Reliquias de San Pedro apóstol encontradas en Cataluña
Venerar las reliquias y poder deambular ordenadamente a su alrededor, en el siglo XII justificaba la construcción de un templo romànico. El primer lugar donde se realizó esta experiencia en Cataluña fue en el monumental monasterio de San Pedro de Roda (Costa Brava – NE. de España), el mismo donde defiendo que se guardaron las reliquias de san Pedro apóstol el año 610. Se erigió con el poder de la fe, siendo la razón lo que evita que se desplome. Cuanto quede de las primeras reliquias de la cristiandad, está en Cataluña, porque los restos que no se encuentren tirados por las pendientes del Valle de la Santa Creu en la sierra Verdera (es largo de explicar que las reliquias del apóstol san Pedro fueron encontradas en el N.E. de España, por ello lo sinteticé en un libro). Se encuentran en una vitrina de la sala n 1 del Museu d'Art de Gerona.
En mi libro sobre la investigación del hallazgo de las únicas reliquias de san PEDRO APÓSTOL, accidentalmente realizado por unos ladrones de mármoles del altar mayor de la gran iglesia del monasterio de Sant Pere de Roda (obra autoeditada el año 1.987), desde la primera página hice constar la opinóión que mereció al cardenal de Barcelona, quien tuvo la amabilidad y el coraje de escribirme el entonces cardenal Mns. Narcís Jubany, cuando se la presenté personalmente en 1.976.
PRESENTÉ MI LIBRO INCLUYENDO LA INVESTIGACIÓN OFICIAL DEL VATICANO TITULADA "ESPLORACIONI", QUE EXCAVÓ "LA CONFESION" DEL VATICANO. SE TRATA DE UN GRANDIOSO LIBRO DE EDICION MUY LIMITADA, EL CUAL, GRACIAS A MI DICHA RECOPILACIÓN, TAN INTERESANTE TRABAJO SE RECORDARÁ A NIVEL POPULAR.
No obstante mi contribución quedó diluida. Al menos el entonces cardenal de Barcelona Narcís. Jubany no opinó tan evasivamente como los arqueólógos que excavaron el dicho monasterio, para quienes yo era un intruso al que odiar,…y vaya si me odian!
En mi descargo cuenta que también repasé la excavación oficial del subsuelo justo debajo del altar mayor de San Pedro del Vaticano, las circunstancias y conductas de todos los Papas implicados; asi como haber estudiado concienzudamente la grafología del "Altar portatil" que viajó dentro del "maletín-relicario", etc., compensando con mucho esfuerzo el carecer de determinado título especializado.
Hay que recordar que el dicho cardenal de Barcelona, hace décadas fallecido, por aquel entonces pudo haber sido Papa de Roma,… es decir, que realmente se "mojó mucho al comunicarme su parecer por escrito.
Yo soy vocacionalmente investigador de cuanto ignoro, o de aquello que humanísticamente me sorprenda. Dicho sea también, que soy una persona religiosa en un termino medio como cualquier lector de estas líneas, aunque por el tema que presento lo pueda parecer
En las páginas de un viejo volumen titulado "Anuario Eclesiático de la Iglesia Española del año 1.917", se incluí un artículo con muchas fotos, al leer el cual me llevé la mayor sorpresa.
Me tengo por una persona culturalmente (al escribir cultura, quiero decir de élite) muy bien informada, y era para mi ego imperdonable ignorar nada menos que un tesoro artístico encontrado en las ruinas del grandioso monasterio catalán de Sant Pere de Roda (en el cabo de Creus -Gerona), por más que hace muchos décadas esté abandonado a su suerte.
ALTAR PORTATIL, CON PIZARRA INCRUSTADA EN SU CENTRO SIMBOLIZANDO SAN PEDRO APÓSTOL
Dicho lote de relicarios diminutos y una ara portatil muy artística en 1.917 había sido pues, presentado a la erudición eclesiástica por un ilustre sacerdote llamado Mn. Gudiol Cunill, comisionado por su obispo para estudiar el tal hallazgo en la entonces tan inaccesible costa norte de aquella comarca.
El voluminoso DIZIONARIO DI ABREVIETURE LATINE ITALIANE (Milán 1187) la letra G se escribía como la Ç del nombre Elimburga que, junto al de José, se incluye el ara portatil de San Pere de Roda. Tal fue su diseño normal en el siglo VII. (y se mantuvo hasta el siglo X).
Del mismo periodo es la ampulosa letra M del nombre de la misteriosa donante Elimburga, con diseño de corazón convencional. Durante todo el siglo V se escribió como nuestra actual letra eme minúscula, pero luego el trazo interior de la M se hizo descender hasta la base de los demás arcos de dicha letra.
La cruz metálica que incluye el mismo lote de relicarios, aún es más concluyente para fechar el lote descubierto enterrado a los tiempos del pontífice Gregorio I. La llamaron "encolpium" y se hicieron asi desde la segunda mitad del siglo VI hasta inicios del VII. Hay otro relicario metálico con repujados semejantes en el Tesoro del Doumo de Monza (Italia).
