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Región del Noroeste Argentino (NOA) (página 2)


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El cultivo de la vid también es importante, dando lugar a una industria vitivinícola destacada.

Los higos, nueces, aceitunas y pasas de uva que se obtienen en esta área son de primera calidad.

La quinoa es un vegetal que se ha utilizado en la región como alimento por más de cinco mil años. Su harina sirve de sustituto de la del trigo y los tallos son aptos para el forraje, mientras que sus hojas tiernas son similares a la espinaca. También se destacan los cultivos milenarios que utilizaron los indígenas como el maíz, el zapallo, la papa y los porotos.

Continuando con la tradición comenzada en la época de la colonia, los fines de semana abren las ferias y mercados, que ofrecen directamente productos de la tierra frescos y de calidad, como verduras, frutas, hierbas y especias, junto a artesanías típicas.

La industria vitivinícola de esta región, junto a la de cuyo, ha logrado penetrar en el competitivo y exigente mercado mundial y se destaca principalmente en Salta y La Rioja, donde la producción de vinos ha obtenido un importante reconocimiento internacional, que se materializó en importantes premios y galardones. Se puede citar la bodega Michel Torino Hermanos S.A., ubicada en los Valles Calchaquíes en la localidad de Cafayate (Salta), contando en sus viñedos con cepas tintas como Cabernet Sauvignon y blancas como el Torrontés Cafayate y el Chardonnay; y en la bodega La Rioja S.A.C.I y A, ubicada en Chilecito, Nonogasta (La Rioja), contando en sus viñedos con cepas tintas como Cabernet Sauvignon, Merlot, Lambrusco y Bonarda, y cepas blancas como Torrontés Riojano, Riesling Renano, Pinot de la Loire, Moscatel y Chardonnay.

La industria papelera se destaca gracias a las imponentes áreas forestadas con pinos, eucaliptos y otras especies arbóreas típicas, que se utilizan en esta industria para producir papel tisú y kraft.

Arqueología

El Parque Nacional Talampaya posee una importante riqueza arqueológica. Las ocupaciones humanas ocurridas entre los años 120 y 1180 de nuestra era, utilizaron cuevas y aleros del lugar como viviendas, depósitos y enterratorios.

A cielo abierto, sobre paredones verticales y grandes rocas, una numerosa cantidad de grabados figurativos (antropomorfos y zoomorfos) y abstractos (geométricos) expresan una fusión armonizante entre naturaleza y cultura, componiendo una de las localizaciones más relevantes del arte rupestre argentino.

El noroeste argentino, según los hallazgos arqueológicos, se encontraba habitado por el hombre moderno hace más de diez mil años. Sus habitantes eran cazadores recolectores que convivieron con una fauna actualmente extinta y dejaron un importante legado que ha asombrado a los científicos.

La región fue habitada por varias culturas indígenas como atacamas, diaguitas, omaguacas, lule-vilelas y tonocotés.

Los diaguitas (también llamados Cacanos o Calchaquíes) fueron el grupo étnico más representativo y civilizado del noroeste argentino. Agricultores sedentarios, fueron destacados alfareros y metalúrgicos (trabajando metales como el cobre), y también se dedicaron a la cría de animales como la llama. En cuanto a su religión adoraban al sol "Inti", al trueno y al relámpago. La Pachamama es la madre tierra y a ella imploraban la fertilidad y el éxito de las cosechas.

Formaban numerosas parcialidades, como los pulares, chicoanas, tolombones, quilmes, tafís, hualfines, luracataos, yacaviles, por nombrar las más destacadas; y hablaban una misma lengua, el kakán (posteriormente reemplazado por el quechua).

Los diaguitas y sus numerosas parcialidades lograron rechazar el avance del imperio incaico dos veces, pero en el 1300 del siglo XIV el imperio logra la dominación. No obstante, los aborígenes de la región pudieron conservar sus hábitos y forma de vida.

Parte de la región del noroeste, a partir del siglo XV (aparentemente desde 1480 D.C.), fue ocupada por los incas, los cuales construyeron instalaciones en las que se funden distintos aspectos de la organización social, política y económica del imperio, en donde el significado simbólico, ritual, artístico, astronómico y político esta presente y forma parte indivisible de toda la cosmovisión incaica que se asentó en esta área.

