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Y el sentido de la vida (página 2)


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La inteligencia es la que recibe la información y la procesa, la ordena para producir las mejores respuestas, por la inteligencia distinguimos lo principal de lo secundario, establecemos juicios, síntesis, deducimos, discernimos.

La Voluntad es la que nos moviliza a la acción, a realizar lo decidido y es el puente que une la inteligencia y la afectividad, es la inteligencia práctica que al descubrir la bondad de la meta, se decide a obrar, porque la verdad nos llega de la inteligencia teórica que en últimas no mueve a las acciones, por esto es que la voluntad es tan determinante, , es el conocimiento práctico el que descubre la bondad de la verdad, y esta es la voluntad; para que la voluntad sea eficaz, debe estar descargada de afectos, por esto hay que darle el comando a la inteligencia para pensar con las emociones, librar la voluntad de afectos dañinos y así poder actuar. Anécdota panadería.

Una persona con voluntad firme, decidida, autoexigente con propósitos para realizar, llega mas lejos que una persona con brillo intelectual pero con poca capacidad de logro, ya que se queda en el pensamiento y no pasa a la acción.

IV.-Todo este proceso se genera en el ambiente educativo, por esto es conveniente definir la educación.

Hay algunas definiciones que a mi personalmente me encantan.

  • Educar es extraer, sacar afuera lo mejor.
  • Es entusiasmar al educando con los valores.
  • Es impartir conocimientos que promuevan actitudes.

Efectivamente educar no es otra cosa que llegar al fondo del educando donde subyacen la mayoría de sus recursos, sus talentos que no se han hecho visibles, rescatarlos y ponerlos a funcionar, y para esto hay que promover el desarrollo de actitudes que lleven impresos los valores, actitudes que se aprenden con la sugestión de la vida del educando, con su presencia contagiosa y atractiva,

V.- Y la voluntad está incrustada de manera preferencial dentro del proceso educativo al definirse como: Fuerza interior que nos mueve a lo mejor y nos mueve a la acción, requiere de saber qué se quiere y hacia donde se va. ILUSIÓN

VI.- Y cuales son los ingredientes de la voluntad.

Tendencia o inclinación a lo mejor, a medida que al niño se le va mostrando que es lo mejor, el va sintiendo amor por lo mejor y va asumiendo la vida con alegría. Determinación o análisis de la meta. Y acción o sea puesta en marcha de uno mismo.

VII.- Entonces los dos pilares en el entrenamiento de la voluntad serían la motivación y la ilusión, ambas coinciden , ya que la ilusión es la visión de la realización anticipada de las metas y los sueños, como cuando una madre espera a su hijo y ve realizados por anticipados sus proyectos, y esta ilusión es la que me mueve a la acción, entonces estas metas del día a día hay que presentarlas a los niños con agrado, ya que la educación de la voluntad no es cuestión de autoritarismos, rigideces ni enfados

VIII.- El. Deseo se presenta en la esfera de lo sentimental, de lo emocional, de manera provocativa y no deja huella.

El querer consiste en aspirar a una cosa anteponiendo la voluntad, el deseo se da mucho en el adolescente, el querer en el hombre maduro, el querer se materializa teniendo la capacidad de conducir a la meta.

Ej. Deseo merendar y quiero adelgazar

Deseo dormir y quiero cumplir con el trabajo.

Deseo gastarme este dinero y quiero ahorrar para….

Deseo no hablarle a esta persona y quiero estar en paz.

