- Presentación
- Introducción
- El ejemplo cubano y las responsabilidades de Estados Unidos en la Revolución
- La década del 60. Los años "dorados"
- 1963. El fin del proyecto Kennedy
- Tras Kennedy: Lyndon B. Johnson
- Fines de la década de 1960. Consecuencias del período en la actualidad
- Conclusiones
- Bibliografía
La creación de una nueva identidad latinoamericana. 1947-1969
2. Presentación.
El objeto del presente trabajo es analizar las relaciones que han existido entre Estados Unidos y los países pertenecientes al área latinoamericana, desde el triunfo de la revolución cubana hasta el fin de la presidencia demócrata de Lyndon Johnson a finales de la década de 1960.
Para ello se ha elaborado un hilo documental de forma cronológica, respondiendo a los distintos modelos de intervencionismo de Estados Unidos en América Latina en base a los acontecimientos más relevantes del período que nos ocupa, principalmente desde el plano político y económico. Asimismo se abordará el tema desde finales de la I Guerra Mundial, como inicio de una nueva etapa en la que se inserta la investigación.
Nuestro objetivo es la comprensión de los fenómenos históricos en base a la creación de las distintas identidades nacionales latinoamericanas en la segunda mitad del siglo XX, en la que la potencia norteamericana se contempla como uno de los principales actores del proceso.
La argumentación histórica se ha llevado a cabo recurriendo principalmente a fuentes de reconocido prestigio en la materia, como la reciente obra de Clara Nieto, "Los amos de la guerra. El intervencionismo de Estados Unidos en América Latina. De Eisenhower a G. W. Bush"[1] o los estudios de Tulio Halperin Donghi[2]En el caso de Nieto es conveniente realizar una mención especial puesto que la argumentación de la autora se realiza en base a documentos oficiales desclasificados de primera mano, así como relatos de cronistas y principales protagonistas de los sucesos.
El interés por comprender el tema desde distintos puntos de vista, especialmente de las escuelas históricas de los países inmersos en conflicto, nos ha llevado obligatoriamente a la lectura de las obras del cubano Carlos Lechuga Hevia[3]y del norteamericano Michael J. Kryzanek[4]Ambos presentan notables diferencias respecto a distintos enfoques, como la labor realizada por los organismos internacionales panamericanos, la OEA o el CEPAL.
Asimismo era necesario estructurar la exposición de las ideas fundamentales con ayuda de manuales específicos para América Latina en nuestro periodo, de los cuales hemos recogido el de T. E. Skidmore y P. H. Smith[5]"Historia contemporánea de América Latina. América en el siglo XX", así como el de Joan del Alcázar, Nuria Tabanera, Josep M. Santacrea y Antoni Marimon[6]No hemos resistido la tentación de incluir fragmentos de obras clásicas como las de Eric Hobsbawm[7]indispensable en todo análisis histórico que pretenda cierta rigurosidad y una actitud crítica y reflexiva.
Por otra parte se ha completado la información con artículos específicos para temas concretos de difícil interpretación, como el papel de la OEA y la integración regional, destacando la III Semana iberoamericana sobre paz, seguridad y defensa, editado por Isidro Sepúlveda.[8]
El trabajo pretende a su vez el análisis de los movimientos de insurgencia y contrainsurgencia en el área latinoamericana, en relación a la política de Estados Unidos de intervencionismo a favor de sus intereses políticos y económicos, destacando en primera instancia el proceso revolucionario cubano, tanto por su significancia como por sus repercusiones a nivel internacional.
3. Introducción.
La I Guerra Mundial cambió las relaciones de influencia internacional en América Latina, acelerando el declive de Gran Bretaña como fuerza económica más importante. Para Skidmore el principal motivo fue el uso de sus inversiones ultramarinas para el pago de los gastos en la guerra, así como el descenso a largo plazo que estaba experimentando la economía mundial[9]El autor expone que "la guerra puso de relieve la dinámica económica estadounidense, convertida en un exportador de capital neto", demostrando tras su intervención que podía mantener el equilibrio económico y militar.
3.1 Hasta la II Guerra Mundial. 1918-1939
Cuando concluyó la I Guerra Mundial, el poder y la influencia de Estados Unidos estaban en aumento. Skidmore y Smith argumentan que la hegemonía ejercida por la potencia en la cuenca del Caribe, se manifiesta en la ocupación militar de Nicaragua entre 1912-1925 y 1926-1933, Haití (1915-1934), República Dominicana (1916-1924) y Cuba (1917-1922).
Aunque no permaneció en esos países, influyó profundamente en su desarrollo, manteniendo el poder de veto sobre la política interna[10]apoyado por las élites locales que dieron por hecho la hegemonía de Estados Unidos.
Mucho más explícito, Michael Kryzanek afirma que tras la I Guerra Mundial tanto en Nicaragua como en República Dominicana, eran unos de esos países en los que los Estados Unidos organizaron y adiestraron a una policía local que mantenía el orden, respondiendo positivamente a las iniciativas norteamericanas:
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