Teoría marxista de la educación en el modo de producción capitalista
Enviado por Eduardo José Alvarado Isunza
Para McLaren (1994) y otros autores de la teoría crítica la cuestión educativa dentro del modo de producción capitalista debe vincularse a la teoría marxista y al estudio de sus relaciones sociales, entre cuyos elementos figura la enajenación del plusvalor. Basan su argumento en el hecho de que el núcleo de la existencia social se encuentra en el proceso del trabajo y en la agregación de valor a las cosas por acción humana. En dicho núcleo no solamente se representa la fuente de plusvalor, sino también constituye el punto de donde surge toda la dialéctica de la conflictividad humana (incluida la cuestión educativa).
Aunque ni K. Marx ni F. Engels produjeron una teoría acerca de la acción educativa y su relación con los procesos de elaboración de la conciencia en el modo capitalista de producción, a su muerte algunos teóricos de esta línea se dieron a la tarea de cubrir ese vacío a partir de diversas tesis trazadas en algunos de sus escritos por los fundadores del marxismo.
Para comenzar el abordaje del análisis teórico acerca de la "educación" en el modo de producción capitalista, es de observar primero que Marx demostró que las fuentes de donde proceden las ideas sociales y las teorías que tienen los seres humanos hay que buscarlas en las condiciones de existencia materialथ los mismos seres humanos (Ventura, 2008).
Como es la vida social quien determina a la conciencia social, por tanto el método que permite esclarecer la naturaleza೯cial de la educaciónsu carácterstórico de clase es el estudio de la vida social o su correspondiente modo de producir la existencia material. Sobre esto, en el Prólogo de 1858 a la Contribución a la crítica de la economía política, Marx (citado por Cardoso y Pérez Brignoli, 1984) indicará que
"El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia" (p. 383) (cursivas personales).
A su vez, Engels en una carta de 1890 a J. Bloch (citado por Cardoso y Pérez Brignoli, 1984) expresará que, según la concepción materialista, en última instancia el factor determinante de la historia es la producción y la reproducción de la vida real. Y agregará:
"Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca más que esto. Si alguien lo tergiversa diciendo que el factor económico es el único determinante, convertirá aquella tesis en una frase vacua, abstracta, absurda" (p. 383).
Sin embargo, a decir de los mencionados Cardoso y Pérez Brignoli, en cartas escritas por Engels entre 1890 y 1894 éste trató de corregir el economicismo resultante. Para ello hizo hincapié en tres aspectos:
1) la distinción entre forma y contenido de la superestructura;
2) el carácter dialéctico de la relación base – superestructura; y
3) la naturaleza de la determinación en última instancia por lo económico (p. 383).
Aunque Engels reconoce una relación dialéctica entre base – superestructura, admite una cierta autonomía de esta última y, por consiguiente, no se le puede deducir sencillamente de la base económica, pues afirma que "tiene su propia evolución, basada en leyes específicas y que se lleva a cabo según un ritmo propio" (Cardoso y Pérez Brignoli, 1984, p. 384).
Es aquí en donde comienzan a surgir las complicaciones en la teoría marxista de la educación y de su relación con la ideología, o con su función de socialización o con la construcción de la hegemonía, como otros le llaman, en el modo de producción capitalista. Cardoso y Pérez Brignoli opinan que estas concepciones de Engels hacia el final de sus días difieren de las propuestas althusserianas acerca de la relación dialéctica entre base económica y superestructura ideológica, entre cuyos elementos destacaría el de la acción educativa o educación simplemente.
Aún así, el mismo Engels (citado por Cardoso y Pérez Brignoli, 1984) afirmará acerca de esta relación dialéctica entre base – superestructura que
"Es un juego mutuo de acciones y reacciones entre todos esos factores, en el que, a través de toda la muchedumbre infinita de casualidades (es decir, de cosas y acaecimientos cuya trabazón interna es tan remota o tan difícil de probar que podemos considerarla como inexistente, no hacer caso de ella), acabará siempre imponiéndose como necesidad el movimiento económico" (p. 384) (cursivas personales).
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