Fuentes de las parasitosis
Una infección parasitaria puede adquirirse a través de una de estas vías:
- A partir de otra persona, por contacto más o menos directo.
- Por auto infección, por ejemplo, en el mecanismo ano-mano-boca de la oxiuriasis.
- Por transmisión maternofetal o congénita.
- A partir de objetos contaminados.
- A partir del suelo contaminado por excretas humanas.
- A partir de agua o alimentos contaminados.
- A partir de animales parasitados.
- Mediante artrópodos transmisores.
Vías de entrada
Cutánea:
Para poder romper la continuidad del epitelio córneo de la piel, el parásito necesita atravesarlo por sí mismo o con la colaboración de un huésped intermediario transmisor. En el primer caso el propio parásito franquea activamente la piel, por un mecanismo enzimático que la digiere; puede tratarse de un monoxeno, que necesita cubrir su ciclo vital en el medio externo o suelo y luego las formas infectantes de los parásitos que se encuentran en el ambiente pasan al hospedador susceptible, o heteroxeno, los parásitos necesitan pasar por dos o más hospedadores de distinta especie para alcanzar su pleno desarrollo.
Otras veces el parásito, siempre heteroxeno, es vehiculizado con introducción de la saliva que lleva al parásito o es depositado en la superficie de la piel y franquea activamente la puerta abierta por la picadura: en este último caso se encuentra en la piezas bucales o en las heces del artrópodo y posteriormente atraviesa la piel, favorecido por el rascado. Otras veces el artrópodo entra y ejerce por si mismo la acción patógena en el tejido cutáneo.
Mucosa:
Esta es más fácil de atravesar.
Digestiva:
Esta vía, que necesita por parte del parásito algún mecanismo para evitar la acción del jugo gástrico, puede ser sólo un paso para una futura localización tisular o un fin, pues es en el intestino donde va a residir en forma permanente.
Respiratoria:
Es excepcional.
Otra vía:
Una vía posible de entrada es la transfusión de sangre de enfermos o portadores sanos.
A partir de la puerta de entrada, y si no se ejerce aquí mismo la acción, el parásito guiado por un tropismo especial debe realizar un recorrido, más o menos complicado, hasta llegar al tejido, órgano o víscera idóneos para su desarrollo y multiplicación.
Los tejidos u órganos son muy variados: intestino por ciclo directo p complejo, sangre, pulmones, vénulas mesentéricas o vesicales, linfáticos, células reticuloendoteliales, tejido subcutáneo, conjuntiva, etc. Hay parásitos sin tropismo especial y cuya localización depende de factores anatómicos del huésped (quiste hidatídico, cisticercosis). El tiempo que dura desde la puerta de entrada, por migración interna, hasta la localización constituye el período de incubación biológico y puede ser de días o meses.
El período de incubación clínico es el intervalo entre la exposición y la aparición de los primeros síntomas clínicos del parasitismo.
El resultado final, es que, si el parásito ha logrado superar la defensa del huésped, se constituye el parasitismo propiamente dicho. Si no se consigue superar las defensas del huésped, será destruido o eliminado. Si las fuerzas ofensivas y defensivas estás equilibradas, se constituye el estado de comensalismo, que se explica las infecciones "mudas", "subclínicas" o "asintomáticas", que en un momento determinado, por fallo en las defensas del huésped pueden hacerse "aparentes" o "clínicas".
Clasificación clínica de las parasitósis
Según la morfología del parásito:
- Protozoosis
- Helmintosis
- Artrópodos
Según su grado de parasitismo
- Parasitosis temporarias o facultativas: Parasitan por momentos al hospedador, permaneciendo gran parte de su existencia como insectos de vida libre.
- Parasitosos permanentes y obligatorias: La mayoría de los parásitos deben necesariamente vivir gran parte de su desarrollo en el hospedador, porque perecen rápidamente al estado libre.
Según la topografía
- Ectoparasitosis: Se ubican en la superficie del cuerpo. Generalmente corresponde a artrópodos.
- Endoparasitosis: Viven en el interior del organismo.
Según su localización en sistemas y órganos
- Enteroparasitosis: Tubo digestivo.
- Histoparasitosis: Tejidos.
- Hemoparasitosis: Sangre
- Ectoparasitosis: Piel.
