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La gestión sistémica, una ventana para el desarrollo de competencias (página 2)


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La gestión en México

En los estudios reportados por la literatura latinoamericana han cobrado particular relevancia las aportaciones del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO, que desde su Oficina Regional de Buenos Aires, Argentina, ha promovido múltiples estudios y seminarios regionales sobre formación en gestión educativa. Así como estudios de caso de los países de la región; logrando verificar cambios importantes en el concepto de gestión educativa estratégica, y a la vez, identificando un conjunto de competencias básicas para la gestión.

Pozner, P. (2000), nos da a conocer el siguiente esquema comparativo entre los modelos de la administración escolar tradicional y el de gestión educativa estratégica:

Administración escolar tradicional.

Gestión educativa estratégica.

Baja presencia de lo pedagógico.

Centralidad de lo pedagógico.

Énfasis en normas y rutinas.

Habilidades para tratar con lo complejo.

Trabajos aislados y fragmentados.

Trabajo en equipo.

Estructuras cerradas a la innovación.

Apertura al aprendizaje y a la innovación.

Autoridad impersonal y fiscalizadora.

Asesoramiento y orientación profesional.

Estructuras desacopladas.

Culturas educacionales cohesionadas por una visión y la misión.

Observaciones simplificadas y esquemáticas.

Intervenciones sistémicas y estratégicas.

Debido a que en la comunidad escolar, donde nos ubicamos, se le ha dado mayor importancia a la Gestión desde un enfoque administrativo tradicional, pasando a segundo término la importancia de una Gestión Escolar Participativa y Sistémica, hemos obtenido un proceso enseñanza – aprendizaje con bajos logros educativos en el desarrollo de las competencias en los preescolares.

Sin embargo considero, que en el Jardín de Niños "Amalia González Caballero", sí es posible investigar las causas que impiden desarrollar una Gestión Escolar Participativa – Sistémica, ya que se cuenta con el apoyo y la disposición de la comunidad escolar, autoridades educativas a nivel zona, sector, región para participar e intervenir en lo conveniente. A la vez se cuenta con aportaciones teóricas significativas y valiosas, para enriquecer dicha investigación.

Pozner (1997), "El objetivo primordial de la GESTIÓN ESCOLAR es CENTRAR-FOCALIZAR-NUCLEAR a la UNIDAD EDUCATIVA alrededor de los APRENDIZAJES de los niños y jóvenes. Su desafío por lo tanto, es dinamizar los procesos y la participación de los actores que intervienen en la acción educativa"; ha encontrado en la práctica importantes dificultades al no contar con ideas claras y precisas, respecto a la primacía de las habilidades sobre el contenido.

Namo de Mello (1998), "Focalizar la función de la escuela en el aprendizaje de los alumnos, implica hacer de la gestión pedagógica el eje central de la organización del proceso educativo.".

SEP. (2003:9), "Ser directivo, o integrante del equipo directivo de una escuela, es poder llevar adelante la gestión de esa institución. Es tener la capacidad de construir una intervención institucional considerando la totalidad de las dimensiones que le dan sentido como organización: La dimensión pedagógico-curricular, la dimensión comunitaria, la dimensión administrativa-financiera, la dimensión organizacional-operativa".

Sin duda, gran parte de lo que se hace o deja de hacerse en las escuelas depende de las formas de ejercicio de la función directiva; el establecimiento de nuevas formas de organización y trabajo demanda el ejercicio de una Gestión Escolar Participativa – Sistémica.

SEP. (2003:11), Este modelo de gestión escolar, es posible si se ponen en práctica dos acciones básicas:

  • "La elaboración de un PROYECTO de la institución, que determine la orientación del proceso y que será la herramienta intelectual fundamental que orientará al conjunto de la institución.

  • El desarrollo de EQUIPOS DE TRABAJO, ya que la Gestión Escolar es el arte de organizar los talentos presentes en la escuela."

SEP. (2003:21), La Gestión Escolar Participativa "busca favorecer y hacer posible la puesta en marcha de un trabajo colectivo, interactivo y paulatinamente más autónomo entre los partenaires del proyecto educativo: docentes, directivos, padres, madres, alumnos."

