La repercusión escolar en los alumnos ante la falta de atención de los padres de familia (página 2)
Enviado por Candy Ascencio
Los padres suelen descuidar el aspecto educativo, ya que desde el momento que el hijo comienza su formación básica, los padres o algunos padres traspasan la responsabilidad de la formación académica a la escuela y los maestros; y los padres de lo que se preocupan es porque sus hijos tengan al inicio del curso el material que se les solicita y cumplir con los trámites necesarios para su inscripción y de ahí en adelante es cuestión de la institución educativa que los niños puedan aprender de manera integral y alcancen su máximo desarrollo académico. (Castillo,1992)
La educación de los hijos comienza con las propias historias personales de cada uno de los padres, de lo que construyan los padres día a día, darán a sus hijos una autovaloración, suficiente autoestima; su actitud frente a la realidad, a la vida y al mundo que los rodea, la seguridad en sus propias capacidades y decisiones, la calidad de relación que establezcan en su vida con sus semejantes, y su posibilidad de ser seres positivos para que construyan una nueva sociedad.
Los alumnos que asisten a la escuela, necesitan sentirse motivados por aprender, y esto se logra únicamente si los padres prestaran la atención a sus hijos, ellos deberían apoyar y orientar al niño en el desarrollo de sus actividades para forjar una actitud positiva hacia la escuela.
Los padres son fundamentales en el proceso educativo, y pueden hacer la diferencia. Éstos desempeñan un papel central en asegurarse que sus hijos y todos los niños en general obtengan la educación que necesitan y merecen.
Las necesidades básicas de los niños y las niñas son múltiples y cambian a medida que crecen: son evolutivas. Los padres para dar satisfacción a las mismas, deben disponer no sólo de recursos y capacidades, sino también de suficiente plasticidad como para que sus repuestas se adecuen a cada etapa del desarrollo de los hijos. (Escamilla 2004)
La vida familiar cuenta también con unos enemigos claros para establecer conversaciones y la relación interpersonal. La televisión en la comida, los horarios que dificultan el encuentro relajado, los desplazamientos de fin de semana… Hay que luchar frente a estas situaciones y adoptar una actitud de resistencia provocando un clima que facilite la comunicación.(Mendive 2007)
Dentro de la atención, la comunicación es importante, sin embargo un impedimento para la comunicación es la impaciencia de algunos padres para poder incidir educativamente en la conducta de sus hijos. Todo el proceso educativo pasa por la relación que establecen padres e hijos, y ésta se apoya en la comunicación; por eso es tan importante preservarla y mantener la alegría de disfrutarla. Para ello es suficiente que los padres no quieran llevar siempre la razón y convencerse que comunicarse no es enfrentarse.
Y bien, en si muchos padres consideran que la responsabilidad relacionada de los estudios de los hijos pertenece únicamente a los profesores y a los propios hijos.
De acuerdo con esta mentalidad equivoca, los padres exigen buenos resultados en los estudios sin haber colaborado previamente con los maestros y los hijos para el logro de dichos resultados. De estos padres suelen observarse algunas conductas típicas, por ejemplo preocuparse excesivamente, si así lo pueden entender, por las calificaciones escolares, en cambio, se despreocupa y hacen caso omiso a la participación en el proceso de aprendizaje de sus hijos, es decir, de cómo aprenden y trabajan cotidianamente. Debido a que solo tienen tiempo, y si acaso, a recoger boletas de calificaciones, y nada más porque no tienen disponibilidad para escuchar, indagar con los profesores sobre el proceso de sus hijos, y ni mucho menos, tienen la intención de dedicarse un poco más a sus hijos.
Estos padres suelen solo hablar con los maestros y con los hijos del tema de los estudios únicamente cuando los resultados son malos, y con el exclusivo propósito de quejarse, protestar y castigar. Se fijan la idea de que de que la escuela es una agencia para gestionar el que los hijos aprueben, que tiene la obligación de prestar un servicio fundamental: que los hijos logren buenas calificaciones escolares (según los padres).
La preocupación de una institución es enseñar a estudiar, a convivir, a aprender, cualidades que los padres no lo reflejan desde su punto personal individualmente, solo se enfocan a las calificaciones, mas no en el proceso que conlleva a lograr una asignatura aprobada, en los pasos a seguir para obtener buenas calificaciones.
