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Argentina-Uruguay: Guerra mediática por las papeleras (página 2)

Enviado por Esteban Landau


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Historia del conflicto

Para entender de qué estamos hablando es importante hacer un breve repaso de la situación. La empresa española ENCE -que cuenta en Uruguay con 40.000 hectáreas de eucalipto-, propuso en 2002 al entonces presidente Jorge Batlle, la construcción de una fábrica que convirtiera la madera de ese árbol en 400.000 toneladas de celulosa por año. La planta se asentaría en Fray Bentos, una ciudad de 23.000 habitantes sobre el río Uruguay, frente a la argentina Gualeguaychú.

Batlle autorizó la obra en octubre de 2003. Cinco meses después se enteró el presidente argentino, Néstor Kirchner, quien a través de la Cancillería planteó que esa decisión violaba el Tratado del Río Uruguay, por el que ambos países se habían comprometido en 1975 a preservar el medio ambiente. Batlle no solo ratificó la inversión de ENCE sino que recibió después la propuesta de la compañía finlandesa Botnia para levantar otra fábrica a solo siete kilómetros del sitio elegido por ENCE.

La inversión conjunta de las dos plantas de celulosa se estima en 1.500 millones de dólares, lo que representa casi el 10 por ciento del PBI anual del Uruguay. La empresa Botnia está cerca de terminar la primera parte etapa de la construcción, mientras que ENCE -quien paralizó la obra por pedido argentino- se encuentra en una fase inicial.

La primera nota del conflicto publicada en Clarín data del 19 de octubre de 2003. Tenía el siguiente título: "Una zona turística, en riesgo". En ella se decía: "El rechazo a la instalación de una planta de pasta celulósica en territorio uruguayo, frente a Gualeguaychú, movilizó a las organizaciones ambientalistas de Entre Ríos y Uruguay. Debido a la contaminación que podría causar en una zona de intenso turismo, el proyecto preocupa también al presidente Néstor Kirchner, quien instruyó al canciller Rafael Bielsa para seguir del tema". 

Un mismo hecho, distintas miradas

A lo largo de los años que lleva el conflicto, los diarios argentinos y uruguayos eligieron contar muchos de los hechos a través de portadas muy distintas. A los efectos del análisis elegimos algunas de ellas de manera no cronológica.

"Argentina: el río ya está contaminado". "Entusiasmo oficial tras el primer lance en La Haya". Estos titulares son del 9 de junio de 2006. El primero es de Clarín; el segundo de El País. Ambos describen en sus portadas las reacciones luego de las presentaciones en La Haya con impronta triunfalista. El hecho que narran es el mismo: la exposición de los argumentos de ambas delegaciones ante los magistrados. Sin embargo, cada diario elige un recorte distinto y privilegia lo que el otro considera secundario. Clarín habla de la contaminación en el río Uruguay como un hecho fáctico y agrega que los abogados argentinos dijeron que "ya está consumada".

El País, en cambio, hace hincapié en el "entusiasmo oficial" y en la cabeza de la nota remarca: "La primera audiencia en la Corte de la Haya confirmó certezas de un futuro triunfo en filas del gobierno". "Es cierto que incidió la camiseta. Pero me parece que antes que nada influyó la unanimidad de los partidos políticos, y se reflejó en la prensa. Debe tenerse presente que se trata del único asunto político en el cual existe coincidencia, en líneas generales, entre el oficialismo y la oposición", sostiene Waksman.

Ahora bien, ¿qué pasó el 14 de julio, un día después de que se conoció el veredicto favorable a Uruguay? Clarín tituló: "La Haya: luz verde para las papeleras" y El País "Vásquez ordena bajar tensión". En el mismo tono estuvo La Nación quien expresó: "Revés por las papeleras en La Haya: seguirán las obras". ¿Cómo es posible que del triunfalismo se pase a un discurso moderado? La respuesta quizás haya que buscarla en el acercamiento que por esos días habían protagonizados ambos gobiernos.

De todos modos, los días siguientes al fallo, Clarín y La Nación hicieron desaparecer de sus portadas el conflicto por la instalación de las fábricas de celulosas mientras que El País lo mantuvo siempre vigente. El 15 de junio tituló "Argentina se juega al bloqueo" y al día siguiente: "Planean que Vázquez dé primer paso con Kirchner", en alusión a un posible encuentro del actual presidente uruguayo con su par argentino.

La elección de las palabras

De un lado se habla de bloqueo, del otro, de corte de ruta. De un lado se habla de fábrica de celulosa, del otro, lisa y llanamente, de papeleras. De un lado se habla de piqueteros, del otro, de asambleas vecinales o asambleas ambientalistas. Si algo queda claro a la hora de leer los periódicos de ambos países es que -si bien siempre existen matices- la elección de las palabras es clave a la hora de editorializar.

