- Resumen
- Productos comerciables
- Factores que afectan lo productos comerciables
- Aranceles
- El crecimiento de la población mundial
- Los sindicatos y huelgas de los trabajadores
- Demanda de factores
- Dinero y tasas de interés
- Nivel de precios y aranceles
- Productos comerciables en el Perú
- Principales productos de exportación tradicional
- Productos no tradicionales
- Competitividad y comercio
- Análisis FODA
- Productos no comerciables
- Conclusiones
- Bibliografía
RESUMEN
Desde que se inicia la sociedad, surge la necesidad de intercambiar productos. Primero se realizo mediante el trueque, con lo satisfacían mejor sus necesidades, pero presentaba muchas dificultades al momento de valorizar los productos. Surgió ante ello, en la India una especie de letra de cambio, la que fue mejorando con el paso del tiempo y se convirtió en un acumulador de riqueza. En el país se producen bienes que son destinados a los mercados local, regional, nacional o internacional. Según se vendan dentro o fuera del país son llamados productos comerciables y no comerciables. Aquellos que son exportados se enfrentan a múltiples factores que tienen un efecto el precio final de los mismos, entre ellos: los aranceles que pueden gravar a los productos con un monto fijo, un porcentaje o ambos a las mercancías; las normas de calidad, que exigen ciertos estándares. También los productos son afectados por otros factores que inciden en la competitividad de los mismos, la política monetaria, política fiscal, política comercial, la tasa de cambio, entre otros.
Los países viendo la necesidad constante de intercambiar mercancías, han establecido tratados internacionales sobre materia arancelaria y así llegue a un menor costo las mercancías al consumidor. Es papel del estado
Los bienes producidos para el consumo interno, llamados no comerciables, son afectados por la inflación, el trabajo, las compras del estado, la incertidumbre, entre otros. En el Perú los principales productos son los agrícolas como tubérculos, cereales, frutas y otros.
INTRODUCCIÓN
El comercio es una actividad tan antigua como la sociedad misma. En las primeras etapas de la humanidad, el hombre buscando satisfacer sus necesidades vitales debió agotar todos sus esfuerzos y obtener unos cuantos alimentos; buscar refugio en las cavernas para protegerse de la intemperie y de los animales salvajes. El hombre primitivo lucho tenaz y desesperadamente por su supervivencia.
Más adelante aparece el núcleo familiar y se inicia la organización social, las familias se unieron en organizaciones cada vez más amplias, con sistemas de gobierno apropiados para esa época. El crecimiento del grupo humano y las nuevas formas de vida social los impulso a encontrar nuevas necesidades de satisfacción humana, como la alimentación, el vestido, la vivienda, etc., originalmente los productos de la caza y pesca sirvieron en forma exclusiva para alimentación de un núcleo humano y más adelante, al mejorar los métodos, además de encontrar lo necesario para alimentarse tenían un excedente para soportar tiempos de escasez.
Como las necesidades no eran plenamente satisfechas con el producto de la pesca, caza y recolección de frutos silvestres del lugar, era necesario intercambiar alimentos con otros para que este sea más agradable, apareciendo así el intercambio de bienes alimenticios, llamado trueque, como: carne, pescado, frutas, etc. Estos bienes, obtenidos en el intercambio, llegaron a satisfacer mejor las necesidades humanas tanto individuales como colectivas, por lo que buscaron mejorar el sistema de trueque y así obtener mejores productos y entregar sus excedentes. Cuando la humanidad alcanzó una mejor organización social, los pueblos ampliaron sus mercados para los productos intermedios y finales; destacándose en el comercio los hebreos, indios, chinos, fenicios, que perfeccionaron sus sistemas de transportes terrestres y marítimos para llegar cada vez más lejos con sus mercancías y obtener productos desconocidos en la región de origen; los productores se preocupaban de mejorar la calidad de sus artículos y los consumidores de encontrar nuevos medios de adquirir productos indispensables para la subsistencia humana. Para facilitar el intercambio, apareció, en la India, una especie de letra de cambio como papeles portadores de valor, también en Cartago unos pedazos de cuero que constituían signos monetarios de la época con representación de valores. Los pueblos buscaron un sistema monetario propio para medir fácilmente las transacciones comerciales. Finalmente se perfeccionó el sistema monetario como medida de cambio y portador de valor y posteriormente el dinero se convirtió en acumulador de riqueza. El sistema bancario se hizo indispensable y el comercio comenzó a disponer de mejores elementos para su desarrollo.
En la actualidad el comercio es una actividad económica de los pueblos, destinada a relacionar a los sectores producción y consumo, realizada tanto en el área nacional como internacional, la moneda de cada país se usa para medir las transacciones y se correlacionan el valor de las diferentes monedas a fin de facilitar la medida de compra y venta de bienes y servicios en el mercado internacional. Hay muchos productos que no comercian: cada país los produce para su propio consumo, estos son los bienes no comerciables; los que si se destinan al mercado internacional son llamados los bienes comerciables.
En el mundo en el que vivimos hoy en día es cada vez más competitivo, los mercados tanto local, regional., nacional y mundial requiere de productos cada vez con mayor valor agregado, por lo tanto los países así como las empresas no tienen otra alternativa que ofrecer y poner al alcance de sus mercados productos y servicios de acuerdo a las exigencias y requerimiento de sus clientes; son diversas características como el diseño, diversidad de colores, funcionalidad, seguridad, modernidad, es decir con la mayoría de atributos posibles, ya que estos brindan bienestar, confort y así colmar nuestras expectativas. La única forma de lograr esto es solo si se ofrece ventajas competitivas en productos y servicios, lo que solo se puede lograr capacitando al personal, innovando la tecnología, mejorando los procesos, obteniendo certificaciones de calidad, utilizando materia prima e insumos adecuados y escuchando al cliente. Nosotros mismos ya sea como usuarios o consumidores también nos hemos vuelto más selectivos y cada vez deseamos recibir más por lo que pagamos.
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