Análisis sobre el trabajo de Eleonora Gabaldón "Pensamiento Político de Guzmán Blanco" (página 2)
Enviado por Axel Robert Blanco Castillo
"La Ley con mayúscula como supremo árbitro de toda contradicción, la suprema verdad…" Sirve al Ilustre Americano para proyectarse como demócrata y liberal, y trata de confirmarlo con una política de modernización, donde su concepto de mundo civilizado se hace patente, en la adaptación de una arquitectura monumental, propio de los países europeos fertilizados por una cultura clásica greco-romana.
La autora revela utilizando los escritos de Francisco González Guinán y Ramón Díaz Sánchez, que Guzmán Blanco admiraba presuntamente la constitución de 1.864, del período su antiguo líder Juan Crisóstomo Falcón; por ser ésta el símbolo del triunfo Federal sobre la Oligarquía Conservadora, además de tener en su interior artículos que apoyaban la participación del pueblo en la política a través del Sufragio. Sin embargo, esa Carta Magna que hablaba de un proceso eleccionario universal, directo y secreto para la selección del presidente, fue derogada por su admirador Guzmán Blanco luego de tres años de dictadura, después de su triunfo con la revolución de Abril. Es declarada la Constitución de 1874 donde se reduce el periodo presidencial a dos años, con la finalidad para Guzmán, de poder darle, ahora sí, la oportunidad de gobernar a sus antiguos colaboradores y generales subalternos, no perdiendo su nivel de influencia sobre ellos y el ejército:
Constitución 1.874:
"Artículo 69. El presidente durará en sus funciones dos años a contar desde el 20 de febrero, día en que se separará precisamente y llamará al que deba sustituirle, aunque no haya desempeñado sus funciones durante todo el período para el que fue nombrado"
La astucia de Guzmán estriba, en diseñar un modelo de gobierno, donde satisfizo las apetencias de los caudillos regionales proporcionándoles poder legal maquillando así una Federación, se dio apariencia de prosperidad y modernidad con la política de obras públicas, se convenció al ciudadano común que experimenta un verdadero cambio hacia la democratización y adopción definitiva de los principios liberales, y continuó en la primera magistratura fortalecido por una constitución de fácil remoción y un Consejo Federal parcializado a su favor donde los votos eran la prueba pública de su legalidad.
Constitución 1.881:
"Artículo 61. Habrá un Consejo Federal compuesto de un senador y un diputado por cada una de las entidades políticas, y de un diputado más por el Distrito Federal, que se elegirán por el Congreso cada dos años de entre las representaciones respectivas de los Estados en que conste la Federación y de la del Distrito Federal."
La doctora Eleonora Gabaldón escribe comentando sobre las reformas constitucionales:
"Después de cuatro años veremos que las cosas cambian, esa discusión (franca y legal) no será posible. La constitución de 1.864 proclamada por la Federación, estableció la votación universal, directa y secreta para la elección del Presidente de la República. No obstante, Guzmán Blanco hará profundas modificaciones en las constituciones del 74 y 81. Ya en 1.873 y después de tres años de dictadura (necesaria) es preciso darle carácter democrático a la gestión política, hay que convocar a elecciones: en esta oportunidad tendrán un nuevo estilo ya que Guzmán Blanco "no cree en la eficacia del voto secreto y se pronuncia por un voto directo, público y escrito, firmado por el sufragante, por dos o más testigos de los presentes y por los miembros de la Junta.""
Es clara la contradicción de Guzmán entre sus pensamientos, papeles y discursos, y su acción política. La mayor parte de los historiadores coinciden en que su pensamiento político liberal se funde contradictoriamente con ideas autocráticas donde predomina solo su autoridad:
Yo hago únicamente lo que quiero, y eso no hay quien no lo sepa…Los que a mí me sirven deben romper todos los vínculos para contraerlos sólo conmigo, que represento la patria de ahora y del por venir.
Aunque el gobierno de Guzmán logra buenos resultados en una Venezuela devastada por muchas guerras codiciosas: pacificación, reformas administrativas, programa de obras públicas y culturales, modernidad urbana, recuperación del crédito nacional con entidades foráneas…El pueblo se lo paga, pues, en su memoria colectiva, hay gratitud nacional. Todavía tenemos presente el libro que recoge sus proezas: Glorias al Ilustre Americano, Regenerador y Pacificador de Venezuela. No podía esconderse ya el cambio de una ciudad olvidada por sus propios habitantes, una comarca rural, a una Caracas más urbana.
Autor:
Prof. Axel Robert Blanco
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