- Necesidades sexuales
- Factores que demandan la necesidad sexual
- Factores que ofertan las necesidades sexuales
- Beneficios de estas necesidades
- En quienes se desarrolla en mayor proporción estas necesidades
- Necesidades sexuales en jóvenes
- Bibliografía
Hoy en día existe un gran numero de investigaciones sobre necesidades sexuales; aquellas que abordan temas relacionados con la adolescencia, la salud reproductiva, la anticoncepción, SIDA y muchas más sobre Género, sin embargo, son pocas aquellas que se relacionan con los aspectos de la sexualidad en la edad madura.
Esta es de vital importancia por ser un periodo de transición hacia la vejez y que trae consigo, cambios en lo fisiológico, psicológico, social y cultural tanto en mujeres como en varones. Conlleva una riqueza de experiencias que, en muchos de los casos, no siempre resultan bien aprovechadas y satisfactorias, sobre todo en el plano psicosexual.
En el estudio de la sexualidad humana y su satisfacción, particularmente en la etapa de madurez del ciclo vital, refiere que no debe dejarse de lado la perspectiva de género, pues es un proceso de construcción histórica y social, donde se toman en cuenta en consideración los rasgos de la personalidad, las creencias, actitudes, sentimientos, valores, conductas y actividades que diferencian a las mujeres y a los hombres.
En este sentido, la importancia del momento infantil en la satisfacción sexual es fundamental, por la conformación de creencias y valores que repercutirán en la identidad sexual y en su percepción de placer-displacer. La representación y uso del cuerpo, rígida o flexible, determinará una clasificación simbólica de la satisfacción sexual.
El ejercicio de la sexualidad no busca establecer un registro minucioso ni establecer marcas; se trata de alcanzar una riqueza incesante de descubrimientos y experiencias consigo mismo(a) y con la otra persona, ya sea con una sola o con varias.
Para el logro de la satisfacción sexual es importante reconocer el sentirse bien consigo mismo, de la claridad de un proyecto de vida, de una capacidad mínima de expresividad, comunicación, entrega, receptividad, intensidad emocional, etcétera.
En términos físicos, coincide con el apogeo de ciertas funciones sexuales orgánicas y biológicas de las personas.
MERCADO DE LAS NECESIDADES SEXUALES
Las necesidades las ubicamos como carencias o como potencialidades. Definir y evaluar los niveles o momentos de satisfacción sexual no basta, sería más importante reconocer las posibilidades que cada persona tiene para lograr un estado emocional más agradable, menos frustrante. La manera en como sentimos nuestras necesidades es siempre subjetiva, de tal forma que hablar de verdadera satisfacción sexual es, también, subjetivo.
Para esto se distingue los conceptos de necesidades objetivas y necesidades subjetivas, entendiendo a estas últimas como un estado de carencia, sentido y percibido, como tal en los individuos o grupos. Las necesidades objetivas son , "aquellas carencias de los seres humanos y grupos que pueden determinarse, independientemente del grado de conciencia que las mismas tengan los individuos afectados".
La necesidad de una vida sexual satisfactoria -subjetiva- puede coincidir o no con las necesidades que surgen en las personas de manera objetiva con influencia en la vida cotidiana. Las demandas sociales para que las personas encuentren cierto nivel de satisfacción sexual no obliga a las personas a lograrla.
De ahí que el trabajo de investigación rescate las prácticas culturales, los modos o formas de vida sexual que los adultos maduros utilizan para la satisfacción de sus necesidades sexuales.
A pesar de que el juicio de la satisfacción sexual en la persona, sea individual y subjetiva, reconocemos que cuando esta es negada probablemente la ubica en una condición de frustración y por ende, en un lugar de enfermedad.
2. Factores que demandan la necesidad sexual:
- Matrimonios en carencia: esto quiere decir que cuando que muchas veces los matrimonios solo son una pantalla para la sociedad ya que desde el plano sexual no se evidencia ningun tipo de vinculo entre la pareja.
- Necesidad humana: por que todas las personas sienten la necesidad de hacerlo ya que se encuentran sometidas al placer.
- La homosexualidad: ya que estas son las parejas que con mayor frecuencia están instintos a la necesidad sexual por conseguir un placer.
- Las pasiones por parte de uno de ellos: esto quiere decir que cuando en una pareja el varón tenga la necesidad sexual no necesariamente la otra persona la va a tener
3. Factores que ofertan las necesidades sexuales:
- Las prostitutas: ya que estas son las mujeres que cubren las necesidades sexuales de los varones frente a la ausencia de una pareja que lo satisfaga.
- Personas guiadas por sus deseos: son aquellas que no les interesa con quien lleven acabo el acto sin pensar que la otra persona puede estar cubriendo su necesidad sexual.
4. Beneficios de estas necesidades:
- La relación sexual adecuada, actúa sobre el sistema nervioso y el metabolismo del ser humano, favoreciendo un estado de equilibrio y de bienestar físico y psicológico
- Producen un efecto de rejuvenecimiento.
