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Filosofía de la Educación

Enviado por danroli70


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    FILOSOFÍA METAFÍSICA

    La filosofía metafísica intenta ir más allá de la experiencia humana inmediata, de la experiencia de la vida diaria, incluyendo la experiencia en laboratorios, juzgados y galerías de arte, para encontrar unos principios fundamentales y responder a unas preguntas básicas: ¿qué es lo que fundamenta las regularidades que se descubren y describen en física?; ¿cuál es la esencia de la belleza?; ¿cuáles son los rasgos de la naturaleza humana universal que no estén capturados en la ciencia médica, en la fisiología celular o en la psicología?; ¿cuál fue la "primera causa" del universo?; ¿la personalidad humana sobrevive a la muerte del cuerpo?; ¿cuál es la naturaleza de la mente humana, y ésta, como interactúa con el cuerpo en aparente contradicción con las leyes físicas?

    Estos temas han invitado a la especulación, pero no todas las especulaciones han sido metafísicas. Como A. E. Taylor señalaba en 1903, la metafísica tiene "cierta afinidad con la religión, así como con la literatura imaginativa", pero difiere de ambas en su espíritu y método". Añadía: "la metafísica es un espíritu puramente científico; su objeto es satisfacción intelectual, y su método no se basa en la intuición inmediata o en el sentimiento no analizado, sino en el análisis crítico y sistemático de nuestras concepciones". En el campo de la educación no siempre se ha delimitado la distinción Taylor, y la reflexión especializada sobre educación se ha confundido a menudo con la filosofía de la educación.

    Otros filósofos no están muy de acuerdo con la demarcación de Taylor de la metafísica. Karl Popper, por ejemplo distingue claramente la ciencia de la metafísica, y mantiene que las afirmaciones científicas son refutables, en principio, mientras que las metafísicas no los son. Otros filósofos con una indicación más positivista, irán más lejos que Popper aún, según ellos, debido a que las afirmaciones metafísicas carecen de posibilidad de demostración, también carecen de significado.

    FILOSOFÍA NORMATIVA

    Los filósofos, con el apoyo de las conclusiones alcanzadas con sus investigaciones metafísicas, a menudo han querido establecer normas, estándares o pautas para conducir los asuntos humanos. Los filósofos de la educación son normativos cuando extienden los objetivos de la educación, como lo siguiente ejemplifica: "la meta principal de la educación es la conquista de la libertad interior y espiritual por parte de cada persona".

    FILOSOFÍA ANALÍTICA

    A lo largo de la historia de la filosofía, también ha habido siempre una voluntad analítica, quizá de una manera no tan acentuada, pero, sin embargo, crucial. Se han aclarado conceptos centrales para los importantes líneas de investigación, se ha expuesto las suposiciones que se hallaban escondidas.

    Los filósofos analíticos de la educación contemporáneos, se preocupan por el concepto de justicia; pero también han hecho un intento de aclarar conceptos tales como el de "igualdad", "enseñanza", "castigo", "adoctrinamiento", "inteligencia" y la propia "educación".

    Estas tres tradiciones de actividad filosófica no están definidas claramente en la practica, estas se combinan entre sí durante el tratamiento de un problema, pudiendo el filósofo cruzar silenciosamente las barreras entre uno y otra.

    OTROS ENFOQUES

    REFLEXIÓN ESPECIALIZADA SOBRE LA EDUCACIÓN

    Las tres categorías tratadas hasta ahora metafísica, normativa y analítica son suficientes para caracterizar la variedad de los escritos filosóficos sobre cuestiones educativas. Sin embargo, no hacen completa justicia a todas las actividades que, históricamente, se han incluido bajo la filosofía de la educación. A lo largo del curso de la historia, la gente etiquetada de filósofos de la educación ha trabajado en una o más de las tres actividades, aunque, a veces, se han dedicado a otra actividad, importante pero no filosófica.

    La existencia de este cuarto ámbito ha conducido a la confusión sobre el ámbito de la disciplina de la filosofía de la educación y también a la pregunta de si se trata realmente de una disciplina de la filosofía de la educación y también a la pregunta de si se trata realmente de una disciplina o no. Para ponerle una denominación mejor, este cuarto tipo de actividad han acordado llamarle "reflexión especializada sobre educación. También es concebida como la versión educativa de la actividad que proviene de la religión y la literatura imaginativa.

    Lo que complica la situación es que los filósofos a veces se ocupan de este tipo de reflexión educativa, pero los que habitualmente se han dedicado a ésta rara vez, sino nunca, han escrito sobre educación en ninguno de los tres modos filosóficos.

    Bajo esta perspectiva, en muchas partes del mundo de habla inglesa, la filosofía de la educación se enseñaba, por lo general, en cursos para la formación de maestros, impartidos por profesores sin una formación filosófica específica., pero que eran educadores reflexivos y experimentados. A menudo, se trataba de antiguos directores de escuela e inspectores o administradores. Esta tendencia se vio reflejada en los libros de texto que aparecieron durante los años 40 y 50. Había numerosas colecciones sobre pensamientos acerca de la educación, de personajes famosos de todos los tiempos, con independencia del mérito filosófico de estos pensamientos, y también libros que discutían sobre una u otra panacea o programa, de una manera reflexiva, pero no filosófica. También los filósofos han escrito sobre educación no filosóficamente como John Locke, G. W. F. Hegel y Bertrand Russell.

    EL ENFOQUE DE LOS ISMOS

    Resulta evidente que no existe sólo una manera de llevar a cabo la investigación filosófica sobre educación. Los filósofos metafísicos no se ponen de acuerdo entre ellos, y tampoco con las diferentes escuelas de filósofos analíticos. Sin embargo, durante varias décadas de mediados del siglo XX, se prefirió una manera de enfocar la filosofía de la educación, que trascendía las fronteras tradicionales. Tuvo sus comienzos en la Europa continental, así como en el mundo de habla inglesa, y algunos filósofos analíticos de la educación y los de tradición metafísica lo adoptaron.

    Se sostenía que las perspectivas filosóficas o religiosas, llamadas ismos, podían servir como puntos de partida, desde los cuales deducir tesis o prescripciones sobre educación. Según decía un comentarista: "un método común de construir la filosofía de la educación es derivarla de alguna postura filosófica como el idealismo, el tomismo, el pragmatismo o el existencialismo. De este enfoque surge la pregunta: ¿Qué implica para la educación una postura determinada?"

    Este enfoque se popularizó en Estados Unidos para los años 50, al igual que en otras partes del mundo, y tuvo un gran atractivo para aquellos filósofos que estaban ayudando a formar maestros.

    Parecía que todo lo que se tenía que hacer era exponer ciertas posturas filosóficas a los estudiantes para que éstos escogieran, o bien, presentar la postura que al maestro le parecía correcta. Entonces uno podía dedicarse a la tarea relativamente simple de trazar lógicamente las implicaciones educativas. Con el tiempo, sin embargo, este enfoque resultó ser ingenuo en el mejor de los casos, y, en el pero, se vio que contenía graves errores filosóficos.

    No hay una simple correspondencia directa entre los compromisos filosóficos profundos de cada persona, por ejemplo, idealismo, realismo o pragmatismo, con sus creencias y sus acciones diarias. En general, es imposible decir qué "istmos" filosóficos acepta una persona por su comportamiento. Así un realista no trata los objetos cotidianos (mesas, pupitres, tizas, niños) de una forma diferente a como lo hace un idealista.

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