PATOLOGÍA GENERAL DE LAS PARASITOSIS
Acción patógena
Los parásitos pueden producir daño al hombre por diversos mecanismos específicos para cada especie, que puede ser por acción:
Mecánica: los parásitos pueden provocar obstrucciones u otras acciones mecánicas en el lugar donde se encuentran. A veces la acción obstructiva se debe al gran número de parásitos.
Traumática: ocasionada por los insectos hematófagos o el arador de la sarna, y por los helmintos que migran y lesionan los tejidos.
Expoliadora: el parásito se aprovecha de elementos nutrientes ya elaborados por el huésped. La acción expoliadora aparece en todas las parasitosis, y por eso pueden cursar con una desnutrición del individuo o agravarla.
Tóxica: es la producida por sustancias químicas que secretan o vehiculan los parásitos. Un ejemplo es la acción tóxica de los venenos de arañas, garrapatas, escorpiones, avispas u hormigas.
Citopatógena: la parasitación por determinados protozoos de las células del huésped puede llevar a su destrucción.
Metaplásica o neoplásica: algunas parásitos pueden producir en los tejidos que parasitan una hiperplasia, primero, y una metaplasia o neoplasia, después.
Infecciones secundarias: las bacterias piógenas pueden invadir las lesiones producidas por las larvas de anquilostomas o las picaduras de insectos. Los virus pueden ser introducidos en diversas vísceras mediante parásitos invasores o en sus migraciones internas.
Las parasitosis pueden cursar sin sintomatología (portadores), con síntomas leves o con un cuadro típico y característico. Esto dependerá de varios factores, como el número, tamaño y toxicidad del parásito, del estado del huésped y de la respuesta inmune de este.
Las enfermedades producidas por los parásitos son capaces de ocasionar cambios tisulares muy variados. La morfología de las lesiones se modifica según la duración del cuadro clínico y de su evolución. Una parasitosis puede ser un proceso agudo de pocos días de duración o adquirir una evolución crónica, más o menos larvada. Por ejemplo, una colitis aguda amibiana puede tener úlceras necróticas y si el proceso se apaga puede pasar a ser una enfermedad crónica, larvada y recidivante.
Las lesiones histopatológicas pueden ser muy variadas: degeneraciones , infiltraciones, necrosis, pigmentaciones, calcificaciones, trastornos circulatorios y, la más típica, inflamación reactiva al cuerpo extraño, que representa el parásito.
La imagen histológica se modifica con el tiempo; por ejemplo, una leishmaniosis temprana es una simple pápula con reacción inflamatoria aguda, luego se ulcera o forma granulomas, y las lesiones viejas se cubren de costras hiperqueratósicas. Muchas veces, el parásito es sólo la causa inicial de una enfermedad y luego desaparece, para que el cuadro clínico sea dado por una complicación bacteriana.
Las enfermedades parasitarias suelen aparecer de un modo lento y el cuadro clínico se establece de forma gradual; sólo cuando el número de parásitos es muy alto o el sujeto es muy sensible, pude aparecer un cuadro agudo. Entonces hay fiebre, dolor, toxemia y otros signos físicos. Pero lo normal es que el proceso sea subagudo y el sujeto comience con pérdida de peso, anemia, adormecimiento, febrícula y otros signos mal definidos. Luego, los síntomas varían de un sujeto a otro debido a la respuesta inmunitaria, los fenómenos alérgicos y el estado del sujeto.
INMUNIDAD
Existen diversos tipos de parásitos y las respuestas inmunes efectivas contra ellos son muy variables. Estos tienen la capacidad de estimular mas de un mecanismo de defensa y el tipo de defensa depende del agente causal de la parasitosis. Los parásitos desarrollan un sistema de adaptación que les permite evadir la respuesta inmune y así sobrevivir, la mayoría están bien adaptados a un determinado tipo de huésped, y por ese motivo la mayoría no puede cumplir su ciclo vital en el huésped incorrecto.
Los parásitos intentan sobrevivir en el huésped el tiempo suficiente para asegurar la continuidad de su ciclo biológico. Este, trata de no destruir al huésped, su propósito es producir morbilidad y no mortalidad. Por eso han desarrollado una relación homeostática con el sistema inmune de vertebrados, que les permite al huésped defenderse solo contra niveles letales de la infección o infestación parasitaria.