Los Quilmes fueron otra cultura indígena que poseía un alto grado de complejidad social y económica cuando arribaron los españoles, resistiendo tenazmente la conquista desde su ciudad fortaleza hasta ser finalmente deportados a Buenos Aires en 1666.

En la región hay vestigios de caminos incas; tambos o lugares de descanso, provisión y almacenamiento; y los conocidos pucarás o fuertes.

Los coyas son una notable población indígena que aún sobrevive en esta región, manteniendo su lengua nativa, el quechua, y la artesanía tradicional con sus adornos colgantes y diversas clases de platos, vasijas y confección de tapices.

Música Tradicional

El folklore esta sumamente arraigado en esta región, especialmente en Tucumán y Santiago del Estero, origen de muchos de los más destacados intérpretes y compositores de música popular del país.

Es así como se encuentran en casi todas las localidades de la región sitios donde se pueden disfrutar zambas, vidalas, coplas y chacareras, abundando las peñas y festivales en las que se pueden deleitar con la participación tanto de reconocidos artistas como de jóvenes talentos.

Instrumentos Típicos

Los instrumentos autóctonos de esta región son el charango (instrumento de cuerda cuya caja es de caparazón de quirincho), el erke (instrumento de viento de origen quechua utilizado para la celebración del Corpus Christi en Salta y la Quebrada de Humauaca en Jujuy), la quena (flauta sin embocadura actualmente de caña que los indígenas construían con madera o tierra cocida y tibias), y el bombo (instrumento de percusión utilizado en el folklore nacional realizado en una sola pieza de madera de ceibo ahuecada).

Danzas Tradicionales

Las danzas de la región son la zamba (de ritmo lento y melancólico, donde intervienen los pañuelos de la pareja que la baila, y el hombre y la mujer destacan su galanteo); el malambo santiagueño (solo la baila el hombre, destacándose su destreza en el zapateo); el gato (de ritmo alegre, homenajeando las cosas buenas de la vida, donde el hombre zapatea y la mujer lo ronda admirando su destreza); el escondido (semejante al gato pero que en un momento el hombre se esconde para que al mujer baile sola); la chacarera (propia de la cultura gauchesca que tiene un ritmo pegadizo, con letras de dolor y desgracia que transparentaban el carácter de los gauchos cuando se sentían melancólicos); las cuecas, los bailecitos y los carnavalitos (bailes en grupo típicos de la región, que utilizan en su acompañamiento instrumentos indígenas como el charango, tambores y las flautas).

Artesanías

La platería de la región es una importante huella de los orfebres del siglo XVIII, que se destaca por la calidad de piezas únicas y clásicas, como bombillas, pavas, mates, sahumadores y los destacados juegos de té.

La artesanias en arcillas naturales juegan un papel trascendental. La cestería también adquiere relevancia en al región. También se destacan las piezas de cerámica negras, que suelen tener impresos motivos preincaicos como el tatú (animal similar al conocido armadillo).

Los ponchos, frazadas, medias, guantes y gorros, hechos en telar con lana de oveja, vicuña o llama, son piezas únicas hechas a mano.

Alimentación y Gastronomía

La base de la alimentación está compuesta por el maíz, el poroto, el pimiento, la sal, la harina, el zapallo, la cebolla, la palta, la manteca, el aceite, el azúcar, la zanahoria, las especies, la carne de llama, de cordero, de vizcacha y el chivito. Entre los pescados encontramos especialmente el surubí, el pejerrey (provenientes de las aguas del Río Bermejo y Río Grande de Tarija), y las truchas (lagunas y ríos de la Puna).

Si bien la cocina del noroeste argentino es picante no llega a la magnitud de otras conocidas, como la chilena, mexicana o hindú.

Los platos regionales son el locro (guiso de maíz hervido, frijoles, alubias, garbanzos, con trozos de cerdo o panceta, mondongo, chorizo y hortalizas, ideal para servirlo en cazuelas de barro); los tamales (que se cocinan en agua hirviente y consisten en una pasta de harina de maíz blanco con manteca y condimentos, que se dispersa sobre dos chalas adicionándole carne vacuna o de pollo con salsa, pasas de uva y/o huevo duro); la humita (choclo rallado mezclado con salsas diversas de cebolla, tomate, perejil y albahaca, cubierta por hojas de chala); el charqui (carne de vaca, cordero, cerdo, llama o ñandú tierna y desgrasada); y otros como la chafaina (de sangre y menudencias de cordero); mazamorra; estofado con pelones; asado de cordero y charquicillo.