Cuando se responde al deseo de lo urgente en la satisfacción de lo inmediato, se siente la debilidad y el derrotismo, en cambio el querer de la voluntad es el hábito de hacer no lo que nos sugiere el deseo, sino lo que es mejor aunque de entrada sea costoso, para lo cual se necesita el análisis y la motivación que viene determinada por los propósitos que cuestan

La persona mejor dispuesta es la mejor motivada porque ve con claridad lo que quiere y puede lograr, y así supera más fácilmente los tropiezos y cansancios del día a día que le cuestan para llegar a las metas. La motivación es la que hace posible a los padres ayudarles a los hijos en un proyecto de vida programático, elaborado con una proyección de pequeñas superaciones sobre las que la voluntad se va fortaleciendo acrisolando. Ej tendida de la cama diaria. Hasta llegar a la auto motivación o madurez. El día que no dependamos del mundo exterior para proceder y vivir, ese día habremos encontrado la madurez y La Sabiduría, y a esto tenemos que apuntarle con los hijos, teniendo como herramienta las ilusiones o paraqués que hacen atractivo cualquier acto de voluntad.

IX.- Entonces hay que mantener la motivación que mueve a la acción y al esfuerzo alegre para alcanzar lo que se prop0one, el esfuerzo hace posible que a través de pequeños intentos repetidos una y otra vez, se llegue a un entrenamiento en el manejo de la propias conductas, cada vez será mas fácil afrontar la vida, sabiendo posponer lo inmediato para luchar alegremente por asuntos y cosas de mayor vuelo.

X.-Quien tiene educada la voluntad, es mas libre porque ha sabido desamarrar sus propias ataduras o debilidades que lo tenían anclado al facilismo. Cuando la voluntad ha sido formada a base de ejercicios continuos y motivantes, se aprende a ceder más fácilmente, a renunciar gustosamente, en una palabra, a ser flexible, virtud propia de personas inteligentes, ya que no se es mas libre haciendo lo que me apetece, sino cuando se hace coincidir lo que se quiere con lo que se debe o con lo mejor a futuro, y para esto hay que flexibilizar la mente y el corazón; pregunte frecuentemente a sus hijos y pregúntese usted mismo si lo que quiere hacer o está haciendo, coincide con lo mejor y mas conveniente a futuro. Y formúlele está pregunta permanentemente a sus hijos.

XI.-Entonces el ejercicio inteligente, sabio y gustoso de la voluntad nos permite sacar lo mejor de sí, desempolvando todos los recursos que yacían debajo de la inmediatez y el acomodo, entonces podríamos afirmar que la voluntad es el cincel con el que bordeamos el perfil de lo que realmente estamos en capacidad de llegar a ser, al brindarle a la persona la oportunidad de entresacar de si mismo, lo que no le sirve, y hacer uso de las grandezas, maravillas y talentos que le impedían llegar a lo mejor de si

Todos aquellos talentos que estaban ocultos bajo el atractivo engañoso del facilismo, de la inmediatez que produce oquedad, vacío inercia, pasividad, hastío y finalmente depresión, surgen como un pararrayos que nos protege en los momentos de intemperie. Ej adolescente. Con la dejadez, la pasividad, el abandono y el poco esfuerzo, todo se va deslizando hacia una visón empobrecida de si mismo; la incapacidad carente de ideales y de metas, sin para qués, que inviten a avanzar y a la intrepidez de la superación, surge la depresión de hombre, se vive en el sin sentido, como lo decía Víctor Frank en su libro ante el vacío existencial, la crisis del hombre contemporáneo es la crisis del sinsentido de la vida, de una vida en la que fácilmente todo se consigue.

XII.- Hay que levantarse, poner despertadores, y tener en cuenta las piezas instrumentales de la voluntad. El optimismo, la tenacidad, la constancia, el orden, la flexibilidad, la alegría y la mirada puesta en los paraqués de cada paso que se da, en el futuro, en los propósitos, al principio muy pequeños, pequeñísimos, de tal manera que promuevan al educando el embrujo de hacer y decidir siempre lo mejor, de amar lo mejor, de querer lo mejor, manteniendo a la mano una de las herramientas mas eficaces para su felicidad: el sentido de sus acciones significativas, importantes para él.

