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Mis experiencias en un lugar sagrado

Enviado por resplandor888


    Al Encuentro del Venado Azul

     

     

    EL PRIMER VIAJE: EL NACIMIENTO

    Hace algunos años un anciano soñó y nosotros aparecimos en su sueño;

    Entonces el anciano dijo: "Ha llegado el momento de abrir el libro de la

    Sabiduría antigua para la gente del nuevo tiempo."

    Don Andrés Jiménez (Maraakame Huichol)

    "Podemos ser libres, podemos aprender a volar."

    Richard Bach

    Mi maestro (SAMAEL AUN WEOR) había despertado en mi el interés por probar un cactus enigmático y difícil de conseguir, después de leer algunos de sus libros donde hacia mención de la cualidades de esta planta:

    "El peyote es muy exigente: hay que tener castidad. PERO ES PARA HOMBRES CÓSMICOS. Así pues, el peyote es útil, pero hay que saberlo usar, no abusar de él jamás. Al peyote no lo podemos considerar como droga; es un planta inofensiva que no forma hábito de ninguna especie y que solamente coopera con la meditación, cuando se sabe meditar." 2

    La invitación llegó, a través de dos amigos, se me abrieron dos senderos: la vía Tradicional (el sendero Huichol), a través de participar en las enseñanzas de don Andrés Jiménez, un maraakame Huichol, un anciano de ochenta y tantos años, envejecido entre la experiencia y los misterios de su pueblo ancestral, que estaba haciendo ceremonias Huicholas en Puebla, como no se me dijo bien de que se trataba, y solo hablaban de pasar toda la noche danzando, y además tenia que pagar una cuota, decline la invitación. No era mi camino. Un mes mas tarde un amigo que había estado preparando su viaje a Wiricuta desde tiempo atrás con un grupo de amigos suyos y de repente todos se echaron para atrás argumentando diversos compromisos familiares, se hallaba desesperado, pues quería ir, pero la idea de ir solo, le aterraba, así que me invita a ir, yo le digo que no puedo, pero él insiste y me ofrece una oferta que no podía rechazar, pagarme la mitad del viaje. Se me abre de este modo el segundo sendero: la vía libre, mucho más llena de peligros que la primera, pero mas apegada a mi trayectoria dentro del conocimiento. Así se inicio mi primer viaje hacia la zona sagrada de los huicholes (3). A un lugar que se encuentra al norte de San Luis Potosí. Nuestro destino inmediato era Matehuala, pero como no encontramos boleto a Matehuala, nos dirigimos a la capital de San Luis Potosí, ahí llegamos a las 4 de la mañana, a las 6 de la mañana salió el primer autobús hacia Matehuala, por las circunstancias del viaje iba durmiendo hasta que un pueblo antes de llegar a Matehuala, el autobús hace una parada, se llena y empiezo a sentir una opresión en el pecho lo cual me hace despertarme bruscamente; habíamos entrado a suelo sagrado.