También se destacan las empanadas, especie de pastelitos, que pueden freirse o hornearse, y que se rellenan con carne (en esta región generalmente cortada a cuchillo), pollo, jamón y queso o queso solo, y también con humita.

La chicha es una bebida de las fiestas (que se elabora con agua y harina de maíz o maní, se mezcla para dejar fermentar en ollas de barro, para luego hervir, y posteriormente a su segunda fermentación, endulzar).

Un postre característico y exquisito en la región es el dulce de cayote con nueces, el quesillo con miel de caña, las colaciones, los gaznates (masa fina precocida con dulce de leche, cayote, o membrillo, que se envuelve como un pañuelo y se cubre con una capa de azúcar para recibir una horneada final), los turroncitos de miel, las tortitas de leche, los mantecados y las típicas nueces confitadas son un deleite para toda ocasión.

Se destaca en elaboración artesanal el gaznate con dulce de leche, el alfajor triple con dulce de leche o dulce de membrillo, el alfajor arqueadito con dulce de leche y el bombón nuez confitado con dulce de leche, que es una delicia. 

La miel de caña como los arropes de chañar, de uva y de algarrobo son de gran calidad como así también los dulces de zapallo, limas, papaya e higos en almíbar y por supuesto el conocido dulce de leche. 

También se pueden saborear otros dulces caseros con frutas de la región (manzana, durazno, membrillo, damasco y ciruela, entre otros).

Las influencias de la cocina española e italiana han penetrado fuertemente en la región.

Algunas comidas y bebidas:

Alfajor: Consiste en una golosina de masa esponjosa, con relleno dulce. Los hay de las más variadas preparaciones en función de la provincia de origen: cordobeses (de pasta esponjosa, rellenos de dulce de frutas o de leche y con baño blanco azucarado); salteños (con masa seca perfumada con anís en forma de discos superpuestos, rellenos con dulce de turrón y cubiertos con merengue); santafecinos (con masa en base a levadura de pan, manteca y muchas yemas, rellenos con dulce de leche y cubiertos con un baño blanco); santiagueños (con masa muy seca que lleva como ingredientes alcohol y anís en grano, rellenos con dulce de leche espeso y cubiertos con un baño glaceado de azúcar).

Alfeñiques: caramelos en forma de nudos irregulares.

Aloja: bebida de origen hispánico, preparada en base a la fermentación de membrillo o algarroba en agua, habitual en las Provincias de Catamarca y Tucumán.

Ambrosía: dulce de huevo preparado con el agregado de almíbar y leche.

Asado: En su origen no es estrictamente argentino, aunque sí lo es la variedad con cuero. Se lo prepara de distintas maneras, según la región geográfica. En la Pampa Húmeda se lo cuece sin cuerear, clavado en estacas sobre brasas o bien sobre parrilla, en tanto que en las regiones del Noroeste Argentino (NOA) y Cuyo es práctica frecuente su cocción en pozos hechos en el suelo, que constituyen verdaderos hornos de tierra.

Carbonada: guiso de carne, zapallo, choclo, papas, tomates, arroz y duraznos; suele servirse dentro de un zapallo cocido en el horno; ofrece variantes según las regiones.

Chafaina o chanfaina: En su origen hispánico consistía en un guiso hecho con bofe, morcilla y asadura de cerdo. En la Argentina se lo prepara con menudos y sangre de corderito, sazonado con pasas de uva.

Charqui: El término proviene del quechua (acharqui, seco, flaco) y designa a la lonja de carne salada y expuesta al sol durante varios días para su secado, a fin de garantizar su conservación en buen estado. Se lo consume en el Norte del país.

Charquicán: guiso hecho a base de charqui, ají, zapallo y otros ingredientes como cebollas, porotos y maíz. Es usual su consumo en la Provincia de Mendoza.

Chartres: variedad de alfajor propia de la Provincia de Córdoba, con forma de tableta rectangular u ovalada, de masa muy seca, bañada con cobertura de azúcar.

Chicha: El término es un indigenismo (chichab, maíz) que designa a una bebida alcohólica que resulta de la fermentación del maíz en agua azucarada. Se consume en las provincias del NOA.

Chipá-cuerito: láminas de masa preparada con harina de mandioca, cocidas sobre una plancha.

Chipá: bollitos característicos de la Provincia de Corrientes, hechos con harina de mandioca y queso fresco.