Los parásitos logran evadir la respuesta inmune del huésped como resultado de una estrecha adaptación natural para que se establezca una interrelación entre ambos.
Con respecto al tipo de inmunidad, se sabe que la respuesta a nivel celular es mas efectiva contra parásitos intracelulares mientras que los anticuerpos actúan contra los parásitos extracelulares (sangre y tejidos). También puede no haber respuesta inmune, que se relaciona con los parásitos comensales (Entamoeba coli).
Antígenos parasitarios
Estos pueden ser proteicos, lipidicos y de naturaleza polisacarida, tienen función inmunogena para el huésped y presentan diversas características:
1-Existen numerosas variedades relacionadas con las variedades de parásitos.
2-Son complejos, pueden ser de superficie, estar en la estructura o ser productos del metabolismo (enzimas).
3-Son diversos y varían según la evolución y la migración interna del parásito.
4-Son heterogéneos, pertenecen a parásitos en común o comunes entre parásitos y el huésped.
5-La inmunogeneidad. Que varia según la adaptación con el huésped y puede dar respuestas celular, humoral o nula.
6-La forma en que varia la respuesta inmune cuando el antígeno se encuentran con las células inmunocompetentes.
Inmunidad natural
La inmunidad natural del huésped esta regulada por factores genéticos, por las condiciones biológicas y en poco grado por la diferencia de raza.
Esta resistencia natural impide el establecimiento de las infecciones parasitarias.
Defensas inespecíficas
Pueden ser:
1-Barreras naturales del organismo (barrera cutaneomucosa y factores fisico-quimicos como el ph gástrico).
2-Defensas como las respuesta inflamatoria tiene gran importancia que puede dar como resultado respuestas muy fuertes con la destrucción del cuerpo extraño(necrosis), o bien la formación de un granuloma no supurativo.
3-La fagocitosis también actúa en la destrucción de algunos protozoos.
4-El sistema del complemento de gran importancia en las parasitosis.
5-Y por ultimo los factores ambientales en que este adecuado el huésped, que se relaciona con la inmunidad natural del huésped gracias al clima, región, profesión, etc.
Respuestas específicas
1-la forma en que se protegen algunos protozooarios de los antígenos al vivir dentro de las células.
2-como los metazoos no se replican en el organismo, el parasitismo depende del numero de parásitos invasores o ingeridos, del potencial antigénico y del tejido infectado. Por eso aparecen las enfermedades asintomáticas, porque el sistema inmune responde muy poco a los helmintos que no se reproducen.
3-los parásitos sufren diferentes cambios morfológicos dentro del huésped y esto anula el efecto de la inmunidad adquirida en un segundo contacto.
Entre los componentes más importantes de la respuesta inmune son: macrófagos, linfocitos T (responsables de la formación de granulomas), anticuerpos (inmunoglobulinas fijadoras del complemento), linfocitos K asesinos, responsables de las reacciones citotóxicas frente a parásitos y células parasitadas.
Mecanismos de evasión
Se dan por una serie de mecanismos de escape al sistema inmune. Estos son:
- Imitación antigénica: son antígenos de la superficie del parásito equivalentes a los de la célula del huésped que confunden al sistema inmune.
- Depresión antigénica: la pérdida de los antígenos en la superficie del parásito temporariamente.
- Variación antigénica
- Inmuno toxicidad: produciendo sustancias tóxicas contra los linfocitos del huésped
- Inmuno supresión: deprimen el sistema inmune para sumar su resistencia que explica el mal estado de salud de los individuos parasitados.
- Inmuno diversión: son capaces de activar linfocitos B, distrayendo el sistema inmune de la presencia del parásito
- Inmuno diferencia: pueden vivir dentro de las células fagocitarias, evitando el contacto con anticuerpos y células inmunes
- Actividad anti-complementaria: evaden la acción del complemento
DIAGNÓSTICO
La mayoría de los síntomas de las parasitosis son inespecíficos, de aparición subaguda o crónica, y hacen difícil el diagnóstico clínico exacto. Por eso hay que realizar un diagnóstico de laboratorio, el cual intenta demostrar la presencia del parásito o la respuesta inmune frente a él. De manera que puede ser directo o indirecto.
