Tasa Externa de Retorno (TER) o (TRC) o (RCI)
Es la tasa de retorno única para un proyecto que supone que los flujos de efectivo netos positivos que representan dinero no requerido inmediatamente por el proyecto, son reinvertidos a la tasa de reinversión c. A esta también se la conoce como Tasa de retorno compuesta.
Para determinar i", se utiliza el procedimiento llamado proyecto de inversión neta
Ft = Ft-1 (1+i) Ct
Donde t= 1, 2,3 .n
N = total de años en el proyecto
Ct = flujo de efectivo neto en el año t
i = c si Ft-1>0 (inversión positiva neta)
i = i" si Ft-1 1 implica que los ingresos son mayores que los egresos, entonces el proyecto es aconsejable.
B/C = 1 implica que los ingresos son iguales que los egresos, entonces el proyecto es indiferente.
B/C < 1 implica que los ingresos son menores que los egresos, entonces el proyecto no es aconsejable.
Al aplicar la relación Beneficio/Costo, es importante determinar las cantidades que constituyen los Ingresos llamados "Beneficios" y qué cantidades constituyen los Egresos llamados "Costos".
La economía en Venezuela
La República Bolivariana de Venezuela posee una economía de mercado cuya base primordial es la extracción y refinamiento de petróleo para la exportación y consumo interno. El tamaño de la economía venezolana, de aproximadamente 135 mil millones de dólares en 2005, representa alrededor de un 5% del tamaño de la economía de América Latina y el Caribe (ALC), ésta con un PIB global de un poco más de 2 billones de dólares. La economía venezolana sólo está por detrás de México, cuyo PIB representa alrededor de 35% del PIB de ALC, de Brasil (30% del PIB de ALC) y de Argentina (7,5% del PIB de ALC), lo cual la sitúa junto con Chile y Colombia entre las seis economías de mayor tamaño de la región.
Venezuela es un país que hasta finales de los años setenta del siglo XX exhibió una entre mediana y alta tasa de crecimiento de su PIB. Si tomamos el período que comprende prácticamente todo el siglo XX (1900-96) comprobamos que la tasa anual de crecimiento de la economía venezolana se situó en alrededor de 5,9%, superior en casi dos puntos a la tasa registrada por las principales economías latinoamericanas (4,3%). Este relevante desempeño económico tuvo efectos positivos en la modernización del país, lo cual se reflejó en el incremento sostenido de: la tasa de urbanización, la dotación de infraestructura, en el mejoramiento de los indicadores de calidad de vida, como el incremento de la tasa de alfabetización, de la expectativa de vida y en el aumento del nivel de ingreso per cápita.
Este crecimiento consistente contrasta agudamente con lo que ha sido la evolución del PIB venezolano desde finales de la década de los setenta, caracterizado por su comportamiento irregular, signado por una alta volatilidad, lo cual refleja la pérdida de dinamismo económico y el agotamiento del modelo rentista petrolero sobre el que se ha sostenido la economía venezolana.
A lo largo del siglo XX se posicionó como la economía más próspera de la región precisamente debido al boom petrolero comenzado a mediados de la época, mientras que su moneda era una de las de mayor apreciación frente al dólar, pero la caída en la cotización de este recurso en la década de 1980 originó una fuerte recesión y problemas financieros. La tasa de desocupación para junio de 2009 fue de 7,9%. No obstante, su tasa de inflación para el 2008 fue de 30,9%, la más alta de América Latina.
El ingreso petrolero es un fuerte determinante en la formulación de la política económica en Venezuela, ya que con éste, se financian programas sociales e inversiones públicas. Además, el problema de la dependencia económica del petróleo es un elemento importante en el análisis de la economía venezolana, dado que ésta es muy vulnerable a las variaciones del precio internacional del crudo. Si el precio del barril de petróleo baja, los recursos disminuyen. La dependencia petrolera se ha visto marcada en los últimos años; si consideramos los datos a partir del inicio de la administración del actual gobierno, los ingresos por petróleo incrementaron su participación dentro del total: pasaron del 5.8 por ciento en 1998, al 15.9 por ciento en el año 2006.
En Venezuela, la exportación de crudo tiene el mayor porcentaje dentro del total exportado. Ello confirma la gran dependencia que se tiene de ese recurso natural. En
1998, las exportaciones petroleras fueron de 12,178 millones de dólares. Para el 2006, se habían incrementado en 48,150 millones de dólares, lo que representó un crecimiento del 295 por ciento. Con referencia a las exportaciones no petroleras, éstas se incrementaron en el mismo periodo sólo el 23.2 por ciento; pasaron de 5,541 a 6,831 millones de dólares.
En cuanto a tipos de ingresos y su participación en el PIB, se tiene en Venezuela una reconfiguración: en 1998, los ingresos petroleros representaban el 11.66 por ciento del
PIB. Para el 2006, se había generado un incremento al 14.16 del PIB. Por su parte, los ingresos no petroleros pasaron en el mismo periodo del 5.7 al 15.8 por ciento, un crecimiento que se basó principalmente en una estrategia de aplicar impuestos a las transacciones financieras, el IVA y el Impuesto sobre la Renta, y el estricto cumplimiento de las sanciones por parte del SENIAT.
