- Marco teórico
- Guía de entrevista empleada
- La entrevista en sí
- Análisis datos
- Comparación de los datos de las entrevistas
- Conclusión
- Bibliografía
Introducción
Marco teórico
Dentro del marco de las entrevistas antropológicas que es lo que nos ocupa en este trabajo, ofrecemos a continuación una breve conceptualización de las categorías fundamentales que atañen al mismo. Estas categorías son: itinerario espiritual, madurez espiritual, experiencia fundante, y segunda conversión.
Nuestro punto de partida es la exploración de la experiencia de la madurez espiritual cristiana, en lo que a las entrevistas se refiere.
Itinerario espiritual
S. De Fiores en el NDE bajo la voz mencionada describe en cuatro momentos lo que podría entenderse por la categoría que nos interesa. EL hombre es homo viator en palabras de G. Marcel, siempre en camino hacia el logro de su plenitud y paradójicamente parece que solo pudiera establecerse en un orden terrestre estable a condición de conservar una conciencia aguda de su misma condición itinerante. El caminar es una experiencia primordial que permite al hombre liberarse de un determinado lugar y alcanzar nuevas áreas y metas.
Presenta el modelo de las tres vías para el hombre y la mujer actual denominando a la primera "iniciación cristiana", a la segunda "maduración espiritual" y "unificación mística" a la última. J. Garrido en su obra "Proceso humano y Gracia de Dios" propone un esquema en cuatro momentos que en realidad viene a ser un dos por dos.
Entonces, ¿cuáles son las etapas de la vida espiritual? nuestro autor alude a los tres del Aeropagita o a los siete de santa Teresa. Sabemos que clásicamente el esquema de las tres vías se ha impuesto con varias relecturas a lo largo de la historia de la espiritualidad. Recordemos cuáles son:
vía purgativa: que comienza con la liberación de lo sensible
vía iluminativa: que se eleva a la luz de Dios y,
la vía unitiva: que se une al Bien-Uno.
Las cuatro etapas que propone Garrido son:
Iniciación: hasta los 18-20 años?
Fundamentación: hasta los 28?
Seguimiento: hasta los 45?
Pascua: hasta los 60?
Entre la primera y segunda etapa se da la integración de los procesos humanos y se produce la primera conversión. Entre la segunda y tercera se da el discipulado que sería un camino de consolidación. Luego entre la tercera y cuarta se daría la unificación teologal con el evento de la segunda conversión, para luego abrirse camino a la comunión trinitaria en la Pascua definitiva.
Madurez espiritual
De Fiores lo describe como la superación de la actitud regresiva hacia el pasado no iluminado por el Evangelio, además de diversas formas de infantilismo. Actualizando a san Pablo indica que hoy en día la madurez se viviría con estas características: desde la libertad de los hijos de Dios, con una fe sólida y personal, practicando el discernimiento espiritual y unas relaciones sociales creativas y constructivas.
Garrido no utiliza propiamente la categoría pero tiene muchos puntos de conexión con lo que denomina "integración" humana y espiritual. Es una especie de nueva síntesis inconclusa entre autonomía y Gracia. Se supera el reduccionismo que identifica la Gracia con la dimensión religiosa de lo humano y el espiritualismo que espera de la Gracia la solución a problemas cuya dinámica pertenece a la autonomía de lo humano. Decisión propia y obediencia a Dios concuerdan.
Experiencia fundante
Según J. Garrido, la experiencia fundante es el quicio de la existencia, por eso no se tiene fe, se es desde la fe. No se explica, es ella la que nos explica a nosotros, pues es fuente originaria de sentido. No es objetivable ni causalmente verificable ni pedagógicamente controlable, pero es lo más real, pues su esencia, su tarea, lo suyo es fundamentar a la persona, dar sentido al sinsentido, liberar la libertad y abrir la finitud al futuro infinito.
La experiencia fundante es formalmente teologal, es decir, realiza el encuentro entre Dios y el hombre en cuanto autocomunicación de Dios al hombre y realiza al hombre simultáneamente, en su propio ser y más allá de sí mismo. Solo puede ser expresado paradójicamente, por síntesis de contrarios. Esta experiencia puede ser y de hecho se da en dos formas: una inicial y otra consolidada.
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