"Los ciudadanos de Gualeguaychú que cortan las rutas -y de ese modo bloquean el tránsito entre los dos países- forman piquetes (de acuerdo con la definición de cualquier diccionario) y lo hacen por decisión de la asamblea ambiental de Gualeguaychú. Pero hay que reconocer que, más allá del significado de los términos, éstos tienen determinada carga que del lado argentino busca atenuar el alcance y del lado uruguayo busca agravarlo", explica Waksman.

El 19 de abril, por ejemplo, Clarín tituló: "Colón: vecinos levantan por la fuerza el corte" mientras que El País prefirió otro más belicoso: "Se comenzó a quebrar el bloqueo de los argentinos". Ambos artículos contaban de qué manera el corte de ruta en la ciudad de Colón se había terminado pero eligieron palabras muy distintas.

La volanta de Clarín agregaba: "Un grupo de comerciantes quitó las barricadas y quemó los vallados que impedían el paso en la ruta 135 hacia Uruguay. No hubo incidentes y la Gendarmería no intervino". Mientras tanto, El País manifestaba: "Treinta comerciantes de Colón desalojaron a cinco piqueteros a la vista de Gendarmería; en Gualeguaychú hay diferencias entre ambientalistas".

El 30 de abril, Clarín tituló: "Kirchner convoca a más fuerzas al acto por las papeleras". De esta manera describía el acto que el presidente argentino había organizado para reclamar por la instalación de las fábricas. En esa convocatoria estarían presentes gobernadores y asambleístas de Gualeguaychú. El País, por su parte, prefirió: "Preocupa la marcha piquetera en el puente" en referencia a una marcha programada por las asambleas vecinales sobre el puente Fray Bentos – Puerto Unzué.

La jerarquización de la noticia

A fines de junio, luego de que Néstor Kirchner se entrevistara en España con su par español, José Luis Rodríguez Zapatero, la empresa ENCE decidió frenar las obras hasta que el tribunal de La Haya se expidiese. Ese hecho también fue reflejado de manera muy distinta de un lado y otro del Río de la Plata. "La jerarquización de la información -sostiene Waksman- es uno de los principales mecanismos de expresión de la opinión de un medio sobre un tema determinado".

El 23 de julio en El País apareció un recuadro casi perdido en la primera plana: "ENCE para las obras al menos hasta julio". Ese día, Clarín no dijo nada. Pero se guardó un gran titular para el día siguiente: "Gesto de la papelara española: frena la obra". El País contraatacó con un titular también de gran relevancia: "Uruguay atrae más papeleras".

Ese no es el único ejemplo. El 21 de abril otro hecho mereció titulares muy diferentes. Clarín eligió: "Papeleras: Brasil confirmó la gestión ante Finlandia". Y como título secundario: "Canceló su visita al país la ministra de Comercio Finlandesa".

Pero lo que para Clarín era secundario, para El País, era central. "Argentina choca con Finlandia", destacó en su portada y agregó que "Ministra de Comercio de Finlandia visitará Uruguay pero no Argentina".   

Algo similar ocurrió el 2 de mayo, el título central de Clarín fue: "Levantan el corte en Gualeguaychu tras duro debate". En el copete se agrega que "lo decidió la asamblea de vecinos luego de fuertes cruces y acusaciones" y en un recuadro se destaca de manera menos relevante: "Desmienten que Uruguay quiera irse del MERCOSUR". Pero la información que para Clarín era la menos importante, para El País, era la central. "Levantan bloqueo y gobierno niega ruptura con el MERCOSUR", tituló.

A ahora bien, ¿los periodistas pueden influir sobre la intensidad de un conflicto de estas características? Waksman no tiene dudas y agrega: "A la mayor parte de los uruguayos le faltó información, por ejemplo, sobre la singular tradición de organización social de la gente de esa ciudad. Sobre todo al principio, también faltó información sobre los daños que la fabricación de celulosa ha producido en otras partes del mundo y sobre los efectos que puede producir en la tierra -y sobre todo en los recursos hídricos- el monocultivo de eucaliptos".

Conclusiones finales

El escritor y periodista italiano Furio Colombo sostiene que "los periodistas son el resultado de la formación psicológica y de los caracteres expresivos de la sociedad a la que pertenecen" y agrega que "diferentes naciones atribuyen diferentes relevancias a los hechos".

Argentina y Uruguay son países hermanos, con historia y costumbres en común. Pero queda claro que ante un mismo hecho -al menos en este caso- la noticia en uno y otro lado no siempre fue la misma. Y no estamos hablando solo del corte editorial que cada medio elige, sino de la fidelidad que los periodistas y editores tienen con la información, de aquello que se muestra o que se oculta, que se dice para que cada individuo pueda sacar sus propias conclusiones o simplemente se deja pasar de largo.

 

Esteban Landau

Revista Chasqui Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para

América Latina (CIESPAL)     

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