    Llegamos a Matehuala en un ambiente lluvioso y nublado lo que nos augura que nuestro viaje no va atener éxito. Eran las 8 de la mañana y la primera corrida hacia Wadley (el pueblo de nuestro destino) ya había salido (su salida es a las 7 de la mañana) y la siguiente salida era hasta la una de la tarde. Así que nos dirigimos al parque central del lugar para esperar a que se llegara la hora de nuestra salida, mi amigo me dejo a cuidar las cosas mientras el se iba a conocer la iglesia, para no aburrirme saque un libro y cuando me disponía a leer, se aparece un muchacho con una bicicleta y como le veo una actitud sospechosa, cierro el libro y me pongo en guardia, ante mi actitud se retira, procedo a continuar con mi lectura y lo mismo otro muchacho con una bicicleta aparece y se coloca cerca de donde yo estaba, me doy cuenta que se quieren robar nuestras cosas; así que guardo el libro y estoy alerta. De pronto el lugar se empieza a llenar de gente, es martes como para que hubiera tanta gente, me siento observado, analizado, como si fuera un bicho raro, no puedo casi ni moverme con tantas miradas posándose sobre mi. Se llegó la hora de nuestra partida y nos dirigimos a la terminal de autobuses, mi amigo se adelanta y yo lo sigo a unos cuantos metros de distancia, de pronto escucho que alguien pronuncia mi nombre como yo se que por esos lugares nadie me conoce, no hago caso; así que sigo caminando, y por segunda ocasión escucho que gritan mi nombre como si me llamaran, no hago caso y cuando por tercera vez me gritan –Luis- entonces volteo rápidamente, pues siento que la intención va dirigida hacia mi, y entonces veo a un muchacho del lugar que tenía puesta su mirada en mi, al verse descubierto se agacha y disimuladamente se va hacia otra dirección. Abordamos el autobús y después de nosotros se sube un personaje raro y enigmático que llevaba una caja con un pastel, la cual coloca en la parte de atrás del autobús, y con insistencia la va a revisar para que nadie coloque cosas pesadas encima. Ante lo cual mi amigo le dice "en la noche vamos a comer pastel" y a partir de ahí se inicia entre ellos un dialogo especial y esperado, platican por ejemplo sobre la tradición de las plantas de poder, etc. De entre lo que van platicando alcanzo a escuchar frases como esta: "cuando tengo miedo de mi mismo entonces algo sucede". Llegamos a Wadley a la 3.30 PM. El cielo estaba despejado, hacia un sol esplendoroso, pero al ver hacia el lugar donde pensábamos acampar (el cerro de las animas) se notaba lleno de nubes negras como si estuviera lloviendo, ante lo cual el señor que nos encontramos nos dice: "quédense en mi casa esta noche y ya por la mañana se van a donde quieren, vean como esta, seguramente esta lloviendo, si quieren comer peyote, yo les digo donde crece por acá cerca". Aceptamos la proposición del señor, dejamos nuestras cosas en su casa y nos dirigimos hacia donde nos había indicado, hacia un lugar ubicado a 2 kilómetros de distancia del pueblo, ubicar la planta para mi no fue difícil, inmediatamente encontré mi primer peyote (de 8 gajos, número idéntico a mi numero personal), a mi amigo le estaba costando encontrar y empezaba a patear el suelo, sucede algo interesante la primera vez que uno esta buscando peyotes, puede pasar muchas veces por el mismo lugar y no ve nada y de pronto cuando encuentra uno, ve que aparecen por todas partes, y donde solo había estaba lleno de cactus, empecé a comerlo, su sabor amargo inundaba mi paladar y sus efectos empezaban a manifestarse a través de mis sentidos, para aprovechar al máximo la experiencia ensaye diferentes cosas: cerré los ojos y me concentre en mi chacra del entrecejo y empecé a percibir una florecita de colores muy vivos que se abría en un panorama multicolor de una belleza indescriptible, abrí los ojos, y ahora al cerrarlos entraba en un ambiente de múltiples figuras geométricas en un fondo color violeta. Cuando estaba absorto en mis experiencias, mi amigo me interrumpe y me dice que mejor hagamos una meditación debajo de un árbol cercano, cuando le manifiesto que estoy de acuerdo con su decisión, escucho un aullido a dos metros de distancia, no hago caso; y se escucha un segundo aullido, los dos ponemos mas atención a la situación y nos percatamos que es un aullido de muerte.

    El segundo aullido empezó a penetrar los poros de nuestra piel llenándonos de un escalofrío nunca antes sentido por nosotros, nuestra vida estaba en peligro. A los pocos segundos a una mayor distancia de donde venían los aullidos anteriores, escuchamos un tercer aullido, entonces mi amigo me dice "corre" y cuando empezamos a correr escuchamos los aullidos desesperados de por lo menos treinta coyotes, provenientes de un cerro cercano (ansiosos porque se les va su comida). En esos momentos yo sentí que nos iban a alcanzar, nuestra muerte era inminente, íbamos a ser devorados los aullidos se escuchaban cada vez más cerca, ya estábamos el 99.9% muertos. En la medida que corríamos la angustia y la desesperación inundaba nuestros rostros, pues nos resistíamos a morir. Yo no quería morir, tenía tantas cosas inconclusas en mi vida, tanto por hacer y aprender. Finalmente nos dimos cuenta de que nos iban a alcanzar, y empezamos a disminuir el paso, aceptamos nuestra muerte, pero no sin luchar, yo me detuve a cortar una vara para por lo menos defenderme, y en ese instante mi amigo me pide mi cinturón, y yo pienso "que va a agarrar a cinturonazos a los coyotes?", mi amigo se acordó de algo que su mamá alguna vez le recomendó, así empezó a arrastrar el cinturón, y continuamos corriendo, de pronto algo sorprendente ocurre, escuchamos que los coyotes siguen aullando, pero se detienen, como si una barrera les impidiera continuar, esta acción había obrado mágicamente. Nos habíamos salvado. Al atravesar una vía que existe por ese lugar un suspiro nos hacía sentir la vida otra vez. La aventura apenas comenzaba, ya empezaba a presentir que lo peor estaba por pasar. Mi percepción era semejante a lo que expresara alguna vez Kalweit Holger:

    "Estamos a punto de entrar a un reino de "engaños", de reflexiones milagrosas, de paradojas y lo absurdo, a un panorama en donde todo es posible. La tierra a la que entramos es extraña. Aquellos que viajan a este resplandeciente y fabuloso reino corren el peligro de perderse, de ahogarse: el espejo nos engaña con lo que proyectamos en él, un paseo sobre el filo de la navaja." 4

    Al llegar a la casa del hospitalario señor, nos percatamos que nos estaba esperando en la puerta y estaba preparando en el patio de su casa una fogata. Íbamos a participar en un antiguo ritual con el fuego. Este señor era un brujo del lugar, y por motivos que ignorábamos nos iba a mostrar cosas. Mi amigo se sentó del lado de la puerta a lo que el brujo le dijo, estas mal colocado y el fuego te va a quitar, mi amigo no hace caso, de pronto, sorprendentemente el fuego se empieza a dirigirse hacia el, hasta que decide quitarse de ahí, puesto que se estaba quemando. El brujo prepara una sustancia hecha de polvo de peyote y agua, en una botella y nos la da a beber, yo lógicamente rechazo la invitación, pues el encontrarme en un ambiente extraño y desconocido aumenta mi desconfianza. Mi amigo si hace todo lo que el brujo le indica. De pronto el brujo empieza a comentar cosas extrañas: "aquí se viene a nacer, ustedes en este momento van a nacer", el fuego parece obedecerle, toma un puño de tierra y lo arroja hacia la hoguera y el fuego se enciende aún más. Se dirige hacia mi y me dice "tu vas a llegar a hacer todo lo que yo estoy haciendo" su dialogo posterior transcurre de esta forma:

    El brujo Agustín: Lo mejor va a venir cuando aparezcan las brazas.

    El brujo Agustín: Fui hace poco a la ciudad de México, al zócalo de la capital.

    Luis (o sea yo): Estuviste en tierra sagrada –comenté.

    Agustín: Toda tierra es sagrada –aseveró.

    Agustín: Mucha gente ha comentado que existe una loba solitaria por estos rumbos, incluso hay quienes la han visto. A los la han visto, algo les va a pasar.

    Me quedé pensando sobre lo que comentaba, e imagine que se podía tratar de un nagual, lo que no entendía era que el solo hecho de ver alguno de ellos implicaba perder la vida, tal vez sea que la persona ya se encuentra a un paso de la muerte y su visión ya puede captar la dimensión de los muertos. En este preciso instante empiezo a escuchar un aullido espeluznante y agudo, reflejando tristeza y melancolía, pareciera que la loba estaba a dos metros de distancia, de donde nos encontrábamos. Entonces le pregunto:

    -Es un nagual?

    Agustín: Debe ser un nagual resentido –responde con la cabeza baja.

    Agustín: Les recomiendo que se vayan, mañana temprano. Ya fue suficiente para ustedes. Váyanse –exclamo en señal de advertencia, sobre algo o cosas que podrían suceder si nos quedábamos.

    Este comentario a mi amigo lo llenó de pavor y empezó a hablar del regreso. Yo no tuve miedo, solo accedí porque estaba satisfecho con lo que habíamos recibido, ya era tiempo de regresar, había que ser prudentes. Confucio decía que los prudentes rara vez fallan.