LOS MISTERIOSOS DONANTES DEL ALTAR
Aunque a doña Elimburga aún no la he podido identificar, me propuse tres vías especulativas de investigación.
Primera: Elimburga sería una noble de la corte del rey visigodo Recaredo. Su nombre nos llegó latinizada sin la letra "H" inicial, i el nombre "Iosve", no se escribió en hebreo que es "Iosef".
Segunda: Existe una región llamada Limburga que es una faja de tierra holandesa que corre hacia el sur entre Alemania y Belgica. Cerca de Maastric incluso existió un antiguo castillo con el nombre de Limburg, actualmente una ciudad. Tales topónimos pudieron relacionarse con el nombre de mujer o viceversa. Pero pudo no tener relación, pues en Baviera, por ejemplo, el príncipe de Eulnbourg no tuvo relación con el matemático Euler.
Tercera: Consta el nombre de Helimburge, como hija del primer matrimonio de Guillermo de Tolosa. Se trata del hijo de Makhir-Natronai ben Haninai David, Teodorico I de Septimania, el principe Supremo Nasí judío, que fue conde de Tolosa. Helimburga está documentada como abadesa del monasterio benedictino de Gellone fundado por su padre, y donde ambos fueron enterrados. El nombre de su madre fue Kuningunda, hija de Carlomagno
Emezaré por el último supuesto. El nombre Helimburge, fue una adaptación de Elimburga, escrito en el altar portatil de Sant Pere de Roda, el cual permaneció escrito inalterado al menos desde el año 610. Como el monasterio de Gellone se fundó el 804, debió de tratarse, en el mejor de los supuestos, de una biznieta del héroe Guillermo de Toulouse, en el caso, claro está, de que los nombres familiares fuese habitual perpetuarlos en cada familia. Lo único seguro es que la tal Elimburga, a la cual yo he buscado en vano más de treinta años, debió de haber vivido antes del año 610.
Otra exigencia sería encontrar un motivo histórico tan especial como para celebrarlo enviándole un altar como presente al Papa de Roma de turno. Tal acontecimiento, apoyado por el arte visigotico del altar con su nombre escrito, sólo lo encuentro en cuando, en el III Concilio de Toledo (589), el rey Recaredo, que era arriano, se convirtió al catolicismo en una ceremonia que recuerda la hecha por el emperador Costantino en el siglo IV. Entonces igualmente significó la libertad para los cristianos de la Península Ibérica (Incluyo un cuadro simbólico muy posterior de la ceremonia porque incluyó un símbolo muy interesante). Gregorio I el Magno, el pontífice que demostré en mi libro que fue quien personalmente arregló el lote de relicarios con huesos de san Pedro Apóstol, (lo autoedité 1989), agradecido por tal conversión, envió regalos a la corte de Toledo consistentes en un relicario conteniendo: Restos de madera de la Vera Cruz, cabellos de san Juan Bautista y una llave con limaduras de las cadenas que habían sujetado a san Pedro en la carcel de Roma. Fue una deferencia que el Papa sólo concedía a príncipes muy cristianos, y en consecuencia parece ovio que se correspondiese con otros regalos al Papa, uno de los cuales pudo haber sido el ara portatil, cuyos nombres de los donantes se perdieron. Asi se explicaría la latinización de los dos enigmáticos nombres escritos.
MONASTERIO DE "SANT PERE DE RODA"
Hoy resulta obvio que, a pesar de su gran erudición, Mn. Gudiol ignoraba los escritos del antiguo cronista de aquella zona de Cataluña llamado Jeroni Pujades. Éste, por ser el padre del monje superior de aquella prestigiosa comunidad, tuvo acceso a los antiguos escritos que informaban de un lote de relicarios escondido en alguna parte ignorada del dicho monasterio por cierto en las más recónditas costas del cabo de Creus en Gerona.
LOTE: MALETÍN-RELICARIO: En mi libro, incluí también el descifrado de los símbolos que el papa Gregorio I grabó sobre los huesos del exterior de la "arqueta-relicario" (la cual en 1.910 fue muy ingénuamente restaurada). Él fue quien primero impuso en exclusiva los nombres del santoral católico para los bautizados, puesto que antes había sido sólo una recomendación.
Al monasterio ampurdanés se persiste aún en llamarlo erroneamente Sant Pere de Rodes entre los eruditos del siglo XXI (la única excepción fue Joan Corominas), cuando debe llevar el nombre de SANT PERE DE RODA. En todo caso serí "Rodes" que significa ruedas, en catalán vernáculo. Debajo del monasterio sigue manando una fuente que abasteció al mayor monasterio del Cabo de Creus, empleando en ello quien sabe cuantas norias (una sola ya necesita dos ruedas). Cuando estudié los orígenes del monasterio ampurdanés Sant Pere de Roda ya advertí que se repitió la dicha influencia catalana en el otro lado del Mediterráneo, porque el topónimo RODA no podía proceder de la colonia griega Rhodes (además rodon significó allí rosa). RODA, al igual que ROTA, provienen de la rueda. Por ejemplo, junto al río Ter, en la comarca catalana de Osona, la parroquia de l'Esquerda (núcleo del pueblo Roda de Ter), la más antigua iglesia sobre vestigios ibéricos es llamada también Sant Pere de Roda,…desde el siglo XI. RODA en fin, en sitios con idénticas circunstancias se conservó bien, siendo otro ejemplo el monasterio de Santa María de Rueda, cerca de Caspe (Aragón).
