosómicos genéticos y endocrinos. El sexo cromosómico se define en la concepción, puesto que el cromosoma Y es fundamental en la determinación sexual provocando la aparición del sexo masculino Por el contrario, el número de cromosomas X no es tan importante en la diferenciación del sexo.

    El sexo cromosómico puede determinarse por el estudio de la cromatina en un estadio muy temprano del desarrollo. Pero no pueden diferenciarse caracteres sexuales histológicos en las gónadas del ser humano antes de la sexta a séptima semana de vida fetal. El período previo se denomina estadio gonadal indiferente. La diferenciación de las glándulas sexuales a partir de la sexta a séptima semana, que determina el sexo gonadal, es controlada por los cromosomas sexuales. Ante la presencia de un cromosoma Y la gónada indiferente es estimulada a desarrollarse en una gónada masculina, puesto que el cromosoma Y tiene un fuerte efecto determinante de testículo. La ausencia de un cromosoma Y implica que se desarrollará un ovario. Posteriormente los genitales secundarios adoptan las características masculinas o femeninas. De este modo se determina el sexo genital (que junto con las características sexuales secundarias extragenitales determinan el sexo somático). El desarrollo de los caracteres sexuales secundarios genitales depende de las gónadas, fundamentalmente del testículo, que presenta mucha mayor actividad endocrina que el ovario. El testículo fetal secreta por lo menos dos hormonas, la testosterona, que es androgénica. Las hormonas testiculares fetales son responsables del desarrollo masculino. La presencia o ausencia de testículos actúa entonces sobre el desarrollo en dirección masculina o femenina respectivamente, sin tener en cuenta el sexo cromosómico, mientras que la presencia o ausencia de ovarios no tiene importancia. El testículo fetal determina entonces el desarrollo masculino, lo que puede considerarse como una desviación del esquema femenino básico.

     

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