Las tribus provinciales, por lo tanto, constituyen una cristalización de tensiones, confluencias y ansiedades urbanas que atraviesan la juventud contemporánea.
Vivir el presente es la consigna bajo la cual se congregan los jóvenes adscriptos a las tribus nocturnas analizadas.
Unidos por la estética y los gustos en común, se reúnen ciertas noches en plazas o en playas de estacionamientos, para realizar actividades, como escuchar determinados estilos de música, poetizar sobre la vida, reflexionar sobre la muerte, entre otros ejemplos, buscando así reafirmar el sentido de pertenencia.
Desde esta perspectiva, las subculturas sociales sustituyen a la familia como tradicional ámbito de contención afectiva. "Los jóvenes nos congregamos donde sentimos que existe la comprensión sin castigo. La inexistencia de las instituciones que históricamente han sido formadoras de identidad, como la iglesia o la escuela, ya no tienen importancia en el mundo que vivimos. Sobre todo la iglesia." (Ver Anexo 4).
Relaciones sociales
Los afectos constituyen una nueva forma de vivir ese otro hogar contenedor. Las nuevas relaciones, las nuevas formas de estar juntos, los nuevos deseos, los nuevos territorios existenciales, se establecen como redes de relaciones sociales que fortalecen los sentimientos inherentes al proceso grupal, a pesar del carácter transitorio y móvil que presentan estás neo-comunidades que brotan como "nuevos modos de vida". (Ver Anexo 3).
La sensibilidad juvenil provincial, por lo tanto, comienza a poner en práctica toda una ritualidad específica protegiendo el espacio de su cotidianeidad y los afectos adquiridos. "El énfasis está puesto en el andar; en el encuentro con el otro, mediado solo por las marcas que nos unen, nos facilita identificarnos. Nos sentimos parte de una familia". (Ver Anexo 4)
Las tribus marcan una diferencia existencial entre una ciudad y otra; en San Salvador es rara la presencia de punks, considerado el grupo que hace de la violencia contra otras tribus su medio de expresión, y eso permite que la coexistencia con las tribus, por ejemplo Los tecnos de San Pedro, sea tranquila, con excepción de alguna disputa por el territorio, alguna cargada de esas que nunca faltan o el viejo ejercicio de subestimar o ignorar lisa y llanamente al de la vereda de enfrente cuando se encuentran.
Hoy las denominaciones y los grupos se multiplicaron. Pero una enumeración básica de las presentes en Jujuy no se puede omitir a los cumbiacheros (en mayor medida), rokeros, raperos y heavys (en menor medida), etc., como los principales y emergentes exponentes de un fenómeno que ya forma parte del paisaje urbano y cotidiano.
De esta forma, el fenómeno de las Tribus surge como una de las principales metáforas contrarias al individualismo, sobre todo, impuesto por el mundo adulto. Estas nuevas formas de agrupación juvenil van encontrar en el grupo, a diferencia de sus propias familias, fuertes implicaciones emocionales y sentido de pertenencia grupal. Noción que llega a ser extensa en la actualidad, envolviendo a una gran cantidad de representaciones nuevas de agrupación juvenil.
Su contracultura no está en contra de la cultura instituida, no la destruye, sólo la critica, y expone nuevas vías alternativas de acción, siempre y cuando responda a la premisa de rebelarse contra los viejos cánones establecidos.
Es así, que para poder aprehender este fenómeno en particular, se vuelve necesario conocer en profundidad, aquellos elementos que van a establecer la lógica interna y la multiplicidad de experiencias compartidas, las cuales son comúnmente ignoradas.
No obstante, la emergencia y proliferación de las Tribus en la provincia se deja comprender mucho más eficazmente, cuando las consideramos como la expresión de prácticas sociales juveniles, que de un modo u otro está dando cuenta de una época vertiginosa y en constante proceso de mutación cultural. Proceso que incluso comienza a minar las categorías con las cuales cuentan las ciencias sociales para abordar la complejidad social, y que particularmente en el caso de las nociones ligadas a la juventud, la realidad parece desbordar más rápidamente los conceptos con los que se trabaja.
