El período de inicio es la primera etapa del año escolar donde padres, niños, docentes, auxiliares, directivos interactúan estableciendo los primeros vínculos entre sí. Es el tiempo en el cual los niños se adaptan al jardín mediante un proceso de asimilación y acomodación a nuevas situaciones para lograr la integración con sus pares, la docente y la institución.
Es importante aclarar que lo que antes llamábamos "período de adaptación", hoy lo consideramos "período de inicio". Claramente ambas denominaciones hacen referencia al primer período del año escolar, pero no significan lo mismo; uno se adapta constantemente a las diferentes situaciones presentadas a diario, inclusive el ser humano va adaptándose desde el nacimiento.
La institución antes de comenzar el ciclo lectivo debe dar lugar a ciertas acciones como:
La distribución de los alumnos y la asignación de las maestras para cada sala.
La entrevista inicial que es el primer encuentro de los padres y la docente. Ésta primera comunicación debe estar basada en la seriedad, afecto, confianza, los padres no deben sentirse intimidados o expuestos frente a las preguntas realizadas por la maestra. Aquí se intentará recabar la mayor información posible en cuanto a características del niño y su entorno familiar, cotidiano y cultural.
La presentación de la institución a las familias.
Las reuniones de padres, con el fin de lograr la interacción escuela–comunidad. En la primera reunión de padres es esencial que se mencione el período de inicio y que se detalle el rol que va a cumplir la institución, los docentes, y ellos como familia. Si resulta necesario se realizará una segunda reunión de padres en donde se tratará el progreso de los niños en la primera etapa y cómo se seguirá trabajando a lo largo del año.
"El período de inicio supone un primer momento, en el que los niños y niñas logran separarse de su familia sin dificultades y comienzan a cumplimentar su permanencia en el Jardín durante toda la jornada; un segundo momento en el que los grupos se conforman, se establecen los vínculos afectivos con pares y adultos, se comunican verbalmente, se apropian de los espacios y materiales más significativos; un tercer momento, en el cual, ya afianzados en su grupo y en su sala, se "abren" al mundo del Jardín." (Abuchedid, Russomando. 2008. P. 59)
Al período de inicio lo atraviesan diversas emociones por parte de los niños y sus familias (ansiedad, miedo, expectativas, etc.). Por esto es necesario atender a las necesidades de cada uno ya que esta etapa se vive como una separación, un desprendimiento del niño con su familia. Este conflicto necesita ser abordado por los docentes con profesionalidad y paciencia, y se debe dar el lugar para que éste se resuelva. Los niños en esta etapa necesitan tiempo integrarse satisfactoriamente a la institución; esto es para ellos un período de duelo ya que deben construir en la institución esa seguridad que su ámbito familiar ya le brindó.
Entonces con esto quiero decir que, el período de inicio está atravesado por un período de adaptación en donde el niño no solo debe desprenderse de su círculo familiar, el cual le dio la seguridad para actuar, desarrollarse libremente en tanto aspectos físicos, cognitivos, emocionales y mentales, sino que también éste entra en un nuevo mundo, un mundo en donde hay docentes nuevos, compañeros ya conocidos o no, espacios nuevos, sala nueva, etc., al cual debe adaptarse, y es aquí donde debe poder construir nuevamente esa seguridad que le da su ambiente familiar. Es decir que el niño debe desprenderse de su mundo cotidiano para entrar al universo del jardín.
Para las salas de niños más chicos la adaptación deberá ser más extensa y gradual. Por un lado se puede abordar el período con el grupo total de niños, empezando con horario reducido y luego ir aumentando la franja horaria; por otro lado se puede comenzar dividiendo en dos subgrupos también con horario reducido y luego reunir al grupo completo, esto último depende de si cada subgrupo logró o no relativamente una adaptación y un ingreso a la institución en forma positiva.
En cuanto a los horarios de permanencia es importante tener en claro que van a depender de las características y necesidades de cada niño en particular ya que este recurso jugará un papel muy importante para una adaptación positiva.
