El rol del educador en desarrollo cognoscitivo del estudiante
Los notables cambios fisiológicos y físicos que se producen en la adolescencia tiende a velar el hecho de que al mismo tiempo se están efectuando cambios impresionantes en el desarrollo cognoscitivo. La adolescencia es el periodo durante el cual la capacidad de adquirir y de utilizar conocimientos llega a su máxima eficiencia.
El nivel de funcionamiento intelectual alcanzado a finales de la adolescencia o a comienzo de la etapa adulta y el grado en que esta capacidad se ejercite durante un periodo determinaran, en gran medida, el curso futuro del funcionamiento cognoscitivo adulto. Los cambios que tiene lugar en el funcionamiento cognoscitivo durante la adolescencia reflejan lo mismo cualitativa que cuantitativamente. Según la teoría de Piaget, el adolescente pasa de la etapa de las operaciones concretas, que caracterizan el pensamiento en los años de la niñez intermedia, a la etapa de las operaciones formales.
Al aparecer las operaciones formales, el adolescente adquiere varias capacidades nuevas importantes:
Puede tomar como objeto a su propio pensamiento y razonar a cerca de sÍ mismo.
Puede considerar no sólo una posible respuesta a un problema, situación o explicación, sino varias posibilidades a la vez.
La capacidad de generar hipótesis sistemáticamente y de compararlas con testimonios, aumenta enormemente la capacidad del adolescente para entenderse consigo mismo y con el mundo que le rodea. El adolescente, que tiene conciencia de la? arbitrariedad de sus hipótesis y de su cualidad mental, está preparado para renunciar a ellas y formular otras. Esta capacidad de distinguir entre el pensamiento y la realidad se deriva de la capacidad de tomar en cuenta todas las posibilidades de la situación, y es este darse cuenta de la posibilidad lo que .? señala la verdadera diferenciación entre pensamiento y realidad.
El pensamiento adolescente se vuelve más abstracto también, es decir, más general y más divorciado de la experiencia inmediata, que el del niño de menor edad. Mientras que el pensamiento del niño es más concreto, el adolescente se le entiende fácilmente con las metáforas. Es fácil ver que sin los cambios cuantitativos y cualitativos de funcionamiento cognoscitivo que tiene lugar en este periodo del desarrollo, el joven seria incapaz de lidiar adecuadamente con muchas de las demandas intelectuales que se le hacen durante este periodo. El adolescente ahora, es capaz no solo de captar el estado inmediato de las cosas, sino también de entender los posibles estados que estas podrían asumir. Esta nueva conciencia de la discrepancia entre como son las cosas y como podrían ser, probablemente es fundamento de muchos de los sentimientos recurrentes de depresión y de inconformidad de los adolescentes. La conciencia de la discrepancia entre lo real y lo posible también contribuye a convertir en rebelde al adolescente. Constantemente compara lo posible con lo real y descubre en lo real multitud de faltas patentes.
La aparición del pensamiento operativo formal afecta también a la idea que el adolescente se forma de sí mismo. Comienza a dirigir sus nuevas facultades de pensamiento hacia adentro y se vuelve introspectivo, analítico y autocrítico. Realiza esto con alguna ecuanimidad, puesto que reconoce ahora el carácter privado del pensamiento y sabe que no tiene que compartir con otros los resultados de su auto examen.
Sin la capacidad de pensamiento abstracto de conceptuar posibilidades hipotéticas sustitutivas de la realidad existente y sin la adquisición de criterios para distinguir entre la verdad y la falsedad, muchas de las preocupaciones características de los adolescentes no serían posibles.
El desarrollo de los valores y de los principios morales, la preocupación por la introspección y la autocrítica, la conciencia de sí mismo, que se refleja en las relaciones con el yo y con los demás, y el desarrollo de las metas futuras y de los planes de vida que caracterizan a los adolescentes, todos, depende, en grado considerable, de la maduración cognoscitiva que tiene lugar durante la adolescencia.
- su importancia social y para la creación de actitudes comprometidas con la solución de los problemas de nuestra sociedad.
- su relevancia para la cultura y la formación de una concepción científica del mundo en los estudiantes.
- su interés para la formación de personalidades capaces de disfrutar la obra del hombre y la naturaleza.