Directo
Los parásitos principales pueden encontrarse en las heces, la sangre y además de otras localizaciones (exudado vaginal, sondaje duodenal, productos biópsicos). En las heces deben diagnosticarse parásitos completos o no, quistes de protozoos o huevos de helmintos.
Se pueden realizar exámenes complementarios como hemograma, radiografía, tomografía computarizada, ecografía, fondo de ojo entre otras. La eosinofilia es un signo muy frecuente en las parasitosis.
Cultivo
Muchos parásitos pueden cultivarse en medios sintéticos, pero no se usan de rutina.
Indirecto
Se realizan pruebas serológicas mediante reacciones antígeno- anticuerpo para detectar la presencia de anticuerpos frente a diversos antígenos parasitario. Se pueden realizar por ejemplo: ELISA, hemaglutinación, fijación de complemento entre otras.
Las reacciones intradérmicas permiten evidenciar los mecanismos de hipersensibilidad precoz y retardada frente a diferentes antígenos parasitarios. Una reacción intradérmica positiva indica infección pero no enfermedad actual; por sí sola no hace diagnóstico.
Diagnóstico parasitológico de las heces
El diagnóstico de las parasitosis intestinales depende en gran parte del hallazgo de huevos, larvas o helmintos completos, o de trofozoitos y quistes en el caso de protozoos.
Toma de muestras
Las muestras fecales pueden obtenerse:
- de evacuaciones por vía natural (heces frescas): usualmente se utiliza cuando son heces diarreicas.
- con purgante salino como sulfato de sodio (heces frescas)
En ambos casos las muestras deben ser enviadas rápidamente al laboratorio, pues algunos parásitos mueren rápido fuera del organismo y un resultado negativo sería erróneo.
- seriado (heces conservadas): en un frasco con formol al 10 %, se toman muestras pequeñas de cada deposición durante 7 días.
Debido a la diferente periodicidad con que se eliminan los parásitos por materia fecal, según su ciclo evolutivo, será conveniente procesar más de una muestra en distintos tiempos.
étodos de examen
Se puede realizar un examen macroscópico para buscar parásitos enteros o que permitan un hallazgo visual directo.
Los métodos para examen microscópico son varios, y ninguno es eficaz al 100 %, por lo que es necesario conocer varios de ellos. Son cuatro los principales:
- examen directo de preparaciones húmedas, que requiere la dilución de las heces con solución salina; esto se hace si las heces son frescas. Se identifican bien huevos y quistes, y se puede observar la movilidad de los trofozoitos.
- métodos de concentración, que se realizan cuando los parásitos son escasos o no se encuentran en las preparaciones húmedas. Pueden aplicarse para huevos y larvas de helmintos y quistes de protozoarios. Las técnicas de concentración se dividen en métodos de flotación y de sedimentación. Para las técnicas de flotación las soluciones deben tener densidad mayor que los huevos, larvas quistes , así estos flotaran en la superficie de la solución. Para las técnicas de sedimentación las soluciones deben permitir que dichos elementos se reúnan en el fondo del tubo.
- tinciones permanentes: se hacen frotis de materias fecales.
- cultivo: tiene las ventajas de aumentar el número de parásitos para observación posterior y de mejorar las condiciones de los trofozoitos que podrían estar degenerando. En los principales cultivo se emplean:
1- Extracto de hígado
2- Infusión de yema de huevo
3- Extracto alcohólico de huevo
EPIDEMIOLOGÍA Y CONTROL DE LAS PARASITOSIS
Actualmente el análisis de un problema mórbido se debe abordar considerando que la monocausalidad ha sido sustituida por la multicausalidad y multifactorialidad de los condicionantes de la salud y sus variaciones. Es así como la parasitología se ve influenciada profundamente en el nivel de vida de los pueblos. Dicho concepto se entiende como el estudio de los componentes del nivel de vida en el que participan nueve elementos que interviene en forma diversa. Estos componentes son: salud, educación, recreación, vestuario, alimentación, viviensa, libertades humanas y seguridad social.
Otro aspecto de relevancia frente a los fenómenos parasitarios es la conceptualización sobre salud y enfermedad. Se plantea una "triada ecológica" que tabaja en conjunto con la Evolución Genérica y los Factores Sociales frente al ámbito relacionado con la parasitología. La triada comprende al parásito, al hospedador y al ambiente.