Resulta muy útil para el logro de una buena adaptación la presencia de los padres o, si estos no pudiesen, de alguna figura familiar muy cercana al niño que le brinde confianza y seguridad. Para esto se considera oportuno que asistan a la sala del jardín con los niños para que estos puedan hacer con tranquilidad y seguridad su propia exploración del espacio, y esto se logra gracias a que posee con él su figura de apego. Seguramente el niño requerirá la atención de ese familiar en algunas ocasiones, pero en otras seguirá realizando las actividades presentadas por las docentes. Paulatinamente esa figura de apego que acompañó al niño en los primeros días se irá corriendo a un lugar más alejado de la sala, se les debe mostrar a los niños que esa persona se encuentra allí y que ante cualquier necesidad si ellos quieren pueden acudir a ellos; luego esa figura ya no estará allí y los niños deberán saber que ellos los recogerán al finalizar la jornada; es importante para finalizar este proceso que ellos entiendan y sepan que no van a permanecer en la institución por siempre y que es un espacio de ello en el que las familias no están.
Esta adaptación permitirá a los niños separarse gradualmente de su familia, de su figura de apego y acercarse a su grupo de pares y docentes de manera positiva.
La presencia familiar debe ser flexible a modificaciones, demoras o adelantamientos originados en la respuesta del grupo y especialmente de algún niño que requiera más tiempo que otros. Esto es así porque estimar un tiempo de separación, de adaptación no resulta positivo, ya que no se sabe de antemano cuáles serán las reacciones del niño frente a este proceso.
A lo largo de este desarrollo he venido mencionando el lugar que ocupa la separación y acerca de la figura de apego. Considero que es importante mencionar que, como dice Bowly citado por Gerstenhaber (1998), el apego es cualquier forma de conducta que tiene como resultado el logro de la conservación de la proximidad con otro individuo claramente identificado, al que se considera mejor capacitado para enfrentarse al mundo.
La conducta de apego se hace presenta frente a cualquier situación atemorizante, de dolor, cuando la figura de apego parece inaccesible. La función de esta conducta en la de protección.
El niño se siente en riesgo ante el temor de la pérdida, a la separación de su figura de apego. Es por eso que le resulta perturbadora la separación al ingresar a una institución, ya que se debe separar de todas las personas con las que él se siente en relación de apego, y siente además una falta de oportunidades para formar nuevas relación de apego ya que son personas y un extorno extraño. Para esto es necesario como mencioné al principio que la docente tenga un primer encuentro con las familias y con el niño en cuestión para empezar a construir ese vínculo afectivo tan importante para el niño a la hora de la separación con su familia. Cualquier adulto puede brindarle la posibilidad de la creación de este vínculo de apego mientras éste le de seguridad, confianza y atienda a sus necesidades básicas.
Frente a situaciones de niños que no vayan logrando una adaptación positiva es imprescindible que la docente trate de llamar su atención para su pronta integración mediante juegos, actividades que le sea a ese niño en particular atractivo, pueden ser títeres, juego de roles, mediante la palabra.
El docente debe organizar esta etapa ya sea mediante un proyecto o una secuencia, en donde éste tenga los medios para que los niños se adapten al jardín, dando lugar a propuestas lúdicas que llamen su atención, acompañando a los padres.
En esta primera etapa anual el maestro deberá planificar con atención aquellas actividades que favorezcan la participación de los alumnos, el mutuo conocimiento entre ellos, el disfrute y el placer por los juegos conjuntos, evitando las prácticas de rutina.
Es función del docente despertar el interés de sus alumnos para que se acerquen al grupo y se integren, esto puede lograrlo implementando actividades interesantes para ellos, ubicando a ese niño que no se integra en un lugar donde pueda ver todo lo que sus compañeros y docentes hacen, aunque éste no desee participar de las actividades la docente debe seguir jugando, y por sobre todo el docente no debe descuidar a los demás niños por el afán de integrar a ese otro. Deberá evaluar día a día al grupo, para luego usarlo a su favor como estímulo.
"El docente y la familia irán evaluando conjuntamente al niño, sus comportamientos y reacciones, para realizar los ajustes necesarios que aseguren una adecuada integración del niño y su familia a la sección. Es importante recordar que este período es de fundamental importancia para todos. El proceso de adaptación no es solo del niño sino que también se involucran en ella la familia y la institución. (D.C.J.M., 1991)." (Diseño Curricular. Marco General. 2000. P. 95)
La escolarización supone cambios en los vínculos afectivos, allí se establecen nuevas relaciones, lo que hace que el niño se vaya adaptando a los cambios y aumente sus vivencias personales.
"Si a través de todas las acciones planificadas por el docente se alcanzan los objetivos planteados, el niño está sereno, tranquilo, contento, "contenido" afectivamente acepta lo que se le propone y lo disfruta plenamente, permanece en el jardín sin problemas – aún en ausencia de su familia –, pide quedarse allí cuando es hora de irse a casa… Todo ello es síntoma de que el educando ha establecido un buen vínculo con su docente, confía en éste(a) y se siente seguro en el Jardín y con quienes lo rodean, como parte del grupo cuyos pares son significativos para él." (Abuchedid, Russomando. 2008. P. 71) Con todo esto podemos decir que el período de adaptación ha finalizado satisfactoriamente.
