Nature vs Nurture: El Yin y Yang de la teleología aplicado a las ciencias del comportamiento humano…
Enviado por Felix Larocca
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- Bibliografía
"La diferencia entre la mente del hombre y las de los animales superiores, es ciertamente, una de desarrollo y no una de naturaleza". Charles Robert Darwin (1809-1892)
¿Qué viene primero, las características ingénitas del ser humano, o la nutrición física y emocional que éste recibe de quienes lo alimentan física, intelectual, y emocionalmente?
Nadie pretende conocer la respuesta, con la certidumbre necesaria, que resolvería este acertijo. Pero, ¿qué viene primero, el huevo o la gallina?
Yin y yang
Quizás este no sea el lugar más apropiado para abandonarnos a este tipo de especulaciones filosóficas, aunque antes lo hiciéramos cuando escribiéramos: Música, Evolución y Destino…).
Pero, repetimos, ¿por qué es importante establecer si, como seres vivientes, estamos programados para seguir un patrón pre-establecido por la herencia y el albur, o si tenemos alguna libertad para gozar de un libre albedrio, mientras nos influyen los genes que nos constituyen y la sociedad que nos modela?
En otras palabras, si el determinismo biológico, como fuerza, nos gobierna inflexiblemente, o si nuestras oportunidades, enseñanzas, experiencias y crianza son influencias que alteran nuestros hados.
El determinismo
"El determinismo es la doctrina filosófica que afirma que todo acontecimiento, incluyendo el pensamiento humano y sus acciones, están causalmente establecidos por la irrompible cadena causa-consecuencia. Lo que resulta en el hecho de que no hay milagros, ni ocurren sucesos al azar.
"El determinismo, asimismo, sostiene que nuestra vida está regida por circunstancias que escapan a nuestro control. De modo que nadie es responsable de lo que hace o deja de hacer. Desde el punto de vista humano, el determinismo sostiene que no existe el libre albedrío". (Véase, El determinismo cósmico en monografías.com).
Negar nuestro libre albedrío es perspectiva que a todos nos causa molestia, ya que ser individualistas es un atributo que exhibimos universalmente hasta en el modo en que nos arreglamos el pelo.
Desde tiempos inmemorables, la pregunta: de si somos o no esclavos de nuestro destino, sin que el entorno importe, ha bullido en las mentes de muchos pensadores y filósofos quienes la intuían y a la que hicieran referencia — de, manera a veces, sesgada — en sus especulaciones, como productos de sus mayores inquietudes.
Nature vs Nurture
Nature vs Nurture, nace como concepto, y su tocólogo es nada menos que, el ilustre primo de Charles R. Darwin: Francis Galton.
Francis Galton, en el 1874 introdujo la noción de la importancia de esta dicotomía en su libro English Men of Science: Nature and Nurture (1874). Dando origen formal al uso de la locución que motiva esta tesis.
Pasarían muchos años, mientras que la controversia fermentaba silenciosamente, hasta que Matt Ridley en el 2003, publicara su tratado: Nature via Nurture: Genes, Experience & What Make Us Human. Reafirmando la importancia para que esta disyuntiva metafísica, lograse ser puesta en perspectiva científica. Lo que, substancialmente, lograría.
El propósito de esta lección es amplificar en los logros de Ridley, asistido por las labores de otros investigadores — que a él precedieron y, que a él siguieron — para acentuar la relevancia de esta cuestión, especialmente en lo que aplica a las ciencias del comportamiento.
Comencemos
Desde que se descubriera la estructura del gene en el 1953, el problema del poder determinista de la constitución del individuo y del impacto del entorno en la formación de su complexión y carácter, se volverían objeto del mayor y, apasionado, debate entre científicos — ahora armados con frescos conocimientos — provenientes de la genética. Lo que para ellos había concluido el debate.
Nature vs Nurture
Pero el jeroglífico irresuelto, de Nature vs Nurture persiste, ya que muchos científicos aún permanecen convencidos de que los genes son los titiriteros que manejan nuestro destino, mientras que otros creen, con fervor, que no somos más que una tabula rasa donde las influencias del entorno escriben el guión.
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