Chimichurri: salsa sabrosa compuesta de diferentes especias y vegetales naturales (ajo, pimiento rojo, perejil, orégano, ají, tomillo, cebolla y laurel), mezclados con agua, vinagre, azúcar, sal y aceite.

Curanto araucano: (Deriva del mapuche: piedra caliente) Plato en base a carne de vaca, cordero, cerdo, pollo, chorizos, papas, batatas, manzanas y zapallos ahuecados rellenos con queso, crema y arvejas, que se cuece sobre un colchón de hojas que descansan sobre piedras bochas – típicas de los lagos del Sur- al rojo vivo y que tapan un hoyo cavado en la tierra, a unos 15 cm. de profundidad.

Dulce de leche: es un producto típico de la gastronomía del país. Se obtiene tras una cocción muy lenta de leche y azúcar aromatizada con vainilla. En Mendoza se lo llama arequipa.

Dulces regionales: La producción es variadísima, en función de las frutas propias de cada región: mamón, cayote, zarzamora, grosellas, membrillo, duraznos cuaresmillos, guayaba, lima, batata en panes, batata y zapallo en almíbar, burucuyá, arrope de tunas y de chañar.

Empanadas: Bocados de masa rellena, preparados al horno o fritos en aceite o grasa. Originalmente se realizaban con grasa de pella, cebollas blancas o de verdeo, y carne picada a cuchillo. Con el tiempo surgieron otras variedades de relleno: humita, pollo, pescado, verdura, etc., con o sin picante. Actualmente se cocinan con pequeñas variantes, según las provincias. El menú las incluye: catamarqueñas (con papas, pasas, aceitunas y ajo); cordobesas (con pimientos morrones, papas, aceitunas, pasas, huevo duro y algo azucaradas); mendocinas (con huevos duros y aceitunas); salteñas (con papas, cebolla de verdeo, pasas, huevos duros y aceitunas); sanjuaninas (sólo con carne y mucha cebolla); santiagueñas (con huevos duros y pasas de uva) y tucumanas (fritas, con cebollas de verdeo y blanca, huevos duros y pasas de uva).

Empanaditas: empanada de menor tamaño, horneada rellena con dulce de arrope, membrillo u otra variedad regional.

Gaznates: pañuelitos de masa frita, rellenos con dulce de leche.

Humita en chala: La voz deriva del quechua humint'a y se trata de una pasta espesa, hecha con granos de choclo triturados a los que se agrega una fritura de cebolla, tomate, ají, leche y pimentón. Se sirve en pequeños envoltorios de chala, previamente hervidos en agua salada, a modo de pastel.

Humita norteña: Se sirve dentro de una cazuela, espolvoreada con azúcar y dorada en el horno.

Locro: El término es de origen quechua (luqru, comida de maíz) y consiste en un guiso muy popular que se consume en casi todas las provincias, hecho en base a trigo o maíz, con porotos, chorizo, patitas y orejas de cerdo y la clásica fritura que – preparada con cebolla, tomate, ají picante y pimentón – se agrega unos instantes antes de servirlo.

Mate: Infusión de yerba – mate preparada con agua caliente, que se sirve en una calabacita destinada a tal fin y se bebe con sorbete o bombilla. Por lo común se toma sola y ocasionalmente se acompaña con yerbas medicinales o aromáticas.

Mate cocido: infusión de yerba – mate colada, se bebe caliente en jarra o taza.

Mate de leche: Para su preparación se emplea leche caliente, en lugar de agua.

Mazamorra: Plato preparado con maíz blanco cocido en agua hasta que se espesa; ofrece distintas variantes: salada, con azúcar o miel y, en algunas provincias como Buenos Aires o Córdoba, con espolvoreado de canela.

Mote: La palabra deviene del quechua (mut´i: maíz cocinado en agua) y consiste en una base de maíz amarillo sin pelar, agua y ceniza; se usa en guisos agregándole tripa gorda, chorizos y pimientos.

Pastelitos: Bocaditos de masa muy hojaldrada, fritos y rellenos, por lo general con dulce de membrillo. En la región del Noreste Argentino (NEA) se combinan con queso y dulces regionales.

Pirco: La voz es de origen mapuche (pidcu, potaje). Consiste en una especie de locro a base de maíz blanco, porotos secos, tocino, huesos de cerdo y el denominado frito colorado: cebolla, pimentón y especias. Se lo consume especialmente en las Provincias de Mendoza y Neuquén.

