La educación, el mundo y las nuevas tecnologías de la información
Enviado por Gustavo Cuñarro Cabezas
JUSTIFICACIÓN
La acción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación sobre la sociedad y los individuos es algo cotidiano en el mundo de hoy.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación constituyen un factor fuertemente asociado al desarrollo de una comprensión científica del proceso de enseñanza–aprendizaje, por ser éste, esencialmente, un proceso de comunicación y, consecuentemente, de información. Por ello, el surgimiento de tecnologías cada vez más sofisticadas y masivas modifica sensiblemente las vías de expresión del contenido, los métodos de trabajo con el mismo y, por extensión, las formas de organización del proceso.
El conjunto de tecnologías que se han desarrollado alrededor de las computadoras, de la información y de la comunicación han sido decisivas en el desarrollo de la vida social en los finales del siglo XX y los primeros años del siglo XXI.
Estas tecnologías han influido de manera decisiva en el ámbito educativo convirtiéndose en herramientas de trabajo que facilita el acceso a una excelente y variada información.
La computación ha traído cambios sustanciales en nuestras vidas, haciéndonos comprender que la Informática es un hecho cotidiano en nuestros días y está presente en casi todas las actividades del ser humano.
Los medios deben contemplarse como un contexto de desarrollo más, en competencia o colaboración con los demás agentes y contextos educativos en la vida cotidiana (familia, escuela, comunidad.)
Los medios audiovisuales de comunicación, en particular la televisión y la computación, se han convertido, para los niños y niñas de nuestras sociedades, en uno de los contextos principales en los que se «construye» la realidad.
Las primeras aplicaciones al uso de estas tecnologías fue la de ayudar al docente a individualizar su tarea en clases.
En los años ’60 del siglo pasado unos pocos centros de enseñanza de los EU. y otros países desarrollados introducen las computadoras. Hoy se han convertido en una necesidad imperiosa en todos los centros de enseñanza.
El desarrollo de los programas informáticos ha sido decisivo para la práctica educativa: aparición de Software, programas de computación y con posterioridad otras modalidades que han permitido la ampliación de las tareas de estos medios, así como su consolidación en el sistema.
Debemos decir que diversos estudios previeron ya desde la década de los años ’70 e incluso algunos desde antes, que las tecnologías de la microelectrónica y de las telecomunicaciones trasformarían en corto plazo las estructuras y sistemas de producción y servicios en los países industrializados, agudizando al mismo tiempo la desigualdad y dependencia del Tercer Mundo.
En los ’80 del pasado siglo los medios informáticos ya no sólo servían para individualizar el proceso docente sino también para la enseñanza grupal y lograr la cooperación en las tareas del referido proceso.
Hay que decir que el fenómeno de la globalización de las nuevas tecnologías no se manifiesta de la misma manera en todos los países. Las desigualdades económicas engendran necesariamente diferentes posibilidades de los individuos, la sociedad y los estados para producir, difundir y tener acceso a la información.
Lo anterior está dado por la necesidad de contar con la infraestructura material, los recursos financieros y las personas calificadas para ello.
Hoy es necesario considerar hasta que punto es válido hablar de las novedades tecnológicas en un mundo de 1200 millones de analfabetos y más de 1000 millones de personas en la extrema pobreza.
El uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones es un derecho y una herramienta fundamental para lograr la transformación y el enriquecimiento del ser humano y de nuestras sociedades, el desarrollo sostenible, y la eliminación de las causas de las desigualdades y graves problemas que hoy aquejan a nuestros pueblos.
Los nuevos recursos informáticos constituyen una oportunidad fundamental para afianzar la presencia global de nuestros países al mismo tiempo que para enriquecernos con la cultura y la creación universal, lo cual no puede ocurrir sin políticas bien definidas y de largo alcance para no solamente estar conectados a las redes informáticas, sino para saber emplearlas conscientemente.
Cuba, con su proyecto de desarrollo que tiene como pilares básicos la justicia, la participación, la equidad y la solidaridad ha diseñado y aplica la estrategia que permite convertir los conocimientos y las tecnologías de la información y las comunicaciones en instrumentos patrimonio de todos los ciudadanos y del Estado Cubano.
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