    Durante el tiempo que duramos en la hoguera, sentía una sensación de peligro, de estarme enfrentando con cosas extrañas y hostiles que tal vez quisieran algo de nosotros. Afuera de

    la casa del brujo se escuchaban gritos bullicio, alboroto, caos. Y cuando cesó su dialogo todo como por arte de magia se tranquilizó y solo quedo un silencio y los ruidos normales de la noche. Parecía que se había arrepentido de continuar con su ritual, pues las brazas aún no aparecían y el ya se estaba despidiendo.

    Nos quedamos solos frente a la hoguera, observando con asombro como el fuego se empezaba a apagar con una rapidez increíble. Tratamos en numerosas ocasiones de reavivar la llama y no pudimos. El fuego parecía no responder ante nuestro incipiente poder, los troncos se rehusaban a arder.

    A la mañana siguiente iniciamos el regreso, era suficiente, la experiencia se había dado. Nuestro nacimiento había comenzado. Una tranquilidad absoluta nos invadía, nos sentíamos tan ligeros como si nos hubiéramos despojado de algo muy pesado, de nuestra carga karmica. Lo que vendría después sería más escalofriante.

      

     

    Luis Manuel Juárez Cuanalo

    Puebla, Pue. México, Septiembre de 2003

    Sobre el Autor:

    "El que vence a los demás es fuerte. El que se vence a si mismo es la fuerza."

    Lao Tze

    La sabiduría es la habilidad de vivir en forma coherente en medio de un mundo caótico. Esta requiere del "conocimiento oculto detrás del conocimiento". Arnold Keyserling

    1976-83 Inicia su aprendizaje en el camino del conocimiento en la escuela: Kung Fu Shaolin, técnica del Dragón Dorado, bajo la dirección del maestro Efraín Ponce Sibaja. Posteriormente su sed de saber lo convierte en estudiante de diferentes corrientes de tipo filosófico-esotérico, periodo en el cual entra en contacto con distintos maestros que lo enseñaran a pensar por si mismo como: Fernando Salazar Bañol, Víctor Palencia, Rodolfo González etc. Y quien logrará influenciarlo notablemente es Samael Aun Weor, sin que esto implique que pierda su identidad y su forma de pensar muy particular.

    1983 Egresa de la Escuela de Psicología de la Universidad Autónoma de Puebla, México. Obteniendo el titulo de Lic. en Psicología.

    1983-84 Da Psicoterapia y trata casos en consultorio privado.

    • Orientador Educativo en enseñanza media.
    • Imparte los cursos: Como superar el Miedo y la depresión, Psicología del Autoconocimiento, en diferentes partes de la Republica Mexicana.
    • Dicta conferencia relacionadas con el desarrollo armónico del hombre.

    – Es instructor el la Asociación Gnóstica de Estudios de Antropología y ciencias.

    1984-87 Es coordinador de Capacitación y Selección de Personal en Diconsa Sur.

    • Catedrático en la Escuela de Psicología de la Universidad Cuauhtemoc, en Puebla, México.
    • Inicia sus estudios de Tai Chi Chuan, Wing Chun Kung Fu, Arte Marcial filipino con diferentes maestros.

    1988 Catedrático en el Instituto de Estudios Universitarios, donde imparte diferentes materias enfocadas al desarrollo personal y profesional de alumnos de una maestría, en Chiapas, México.

    1989-2003 Establece su gimnasio donde imparte clases de Tai Chi Chuan, el cual después pierde y se dedica a dar clases particulares. Es alumno de los siguientes maestros: Chi Xian Ming, Situ Yii Qihuan, Roberto Kwok Chee Cheung.

    • Imparte los Cursos. Dinámica Mental, Psicología Práctica, Los Secretos del Tarot, Magia Sexual, etc.
    • Actualmente es profesor de Tai Chi Chuan en el club deportivo Albatros en la ciudad de Puebla, México.

    Empieza su investigación de las tácticas espirituales y de liberación de la Chamanería y las plantas de poder, lo que lo lleva a visitar lugares considerados como sagrados, donde conoce a un chaman muy peculiar: Agustín Cruz, quien le mueve sus puntos de encaje y lo hace centrar su camino por terrenos aun desconocidos, e inexplorados, y lo somete a los ritos severos de la iniciación. Esta escribiendo un libro donde vertirá todas sus experiencias en este campo enigmático y misterioso, pero no por ello igual de importante, dentro de la vía espiritual de liberación.