Internet en la gestión pública y municipal
Enviado por Francisco Ficarra
- Ventas millonarias orientadas a la cúspide del poder
- ¿Ventajas y beneficios para todos?
- Los mitos online
- Lecciones aprendidas
- A modo de cierre …
Cada día se firman cientos de contratos en la administración pública, tendientes a potenciar o difundir el gobierno o la administración digital. En este galimatías se encuentran principalmente la administración pública, los contribuyentes o habitantes de una comunidad, el sector privado, las multinacionales de la informática, las telecomunicaciones y la electrónica.
Cuando se habla de E-Government o E-Administración, los pasos se pueden resumir de la siguiente manera: obtención y digitalización de los datos, realización de un portal para el acceso a la información/servicios y creación de comunidades virtuales. La información imperante en esta área no es muy clara. Existen numerosos intereses que pueden perjudicar al usuario final o ciudadano de a pie. Por ejemplo, en ninguno de los informes técnicos sobre esta materia se considera prácticamente a la población rural. Es como si no existiesen los ayuntamientos o municipalidades en las áreas rurales, ya que casi todos los análisis y soluciones se orientan a las grandes urbes del planeta.
Otro elemento que llama poderosamente la atención es la manipulación de las cifras por parte de ciertas comunidades digitales, agrupadas bajo forma de organizaciones sin fines de lucro, o sea, las .org. Pues, al igual que sucedió en la época del auge de Internet, esas organizaciones responden a grupos de presión, camuflados o insertados en instituciones públicas y privadas.
El objetivo de esta segunda entrega es profundizar los conceptos presentados con anterioridad, desmitificar ciertas realidades y establecer una especie de guía para prevenir errores futuros.
Ventas millonarias orientadas a la cúspide del poder
Muchas propuestas e hipótesis planteadas por Bill Gates en sus libros: Camino al futuro o Los negocios en la era digital, han quedado desfasadas en menos que canta un gallo, ante la coyuntura actual. Los conflictos emergentes en algunos países de Asia han ralentizado con creces el desarrollo del sector de las nuevas tecnologías, particularmente en el último quinquenio. Esta realidad ha afectado la velocidad de difusión de Internet y eventuales servicios a millones de habitantes del planeta. Es decir, la base de la pirámide no puede gozar de los hipotéticos beneficios de las tecnologías de la información que se pregonaban con bombos y platillos a finales del siglo XX.
Ante tal realidad, los sectores influyentes de las industrias de la informática, telecomunicaciones y electrónica -fundamentalmente- han orientado sus esfuerzos hacia la cúspide de la pirámide, es decir aquellos que toman decisiones en nombre de cientos, miles o millones de conciudadanos. El E-Government o E-Administración se encuentra en la cima de la pirámide por razones de costos. Por ejemplo, en el 2003 Italia invirtió 500 millones de euros, 1.000 millones desde el 2000 al 2003 y actualmente hay unos 135 proyectos referente a la burocracia digital. Claro que son cifras pequeñas si se lo compara con los Estados Unidos. Allí, en los últimos cuatro años, el presupuesto destinado rondó los 40.000 millones de dólares.
En ese vértice de la pirámide están las grandes marcas de software y hardware para grandes proyectos: Fujitsu-Siemens, HP-Compaq, IBM, Linux, Microsoft, Sun, etc. Al respecto se puede citar el nuevo sistema informático para la Biblioteca Nacional de los Países Bajos (La Koninklijke Bibliotheek – www.kb.nl), con una capacidad de ampliación de 500 terabytes, que ha costado cinco millones de dólares estadounidenses. Evidentemente, ahora se mantienen en forma digital millones de documentos históricos y recientes, tales como libros, periódicos y demás textos científicos, los cuales pueden manejarse y recuperarse fácilmente en el nuevo sistema.
Los altos costos están justificados por la compra de servidores, software (sistemas operativos, seguridad, gestión especializada, almacenamiento y backup de los datos, antivirus, etc.), cableado de las comunidades, ayudas o subvenciones para adquisición de ordenadores, cursos de formación para el uso de estos instrumentos, seguros, entre tantas otras variables. Obviamente, la venta de un servidor de un ayuntamiento o municipalidad equivale a cientos de miles de computadoras personales.
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