Historia de las vacunas Entendemos por vacuna, sustancia generalmente fabricada a partir de microorganismos patógenos para el ser vivo, que al ser administrada produce defensas frente a la enfermedad que queremos prevenir.
A lo largo de la historia se ha producido un gran avance en lo que a vacunas se refiere que nos ha permitido pasar de la primera vacuna rudimentaria contra la viruela a la vacunología reversa que está en vías de desarrollo y expansión en la actualidad.
Variolización Los primeros escritos relacionados con la vacunación (“el tratamiento correcto de la viruela”) se remontan al siglo XI en China, donde una monja budista realizó inoculación antivarólica a partir de enfermos que padecían viruela. Otros textos (“El espejo dorado de la medicina”) también sitúan en China hasta 4 formas diferentes de inoculación antivariólica.
Primera vacuna Edward Jenner (médico británico) inventó en 1796 la primera vacuna contra la viruela. El experimento consistió en inyectar a un niño de 8 años la vacuna procedente de una pústula del brazo de una ordeñadora (ésta había sido contagiada por una vaca) a través de dos cortes superficiales en el brazo, consiguiendo inmunizar al niño ante la viruela humana.
Vacunas de Pasteur Louis Pasteur realizó en 1881 una demostración pública de vacunación inoculando bacilos atenuados de ántrax para demostrar que se podían obtener vacunas a partir de cultivos de laboratorio; esto le permitió desarrollar la vacuna contra el cólera de las aves y el carbunco. En 1885 obtuvo la vacuna contra la rabia, que estaba compuesta de agentes debilitados productores de la enfermedad sacados de médula espinal de animales rabiosos.
Vacunas de principios del XX El siguiente paso en la evolución fue la inactivación química de toxinas. En 1909 se desarrolló la vacuna contra la tuberculosis (cuestionada durante toda su historia). En 1935 se desarrolló la vacuna contra la fiebre amarilla. En 1936 se desarrolló la vacuna contra el virus influenza A y en 1938 contra la rickettsia.
Edad de oro de la vacunación A partir del impulso del cultivo celular y la capacidad de desarrollar virus humanos fuera de un organismo vivo de manera bastante sencilla y segura, se produjo el boom en vacunología. Se obtuvieron en esta época vacunas contra poliomielitis (1954), sarampión, paratiroiditis, rubeola y varicela.
Vacunas en los 70 y 80 En estas décadas se introdujeron las vacunas formuladas con polisacáridos capsulares o proteínas purificadas, es decir las que se conocen como vacunas de subunidades.
En esta época destaca la parición de la vacuna meningocócica, la vacuna neumocócica y la primera generación frente a haemophilus influenzae tipo B.
Vacunas finales del XX Avery y Goebel demostraron que la inmunogenicidad del polisacárido podría incrementarse si se uniese a una proteína transportadora, de esta idea surgen las vacunas conjugadas.
La primera vacuna conjugada comercializada fue contra el haemophilus influenzae tipo B.
Presente y futuro de las vacunas En 1986 gracias al uso de la ingeniería genética se formula la primera vacuna DNA recombinante frente a Hepatitis B.
Actualmente existen diversas vacunas de este tipo en el mercado y en vías de desarrollo.
En el futuro las expectativas están focalizadas en la vacunología reversa, es decir el hecho de que un ordenador sea capaz de elaborar la vacuna sin pipetas, ni mascarillas ni tubos de ensayo
Definición
Vacunas obtenidas utilizando la tecnología del ADN recombinante en alguna etapa de la producción.
Bondades de una vacuna ideal Precio competitivo. Inocuidad. Estabilidad física y genética. Posible inmunización simultánea contra múltiples componentes protectores de diversos patógenos. Protección de larga duración con 1 sola dosis VO. Inducción de inmunidad mucosal en máximo 2 semanas. Estimulación de respuesta inmune humoral y celular a nivel sistémico.
La vacuna recombinante es un área multidisciplinaria Inmunología Biología de patógenos Genómica de patógenos Química Proteómica de patógenos Bioinformática Nuevas vacunas
Son un plásmido bacteriano diseñado para expresar un gen (o genes) de interés que codifiquen, por ejemplo, para una proteína inmunogénica de un patógeno determinado, contra la cual se desea inducir una respuesta inmune protectora en el individuo vacunado.
Por tanto su acción imita lo que ocurre en una infección por patógeno completo).
Reúnen en un mismo producto biológico:
Eficacia de vacunas vivas convencionales.
Seguridad de vacunas inactivadas convencionales.
Componentes básicos del vector que garantizan óptima expresión celular: Origen de replicación procariótico para amplificación y propagación del plásmido en bacteria.
Gen marcador de selección de las células bacterianas portadoras del plásmido.
Promotor eucariótico fuerte que garantiza elevados niveles de transcripción del gen de interés en la célula eucariota.
Sitio de múltiple clonaje justo después del promotor para insertar la secuencia de interés.
Secuencia de terminación de la transcripción y secuencia estabilizadora del ARNm transcrito.
En el proceso de obtención de las vacunas recombinantes hemos de prestar especial atención a 3 características:
Calidad. Seguridad. Eficacia.
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