Vivimos el tránsito a una nueva Era donde, con ayuda de antiguas creencias má que nunca antes prevalecerá lo espiritual. El arquetipo mental acumulado durante milenios nos subyuga, sin embargo la búsqueda de la sabiduría procede de la consciencia que es superior, y al fin nuestro verdadero ser capaz de trascender lo mental. Se avecina una nueva Humanidad donde, con ayuda de antiguas creencias, más que nunca antes prevalecerá lo espiritual, y será gracias a enfocar nuestro desarrollo hacia una conciencia supranatural.
Después de mi hallazgo, además del libro-informe (del cual personalmente entregué una copia al Secretario de Estado del Vaticano), con gran motivación escribí también una sencilla "Vida del Apóstol Pedro" con la tradicional carga poética (evitando lo más posible referirme a detalles que tan sólo constan en decenas de evangelios apócrifos). No sólo me resultaba más fácil; lo hice a fin de reforzar la gran utilidad social que tiene la versión ortodoxa de la vida de Jesús para mantener, y aún incrementar, las buenas costumbres. Lo que menos conviene a la Humanidad es enturbiar dicha útil vía de evolución social, tan simple como equilibradora. Como sea que además nadie puede estar seguro de nada al respecto, adviértase que tratar de readaptar e imponer tales discrepancias neotestamentarias sería tan traumático como pretender restablecer en el mundo occidental el calendario neolítico, de los trece meses de veintiocho días cada uno, sin dudar ni un momento que tal ciclo natural sea el que más beneficiaría nuestro organismo. Definitivamente, antes deberemos procurar cómo unificar todos los calendarios existentes en el mundo, que no complicar el que consideramos el mejor de todos ellos, subdividiendo más todavía las diversas humanas posturas para controlar el tiempo.
No me considero sabio ni erudito, tan sólo estoy entre aquellos anticuarios aventureros que antaño corrían todo tipo de peligros en países exóticos (ya fuesen tras templos o tribus de bosquimanos), y los actuales arqueólogos de rígidas normas, en cuyas financiadas misiones se comportan cual músicos ante una partitura, pues a pesar de ser licenciados trabajan orquestalmente teniéndolo todo previamente sondado, codificado, tematizado, etc., de forma que no les queda margen para el riesgo y menos para la imaginación. Lo que yo más les agradezco actualmente son sus bonitas virtualizaciones en 3D. Ven mis defectos, pero no los suyos.
FOTO: Mi presentacción del libro, y la escalera a los subrterráneos
de San Pedro del Vaticano
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LA CRIPTA DEL PRIMITIVO ESCONDITE (SANT PERE DE RODA-ALT EMPRDÀ-Gr.)
Cuando investigué hace décadas el viejo monasterio de Sant Pere de Roda del Ampurdán (Gerona), tan sólo hacía diez años que la cripta debajo del altar mayor de aquella iglesia había dejado de estar tapiada. Para mi fortuna, había vuelto a hacerse accesible para los visitantes de aquellas ruinas.
AGUJERO EN ZONA DEL HALLAZGO JUNTO AL ALTAR MAYOR
Para quienes estén interesados en la posibilidad de que en el monasterio románico de Sant Pere de Roda, en Cataluna hubiese llegado realmente la Sangre-Real (sangreal, o Santo Grial) de Cristo crucificado, un líquido en un recipiente tal como se venera, y cada dia más, la Santa-Redoma en Bruges, Bélgica), informaré que hace décadas descubrí una referencia insospechada a una semejante sagrada reliquia (Ampolla ligno crucis rupta). Se lamenciona en un pergamino (Mns. 487) manuscrito de la Biblioteca de la Universidad de Barcelona. Es del siglo XI, pero se remonta al siglo VII cuando el pontífice Gregorio I Magno lo tituló "Dialogorum Libri Quatuor". En total se indexan en 30 capítulos. Su cubierta y contracubierta siguen ambas forradas con piel (Mide: 25cm. x 35cm. X 5cm. de grosor).
Dicha copia de un manuscrito del Papa Gregorio I el Magno documentalmente proviene de la catedral de Gerona (intuyo que pudo haber estado antes en el monasterio ampurdanés de Sant Pere de Roda
por el lote de relicarios del Vaticano que fue hallado allí en 1810). La dicha Ampolla ligno crucis rupta es citada exactamente en el capítulo III.
Registrado en la Propiedad Intelectual de Barcelona en fecha 22.12.1978,
y presentado en la red WWW. en marzo de 2003.
Para ver desplegable de fotos en PPS, abrir: http://slideshare.net/rrriu
Autor:
Ramon Ramonet Riu