Triada ecológica del parasitismo
- Factor del agente y reservorio contagiante
Reservorio humano:
- Casos clínicos
- Casos inaparentes
- Portadores
Reservorio animal
Reservorio inanimado
Estructura genérica
Inmunidad
Edad
Nutrición
Protección por vacunas
Hacinamiento
- Hospedero y su variación individual
- El ambiente y los mecanismos de interacción
Vías de contagio:
Aire……………………………………respiratorio
Agua y alimentos…………….………..digestivo
Contacto cutáneo, sexual………………piel y mucosas
Vectores (mordeduras, picaduras)……..piel y mucosas
Mecanismos de transmisión:
Congénitos
Connatales
Adquiridos
Carnivorismo
Contaminación fecal
Vectoriales
Transmisión transplacentaria
Transfucional
Lactancia
Accidentes de laboratorio
Presentación epidemiológica de las parasitosis
Las parasitosis pueden presentarse en forma endémica, en brotes esporádicos o en forma aislada. Cada país y localidad tiene problemas diferentes de acuerdo a los factores condicionantes demográficos, socioeconómocos, educacionales, ambientales, etc.
Zoonosis parasitarias
Son todas las infecciones parasitarias que se transmiten en forma natural, desde un animal vertebrado a un hombre y viceversa. Se pueden clasificar según el ciclo biológico del parásito infectante y de acuerdo a este criterio se conocen cuatro tipos:
- Zoonosis directas: Son aquellas zoonosis que se transmiten de un hospedador vertebrado infectado a otro susceptible por contacto directo, por medio de un objeto, o por un vector mecánico. En este proceso, el parásito practicamente no sufre cambios ni modifica su desarrollo mediante la transmisión.
- Zoonosis clínica: Son infecciones parasitarias que requieren para completar su ciclo evolutivo pasar de una a otra especie de vertebrado (hspedero definitivo o intermediario), sin que intervenga un hospedador invertebrado. En este proceso el parásito sufre cambios.
- Metazoonosis: Son parasitosis que se transmiten por medio de vectores biológicos invertebrados en los que se multiplica y desarrolla.
- Saprozoonosis: Son parasitosis que se desarrollan en hospederos invertebrados y en un reservorio no animal constituidos por sustancias orgánicas.
Parasitosis emergentes
El cambio en las características del hospedero en sus características inmunológicas, los viajes y migraciones, así como las relaciones del hombre con el medio ambiente, ha provocado la aparición de casos aislados de patógenos no habituales, lo que obliga a tener en consideración nuevos parásitos en el diagnóstico diferencial de patologías clásicas. Las enfermedades parasitarias pueden aparecer en zonas insospechadas, como países templados o fríos, a causa de las rápidas comunicaciones internacionales.
PROFILAXIS
La profilaxis de las enfermedades parasitarias requiere una tarea compleja y multidisciplinaria, que bajo las autoridades sanitarias deben plantearse, entre otros, los siguientes aspectos:
- Búsqueda de los reservorios y fuentes de infección; control de éstos.
- Saneamiento del medio ambiente.
- Higiene general de los individuos, familias y sus viviendas.
- Control de la higiene alimentaria. Mejora de los hábitos de alimentación de las poblaciones.
- Control de los artropodos vectores y otros huéspedes intermediarios.
- Quimioprofilaxis y vacunaciones.
- Mejoras del nivel socioeconómoco y cultural de las poblaciones.
- Educación sanitaria de los individuos enfermos, portadores y población en general.
- Actuaciones sobre el personal sanitario a todos los niveles, para controlarlos aspectos médicos y sanitario del as parasitosis.
- Inclusión de estos problemas en los programas de salud de los gobiernos afectados.
Bibliografía:
- "PARASITOLOGIA MEDICA" – Antonio Atias.
- "MICROBILOGIA Y PARASITOLOGIA MEDICA"- A. Pumarola, A. Rodriguez Torres, J. A. García Rodriguez, G. Piedrola Angulo.
- "MICROBIOLOGIA BIOMEDICA"- Juan A. Basualdo, Celia E. Coto, Ramón A. De Torres
- Internet:
Autor:
Federico Andres Tapella
estudiante de odontologia de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina).
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