En el inicio del tercer milenio el hombre se analiza desde distintas perspectivas. Desde una visión negativa podemos ubicar al hombre post- moderno, como el errático, que hace por hacer, o contradecir, motivado a gozar al máximo, sin medir las consecuencias personales y sociales, comportamiento que responde a la falta de garantía que le ofrece el futuro.
Otra lectura es desde una perspectiva positiva, lo ubica como el protagonista de la recuperación de lo que la modernidad no hizo en forma completa. Esta visión positiva del hombre, destaca valores referentes a la trascendencia, la dimensión social, su presencia frente a la naturaleza y frente a sí mismo.
En la trascendencia: quiere comprometerse, sin que se lo imponga la sociedad. Desea elegir a conciencia en respuesta a su necesidad de ser auténtico.
En la dimensión social: desea evitar el anonimato, busca una comunidad para participar y lograr sentido de pertenencia.
Frente a la naturaleza: tiene conciencia ecológica y quiere hacerse responsable del mundo coherentemente con los postulados ecológicos de resguardar el mundo para las generaciones futuras.
Frente a sí mismo: " quiere una identidad fundada sobre el ser y no sobre el tener, sobre el saber y el saber hacer en función del valorar, el disfrutar lo lúdico y lo original creativo presente, pero regulado por su referencia a la trascendencia, a los demás y al mundo." (Cajiao,1999)
Este prototipo de hombre tiene una cosmovisión de su relación con el mundo, con los otros y consigo mismo (Oro,1998) que hace pensable una actitud dispuesta a la prevención y promoción de la salud. De descubrir sus potencialidades en bien de sí mismo y de la comunidad.
1. Resiliencia
Se denomina resiliencia a la capacidad de los metales de recobrar la forma luego de haber sido sometido a una presión. Este término de la ingeniería utilizado en inglés para describir esa capacidad o facultad de recuperación resiliency, resilent, elástico en español), designa también la facultad de una persona para hacer las cosas bien pese a las condiciones de vida adversa.
Es una metodología de abordaje no clínico, que si bien es neutro, en su aplicación en la vida concreta requiere un marco de valores, es decir, normas morales explicitadas. Esto implica una capacidad de resistencia y una facultad de construcción positiva. (Vanistendael, 1998)
"Hemos adoptado este término, tomado de la física ( la "resiliencia" es la elasticidad de un material, su tendencia a oponerse a la rotura por choque), en coincidencia con algunas publicaciones anteriores sobre esta materia en castellano. Señalemos que el concepto inglés se corresponde con el que en nuestra lengua se suele denominar "entereza".( Walsh,1998)
La visión de la persona y sus circunstancias desde la resiliencia, es un proceso a desarrollar con los "otros". Proceso en el que se que resalta el papel protagónico de la persona que se organiza, se defiende y se promueve para superar el percance. La resiliencia propone dinamizar las potencialidades de la persona y los valores, transformando esos valores y potencialidades en ejes de un proyecto comunitario. La acción desde la perspectiva de "proyecto", es ubicarse en una dirección, hacia un horizonte, que en el andar crea caminos de promoción de conductas resilientes. Saber hacia dónde se quiere ir significa alentar la promoción de la persona en el sentido de que los pobres, los empobrecidos, los enfermos, los excluidos y discriminados, sean forjadores de proyectos con igual derecho y dignidad, en la comunidad con los demás, y no meros receptores de apoyos paternalistas e infantilizantes.
Esta realidad humana de superación ante la adversidad es tan antigua como la humanidad. Ella ha dado pruebas de la capacidad de ser resiliente que tiene la persona, a pesar de no haberla definido. Si bien no le otorgaron un nombre, quizás por la falta de necesidad de describirla, la vivían y la transmitían. Nos legaron pruebas de su existencia y posibilidades de desarrollo. Esa experiencia al ser descubierta y sistematizada ha sido denominada: Resiliencia.
1.1. Interés científico
Recientemente, la resiliencia ha despertado interés científico, y " se ha caracterizado como un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida sana, viviendo en un medio insano. Estos procesos tendrían lugar a través del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre atributos del niño y su ambiente familiar, social y cultural. De este modo, la resiliencia no puede ser pensada como un atributo con los que los niños nacen, ni que los niños adquieren durante su desarrollo, sino que se trataría de un proceso interactivo entre éstos y su medio" (Rutter,1992)
"Al observar personas sometidas a situaciones de riesgo y enfermedad, descubren que unas superan la situación y hasta surgen fortalecidos de ella. Al investigar este fenómeno lo denominan resiliencia " (Munist y otros,1998) Estiman "que más bien respondía a un despliegue que se producía naturalmente, desde el interior de las personas y que se percibía desde el exterior" (Hetherington, 1998)
La sistematización y conceptualización de la resiliencia se obtiene integrando aportes de distintas teorías psicológicas.
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