La repercusión escolar en los alumnos ante la falta de atención de los padres de familia

Introducción

Actualmente dentro de las familias es posible encontrar problemas de desintegración familiar, adicciones, infidelidad, hijos no deseados, u otras situaciones como las madres solteras, padres que se encuentran en el ámbito laboral, familias grandes, hijos predilectos, etc. Que no permiten que los padres presten la atención necesaria a sus hijos en su desarrollo escolar.

La falta de atención por parte de los padres en los niños sobre todo durante la educación primaria, crea en ellos un desinterés hacia los estudios, ellos no se sienten motivados en la escuela, y por lo tanto su rendimiento escolar es menor que en los niños que tienen el apoyo y la atención de sus padres.

Es necesario indagar en los niños que sufren de este tipo de desatención por parte de sus padres, pues servirá de eje para el profesor y su labor docente, ayudándolo a identificar al niño que tiene un bajo rendimiento escolar a causa de la falta de atención, al igual, para encontrar alternativas que el permitan al profesor ayudar al niño a que renazca el interés por la escuela.

También será necesario orientar a los padres de familia, ya que por diversas razones están dejando de lado el aspecto académico de sus hijos. Es debido a estos factores que este estudio se encaminara a investigar

Desarrollo

En la actualidad, se afirma que la educación de los hijos empieza desde el hogar, por lo tanto si los padres de familia no se involucran en el aprendizaje de sus hijos, esto se verá reflejado en el rendimiento escolar.

Aunque se haya dicho hasta el cansancio, vale la pena repetirlo: ser padre o madre es uno de los desafíos más difíciles que plantea la vida para cualquier persona y a la vez, una tarea en extremo gratificante. Ser padres es una opción tan importante, que puede darle sentido a la vida de una persona, al punto de que en condiciones de adversidad, seguir adelante y luchar "por los hijos"  se convierte en el objetivo de muchos padres y madres.

La importancia de las funciones parentales, reside en que no se trata sólo de nutrir y cuidar a los hijos, sino también de brindarles la protección y la educación necesaria para que se desarrollen como personas sanas, buenas y solidarias.

Por ello, podremos plantearnos una pregunta es: ¿acaso, tener un hijo convierte automáticamente a un individuo en padre o madre?

Para la ley, ser padre o madre es una condición que se asigna por el derecho que da la consanguinidad o la adopción; la misma supone el cuidado responsable y la satisfacción de las necesidades de los hijos; sin embargo, no todos los niño/as reciben de sus padres este tipo de atención en cantidad y calidad suficientes.

Como resultado de numerosas investigaciones realizadas en los últimos tiempos, se ha concluido que el bienestar infantil es el producto de un complejo proceso, basado en una práctica de buenos tratos en la cual interactúan al menos tres factores que se entrelazan entre sí:

• 1. Las necesidades básicas infantiles.

• 2. Las competencias o capacidades parentales.

• 3. El contexto social circundante.

Los padres son los encargados de proporcionarle a sus hijos protección, educación, bienestar, salud, amor, etc., y en ese afán de buscar las mejores condiciones económicas posibles, el deseo de vivir mas cómodamente en las grandes urbes, ha provocado que sea necesario que los padres de familia, tanto el padre como la madre, salgan a trabajar con el fin de hacer más solvente el hogar, esto conlleva a una problemática social, ya que al trabajar mínimo 8 horas diarias ambos titulares del hogar, el tiempo que se les dedica a los hijos se ve disminuido considerablemente y eso a su vez provoca en la mayoría de las ocasiones desatención, ya sea familiar o escolar, entre otras.

Un ejemplo del equivocado concepto de los padres es, sacrificar la vida familiar a algunas actividades profesionales innecesarias. Con el fin de que así les ofrecen lo mejor de sus vidas y no les falte nada (categóricamente hablando). Y también existen padres que consideran que no tienen tiempo para educar a sus hijos, y es ahí donde deben admitir que no han jerarquizado correctamente sus diferentes responsabilidades.

Por lo tanto nos hacemos las siguientes preguntas ¿Cuántos padres de familia emplean un tiempo para revisar los cuadernos de tareas o los libros de texto de sus hijos? ¿Cuántos de ellos se dan cuenta de los problemas particulares en el atender de las clases de sus hijos y se preguntan cómo pueden ayudarles a resolverlos?