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- En resumen
Cuando Darwin y Wallace publicaran simultáneamente su descubrimiento de la Teoría de la Evolución de las Especies, ambos anticipaban una reacción adversa por parte de la religión institucionalizada, la cual aún persiste. Lo que es más curioso es que esta teoría, para sus proponentes actuales, representa una religión agnóstica, ya que ellos defienden sus conclusiones y basan muchas de sus creencias en la atribución antropomórfica de sus propias ideas a los animales que estudian, como si éstos pudiesen razonar y pensar de modo abstracto. Lo que no es verdad, aunque produzca resultados jocosos.
Por ejemplo en su estudio enciclopédico de la selección de pareja para la reproducción y del dimorfismo sexual, The Ant and the Peacock, Helena Cronin, filósofa/economista/darvinista — ferviente, atribuye a la hembra de las especies de varios géneros animales que describe, el raciocinio necesario para elegir premeditadamente al macho que la fecundará para su reproducción exitosa.
El Pavo Real por Tobias Stranover
Nadie quien pretenda entender, aunque de modo somero, el alcance de los cerebros (todos los cerebros que residen en los cráneos de todos los animales) tendría que admitir que algunos de nuestros comportamientos son intuitivos y que, como tales, sirven propósitos enormes al ser humano y a otros animales.
Henri Bergson (1859-1941). Filósofo francés, ganador del Premio Nobel por literatura (1927) nos persuade ampliamente cuando anticipa el furor científico que hoy domina el pensamiento de la neurociencia en su búsqueda por el entendimiento de lo que es consciente en nuestro cerebro.
Igualmente, Bergson analiza las intuiciones humanas para arribar al asiento desde donde desarrolla su teoría reconocida como el Vitalismo. Que contrataba con el Positivismo de Auguste Comte.
De curiosidad intelectual es que Bergson nació el mismo año en que Darwin publicara El Origen de las Especies. (El libro aquí recomendado es: Introduction to Metaphysics por H. Bergson).
Pero, fue asimismo el genio de Darwin quien, habiendo causado el descenso del ser humano de su pedestal auto elegido, nos introduce a los sentimientos de los animales, por vía de los nuestros, en su obra: The Expression of the Emotions in Man and Animals.
En este aspecto de fijar en las mentes de otros seres vivientes las experiencias propias, la autora no está sola, ya que muchos escritores en la materia, siguiendo la tendencias de Esopo y de Darwin, sufren de esta misma propensión — la de humanizar los animales.
Con esa afición estos pensadores nos recuerdan de los mismos entusiasmos religiosos que en otros, pretenden repudiar en sus entusiasmos científicos.
Habiendo utilizado el libro de Cronin para enseñar mis alumnos, y, habiendo leído sus ideas con deliberado interés, aun quedo insatisfecho con sus teorías y conclusiones. No estoy convencido de que la pava real observa críticamente el ornamentado plumaje del macho de su especie, concluyendo que el que posee la cola más vistosa es el mejor prospecto reproductivo para padrear sus retoños. ¿Cómo lo va a determinar si carece de la capacidad abstracta de reflexionar? –– como así creemos.
De hecho, en nuestra experiencia, muchas mujeres seleccionan al contrahecho y tarado, en lugar del hombre saludable, para hacer su decisión reproductiva.
Lo que, en los casos referidos, no lo hace por seguridad o dinero.
En esto como en otros dilemas, los científicos nos han frustrado, carecientes, que son ellos mismos, de respuestas acertadas.
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