Por lo cual el Jardín de Niños, debe garantizar que las educadoras cumplan profesionalmente su obligación esencial: la enseñanza – aprendizaje, que todos los días haya clases, que el tiempo dedicado a las actividades escolares se aproveche óptimamente, ya que mientras menos tiempo se dedique a la enseñanza y al estudio sistémico, el aprendizaje tiende a ser menor. A la vez evitar que otras tareas desplacen a la enseñanza – aprendizaje, limitando conseguir los propósitos educativos, convirtiéndola en una labor secundaria; por lo que es indispensable funcione como unidad educativa, teniendo presente que los resultados que los preescolares obtienen sobre todo en el campo del desarrollo de las habilidades intelectuales y de las actitudes, son producto de la combinación del trabajo de todas las educadoras en el aula y de la experiencia escolar en su conjunto.

SEP. (2003:24), "Abandonar la conocida desarticulación de los docentes para concretar la acción pedagógica, requiere un equipo directivo con claridad de propuesta y con gran capacidad de liderazgo para convocar, comunicar, informar, negociar, etcétera. Antes que nada, requiere que el equipo directivo asuma profundamente una concepción de GESTIÓN ESCOLAR PARTICIPATIVA, y que tenga las competencias necesarias para llevarla acabo."

Considero importante resaltar que la comunicación entre colegas respecto a asuntos profesionales elementales, así como dialogar con la educadora que atendió el grupo durante el ciclo anterior para conocer a los alumnos y diseñar medidas de apoyo para quienes tienen dificultades, es fundamental, no debe unirnos el edificio escolar, sino las metas comunes, los estilos de trabajo congruentes entre sí y con los propósitos educativos, las formas de relación estimulantes para el aprendizaje no sólo de conocimientos, sino también de habilidades y valores, esto exige una eficaz colaboración entre todos los integrantes de la comunidad escolar y principalmente una nueva forma de ejercicio de la Gestión Escolar.

La educación en México es considerada un factor importante para el desarrollo social, cultural, económico y productivo, y como uno de los factores más relevantes en el desarrollo personal de los individuos; ha dado la pauta de crecimiento con equidad y por consecuencia un mayor bienestar para la sociedad, impactando en su desarrollo económico, político, cultural, social, etc.

El Sistema Educativo Mexicano ha realizado esfuerzos importantes en las últimas décadas para mejorar la calidad educativa, especialmente a partir del Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa (ANMEB, mayo de 1993), con el que se inicio un proceso de transformación profunda, mediante la implementación de un conjunto de acciones de política educativa con tres propósitos: a) asegurar el acceso de todas las niñas y los niños a la escuela, b).-Mejorar la calidad educativa y c) fortalecer la equidad en la prestación del servicio educativo.

Otras investigaciones relativas a las tendencias y concepciones sobre la calidad educativa en México aportaron elementos que acentuaron el reconocimiento de la estrecha relación entre la calidad de los procesos educativos y la organización y funcionamiento de los planteles, por lo que estas dos nociones- calidad educativa y gestión escolar- se fueron colocando, paulatinamente, como puntos importantes de referencia para el diseño y la implementación de políticas educativas con fines de mejora educativa.

Diversos estudios realizados para identificar las características de las escuelas exitosas, (Podemos citar aquí el llevado a cabo por Haddad et.al. en 1990, basado en una revisión extensa de la literatura sobre la eficacia y la eficiencia de las escuelas. También el realizado en Puebla por la Dra. Schmelkes durante 1990 en escuelas de 5 zonas de este estado, cuyos resultados están ampliamente discutidos en: Mejoramiento de la calidad de la educación primaria: estudio comparativo en cinco zonas del estado de Puebla, México, Centro de Estudios Educativos, mimeo, 1992), demuestran que la gestión escolar se extiende más allá de la gestión administrativa, son escuelas cuyas prácticas demuestran trabajo en equipo; sus integrantes fijan o establecen objetivos y metas comunes, demuestran disposición al trabajo colaborativo, comparten la responsabilidad por los resultados del aprendizaje, practican y viven los valores como el respeto mutuo y la solidaridad; establecen altas expectativas para sus alumnos y se insertan en procesos permanentes de capacitación.

La gestión escolar requiere por sobre todas las cosas, centrar la mirada en el aprendizaje de los alumnos, el trabajo en equipo y un clima de confianza son requisitos para abrir la puerta hacia la gestión pedagógica.

Pozner, (1997) en uno de sus artículos afirma que: "la gestión escolar no es el gobierno de lo didáctico". En efecto, pensar que la escuela y el salón de clases son los únicos espacios para asegurar una educación de calidad sería erróneo, y en cierta medida peligroso. Debemos pensar que, para que las escuelas y los maestros logren alcanzar los objetivos de la gestión escolar y pedagógica respectivamente, necesitamos con urgencia mejorar, en algunos casos cambiar, las prácticas de gestión educativa con las que se ofrece el servicio a la población.