Puchero seco o criollo: En realidad, el puchero es conocido en distintas cocinas europeas. El criollo se caracteriza porque a la cocción de carne vacuna se le agrega cerdo, cueros de cerdo, garbanzos, repollo, choclos, batatas, mandioca, chorizos y, en algunas provincias del Norte, charqui, y se sirve acompañado con la tradicional salsa criolla, cruda o cocida.

Ropa vieja: El plato no es oriundo de América, sino de Europa, donde se lo denomina olla podrida (España) o pot-au-feu (Francia). Consiste en un cocido de carne, verduras, hortalizas u otros sobrantes de comidas.

Salsa criolla: Es un preparado a base de cebolla, ajo, pimentón, especias y aceite.

Tableta: Variedad de alfajor propia de la Provincia de Mendoza, preparada con pasta amasada con anís, yemas y grasa de cerdo, de forma rectangular, rellena con dulce de alcayota y con baño de azúcar.

Tamal: El término deriva del nahua tamalli, y consiste en una especie de empanada de masa de harina de maíz, envuelta en chala y cocida al vapor. Los hay de diversas clases, según su relleno: carne o pollo, cortados a cuchillo.

Tereré: infusión refrescante a base de yerba – mate con agua muy fría, tradicional en la región del NEA. A veces se le agregan cubitos de hielo o jugos de fruta.

Tortas fritas: bocados preparados con una masa de harina, agua, sal y grasa, sobada con los puños para que resulte masa tierna; se fríe en grasa de vaca, cerdo o de oveja.

Vino patero: Se realiza sin aditivos, sólo con uvas pisadas en cuero, generalmente de buey. Se bebe una vez bien fermentado y es consumido preferentemente en la Provincia de Catamarca.

Yaqa locro: La voz yaqa es quechua y quiere decir "por poco no". Se trata de un "casi locro", de consistencia similar a la de una sopa espesa preparada con granos de choclos, zapallo, grasa y ají picante.

Yema quemada: Consiste en una especie de tortilla preparada en cubetas de cobre con yemas y almíbar.

Turismo y Destinos

El turismo constituye un recurso económico importante, por las atracciones paisajísticas y culturales, por lo pintoresco de la geografía, la gente y sus costumbres, lo típico de sus vestimentas, sus bailes y sus ceremonias, y los monumentos históricos que allí se pueden visitar. Allí hay lugares en los que el tiempo parece haberse detenido.

Merecen destacarse como lugares para visitar, además de los ya mencionados, San Antonio de los Cobres, los pucaráes de Tilcara y Santa Rosa de Tastil, los Parques Nacionales de Baritú y de Finca El Rey, las Iglesias de San Carlos, Cachí, y Yavi; e incontables atractivos naturales.

La Puna

Es la zona del altiplano, que ocupa también parte de Bolivia, sur de Perú y norte de Chile. Es un conjunto de mesetas separadas por cordones elevados de naturaleza volcánica, con volcanes de gran altura, como el Socompa, el Llullaillaco, Tridente, actualmente inactivos.

La Cordillera Oriental

Está formada por dos cordones paralelos (el occidental y el oriental), de formación paleozoica, posteriormente ascendida por el plegamiento andino, separados por quebradas y valles.

El cordón occidental presenta mayores alturas y su cerro nevado más alto del Chañi, de 6200 m. El cordón oriental es de menor altura, y el Cerro Negro de Zucho alcanza los 4850m.

Las quebradas son las vías de comunicación de esta zona, de origen generalmente pluvial, son valles alargados y angostos. Las más importantes y pintorescas, son la quebrada de Huamahuaca, del Toro y Santa María- Guachipas.

También se encuentran algunos valles en zonas hundidas y rellenas con sedimentación, con clima subtropical, y en donde se realizan cultivos y se asientan las ciudades. Los más destacados son el Valle de Lerma, de Jujuy y Campo Santo.

Las Sierras Subandinas

Sistema montañoso de la Argentina, constituido por una serie de cordones serranos paralelos entre sí, que corren en sentido noreste – suroeste, entre la Cordillera Oriental y la llanura Chaqueña, a lo largo de las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán, desde la frontera con Bolivia en el norte, hasta el valle del río Salí, en su extremo sur.

 

 

 

Autora:

Verónica Pereyra Quesada

Argentina

02/10/2008

Partes: 1, 2
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