- Los problemas de las Iglesia antes del Concilio
- Realización del encuentro episcopal
- Algunas conclusiones
- Bibliografía
- Anexos
Concilio plenario latinoamericano[1]
Dentro de los hechos históricos de la Iglesia Latinoamericano a finales del siglo XIX, fue el Concilio Plenario Latinoamericano. Ha sido un acontecimiento histórico poco estudiando y un análisis de la realidad eclesial del continente muy profundo.
Ciento un años después, pocas personas conocen los alcances de este encuentro episcopal, convocado por el Papa León XIII el 25 de diciembre de 1898. "este concilio viene a renovar lo decretado por los Concilios del siglo XVI y es, por otra parte, el fundamento del Código de Derecho Canónico de 1917. El antecedente de este Concilio fue la reunión, promovida por Mons. Casanova en 1890 en Roma, llamada: El Consejo Plenario latinoamericano"[2]
0. Una actividad para recordar:
Con el título de "Los últimos cien años de la evangelización en América Latina", el simposio tendrá lugar del 21 al 25 de junio próximo en el Vaticano y contará con la participación de historiadores, eclesiásticos y laicos, de América Latina y de otras naciones. Según señala una información de la CAL, "el simposio será una continuación del celebrado en mayo de 1992. Se trata del segundo acto de esta naturaleza que la CAL organiza para estudiar la historia de la evangelización en el Continente. El primero se realizó -por deseo del Papa- en ocasión del V Centenario del inicio de la evangelización en esas tierras y reunió a un nutrido grupo de prestigiosos historiadores para estudiar, con rigor científico, la primera evangelización de América. Las Actas fueron publicadas por la Librería Editora Vaticana, con tan buena aceptación que la edición se agotó enseguida".[3]
Los problemas de las Iglesia antes del Concilio
1-1 Latinoamericana estaba viviendo su emancipación: ya que desde inicios del siglo XIX se dan los hechos de independencia de España y Portugal. La Iglesia había dependido exclusivamente del poder español por medio del Patronado Real. Otro hecho determinante fue que después de 1850 en muchas naciones se da la persecución religiosa liberal, un elemento de tipo político que buscaba neutralizar el poder de la Iglesia Algunos sectores buscan una "separación entre la Iglesia y el Estado", la hostilidad hacia lo religioso, pero el afán de poder por el otro y el despojar los bienes de la Iglesia fruto de la situación colonial, sobre todo hacia las grandes ordenes religiosas: dominicos, jesuitas, franciscanos, agustinos y las comunidades femeninas dedicadas a la enseñanza.
Un hecho real fue que una parte del clero fue realista y otro fue independentista, ambos sectores en entablaron en una lucha por asumir luego el poder dentro de las iglesias. Muchas de las diócesis creadas durante la colonia quedaron vacantes por largos años, ya que el modo de elegir a los ordinarios encontró resistencia de un sector o de otro, sumando la participación de políticos tanto liberales o como conservadores.
1-2 La Iglesia en América Latina vivía "una crisis de aislamiento": la situación de desvinculación una nación de otra y con al Sede de Pedro. Algunos elementos preocupantes:
Lamentable situación en la disciplina del clero.
Los religiosos dependían de muchas provincias españolas y muchos estaban viviendo en la clandestinidad en algunas naciones latinoamericanas por diferentes circunstancias.
La formación en los seminarios menores y mayores era en algunos países era mínima y pobre.
Grave momento de la educación católica por secularización del estado y exclaustración de religiosos a causa del liberalismo.
Proceso de aumento en la población y poca atención pastoral.
Una constante vivencia de incomunicación en todo sentido: geográfica, humano, social, política y cultural.
Avance del protestantismo de origen norteamericano (sur) y europeo.
Los días antes del Concilio Plenario existan 20 sedes metropolitanas y 93 diócesis:
Fuente: Manual de Historia de la Iglesia X, Pág. 473
No era nada fácil juntar a los obispos del continente, pero el Papa León XIII se había propuesto celebrar con encuentro para conocer la realidad, para disponer lo concerniente en el futuro y reorganizar las fuerzas de la Iglesia "á quien pertenece más de la mitad del Nuevo Mundo".
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