Una de las principales características del actual gobierno es la profundización en la política de gasto público. Sin embargo, éste no ha encontrado un mecanismo para insertar los ingresos en un aparato productivo constante y duradero que vislumbre un crecimiento económico sostenible e independiente del ingreso petrolero
La inversión en Venezuela se encuentra altamente estatizada. Ello provoca un desplazamiento de los actores económicos privados. La inversión extranjera directa ha descendido. Durante la actual gestión, pasó de 6,200 millones de dólares, en 1997, a 2,520 millones de dólares, en 2003; para el 2006, había alcanzado una cifra negativa de -543 millones de dólares.
La inversión extranjera ha disminuido. No obstante, el Estado Venezolano hace su función e incrementa el gasto público como partición del PIB. Con datos del Ministerio de Finanzas, se observa del 2002 al 2004 incremento constante en gasto en educación, en sanidad y en seguridad social. Lo destacado de la información es observar un descenso en los niveles de pobreza y pobreza extrema del país medidos por el índice IDH (Índice de Desarrollo Humano) y aproximación a una distribución equitativa del ingreso medido por el coeficiente de Gini. El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es una medida compuesta por el estado de bienestar que incluye la esperanza de vida, educación y las cifras del Producto Interno Bruto (PIB), utilizadas para categorizar países en una escala del 0 al 1, donde el cero equivale a "no desarrollo" y el uno a "perfectamente desarrollado". Durante muchos años, el IDH de Venezuela oscilaba entre 0,75 y 0,78 y mostraba poco o ningún progreso. El compromiso del gobierno venezolano en las áreas de salud y educación, así como la sólida gerencia económica ha conllevado a un claro incremento en el estado de bienestar de los venezolanos. De acuerdo a las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Venezuela se convirtió en "altamente desarrollada" (alcanzando el umbral de IDH de 0,8) en 2005. En 2007, Venezuela registró un IDH de 0,8263. La aparente mejora en la economía venezolana, de la cual se presentan distintas opiniones, unas a favor y otras en contra, tiene el reto de disminuir el riesgo país a los niveles en que se encuentra, debido al proyecto socialista que se ejecuta en el país, que disminuye la participación privada, control de precios, control de cambio entre otros.
El coeficiente de Gini, mide la desigualdad entre 0 y 1, en el cual 1 representa completa desigualdad, ha disminuido durante el gobierno actual; lo cual demuestra una reducción en la desigualdad. En 1999, el coeficiente de Gini en Venezuela fue de 0,47. Para 2008, el coeficiente de Gini cayó de 0,41, equivalente a 12,7% de reducción en la desigualdad económica.
El riesgo país es un índice que intenta medir el grado de riesgo que entraña un país para las inversiones extranjeras. Los inversores, al momento de realizar sus elecciones de dónde y cómo invertir, buscan maximizar sus ganancias, pero además tienen en cuenta el riesgo, esto es, la probabilidad de que las ganancias sean menor que lo esperado o que existan pérdidas. Al disminuir el número de empresas privadas, para hacer frente a la demanda de productos el gobierno venezolano ha nacionalizado y creado empresas de carácter socialista en los distintos rubros (petróleo, alimentos, cementos, manufactura) teniendo el reto de aumentar el PIB, disminuir la inflación y el riesgo país (en las gráficas 1,2 y 3 se presentan respectivamente el Riesgo país, PIB y la tasa de inflación en los últimos años).
El Riesgo País en Venezuela en el año 1999 cerró en 1.180 puntos actualmente el Riesgo País es de 1.652 puntos donde ha incrementado en 10 años 472 puntos producto de 2 vertientes: 1.- La caída de los precios de los Bonos Globales, título valor que se utiliza para calcular el indicador correspondiente y 2.- La falta de confianza de los inversionistas en el país aunado al ataque hostil al sector privado interno vía expropiaciones, nacionalizaciones e intervenciones de empresas productivas. Con un Riesgo País en estos niveles la tasa de interés pasiva es negativa, esto se traduce en buscar otros mecanismos de inversión para protegerse de los altos niveles de inflación y de la sobrevaluación cambiaria. . La intervención del Estado representa una solución pero a la vez un problema. Por ello, es necesaria una combinación entre el Estado y el mercado, con el objeto de solucionar la fuerte dependencia petrolera, y cuya base de crecimiento de la economía venezolana se encuentre diversificada y sólida. Si bien lo que refleja el presente ensayo es un avance en términos económicos de PIB, distribución del ingreso y aumento del IDH, se presenta una incertidumbre debido al aumento de la inflación y riesgo país, sumado a la recesión económica mundial.
Grafica 1: Riesgo país.
Grafica 2: Producto Interno Bruto.
Grafica 3: Inflación en Venezuela.
Enviado por:
Iván José Turmero Astros