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La Virgen de los sicarios y algunos planteamientos de Opinión pública

Enviado por celta2001


    "En la agonía de esta sociedad los periodistas son los heraldos del enterrador, ellos y las funerarias son los únicos que se lucran"

    Fernando Vallejo – La Virgen de los Sicarios

    Estamos en guerra, no se puede negar. Las instituciones están en caos, los valores trastocados, los modelos desvirtuados, y los protagonistas y multiplicadores de la opinión, los que podían ser los motores de la opinión pública, desenfocados.

    Da lástima percibir los conceptos, parámetros, enfoques y tratamiento que los medios de comunicación social dan a los temas de la denominada agenda pública, que no pasa de ser un remedo de agenda amañada a agendas privadas, fruto del interés de algunos pocos.

    Sí, el verdadero espacio para la construcción de la opinión pública es la Universidad, pero para aquellos que no pueden acceder a ella, lo es la televisión, que está cada vez más alejada de su función social y de su verdadera responsabilidad.

    Pero como dice Vallejo, el juego de los términos nos diluye tanto que lo fundamental deja de ser importante y pasamos a ser observadores morbosos de la realidad reafirmada por los medios.

    "Cuando cayó el muchacho el hombre se le fue encima y lo remató a balazos. Por entre el carrerío detenido (…) se perdió el asesino. El "presunto" asesino como diría la prensa hablada y escrita, muy respetuosa ella de los derechos humanos. Con eso de que aquí, en este país de leyes y constituciones, democrático, no es culpable nadie hasta que lo condenen, y no lo condenan si no lo juzgan, y no lo juzgan si no lo agarran, y si lo agarran lo sueltan… la ley de Colombia es la impunidad"

    Fernando Vallejo – La Virgen de los Sicarios.

    Con afirmaciones como estas, caladas la cultura y el inconsciente colectivo de la masa no hay nada que hacer con el país. Medellín, Colombia necesita individuos pensantes que hagan una verdadera publicística de la realidad, que le apuesten a la mayoría de edad, a la ilustración y a través de la repetición de estas fórmulas y de la recurrencia a los medios de comunicación, esto no es posible.

    "Se pasa ahora el día entero mi muchachito ante el televisor cambiando la imagen a cada minuto (…) Sólo se detiene en los dibujos animados, sin saber ni inglés, ni francés ni japonés ni nada, sólo comprende el lenguaje universal del golpe."

    Fernando Vallejo – La Virgen de los Sicarios.

    Me pregunto qué hacer con este tipo de personas, mejor dicho con este inmenso grupo de personas que comprenden sólo el lenguaje del golpe, del disparo o del balón de fútbol. La utopía de la educación para todos, del poder para los intelectuales, del bienestar social, sí que está lejos en nuestro medio. Sí que está lejos de la realidad intrínseca del ser humano.

    ¿Qué hacer? Si no se ilustrarán ¿entonces? ¿Tendremos que masificarlos en las líneas del bien o permitirles que elijan? Todavía no encuentro la respuesta.

    Anaximandro decía que "todos los seres existentes, según su naturaleza, se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según el orden del tiempo" Muy sabio el señor que daba a entender que la naturaleza, el destino, Dios o lo que se quiera en su infinita sabiduría dispone que las cargas se nivelen y las injusticias se paguen en el tiempo.

    Así, la violencia se convertirá en concordia, la destrucción en construcción, la soledad en comunidad, según el orden del tiempo. Pero la pregunta siguiente sería si constituye una imperiosa necesidad ayudar a construir de ese caos el cosmos deseado, el paradigma de la sociedad humana.

    "Las comunas cuando nací ni existían. Ni siquiera en mi juventud, cuando me fui. Las encontré a mi regreso en plena matazón. Uno en las comunas sube hacia el cielo pero bajando hacia los infiernos" infierno que se construye desde la opinión generalizada de la situación social y desde los modelos.

    Ocho hijos, una casa en donde morir, la cucha, el diario, la hembra… y otros más, son lo necesario para que se viva como debe ser. Pero los de clase alta no se alejan del mismo problema: el carro, la finca, la rumba, la ropa de marca son casi tan necesarios como respirar… ¿y la ciudad, el mundo, la verdad, la construcción de la opinión, de lo colectivo, de lo social?

    Decía Susanita, el personaje de Quino, leyendo un periódico en su sección de sucesos "Muertos, guerras, bombas, hambres, miseria… siquiera el mundo queda tan lejos". Cada día el mundo está más lejos.

    "Vivir en Medellín es ir uno rebotando en esta vida muerto"

    Fernando Vallejo – La Virgen de los Sicarios

    Muertos estamos desde que el conocimiento se hizo un privilegio de unos pocos, es decir desde siempre. Desde que a Medellín se le dio por ser una ciudad con las mejores obras públicas del país, los mejores servicios domiciliarios pero con los mayores índices de desempleo, de violencia casera y de asesinatos.

    No sé si hacerle caso a los sociólogos que dicen que somos una generación de guerra y que dentro de poco seremos una generación post guerra, que es peor. Que la única opinión pública es la del deseo que cese la violencia, pero cuando esto suceda, no sabremos qué hacer, pues siempre hemos vivido con la muerte.

    Los modelos de opinión y los espacios de debate y divergencia aquí no existen. Eran acabados a machete, ahora son acabados a ametralladoras o a motosierras que cortan los miembros y la cabeza delante de los hijos. ¿Quién? ¿Cómo? ¿Dónde se puede hacer algo para cambiar esto?.

    No hay mucho qué decir frente a la desesperanza que ofrece Vallejo y menos frente a la esperanza que ofrecen lo profesionales de turno. Todos somos culpables y como tales nuestra condena es seguir viviendo en un mundo que agoniza.

    "Aquí no hay inocentes, todos son culpables. Que la ignorancia, que la miseria, que hay que tratar de entender… Nada hay que entender. Si todo tiene explicación, todo tiene justificación y así acabamos alcahueteando el delito. ¿Y los Derechos Humanos? ¡Qué "Derechos Humanos" ni que carajos! Esas son alcahueterías, libertinaje, celestinaje. (…) si acá abajo no hay culpables, ¿entonces qué, los delitos se cometieron solos? Como los delitos no se cometen solos y acá abajo no hay culpables, entonces el culpable será el de Allá Arriba, el Irresponsable que les dio libre albedrío a esos criminales"

    Fernando Vallejo – La Virgen de los Sicarios.

    Tantas construcciones pendientes y tan pocas personas interesadas en hacerlo. El menester de juzgar parece competerle a todo periodista, pero cada cual es libre de hacer con su vida lo que le plazca, dejando, por lo menos, vivir a los que quieren y construir lo que deseen.

    Los demás lo que no quieren hacer las cosas deben irse por las buenas o por las malas como Alexis y Wilmar, los amigos de Fernando en su libro.

     

    Por:

    Carlos Mario Sánchez V.

    Periodista – Colombia