- el tiempo disponible para trabajar de manera interdisciplinaria a través de los distintos componentes del Plan de Estudio.
- los intereses y capacidades diversas de los estudiantes.
- Que cada profesor participante tenga una "buena" (o al menos aceptable) formación en su disciplina.
- Que todos los docentes tengan un real interés para llevar a cabo una tarea interdisciplinaria, y no tan solo por cumplir una formalidad que le viene impuesta, ya sea por otros colegas o por la dirección del instituto, colegio o escuela.
- Que los alumnos se encuentren motivados para realizar un trabajo de esta naturaleza, difícilmente lo estarán si antes los profesores no tienen un mínimo de entusiasmo por la tarea y si no son capaces de proponer un tema lo suficiente atractivo e interesante.
- Que todos los profesores interioricen todos aquellos aspectos sustanciales que comporta una concepción y enfoque interdisciplinario.
- Que como tarea previa se elabore un marco referencial en el que se integren, organicen y articulen los aspectos fragmentarios que han sido considerados desde cada una de las asignaturas / disciplinas implicadas.
- Que se trabaje con un marco referencial que sea el encuadramiento de la estrategia pedagógica que ha de permitir una adecuada coordinación y articulación de los trabajos puntuales que se realizan en cada asignatura.
- Elegir un tema que, por su naturaleza , se preste a la realización de un trabajo interdisciplinar de carácter pedagógico, habida cuenta que profesores y alumnos no son científicos, sino educadores y educandos.
- No partir del supuesto de que hay que integrar todas las asignaturas, sino solo aquellas que puedan aportar de manera significativa al tema o problema escogido como objeto de estudio.
- Comenzar la actividad con una lectura, comentario y discusión del marco referencial para tener una visión de conjunto del trabajo y para compartir un enfoque común.
- Conjuntamente, y en el momento en que los profesores van haciendo los aportes específicos de sus respectivas disciplinas, ir perfilando los grupos de alumnos que han de trabajar en profundidad temas concretos y puntuales. Los grupos de trabajo definitivos se han de constituir conforme a los intereses y capacidades de los alumnos, una vez que se haya realizado un cierto desarrollo del tema.
- Realizar los montajes necesarios para la presentación de los resultados del trabajo interdisciplinar. Esto comporta desde la confección de las hojas informativas y carteles hasta el acondicionamiento del local y la organización de los montajes que fuesen necesarios, procurando un carácter unitario y un orden lógico.
- Llevar a cabo la presentación del tema o problema estudiado interdisciplinariamente. Esta presentación puede hacerse para el conjunto de la comunidad educativa (profesores, alumnos, padres) o para la comunidad (barrio, pueblo o ciudad) cuando la índole del tema así lo aconseje. (Ander-Egg, 1993,pp 76-77)
En las condiciones del sistema de educación cubano, un procedimiento para el establecimiento de relaciones interdisciplinarias sería, a nuestro juicio:
- Estudiar los documentos rectores del nivel de enseñanza en cuestión, incluyendo los programas directores y de las distintas disciplinas del área.
- Diagnosticar el contexto (alumnos, profesores, escuela, familia, comunidad).
- Determinar el problema pedagógico y los objetivos que se deben priorizar de acuerdo con el contexto.
- Construir el marco referencial.
- Elaborar las situaciones de aprendizaje que permitan el logro de los objetivos desde la óptica de distintas disciplinas escolares. O sea, seleccionar los problemas, objetivos, contenidos, métodos, medios, formas organizativas y de evaluación a utilizar (modelo didáctico), teniendo en cuenta las condiciones del contexto.
- Aplicar el modelo didáctico que permita organizar el pensamiento de los alumnos y dirigir sus acciones hacia los objetivos propuestos.
- Evaluar de consuno con los alumnos (y la comunidad escolar y circundante) el interés, la significatividad y productividad de los aprendizajes y los valores y actitudes reflejadas, la calidad de las tareas planteadas y su dirección por el docente.
Como se aprecia, todas las acciones se dirigen a determinar y satisfacer las necesidades educativas del contexto, así como a evaluar la eficacia de las mismas.
Lic. Lorenzo Escudero