La comprensión textual en los estudiantes universitarios a través de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad

2. Consideraciones generales
3. La ciencia, la técnica y la tecnología al servicio de la educación
4. Sistema de acciones para el trabajo extracurricular
5. Conclusiones
6. Recomendaciones
7. Bibliografía
8. Anexos

EJERCICIO DE PROBLEMAS SOCIALES DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA EN OPCIÓN DE CAMBIO DE CATEGORÍA DOCENTE Y COMO PARTE DE LA MAESTRÍA DE AMPLIO ACCESO

Introducción

A lo largo del siglo XX, la ciencia, la tecnología y la innovación se han convertido en uno de los factores decisivos de las trasformaciones sociales, económicas, políticas, militares, culturales y educativas; esto exige que la educación se prolongue durante toda la vida y que los espacios educativos y las ocasiones de aprendizaje tiendan a diversificarse en todos los contextos sociales.

La ciencia, la tecnología, la innovación y su interrelación con la sociedad han cambiado significativamente. Diferentes conceptos informan de dichos cambios, entre ellos: Ciencia Industrial, Gran Ciencia, Tecnociencia,[1] y teorías o modelos como: la teoría o modelo sobre los Sistemas Nacionales de Innovación[2]y el del Nuevo Modo de Producción de Conocimientos[3]entre otros. Estos conceptos y modelos captan las numerosas novedades asociadas al desarrollo científico y tecnológico como: la superación del llamado "modelo ofertista" basado en el "modelo lineal de innovación"[4], los cambios en la institucionalización de la ciencia y en las interrelaciones ciencia-tecnología-intereses y valores en el desarrollo científico, la ampliación de los actores vinculados al desarrollo científico y tecnológico, y las modificaciones en las formas de evaluación de la ciencia, entre otros.

Ante las demandas que plantean los nuevos retos educativos para el siglo XXI, en los últimos años se viene recurriendo con insistencia a la cultura científico-tecnológica y a la Educación en Ciencia-Tecnología-Sociedad[5]

Esta última es una herramienta válida para lograr las transformaciones que exige dicho contexto, como un proceso que pretende subrayar el carácter social de los propios avances tecnocientíficos, sus impactos éticos, políticos, económicos y sociales; destacando el papel de la incertidumbre y el conflicto en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, así como la presencia de valores e intereses en el proceso histórico que ha definido tal desarrollo. Se trata de desmitificar la ciencia y la tecnología, revelando su metabolismo con la sociedad y de promover las interacciones entre ciencia, tecnología y sociedad de cara a los intereses de las grandes mayorías. La trascendencia internacional de las propuestas en Educación Ciencia-Tecnología y Sociedad (CTS en lo sucesivo) ha llevado a diferentes organismos internacionales a asumirlas plenamente en su programación al considerarse, cada vez más, una respuesta innovadora y pertinente.[6]-

La Educación CTS, posee para Cuba una importancia especial. Desde el punto histórico, porque es necesario el conocimiento y la difusión del contenido de la tradición de pensamiento sobre ciencia y técnica nacida en el siglo XIX, y enriquecida a partir de 1959, donde se destacan los fines sociales, patriótico-revolucionarios, que debe perseguir la actividad científica y técnica en Cuba.

Desde el punto de vista teórico-político, porque hace más de cuatro décadas se viene construyendo una obra en materia de ciencia y tecnología de dimensiones sociales que es necesario ayudar a identificar y comprender entre todos sus protagonistas, por intermedio de la educación, para potenciarla sin los rasgos-restricciones positivistas que en ocasiones se observan en la realidad cubana.[7] Desde el punto de vista educativo, porque los cambios sociales han provocado y provocan trasformaciones en los sistemas educativos que exigen el desarrollo de procesos dirigidos a la mejora de la calidad en la formación permanente de los profesionales.

En la Educación Superior cubana siempre ha estado presente el componente social en todas las carreras a través de la disciplina de Marxismo Leninismo que incluye varias asignaturas. El Marxismo se ha enseñado e investigado en Cuba durante más de cuatro décadas. Se trata de una cosmovisión cuyos rasgos esenciales se integran en la formación de pregrado y postgrado. Esto ha sido posible porque en la Educación Superior cubana se considera que la formación científico-técnica y humanista no pueden estar separadas. A inicios de los noventa se consolida un espacio para la asignatura Problemas Sociales de la Ciencia y la Tecnología (PSCT) en el ciclo de las Ciencias Sociales de la mayoría de las carreras universitarias. Esta decisión se explica por el reconocimiento de que la formación del estudiante de enseñanza superior se enriquece con el estudio de los problemas del desarrollo científico-tecnológico, en su dimensión universal, latinoamericana y cubana.[8]