ANEXO 1:
Entrevista
"Perspectiva Social"
Rossana Cruz es pampeana, doctora en Ciencias Sociales y se especializa, desde hace más de 30 años, en el tema de los "Colectivos Juveniles o Tribus urbanas" en las provincias argentinas. Cruz describe en sus investigaciones como el panorama dramático de la región, en especial de quienes viven "en la zona de exclusión producida por el neoliberalismo, pueden originar las sociedades urbanas como una protección ante una sociedad desencantada. "La idea es mostrarse no convencional, ser únicos, y de este modo distinguirse del resto", la finalidad en definitiva es la misma".
P: ¿Qué es ser joven hoy, como construcción cultural y social?
E: Si bien existen características comunes marcadas por la globalización, la mundialización, los viajes, los movimientos transnacionales, el flujo migratorio tan acelerado, se ven profundas diferencias si consideramos los contextos particulares: hay jóvenes privilegiados, jóvenes semiprivilegiados, jóvenes en situación de exclusión… Según en torno a qué jóvenes coloques la pregunta, la respuesta, puede adquirir cierta dimensión. A mí me interesan más los jóvenes que viven en la zona de exclusión, producida por el neoliberalismo. Porqué en primer lugar, comparten la ausencia de cualquier noción de futuro. En segundo lugar, comparten un desencanto y una desesperanza absoluta con respecto al mundo social y, sin embargo una enorme capacidad de invención y de inventiva de nuevas formas de lazos sociales. La pandilla es la forma violenta de expresión de este fenómeno. Esta es la principal característica que atraviesa a los colectivos juveniles en las zonas de exclusión de nuestros países. La identidad se construye en las esquinas, dando origen a micro-culturas divergentes, en el cual se centran los jóvenes de clase media y aquellos que construyen su identidad en la escuela, cuya rebeldía no rebasará los límites impuestos por la institucionalidad. El fenómeno de las Tribus constituye una respuesta al proceso de "desindividualización" que las sociedades presentan.
P: ¿Le preocupa, en este caso, los fenómenos como los skinheads o los grupos de bad boys?
E: La praxis de estas Tribus expresa el resultado de una operación consistente que está dando cuenta de formas de resistencia a la economía de los poderes socialmente legitimados, especialmente en grandes países. En América Latina, encuentras algún caso suelto pero no presenta el nivel de virulencia de otros países. El contenido discursivo presente en estas resistencias es lo que abre la posibilidad de sacarle rendimiento a las sociedades emergentes que se desplazan en el campo juvenil actual, donde las dinámicas comunicativas generan una explosión de los códigos adecuados del poder a través de expresiones como la música o los graffitis. Si tenemos un problema en términos de colectivos juveniles, no va por ahí. Tenemos otros frentes que luchar, como el desempleo, el vaciamiento de la política y la falta de confianza en las instituciones sociales, el abandono social en que se encuentran, etc. Para mi entender hay una ausencia de puentes, de canales de dialogo, entre la generación nuestra y la de ellos.
P: ¿Y por qué considera que no existe el diálogo entre ambas generaciones?
E: Hay diversas opiniones que a mí me han servido para pensar esta cuestión, que tienen que ver principalmente, con lo que la generación de los 60, 70 y principios de los 80 han vivido. Estos años fueron momentos de grandes derrotas para los movimientos juveniles. Pero lejos de ventilarse esa discusión, hubo una especie de pacto de silencio, la cual generó una herida tan grande. No se habló del asunto, no se discutió y quedó soterrado. Eso genero para mí, una distancia con los jóvenes, incluso en los sectores más de vanguardia, de avanzada, de izquierda… Ellos tienen una mirada muy despreciativa, muy estigmatizadora, esa es la verdadera consecuencia.
Los Comunicadores Sociales consideran al lenguaje y a la comunicación como ejes centrales en la organización de la cualquier vida social. Si bien hay un conjunto de hipótesis que han servido para entender este funcionamiento en la interacción juvenil, es una discusión que todavía permanece inclusa. La opinión de Rossana Cruz simplemente nos otorga un panorama político, social e histórico para entender el funcionamiento de una tribu.
ANEXO 2:
Columna de opinión
"Pandillas, Maras, Tribus Urbanas y villas miserias"
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