Descargar

Las herramientas mentales del investigador crítico

Enviado por Abdiel A. Ábreg


Partes: 1, 2, 3

  1. La investigación en la praxis social
  2. Herramientas mentales del investigador crítico
  3. Primera herramienta: imaginación
  4. Segunda herramienta: pensamiento crítico
  5. Tercera herramienta: relativismo
  6. Cuarta herramienta: escepticismo
  7. Herramienta: ética intelectual
  8. Conclusión
  9. Recursos literarios

PREFACIO

La Investigación en la praxis social

El mejor investigador es el infante. Él empieza a conocer el mundo observando, escuchando, palpando, recordando hechos repetitivos. De su proceso de investigación construye su único conocimiento del mundo, y lo construye bien porque de ello depende su supervivencia. Y sobrevive mediante la percepción… Luego su método de investigación fue adecuado. Y continúa investigando y aprendiendo, por sí mismo descubriendo y relacionándose para desenvolverse en su ambiente. Y aprende a construir mundos imaginarios en donde él controla su realidad. Hasta que alcanza la edad escolar. Entonces alguien, el educador, sustituye el aprendizaje directo por el de referencias. Y jamás vuelve este niño al método inicial de aprender por sí mismo. Y pierde la habilidad de creary algo de humanidad también.

Investigar es buscar, sistematizar, crear, producir conocimiento. Precisar lo que entendemos por investigación ayudará a que hablemos el mismo idioma. Podemos compartir la definición de Armando F. Zubizarreta: "Investigar supone aplicar la inteligencia a la exacta comprensión de la realidad en un impulso de penetrarla, arrancarle su secreto y dominarla". (La Aventura del Trabajo Intelectual, p.74).

Es corriente en nuestro diario quehacer recurrir a textos y manuales de metodología de la investigación. Estos textos y manuales si bien son metodológica y científicamente adecuados para el quehacer investigativo, en su mayoría dirigen el estudio hacia la investigación en sí. El centro del estudio lo es el método conque se investiga.

No profundizan estas obras en la persona del investigador como tal, ni en la función social ya del investigador ya de la investigación misma. Podríamos afirmar que la metodología de la investigación, tal y cual la hemos conocido y estudiado es profundamente – y profusamente- objetiva, inhumana e insocial. Se fundamenta en las cabriolas para llegar al objeto del conocimiento dejando de lado tanto ese objeto como al sujeto del mismo.

Si evitamos al sujeto deshumanizamos el producto. La metodología enfocada sólo hacia el producto de la investigación y la forma de lograrlo lo desliga de su creador, el sujeto, lo desliga de la interacción entre sujetos, y por ende la hace socialmente ineficiente.

Un tratado cualquiera sobre investigación se limita a describir página tras página el pensamiento científico, las clasificaciones, los enfoques, los paradigmas, la sociocrítica, el constructivismo y la holisticidad, lo cuantitativo versus lo cualitativo, el triángulo, los esquemas de fulano y zutano, etc, y relega el aspecto social y por ende resulta aterrador para el principiante, y para el veterano también. Y lo peor, ese tratamiento de la investigación oculta la responsabilidad social tras una supuesta asepsia metodológica. Pero el método debe prestar un servicio al investigador, no esclavizarlo.

Nuestro maestro Giovanni Sartori nos cuenta: "mis estantes están inundados de libros cuyos títulos son "Metodología de Investigación en las Ciencias Sociales", pero esas obras simplemente tratan sobre técnicas de investigación y procesamiento estadístico. No tienen casi nada que ver con el "método del logos", con el método del pensamiento. Por lo que tenemos una ciencia deprimente que carece de método lógico y, de hecho, ignora la lógica pura y simple". (http://google.com/politica/sartori/articulo.html)

El academicismo moderno conlleva más reglamentaciones que razonamientos, por ende las investigaciones producidas son formalmente correctas y perfectamente inútiles. Cumplen los parámetros reglamentarios pero no cumplen función social alguna, salvo la de llenar estantes e inflar currícula.

Es nuestro deber, como practicantes de la investigación, mostrar a los que en estos menesteres se interesan los mecanismos mentales que nos permitan investigar objetivamente con responsabilidad social y al mismo tiempo divertirnos disfrutando nuestro trabajo.

Tomemos en cuenta que todos los profesionales se encuentran con la necesidad de investigar, pero no de convertirse en profesionales de la investigación. Investigar sin una motivación es como arrear un caballo sin poner caña en el trapiche… Moler el vacío para producir aire. La necesidad de investigar brinda la oportunidad de ser críticos, pues dicha necesidad es generada por hechos sociales.

La praxis social exige que la investigación juegue un papel crítico, que sea motivadora de cambios en el entorno. Requiere de la investigación acción, no sólo reacción. Por ello el investigador moderno debe ser un investigador crítico. No una marioneta de las metodologías, sino un artífice de ellas.

Toda investigación crítica debe reflejar el interés y la personalidad del investigador. Y debe reflejar la forma en que ese investigador influye en su entorno social. No es socialmente responsable lanzar al entorno un producto huérfano o bastardo. El investigador y sus circunstancias deben reflejarse en el trabajo. El conocimiento no debe construirse fuera de la praxis social. Se construye en y para la praxis social.

Partes: 1, 2, 3
Página siguiente