He aquí la actitud errónea que suelen adquirir, por la falta de atención, de participación, de interesarse íntegramente en la educación de sus hijos, y que es tan visible y se refleja en la boleta de calificaciones, sin embargo buscan culpables e incógnitas de la reprobación o de bajas notas, mas no se cuestionan ellos mismos si están o no en un error gravísimo. Porque exigir a un hijo una calificación determinada sin adquirir posibilidades de obtenerla, sin ofrecerle ningún estimulo y ayuda familiar, no le favorece en su educación ni en su interés personal de su hijo.
Conclusiones
Así, desde las condiciones particulares de nuestro contexto, estamos ubicados ante una de las principales preocupaciones de las últimas décadas en el mundo: definir qué papel juega y puede jugar la educación en el actual contexto internacional. Cuáles deberían ser sus fines y objetivos principales y qué tipo de conocimientos y habilidades serán necesarios para hacerle frente a los problemas, desafíos y nuevas situaciones, tanto locales como globales.
El curso de una mejor educación debe intentar una amplia comprensión de por lo menos algunas de esas causas, con el objeto de entender las soluciones viables que permitan sentar las bases de progreso en el futuro. A través de acciones que de una manera más efectiva puedan implantarse al paso del tiempo, de acuerdo con las necesidades y las posibilidades objetivas de la educación en el nuevo siglo. Esto es solo una idea de cómo han venido modificándose todos y cada uno de los sistemas educacionales que bien provoca problemáticas seriales, y de diversos índoles y que además influye directa o quizás indirectamente en la desatención de los padres hacia la educación de sus hijos.
Entonces, los padres necesitan más información, mas cultura, mas preparación en los diferentes aspectos de la educación de los hijos, mejor criterio moral, también un poco mas de ayuda para responsabilizarse más en la educación de los hijos, para ser más coherentes como padres. (Murillo 2009)
Si lo desciframos como el viejo refrán: lo que siembres y si lo riegas constantemente, obtendrás buena cosecha y buenos frutos.
Dentro de la escuela, el docente necesita trabajar junto con los padres para que el alumno tenga una formación con bases más solidas que le permiten desarrollar las actitudes y aptitudes que refuercen su interés en los estudios, ahí radica la importancia de que los padres enfoquen su atención al aprendizaje de sus hijos, y dejen de descargar en la escuela su propia responsabilidad, ya que esta nunca podrá reemplazar a los padres; pretender educar integralmente a los alumnos sin la cooperación de los padres, es casi imposible.
La colaboración entre padres y maestros es esencial para que sus hijos logren sus metas en la escuela. En el hogar hay mucho que hacer para beneficiar al estudiante. Proporcionarle una nutrición saludable, asegurarse que duerma las horas necesarias, darle estabilidad emocional a través de una comunicación abierta, brindarle apoyo, demostrarle amor y dedicarle tiempo, facilitan que el niño empiece la escuela con una autoestima fuerte .(Comellas, 2007)
Desde pequeño se le debe ayudar a adquirir la disciplina necesaria para cumplir posteriormente con obligaciones como la tarea escolar, también hay que acostumbrar al niño a conversar sobre lo que aprendió cada día, y preguntarle sobre situaciones que tienen que ver con su seguridad, ya sea con otros compañeros como con los adultos de la escuela, también debes escucharle con auténtico interés. Es muy importante que los padres establezcan desde un principio una buena comunicación con los maestros y que traten de involucrarse en las clases para padres que se ofrecen en muchas escuelas . De esta forma se logrará la deseada colaboración entre hogar y escuela para beneficio de los alumnos.
Bibliografía
Blanco A. (2009) El problema de los problemas ¿Qué investigar en Educación? México
Comellas M. (2007) Escuela par padres, las claves para Educar a Nuestro Hijos. México. Editorial Ariel
Escamilla A. (2004) El Viaje de Crecer. México, Editorial Irema
Gervilla A. (2008) Familia y Educación Familiar. México. Narcea Ediciones
Mendive G. (2007) La Educación Familiar y sus desafíos. México. Programas Educativos SA de CV
Murillo J. (2009) Padres y Madres en Acción, consejos para ser mejores padres. México: Ediciones Ceide.
Autor:
Candy Unises Ascencio Roman[1]
[1] Alumno de la Maestría en Ciencias de la Educación, Especialidad en Desarrollo de Habilidades Intelectuales. Centro de Estudios de Postgrado Lev Vigotsky, sede Acapulco Gro.
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