- Medio internacional
- Dilema cultural
- Dilema político
- Dilema económico
- Reto demográfico
- Abordo migración
- Reto ambiental
- Conclusión
Presento un escenario de lo que pudiere acontecer en la sociedad mexicana de ahora al año 2025. No es adivinanza ni profecía, sino simulación conceptual sustentada en premisas formuladas a partir de acontecimientos y circunstancias de la realidad actual. Resulta de un modelo construido con la técnica de dinámica de sistemas. Ilustro con estadísticas que brindan visión objetiva expresada en órdenes de magnitud. Obviamente, de no cumplirse los supuestos en que se funda, se modifican las aserciones. Su utilidad estriba en que destaco nociones de la vida nacional trascendentales para prever y planificar el futuro.
Preámbulo
México se reafirma como economía emergente en 2025, que lo inscribe en el subdesarrollo, i.e. debajo del estado de superioridad correspondiente a naciones opulentas. Obedece a que está atrapado en círculos viciosos donde se conjugan aspectos naturales, culturales, políticos, sociales, demográficos, económicos, tecnológicos y emocionales, vinculados, que caracterizan síndrome endémico que afecta a 80% de las naciones del planeta. Nurkse compendia la situación en una tautología: "un país es pobre porque es pobre," proposición irrebatible. Afronta circunstancias que lo mantienen en condición estacionaria, sustentada en fuerzas automáticas internas.[1]
Salir de la postración exige romper dichos círculos, lo cual entraña solucionar tres dilemas: cultural, político y económico, y dos retos: demográfico y ambiental, que dan cuerpo a este ensayo.[2]
El dilema cultural estriba en ¿cómo enriquecer la herencia social? El político en ¿cómo tener buen gobierno? El económico en ¿cómo elevar el nivel de vida de la población? Van de la mano de ¿cómo hacer frente a la presión demográfica? y ¿cómo cuidar, proteger y restaurar la naturaleza?
Es arduo descifrarlos, ya que toda nación-Estado constituye un sistema complejo, multidimensional, cuyos problemas son contraintuitivos, pues no se resuelven por intuición. Si se abandonan al azar o la casualidad se intensifican, por gestar círculos viciosos. "Las fuerzas que se mueven en su interior son tan poderosas que parecen dominar cualquier esfuerzo de tratar los síntomas si los remedios no se dirigen a las causas estructurales." [3]
Segmento tal sistema en cinco módulos, correspondientes a las cuestiones planteadas arriba. Cada uno se integra por multitud de elementos interactuantes, entrelazados, que forman circuitos cerrados de retroalimentación, cuyo funcionamiento está influido por su conducta anterior. En ellos se desatan procesos de causa-efecto, positivos o negativos, según sean causa de desarrollo o colapso, de fluctuación o inestabilidad.[4] En tal virtud, deben analizarse con enfoque sistémico, como lo hago aquí.
Vislumbrar lo que pudiere suceder en las próximas dos décadas constituye un ejercicio conceptual-estadístico que desemboca en múltiples posibilidades, entre las que menciono dos extremas y una intermedia.
Un escenario presupone la instauración de un régimen demagógico, como lo concibe Aristóteles: "los demagogos publican los decretos del pueblo burlando la ley, sometiéndolo todo a las asambleas populares[;] por eso se encumbran, porque el pueblo dispone de todo, contando ellos con sus votos, pues deposita en ellos su confianza." Para enfatizar su opinión cita a Homero: "mala es la soberanía de la multitud."[5] Ocurre si el movimiento subversivo de López Obrador hace fracasar al gobierno de Calderón; se posesiona de la presidencia en 2012, la extiende más allá e implanta dictadura al estilo de la cubana. Restaura régimen autoritario central; adapta leyes e instituciones a su conveniencia; amplía tamaño y atribuciones del gobierno, estatiza empresas, obstruye el comercio internacional y acosa a empresarios. Impulsa crecimiento económico artificioso, inducido por obras públicas ostentosas, actos espectaculares y pródiga ayuda asistencial, para lo cual ejerce ampuloso gasto público deficitario, incurre en deuda, provoca inflación acelerada, desconfianza y desequilibrios semejantes a los que hicieron crisis en 1976 y 1982, se prolongaron al decenio de los ochentas y confluyeron en retroceso que no termina de superarse. Lejos de redistribuir la riqueza, la destruye y generaliza la pobreza. Se regresa al pasado con graves inconvenientes.
Otro escenario corresponde a nacionalismo católico o neosinarquismo, que busca establecer en México "el reino de Dios," promovido por grupos ultraconservadores, principalmente El yunque, incrustados en el PAN. Pugnan porque lo adopte el gobierno de Calderón y evitar que se oriente a la izquierda, que PRI recupere posiciones y que ganen terreno PRD u otras corrientes marxistoides, con el fin ulterior de apoderarse de la presidencia de la república. El clero participa en decisiones políticas y en redefinir la cultura, con tintes de moral fundamentalista. Favorece liberalismo económico irrestricto. Confina al gobierno a funciones de administración y vigilancia; extiende privilegios a la inversión privada, nacional y extranjera; favorece monopolios, y convierte la economía en subsidiaria de la de EUA. Atiende tangencialmente necesidades colectivas. El ingreso se concentra más, se expanden las iniquidades sociales y se ahondan las diferencias entre estratos, sectores económicos y regiones, se intensifica la pobreza y exalta la inquietud popular, ante la cual la autoridad reprime, atiza el conflicto y se refuerzan los círculos viciosos. Tampoco es recomendable.
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