- Antecedentes
- Biografía
- Producción literaria
- Apreciación crítica
- Selección de poemas
- Conclusiones
- Bibliografía
"Volaba el pensamiento hacia la núbil áurea, bella de otras edades, ceñida de contento"
INTRODUCCIÓN
José María Eguren fue uno de los mas grandiosos poetas del simbolismo peruano.
Frente a lo decorativo del Modernismo se fueron levantando voces intelectuales, que pedían a los creadores de poesía se alejaran de las formas y del lenguaje no "acordes con el ritmo" de la "vida profunda" y que, más bien, adornan "intensamente la vida".
Eguren nació el 7 de julio de 1874, gran parte de su infancia y juventud transcurrió en la hacienda Chuquitanta, hasta que va a residir el año 1900 al balneario de Barranco y pasa en él la mayoría de los años de productividad artística y literaria.
Era una persona la mayoría de las veces enfermo, lo cual evitaba que asistiera a sus clases con normalidad, por ello estudiaba en su casa.
Su poesía era en parte simbolismo, persuasión de la palabra e imaginación fantasiosa y romántica.
Su vida de sueños y fantasías termina después de una larga enfermedad el 19 de abril de 1942.
Entre sus principales obras se encuentran: Simbólicas (1911), La canción de las figuras(1916), Sombras (1929), Rondinelas, en Poesías (1929) , Poesías completas y prosas selectas (1970), Antología poética (1972), Obra poética completa (1974), Blasón, Los robles, En vida publicó Simbólicas (1911), La canción de las figuras (1916), Poesías (1929). La primera edición de su poesía completa (1961) estuvo a cargo de Estuardo Núñez, uno de sus estudiosos más tenaces.
Obras completas del poeta Eguren, a cargo de Ricardo Silva Santisteban, una en 1974 y otra en 1997.
Poesías completas (estudio de Manuel Beltroy Barranco-Lima, Colegio Nacional "José Mª Eguren",1952).
Y su única obra escrita en prosa: Motivos estéticos Recopilación de sus ensayos, (1959)
Al averiguar mas datos sobre este autor uno se da con la sorpresa de que fue un genio en su elaboración de poemas y que no importando nuestras enfermedades y en especial su enfermedad uno puede lograr muchas cosas como el así que si el logro ser el mejor simbolista peruano nosotros podemos lograr muchas cosas mas y hasta mejores de las que el logro es depende de uno.
ANTECEDENTES:
Frente a lo decorativo del Modernismo se fueron levantando voces intelectuales, que pedían a los creadores de poesía se alejaran de las formas y del lenguaje no "acordes con el ritmo" de la "vida profunda" y que, mas bien, adornan "intensamente la vida".
El Simbolismo fue uno de los movimientos artísticos más importantes de finales del siglo XIX. En Un manifeste littéraire ("Un manifiesto literario"), publicado en 1886, Jean Moréas definió este nuevo estilo: "Enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad, la descripción objetiva" (Ennemie de l'enseignement, la déclamation, la fausse sensibilité, la description objective). La poesía simbólica busca verter la idea de manera sensible" (la poésie symbolique cherche à vêtir l'Idée d'une forme sensible). La literatura simbolista posee intenciones metafísicas, intenta utilizar el lenguaje literario como instrumento cognoscitivo, por lo cual se encuentra impregnada de misterio y misticismo. Intentaba encontrar lo que Charles Baudelaire, gran poeta de este movimiento, denominó "correspondencias", las secretas afinidades entre el mundo sensible y el mundo espiritual. Para ello utilizaban determinados mecanismos estéticos, como la sinestesia
El simbolismo es una corriente literaria iniciada en Francia con Verlaine, Mallarmé y Rimbaud. Tiene como característica principal un acercamiento a la música y a la pintura. Verlaine dijo que su poesía era del matiz y no del color. En el Perú, el más claro representante del simbolismo es José María Eguren, quien tiene una poesía llena de color y sutileza. Puede decirse que Ventura García Calderón es un representante del posmodernismo en prosa por lo preciso de sus palabras y por la elección de temas propios de la vida peruana. También al primer libro de César Vallejo, Los heraldos negros de 1919 puede considerársele como un texto posmodernista pues aúna un gran dominio formal, propio del modernismo con una elección temática original, propia de la vida del Perú.
JOSÉ MARIA EGUREN
1) BIOGRAFÍA:
Nació en Lima el 7 de julio de 1874.
De una débil constitución física, desde muy tierna edad sufrió de una salud frágil como consecuencia tuvo que perder muchos días de escuela y se retrasó mucho en sus estudios. Fue entonces trasladado a las afueras de la ciudad de Lima para vivir en un clima menos húmedo y más saludable para él. Gran parte de su infancia y juventud la pasó en contacto con el campo en la hacienda Chuquitanta.
Tal parece ser que Eguren compensó aquel tiempo escolar perdido leyendo muchos libros y que tanto como la enfermedad y la fiebre constantes le ocasionaban mirar la realidad con un punto de vista muy diferente al resto de los niños de su edad. Cuentan sus biógrafos, que el mozuelo Eguren solía contemplar la naturaleza con mucha alegría en las cercanías de la casa hacienda donde su lectura intensa, la lejanía de su ciudad natal, Lima y la soledad alimentó de un modo único al que sería más tarde reconocido como uno de los mejores poetas del Perú.
A los 15 años ingresó al Colegio de la Inmaculada, de los jesuitas.
Llevó una vida sencilla y recluida (vivo cercando el misterio de las palabras y las cosas que nos rodean, dijo dos años antes de morir). Durante más de treinta años vivió en el entonces balneario de Barranco, que queda ubicado muy próximo al centro de Lima. Por dificultades económicas de su familia se trasladó a Lima en sus últimos años y allí ejerció un modesto puesto de bibliotecario en el Ministerio de Educación.
Tuvo una existencia muy retraída, consagrada a sus vivencias íntimas y creaciones poéticas, sin comprometerse con las contingencias sociales, políticas, ideológicas de si tiempo.
En 1910, en la revista "Contemporáneos" (dirigida por Bustamante y Ballivián) aparecen sus primeros versos. Un año después, publica su primer libro, Simbólicas, que es recibido con "desgano y hasta con desdén" por la crítica "oficial". Solo a partir de 1920 se le reconoce y exalta su valor, con los homenajes de las revistas "Colónida", de Valdelomar, y "Amauta", de Mariátegui.
En 1930 es incorporado ala Real Academia de la Lengua.
Agobiado por su disminución económica, sus últimos años los pasa desempeñando fuera de Barranco el modestísimo cargo burocrático de bibliotecario del Ministerio de Educación.
Su vida de sueños y fantasñias termina después de una larga enfermedad el 19 de abril de 1942.
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