- Previenen la aparición del estrés y de los trastornos psicosomáticos (fobias, ansiedad, alergias, alteraciones digestivas, etc.
- . Protegen contra enfermedades como el infarto de miocardio y la hipertensión.
- Disminuyen la frecuencia del cáncer de útero en la mujer y del adenoma de próstata en el hombre.
- Evidentemente, consolidan la relación de pareja.
5. En quienes se desarrolla en mayor proporción estas necesidades:
Probablemente en algún momento de nuestras vidas hemos dicho u oído decir que "los varones tienen mayores necesidades sexuales que las mujeres".
También puede llegar a justificarse esta afirmación aclarando que las mujeres descargamos nuestra tensión sexual a través de la menstruación o a través de la satisfacción de nuestro instinto maternal.
Aunque, para algunas personas, estas ideas correspondan a la prehistoria, para otras aún continúan estando vigentes. Ellos están convencidos de que "él siempre tiene ganas" y "ella siempre tiene que cumplir o le duele la cabeza".
No hay motivos científicos que avalen estas ideas, pero de hecho, muchas parejas las padecen. En este sentido, las mujeres y varones solemos ser criados y educados de maneras diferentes acorde a los roles que la sociedad espera que desempeñemos. Activos, fuertes, seguros y decididos, ellos; tiernas, pasivas, débiles y dependientes, ellas.
Algunas personas no hacen caso a estos mandatos y estructuran su propio estilo personal. Otras respetan esas normas. Generalmente son estos últimos quienes caen en el estereotipo mencionado, "él tiene más necesidades sexuales que ella".
El sólo hecho de ser mujer no implica tener menores necesidades sexuales. Pero ser mujer en una sociedad y un momento histórico determinado sí puede desarrollar actitudes femeninas hipo sexuales. La represión y la culpa son eficientes censores del placer.
Los varones que adhieren a esta idea suelen buscar satisfacción sexual externa a la pareja para no "molestar" a su esposa tan seguido o para no sentirse frustrados ante las habituales negativas de ella. Así, la sexualidad queda reducida a una mera descarga instintiva de tensión.
Tanto los varones como las mujeres tenemos necesidades: de querer y ser queridos, de ser respetados, de ser cuidados, de ser mimados, acariciados, besados, de compartir nuestras emociones y deseos, de comunicarnos.
También puede suceder el caso opuesto aunque no es no tan común: que sea la mujer la deseante y que el varón no la siga en su deseo.
El stress, la depresión, los problemas económicos, las crisis, las nuevas maneras de abordar las mujeres a los varones en la conquista o simplemente, el tipo de personalidad pueden producir en ellos el desinterés sexual.
6. Necesidades sexuales en jóvenes:
La gran libertad sexual con la que gozan los jóvenes en nuestra sociedad puede estar siendo favorecido por el inicio precoz de la actividad sexual, se ha comprobado que tanto la educación en un ambiente familiar muy permisivo, como en una familia con normas rígidas o autoritarias conducen a una mayor precocidad en el inicio de las relaciones sexuales para satisfacer sus necesidades.
La responsabilidad entendida como capacidad económica, puede llevar a acomodamientos como el que hace una chica, que considera que tener relaciones con un joven pobre es más riesgoso que hacerlo con un joven de su mismo o mayor nivel, como si objetivamente el riesgo de embarazarse cambiara por este factor.
Los jóvenes han introyectado el mensaje de que sexo seguro es igual a sexo conocido y viceversa; sobre todo porque existen enfermedades incurables, nadie debe darse la libertad de tener sexo con personas desconocidas, deben reservarse para la pareja, lo que refuerza el ideal social de la pareja como único espacio permitido para vivir la sexualidad.
Cuando se es joven y se está en plan de conquista amorosa y erótica, las personas suelen presentar una imagen mejorada de si mismas ante los demás, omiten aquellos detalles de sí que consideran poco atractivos o indeseables.
Dentro de esa imagen no caben enfermedades y problemas siempre habrá aspectos de ambos que estarán reservados.
El conocimiento total de que hablan los jóvenes, es imposible y por tanto no podría llegar a ser un medio eficaz de protección.
Los conocimientos en los jóvenes son muchos, pero deficientes en veracidad y en capacidad argumentativa, y es esa gran falencia la que los esta haciendo tener unos hábitos sexuales que con certeza en un futuro muy cercano generaran gran cantidad de embarazos no deseados y de enfermedades de transmisión sexual que contribuirán con el deterioro y desintegración la sociedad.
_ Douglas, Mary. Contaminación, artículo sin fecha, pp.126-131
_ Faucault, Michel. Historia de la sexualidad, Editorial Siglo XXI, México (1997)
_ Gagnon, John. Sexualidad y cultura, Editorial Pax, México (1980)
_ Gonzalez M., Soledad. Mujeres y relaciones de género en la antropología latinoamericana, Editorial del Colmex, México (1997)
_ Comfort, Alex. La edad dorada, Editorial Grijalbo, Buenos Aires (1991)
GISELLA SALDAÑA REYES