INTRODUCCIÓN
La política actual de la formación docente va dirigida a dar respuesta a las transformaciones que se han venido experimentando en el Sistema Nacional de Educación, en la búsqueda de elevar sustancialmente la calidad de la educación.
En tal sentido, se han extendido las Universidades Pedagógicas hacia Filiales Municipales, dentro del programa general de Universalización de la Educación Superior, para lograr la formación inicial de los docentes. En ellas, los estudiantes de la formación inicial, a partir del segundo año de la carrera, se incorporan al trabajo docente en escuelas de la enseñanza para la que se forman, recibiendo su preparación de nivel superior tanto en las Filiales Universitarias como en dichas escuelas denominadas microuniversidades.
La actividad de los estudiantes en la microuniversidad constituye el eje central alrededor del cual se estructuran todos los elementos que conforman el currículo universitario. De modo que ella constituye la columna vertebral de la estructura curricular y del contenido de los planes de estudio.
Las Filiales Pedagógicas en sus estrategias de superación abarcan a todo el personal docente en ejercicio, incluyendo a los directivos y equipos técnico-metodológicos de municipios y centros docentes, los que reciben, además, un sistema de preparación específica para el ejercicio de sus funciones.
El objetivo fundamental está dirigido a elevar la preparación científico-técnica, metodológica y cultural tanto de los maestros y profesores como del personal dirigente y técnico del sector educacional.
Tanto la Universidad Pedagógica como la escuela, asumen la responsabilidad compartida de planificar, orientar y controlar el proceso de formación inicial en correspondencia con los objetivos de cada año de la carrera.
A pesar de que en el Sistema Nacional de Educación la política de cuadros está contemplada dentro de los objetivos priorizados del Ministerio de Educación, los esfuerzos no están orientados en su máxima dimensión a la superación de los directores para dirigir adecuadamente los procesos sustantivos inherentes a la Universalización, con insistencia en el funcionamiento de las microuniversidades.
Las acciones que se acometen generalmente centran la atención en las prioridades, transformaciones y modelos educativos particulares de cada tipo de educación, lo que no proporciona todos los recursos gnoseológicos y operacionales a los directores para que asuman la dirección integral de estas instituciones con la complejidad que las caracteriza.
De modo, que constituye un reto ofrecer una respuesta por la vía científica a la siguiente interrogante: ¿Cómo lograr la superación de los directores de microuniversidades para dirigir con efectividad los procesos sustantivos inherentes tanto a la formación inicial y permanente del personal docente en el contexto de la Universalización de la Educación Superior Pedagógica, como aquellos correspondientes al modelo de la educación?
En consecuencia, en este trabajo se propone dar respuestas a esta interrogante a partir de describir un Plan de Acción para la superación de los directores en el contexto de la Universalización como alternativa para contribuir a la solución a tan importante problema social.
El constituye un marco propicio para la sistematización, socialización y generalización de todas las investigaciones educacionales que se han producido en los últimos años, aprovechando las maestrías, doctorados, eventos científicos y las producciones y publicaciones científico-educacionales.
Presupuestos teóricos de partida relacionados con el proceso de superación profesional de los docentes
La superación postgraduada de los profesionales de la educación ha recibido una amplia atención en todo el proceso de desarrollo educacional de nuestro país. En su estudio se han asumido posiciones diversas; en tal sentido: Pontual, M. (1970), Chiavenato, I. (1995), Stoner, S. (1996) dirigen su atención al desarrollo de los recursos humanos, y sobre esta base conciben la superación solo como un proceso que atiende las necesidades de carácter individual y dirigida a la búsqueda de un crecimiento personal en función de escalar en posiciones directivas estratégicas, teniendo en cuenta las necesidades sociales que se suscitan en los diversos contextos de desarrollo humano, y el aporte individual a la sociedad desde la realización profesional.
Añorga, J. (1994), desde su teoría de Educación de Avanzada, expresa que, "es una educación que contribuye a formar una sociedad de hombres de ciencias con marcados valores éticos y estéticos" [1]
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