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Negritos en Trinidad: ¿Arte tradicional o snobismo? (Cuba) (página 2)


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Una investigación más exhaustiva –que se aparta de la pretensión de este artículo- tendría necesariamente que dar respuesta a las numerosas interrogantes que se abren sobre el tema. Lo cierto es que la captura y la cría de negritos en cautiverio ha sido, desde tiempos remotos, uno de los pasatiempos preferidos por las sucesivas generaciones de trinitarios, y no es algo fuera de lo común observar, colgadas de balcones, rejas, en las fachadas de las viviendas y hasta en los centros de trabajo, las jaulas desde las cuales emerge, diáfano y alegre, el potente canto del "negrito" acompañando a los lugareños en su bregar diario, escena que por lo demás, se repite en casi todas las obras del séptimo arte que han sido filmadas en nuestra ciudad.

Por el contrario, son verdaderamente escasas las referencias al respecto en la bibliografía local, quizás por parecer tal costumbre "cruel e inhumana" a los ojos de algunos puritanos, quizás por el carácter peyorativo que se le ha dado asociándola a determinadas formas de conducta social, quizás por el propio carácter espontáneo y sin sujeción a reglamento u organización alguna con que se desarrolla o por el peligro que supone tal práctica para la supervivencia de la especie…

Sobre este último aspecto es necesario aclarar que desde 1990 Cuba integra la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Flora y Fauna Silvestre (CITES) y que diversos estudios realizados han permitido elaborar varias listas de aves amenazadas en nuestro país, en ninguna de las cuales aparece incluido el "negrito".

A pesar de no estar contemplada dentro de los Estatutos de la Asociación Ornitológica de Cuba (ANOC) ni estar patrocinada u organizada, como debía ser, por las Direcciones de Cultura, Deportes y Recreación o de alguna otra organización, la captura y cría de negritos en cautiverio, perdurable en el tiempo, continúa siendo una actividad que gana cada vez más adeptos entre los trinitarios de todas las edades, quienes transmiten sus secretos de generación en generación y la convierten en arte, tradición y folklor, que circula por sus venas como parte de su acervo cultural, tal como lo demuestran los testimonios que se ofrecen a continuación.

"Crío negritos, tomeguines y sinsontes desde niño, porque me crié en una familia y entre amistades que siempre tenían esta tradición. Me apasiona su canto, por la diversidad con que cantan, pues aunque sean iguales, todos tienen una melodía distinta, similar pero diferente. Unos tienen un canto y otros lo tienen de otra forma, y oírlos para mí resulta una gran distracción. El negrito de Trinidad se distingue del de otros pueblos y provincias, por su canto, por su ardentía. Ellos, al estar en cautiverio, y no poder hacer cría, esa ardentía les da por cantar y mostrar su bravura, y es cuando se aprovecha para echar las competencias, en las que se unen jaula con jaula y el pájaro canta mucho mucho, reflejando así su imposibilidad de poder aparearse" . Leonel Hernández . 53 años. Trabajador del Hotel Costa Sur.

"Me dedico a la caza de los negritos desde que tengo doce años, y me gustan los pájaros por la tradición que existe en Trinidad. Me gusta la caza, la cual hago con banderas o varas, porque con trampas se estropean mucho. Con eso uno despeja la mente, y cazo los negritos para criarlos y oír su canto, no para venderlos. Me gustan sobre todo los que hacen corte de silbado, punta de canto, y todo eso es una tradición que conozco que viene desde hace más de cincuenta o sesenta años. La caza del negrito debe hacerse después de la reproducción, cuando ya los pichones están plumados, porque si se agarran todavía cenizos, no se diferencia si es hembra o macho y a la larga la hembra sigue ceniza siempre, no canta, y el macho es el que se pinta de negro completo.