XIII.- Los agentes transmisores de la educación de la voluntad son los padres y los educadores, que como en el ejército no dicen avanzad, sino seguidme, o sea que el educador va abriendo caminos, y esta es su principal tarea; su obra consiste en promover, orientar mover hacia una meta determinada y atractiva, la principal de las cuales es su propia personalidad que infunde identidad y logra impactar para seguirlo; se educa mas con lo que se es que con lo que se dice. El poder del educador depende menos de sus palabras, que de su presencia silenciosa y auténtica, puede haber muchos profesores que enseñan materias, pero hay pocos que son maestros.

Tan importante como el contenido es la personalidad de quien educa, si esa es positiva, singular, sugestiva y coherente, dará clase con su sola presencia, si es amorfa, incoherente y poco atractiva, aunque exponga los temas con claridad y brillantez, siempre faltará algo en sus enseñanzas. La actitud del educador al igual que sus modales, ha de ser siempre propositiva, así sus silencios resultarán elocuentes, y sus palabras modelarán y arroparán a quien le escucha.

XIV.- El hombre de poca voluntad está amenazado ya que poco a poco se va volviendo frágil, al preferir lo inmediato, dejando lo importante porque le cuesta demasiado. Es un muñeco de las circunstancias, al azar, sin rumbo, fácilmente manipulable, llegando a una personalidad caprichosa, blanda, apática,

XV.- Cuando los seres humaos y los hijos han sido formados en la superación, en la conquista de ideales, en el día a día, van aprendiendo a vivir, que no es otra cosa que la capacidad y el garbo asertivo para superar las adversidades que la vida, querámoslo o no, impone a su paso, realidad de la que es imposible zafarnos.

XVI.- Los ámbitos adecuados y responsables de la educación son la familia y la escuela, donde se proponen y calibran las ilusiones y metas apropiadas, atractivas y alcanzables para el educando día a día, utilizando para su logro el estimulo y el aliento no el elogio, debido que el estímulo se para en los alcances parciales ayudando a continuar, el elogio se centra en el éxito, en lo mejor, insinuando triunfalismo y competencia. todo esto se hace con amor y afecto en la consecución de esas metas, a medida que el educador vaya conociendo primero las dificultades del educando y las comprenda, lo mejor son los pasos cortos pero continuos, retando por encima de las posibilidades del alumno, haciendo primero lo conveniente, y así llegar a la automotivación.

XVII.- Pautas para educar la voluntad

Mantener la ilusión.

  • Dar sentido o propósitos a las acciones.
  • Jalonar hacia el porvenir, viviendo lo mejor del presente, pero con proyección de futuro.
  • Empezar por tareas pequeñas y concretas.
  • Mostrar lo difícil accesible y lograble.
  • Hacer preguntas vitales que pongan a pensar.
  • Mostrar el deber como algo agradable y con consecuencias positivas.
  • Utilizar una mezcla de autoridad y cariño.
  • La educación de la voluntad debe estar edificada sobre la alegría.
  • Para fortalecer la voluntad es muy importante seguir una política de pequeñas vencimientos gustosos.
  • Dar aliento en la superación de los obstáculos y adversidades.
  • Repetición de actos, perseverancia, orden, optimismo y consistencia.
  • Motivar siendo modelo de esfuerzos y logros.
  • Negarse a los pequeños caprichos.
  • Empezar por lo fácil, e ir avanzando en lo difícil.
  • Utilizar uno política de pequeños encargos o tareas.
  • Estimular no elogiar.
  • Animar en la dificultad.
  • Mantenerse alegres en todo momento
  • Ayudar en el proyecto de vida diario. PARAQUÉS.

XVIII.- En qué.

  • En el cuidado y cumplimiento de horarios.
  • En el orden en las cosas.
  • En planear lo que se ha de hacer primero.
  • En el cuidado de los detalles de la convivencia.
  • En el aprovechamiento bien del tiempo.
  • En aceptar y asumir las contrariedades de la vida diaria.
  • En el cumplimiento de tareas y encargos.
  • En el desempeño de sus labores escolares.

 

 

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