El desarrollo de una vida institucional anclada en el aprendizaje de los niños y jóvenes y modelada por un proyecto que organiza la forma de concretar el currículo, introduce un nuevo estilo de conducción de la gestión escolar: la inclusión participativa de los actores que ponen en marcha el proyecto, la comunidad educativa.

Conclusiones

El enfoque educativo sistémico plantea que toda práctica educativa guarda relación con un sistema. Dentro de cada distrito escolar, escuela o salón de clase existen diversos sistemas que se tienen que tomar en consideración: el gobierno en el cual está ese distrito, las políticas estatales, las relaciones obrero-patronales, la comunidad, los(as) educadores (as) y los estudiantes, entre otros. Este enfoque contempla simultáneamente el todo y las partes, así como las conexiones entre estas.

El cambio educativo sistémico, por lo tanto, plantea que todos los esfuerzos de cambio deben incorporar todos los componentes del sistema educativo, y no pretender modificar sólo una parte o aspecto del mismo. El cambio educativo reduce a cambios en el sistema escolar. Desde una perspectiva sistémica se considera como otros sistemas inciden en el sistema educativo, entre los que se encuentran: los sistemas familiares, los medios de comunicación, el trabajo, entre otros; que además, tienen funciones educativas dentro de una sociedad.

La perspectiva sistémica no propone que todo tiene que cambiar al mismo tiempo y en el mismo ritmo. (Fullan, 1996; Hall Hord, 2006; Senge, 2000). El enfoque sugiere que al considerar las diferentes situaciones del proceso educativo se tome en cuenta la articulación de todos sus componentes en dichas situaciones, y la manera en que el cambio involucra e impacta a los diversos actores, sus necesidades e intereses.

Desde un enfoque sistémico se entiende que las escuelas son las unidades o ejes de los cambios (Senge, 2005; Hall Hord, 2006). En tanto estas constituyen sistemas abiertos con sus particulares contextos y capacidad para la autonomía, el cambio no debe imponerse desde afuera o visualizándolas como la base de la pirámide a la cual se llega para ejecutar lo planificado.

El cambio educativo a partir de un enfoque sistémico encierra transformaciones organizacionales, políticas, pedagógicas y sociales (Negrori, 1996).

SEP (2003:115), enfatiza las características de la jefatura sistémica, son:"énfasis en el estudio y monitoreo de los contextos político, social, cultural, económico, gremial, tecnológico, de la competencia y demás, que afecten la gestión de su escuela; la práctica de establecer estrategias para lograr los resultados esperados y el diseño de sistemas de información que permitan tomar las decisiones correctas con respecto al conjunto de actividades que realiza la escuela, y la contribución de cada área para cumplir el propósito y actuar de acuerdo con los valores de la escuela".

El cambio organizacional que requieren las instituciones educativas no se logra con el cambio de las reglas o las normas, es importante contribuir a la transformación de los procesos de gestión que se requieren para la educación, desde procesos de aprendizaje colectivo que contribuyen de manera efectiva al desarrollo organizacional.

Bibliografía consultada

Bonilla Oralia. Gestión Escolar en México. Algunos aprendizajes. gestion.htm

Namo de Mello, Guiomar. (1998). "Nuevas propuestas para la gestión educativa". Biblioteca para la Actualización del Maestro, SEP, México.

Pozner de Weinberg Pilar. (1997) "El Directivo como Gestor de Aprendizajes Escolares". AIQUE, Grupo Editor S.A. Buenos Aires, Argentina. Cuarta Edición.

Schmelkes, Sylvia. (1992). "Mejoramiento de la calidad de la educación primaria: estudio comparativo en cinco zonas del estado de Puebla", Centro de Estudios Educativos, mimeo, México.

Secretaria de Educación Pública: Manuales para Directivos y Supervisores de Educación Básica, SEP. México.

SEP. (2003). Antología de Gestión Educativa. México.

Schemelkes, S. (1992) Hacia una mejor calidad en nuestras escuelas. SEP, Biblioteca para la actualización del maestro. México.

 

 

Autor:

Lic. Rosa Elena Guatemala Aguilar

Estudiante de la Maestría en Ciencias de la Educación, Especialidad en: Desarrollo de Habilidades Intelectuales. Sede Copala, Guerrero. Centro de Educación de Postgrado "Lev Vigotsky".

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