La zona principal de caza es la de Río Hondo, Cabagán, Guanayara, La Caleta de Muñoz, es decir, para la costa, Guajimico, aunque también en Magua, Limones, El Algarrobo y Güinía de Miranda. Existe una diferencia entre estos pájaros de la loma y de la costa y es que estos tienen más recursos de canto: son cortadores, silbadores, y cantan más fuerte. La diferencia entre un negrito cortador y uno punta de canto, es que el pájaro cortador tiene más recursos que los que cantan largo, y cuando vas a un regateo o a una competencia a pegar los pájaros, el cortador tiene más recursos y le gusta más a la gente porque hacen cortes con el silbado, así como: "Chuiii, po po fuiii". El pájaro que hace punta es también un pájaro de muchos recursos y gusta mucho, pero generalmente el pájaro de las lomas, como el de Güinía, canta largo". Reinaldo Puertas Camó (Puyuyo). 45 años. Trabajador de Transporte.

"La cría de negritos en nuestra ciudad es una tradición porque muchas veces usted ve a un obrero que va para su trabajo y lleva la jaula con el negrito, y si no va se enferma, porque eso es como una tradición. Vaya, yo mismo, que voy a trabajar, y si no llevo el pajarito me siento mal…, porque ellos llevan un sistema, que es que hay que amansarlos, o sea, darle mano, es decir, llevarlos para todos lados, ponerlos en diversos lugares, en el suelo, para que se amansen y cuando empiecen a cantar estén mansitos. Aquí en el Escambray y en nuestra ciudad el negrito sale muy bueno, tiene muchos cantos, y por eso es que viene gente de muchos lados a comprarlos. Para sacar un negrito bueno hay que tener condiciones: hay que darle pienso, harina con huevo, mucha fruta cuando son pichones, para que cuando tengan cierta edad tengan pulmones y canten duro. También hay que darles vitaminas y desparasitarlos" Lorenzo Oliva Hernández (El Negro). 46 años. Custodio de la Sede Universitaria.

"El canto de los negritos es variable: todos no cantan igual, parecidos pero no igual: unos cantan más corto, otros más largo, otros silban… y con esto se llevan a cabo las competencias, a las cuales se les dice también "regateos", donde se unen varios negritos para oírlos cantar. Existe el llamado "regateo de guerra" que es cuando se ponen los negritos con sus jaulas pegadas, una al lado de la otra, para que ellos se canten el uno al otro.

Existe el regateo de gancho, es decir, que las jaulas no se pegan, sino que cada una está enganchada en una puntilla en la pared, y es el que se utiliza para escuchar fundamentalmente las variaciones que tienen en el canto, es decir, los silbados, los cortes de silbado, y que es diferente al regateo de guerra, que es cuando las jaulas están una bien cerca de la otra y se escucha a ver cual de los dos negritos tiene más resistencia cantando, por ejemplo, se puede poner un límite de tiempo, digamos 5 minutos, y en ese tiempo se cuentan los cantos que cada uno de los negritos hace, resultando ganador el que más veces lo haga. También se le puede dar media hora y se observa a ver cual de los dos o más negritos que está en la competencia, se queda callado primero en el regateo. Las reglas de estas competencias no son oficiales, sino que se acuerdan entre los participantes" Ramsés Oliva Fernández. 43 años. Obrero

" Desde la cuna cuando me decían: "Mira este pajarito", y me enseñaban el negrito de mi abuela, he visto criar esta ave, por lo que pienso que tuvo que ser algo que vino con los españoles, y fíjense si es así que cuando a Trinidad vienen a hacer filmaciones sobre aquella época, contratan a negriteros para que sus pájaros aparezcan en las películas. Esto ha sido una tradición en Trinidad que viene desde nuestros antepasados. Pienso que los negriteros debíamos pertenecer a alguna organización, como los canaricultores". Oriol Díaz Sánchez. 61 años. Jubilado.

