Reportaje
No hace falta viajar en el tiempo para poder hablar de las diferentes tribus urbanas que conforman la sociedad, sólo basta con prestar atención y observar en los pubs o en las plazas a los distintos grupos de adolescentes.
Los cumbiancheros, los hippies modernos, los rokeros y muchas otras tribus juveniles hacen de su apariencia el espejo de sus gustos, ideas y rebeliones. En la provincia de Jujuy, también se hace evidente esta segmentación, ganando miles de adeptos de todas las clases sociales sin distinción, aunque en realidad sólo se adopten los rasgos externos, aquéllos que se ven en los diferentes medios de comunicación, y no por su verdadero significado social, como ocurre en otros lugares del mundo.
Pertenecer a una tribu consiste en buscar en los congéneres modos de pensar y de sentir idénticos a los propios, sin ser necesariamente conscientes de ello, para formar una sociedad comparativamente pequeña, pero con una fuerte Identidad Propia.
Marcando territorio
En Jujuy, sin perjuicio de la presencia de violentas sociedades como los "skin-heads" ó "punks boys", adquieren una exclusiva relevancia, los designados "cumbiancheros" o los "rokeros". En muchos de los casos, los grupos no se perciben, pero cabe denotar que si una persona camina durante la madrugada, las bandas juveniles aparecen. Sobre todo, si se asiste a un recital o a una reunión estudiantil, e incluso a un local bailable.
Las agrupaciones en la provincia hacen de su apariencia el espejo de sus gustos, ideas y rebeliones: "el nuevo joven busca independizarse del seno familiar para encontrar afuera, en el exterior, a grupos de pares o modelos con los cuales asemejarse para compartir espacios propios", explica la psicóloga Mabel de los A. Román, quien llevó adelante una indagación sobre estas agrupaciones en la capital jujeña analizando rasgos como la indumentaria, el lenguaje y las actividades focales.
Son estas características particulares las que permiten catalogarlos, como hippie, cumbias, punk, dark, etc., frente al anonimato social, y a la vez, conferirles cierta identidad que marca la diferencia con otras organizaciones juveniles. En este andar se reconocen diversos grupos, se reencuentran en el contraste; en la diferencia que, si es respetada, exige la contraparte.
Las tribus urbanas provinciales tienen una característica que las diferencian de otras sociedades provinciales. En Jujuy, existen bandas que mantienen una estética conforme entre varios individuos de la misma tendencia, e incluso entre sus miembros pueden hallarse miembros de otras ideologías. Sin embargo, dentro de estas agrupaciones también se pueden encontrar personas denominadas Poseur, que usan la estética y/o el comportamiento de la comunidad urbana, pero olvidando por completo la filosofía e ideologías propias del movimiento.
Los sellos personales
La aparición de estas Tribus en la provincia, se debe por sobre todo, a la búsqueda de los jóvenes por aquella Identidad tan añorada. Su manera de vestir (look informal y descuidado) aparece como uno de los condicionantes a la hora de ser admitidos en los lugares representativos de la cada cultura, con atuendos exclusivos que no se adquieren en negocios o shoppings. "La idea es mostrarse no convencional, ser únicos, y de este modo distinguirse del resto; la finalidad, en definitiva, es la misma." (Ver Anexo 1).
Otros de los sellos que ayudan a diferenciar los grupos es el lenguaje; los cuales emplean términos y vocablos que surgen de las prácticas, que a la vez instauran un verdadero "diccionario urbano". A ello, se complementa el estilo de música escuchada, el predominio de una ideología en la que nadie juzga y las formas de relacionarse entre sí.
El placer de estar juntos, la seguridad y la contención afectiva del que carecen, son los aspectos que más distinguen a estas bandas. Pero, para poder comprender la complejidad y analizar la lógica de dicho fenómeno, cada persona debe de remitirse a la noción de tribu habitualmente utilizada desde la Antropología Social o Cultural, la cual se ha constituido como una de las "expresiones más antiguas y certeras". (Ver Anexo 2).
Lo urbano, en este punto, suele revestirse como una de las características propias de la vida centrada en las ciudades contemporáneas, donde lo que prima es el individualismo, el éxito personal, el consumismo alienante y la rapidez de las decisiones, contrastando de ese modo con el sentimiento grupal. La noción de agrupaciones, logra remontarnos a aquellas comunidades emocionales desplazadas en el acontecer de lo moderno, representando así como la gran mayoría de las metáforas, "un buen medio para aprehender la globalidad social" en que vivimos.
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