Los Riesgos psicosociales y la labor de las camarera de alojamiento en la hotelería (página 2)
Enviado por marisela mendoza
Un elevado ritmo de trabajo implica la exigencia de una velocidad o rapidez excesiva para realizar las tareas, y supone la imposibilidad de modificar al mismo tiempo su velocidad de trabajo sin perjudicar la producción.
Uno de los factores de riesgo que más se acentúa en el departamento de camareras de pisos es el incremento del ritmo de trabajo, ya que a lo largo de la jornada deben realizarse, necesariamente, la limpieza de un número determinado de habitaciones (12) que se fija para toda la temporada
Esta tarea se lleva a cabo con la constante supervisión de las gobernantas, que en ocasiones pueden resultar demasiado estrictas, provocando en las trabajadoras una situación de estrés.
En la mayoría de los casos, las gobernantas carecen de la formación e información en materia de prevención necesaria para concienciarse sobre las repercusiones (económicas, psicológicas y sociales) de los factores de riesgos a los que se ven expuestas diariamente las camareras de pisos.
Tampoco suelen haber gobernantas que hayan recibido, a lo largo de su carrera profesional, algún curso formativo que les proporcione las habilidades necesarias para encontrar nuevas técnicas y herramientas para mejorar el clima laboral y la organización del trabajo.
Otro factor añadido al excesivo ritmo de trabajo es la falta de camareras en las instalaciones hoteleras, por lo que la ausencia de alguna de ellas implica, además de una sobrecarga de trabajo para el resto, el tener que prescindir de alguno de sus días de descanso.
El contenido de trabajo de las camareras de pisos puede ser descrito, a partir de las siguientes tareas:
• Las camareras de piso tienen como funciones básicas la de limpieza y el mantenimiento de las habitaciones, los espacios de uso común y las salas recreativas y de reuniones.
• Realizar de manera cualificada la limpieza y arreglo de las habitaciones y pasillos, así como del orden de los objetos de los clientes.
• Limpiar y ordenar las habitaciones, baños y pasillos entre las habitaciones de los clientes.
• Controlar el material, productos de los clientes y comunicar a sus responsables las anomalías en las instalaciones y los objetos perdidos.
• Realizar la atención directa al cliente en las funciones propias de su Área.
• Realizar las labores propias de lencería y lavandería.
• Preparar, transportar y recoger los materiales y productos necesarios para la limpieza y mantenimiento de habitaciones y áreas públicas e internas.
• Preparar las salas para reuniones, convenciones, etc.
• Limpiar las áreas y realizar labores auxiliares.
• Reponer minibares en las habitaciones.
• Llenar modelos y reportes diarios.
• Informar diariamente el costo del MINIBAR.
Los riesgos generales de la actividad de las camareras de pisos, pueden agruparse en los asociados a:
• Productos químicos.
• Caídas al mismo nivel.
• Caídas a distinto nivel.
• Cortes, pinchazos y golpes.
• Lugares de trabajo.
Entre sus tareas específicas destaca por su repercusión sobre la salud las de hacer y cambiar la ropa de camas, debido a la necesaria flexión del tronco, posturas penosas o fatigosas en la limpieza de cuartos de baño y empujar el carro de limpieza por el esfuerzo que hay que realizar, pero existen otros muchos riesgos de importancia para la salud e las camareras de piso.
Los productos químicos utilizados para la limpieza de lavabos, bañeras, retretes , suelos y espejos contienen un alto grado de acidez y alcalinidad.
Algunos de estos productos ocasionan dermatitis, problemas respiratorios y otras afecciones que pueden ir desde una simple irritación a quemaduras profundas. Los productos que contienen amoniaco, detergentes y disolventes, son irritantes para la piel, los ojos y las fosas nasales y la garganta. Los productos que contengan disolventes pueden afectar a las funciones renal y reproductiva. También los productos empleados como desinfectantes pueden producir irritación.
En los productos químicos se encuentran sustancias que se evaporan en mayor o menor medida durante su utilización y secado, produciendo vapores que pueden ser respirados por los trabajadores.
También pueden penetrar en le organismo a través de la piel del trabajador, durante su utilización, mezcla o eliminación de residuos.
También menor medida puede darse un riesgo por ingesta del producto de forma accidental, por ejemplo, al comer después de utilizar productos de limpieza sin haberse lavado las manos o por equívoco al haber cambiado el envase del producto y confundirlo con agua. Si se usa el lavado con vapor o agua caliente (en cocinas o baños), el detergente que se incorpora es dispersado finamente y si es alcalino puede provocar irritaciones de la piel, ojos o garganta, por lo cual será necesario emplear equipos de protección individual como mascarillas, etc.
El trabajo del personal de limpieza conlleva la realización de esfuerzos tales como levantar o movilizar pesos. Estos materiales, tales como útiles o máquinas de limpieza, bolsas de basura, cubos, etc., pueden ser pesados o tener un volumen que dificulte su manipulación. En todo caso su manejo puede provocar la adopción de posturas incorrectas durante su levantamiento o transporte.
También la movilización del carro de limpieza puede originar sobreesfuerzos e incluso el uso de escobas o fregonas a causa del agachado o la extensión del cuerpo en zonas de difícil alcance puede ser origen de lesión. Los brazos y, sobre todo, las manos realizan movimientos repetidos.
Sin embargo, los mayores problemas provienen de las operaciones que requieren inclinarse y agacharse para limpiar, fregar los cuartos de baño, cambiar la ropa de cama, aspirar alfombras y moquetas, limpiar el polvo de paredes y mobiliario y empujar los carros de limpieza de una habitación a otra. El transporte de los enseres y productos de limpieza se hace en carros que a veces se sobrecargan dificultando la visión de la empleada. También un inadecuado mantenimiento con falta de engrase de las ruedas, especialmente si además está sobrecargado, puede hacer pesado el empuje e incluso llegar a volcar el carro.
Como consecuencia se pueden producir sobrecargas bruscas en zonas de la columna vertebral. Lo más común son las lumbalgias, las dorsalgias y las hernias discales.
También la exposición prolongada a situaciones que conlleva la adopción de posturas incorrectas, levantamiento y trasporte de cubos, carros, la manipulación de fregonas, escobas, etc., puede dar lugar a lesiones que serán al comienzo leves, pero que si se hacen crónicas pueden llegar a ser graves.
Autor:
Marisela Mendoza
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