" El negrito de aquí de Trinidad todo el mundo lo busca, porque es mejor que los negritos de otros lugares, y es un pájaro "sonao" en Cuba entera. Yo te veo un pájaro y desde que es pichón te digo: "Va a ser bueno". Y si te digo que va a ser malo, ponle el cuño, porque yo los conozco porque llevo una partida de años en eso: más de 50 años. Y si te digo va a ser hembra, es hembra, y si te digo que es macho, pues macho. Esa es mi forma porque conozco de eso hace muchos años, y todo lo he aprendido en la práctica. Muchas personas han venido aquí a verme, hasta de afuera, y me han enseñado pájaros de otros países, y siempre se los he dicho: no hay negrito como el de aquí de Trinidad". Ramón González Ruiz (Pavín). 65 años. Jubilado.

" Esta es una actividad que he visto desde hace mucho tiempo en personas mayores y ahora en los jóvenes" . Héctor Águila Lavilla. 54 años. Profesor.

"Generación tras generación los trinitarios se han dedicado a este entretenimiento y con gran interés realizaban competencias de canto entre los diversos barrios". Dr Manuel Lagunilla Martínez. 65 años. Presidente de la Cátedra de Estudios sobre la Historia Local.

"Siempre han existido en la ciudad personas que se han dedicado a esta actividad multimotivada". Yanara Aróstica. 37 años. Directora de la Escuela de Trabajadores Sociales.

"Está intrínsecamente relacionada con la vida de la ciudadanía desde hace siglos y se ha trasmitido de generación en generación" . Gilberto Medina Rodríguez. 53 años. Investigador y promotor cultural.

Conclusiones

Si algo queda demostrado en este acercamiento al tema, es la necesidad de realizar estudios más profundos que permitan darle ya a la cría de negritos en cautiverio el lugar que merecidamente se ha ganado entre los trinitarios a lo largo de la historia: un espacio entre las tantas artes, tradiciones y el folklore que caracterizan el acervo cultural del territorio, a partir de la divisa martiana: "El arte no es venal adorno de reyes y pontífices por donde apenas asoma la cabeza eterna el genio, sino divina acumulación del alma humana, donde los hombres de todas las edades se reconocen y se reconfortan" (2)

Citas

1-.Marín Villafuerte, Francisco: "Historia de Trinidad", Editorial Jesús Montero, La Habana, 1945, pág 323.

2-.Martí Pérez, José: "Obras Completas". Tomo V, pág. 120.

Bibliografía

-Asociación Nacional Ornitológica de Cuba. Estatutos. La Habana. 1998.

-Ayala Castro, Norberto: "Vida silvestre en el Escambray". Editorial de la Empresa Industrial de Comunicaciones, La Habana, 1989.

-Chaviano Pérez, Lizbeth: "Por la cultura inmaterial". Revista Tornapunta. Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios. Año I, Nro 2.

-Feijoo, Samuel: "Folklore cubano: mitos y leyendas en Las Villas". Editorial Revolución. La Habana, 1965.

-Lagunilla Martínez, Manuel: "Trinidad de Cuba: mitos, leyendas y tradiciones". Ediciones Luminaria, Sancti Spíritus, 2006.

-Revista Flora y Fauna: "La Avifauna cubana" y "Para que no se extingan". Nro 1, 1997.

FICHA DEL AUTOR:

Orlando Martínez Rodríguez, es Máster en Ciencias, Profesor Asistente y Coordinador de la Carrera de Bibliotecología y Ciencias de la Información y del Grupo de Estudios de Dirección de la Sede Universitaria Municipal de Trinidad en la cual ejerce la docencia como profesor de Dirección y de Metodología de la Investigación.

Trinidad, Cuba, noviembre de 2009.

IMÁGENES: Se anexan en archivo adjunto.

 

 

 

 

Autor:

Orlando Martínez Rodríguez

Categoría Científica: Máster en Dirección.

Categoría Docente: Profesor Asistente.

Institución que auspicia: Sede Universitaria Municipal, Trinidad, S.S.

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