Pero es importante saber y tener presente como mencione al principio que uno se adapta día a día frente a diversas situaciones, al niño le sucede lo mismo, por ende ante cualquier cambio en su estructura personal, familiar, cambio institucional con respecto a las docentes, ingreso de nuevos compañeros en el grupo, el niño debe ser acompañado para afrontar estas situaciones y logre adaptarse a lo nuevo. Es función tanto de la institución como de los docentes de la sala acompañar a las familias y a los niños en este proceso, propiciando una integración positiva mediante estrategias pedagógicamente planificadas, las cuales sean flexibles a adecuaciones para los niños que posean ciertas dificultades en dicho proceso de adaptación.
El período de adaptación es un proceso en donde el niño es el principal protagonista, el que más importa, y la dirección, los docentes y las familias deben acompañar a los pequeños en este proceso de separación de sus figuras afectivas que generalmente suele ser muy doloroso para ellos.
Entonces esto implica que:
Por parte de la institución:
Den el lugar a que las familias conozcan la institución y a los docentes que van a llevar a cabo el período de adaptación de su pequeño.
Brinden tanto a los niños como a las familias un espacio en donde se los contenga y acompañe.
Por parte de los docentes:
Conozcan la vida familiar y cotidiana de cada niño para actuar en función de ello.
Lleven a cabo esta etapa ya sea mediante un proyecto o una secuencia pedagógicamente planificada.
Acompañen a los niños y a sus familias en este proceso de manera paciente y amorosa.
Propicien acciones que generen una buena separación del niño de su familia, para favorecer su adaptación.
Posibiliten la creación de vínculos positivos entre los mismos niños y con ellos.
Atiendan a las necesidades de los niños y actúen en función a ellas.
Brinden a los padres un clima de seguridad y confianza.
Integren a los padres en algunas actividades con los niños para posibilitar aún más su adaptación.
Por parte de las familias:
Conozcan la forma en la que se va a llevar a cabo dicho período, los objetivos que se proponen los docentes.
Acompañen al niño (antes de comenzar el ciclo lectivo e incluso durante todo el año) mediante las palabras positivas sobre el lugar al que asistirán.
Acompañen al niño de una manera amorosa, afectiva y con paciencia.
Colaboren en lograr un despegue positivo de los niños respecto a ellos.
En conclusión a lo dicho anteriormente y lo investigado considero que:
El tiempo que conlleva al período de adaptación debe ser graduado en función de las necesidades de los niños; es un tiempo que no puede ser programado, ya que funciona alrededor de lo que el niño siente, y sus necesidades.
Debe ser un período pedagógicamente planificado.
Se debe llevar a cabo de la mano de las familias, permitiendo que éstos mismos acompañen a los niños en el ingreso a las salas.
Se debe pensar en las necesidades de cada niño.
En caso de niños con dificultades en la adaptación, se realicen adecuaciones en cuanto a los tiempos, y a las formas como por ejemplo la estadía de los padres dentro de la sala.
La docente debe lograr captar el interés de los niños con diferentes actividades lúdicas. Y en relación a los niños con dificultades en la adaptación, la docente debe llevar a cabo actividades "especiales" en las que se involucren los problemas o necesidades que éstos están teniendo por ejemplo, mediante una pequeña obra de títeres en donde se haga alusión al proceso de despegue.
En fin es un trabajo en conjunto entre todos los actores que lo involucran, familias, docentes y directivos, para ayudar a los niños en esta etapa que para ellos es generalmente dolorosa.
BIBLIOGRAFÍA:
Abuchedid, Russomando. (2008). Empezamos el Jardín "Propuestas para el período de inicio". Capítulo II y capítulo III. Ed. Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires, Argentina.
Clavijo Gamero, R. (2004). Manual del auxiliar del jardín de infancia. Colección Temarios Generales. Ed. Mad, S.L. España
Gerstenhaber, C. (1998). Educar y cuidar, dos términos inseparables. Colección de 0 a 5 años N°5. Ed. Novedades Educativas.
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaria de Educación, Subsecretaría de Educación, Dirección General de Planeamiento, Dirección de Currícula. (2000). Diseño Curricular para la Educación Inicial. Marco General. Buenos Aires, Argentina.
Autor:
E03