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Mercado argentino de la soja

Enviado por Daniela Mole


Partes: 1, 2
Monografía destacada

    1. Inicios del cultivo en la Argentina
    2. Extracción del aceite
    3. Principales usos de la soja
    4. Descripción de cada intermediario
    5. La industria de la molienda de granos oleaginosos
    6. Mercado Interno
    7. Exportaciones
    8. Formación del Precio
    9. Financiamiento para la producción y comercialización
    10. Desarrollo de la hipótesis y posibles soluciones
    11. Estrategias empresariales
    12. Conclusión

    Introducción

    Origen y difusión en el mundo

    La soja es nativa del este asiático, mas exactamente originaria del norte y centro de China. Su producción estuvo prácticamente localizada en esa zona hasta después de la guerra chino-japonesa. Luego, de China se diseminó a Corea y Japón en distintas épocas, pasando luego desde China a Indonesia y Polinesia.

    En Europa las primeras semillas fueron traídas en 1740 desde China a París donde fueron plantadas. En 1875 y los años subsiguientes, se trató de difundir este cultivo por Europa pero la producción no se extendió, probablemente por problemas de manejo y pobres condiciones climáticas.

    A partir de embarques de grano y productos de soja realizados a Europa cerca de 1908, la especie atrajo la atención del mundo: En América fue introducida a Georgia (EE.UU.) en 1765, desde China, vía Londres y, posteriormente, en 1851 se multiplicó y diseminó. En Brasil fue introducida en 1882 verificándose un aumento de la producción a partir de 1973

    Inicios del cultivo en la Argentina

    En la Argentina se realizaron distintos intentos para arraigar este cultivo:

    Las primeras plantaciones de soja en el país se hicieron en 1862, pero no encontraron eco en el campo argentino de aquellos años.

    En 1925, el Ministro de Agricultura Le Bretón introdujo semillas de soja desde Europa y trató de difundir su cultivo. También, a comienzos del siglo XX, la Estación Experimental Agrícola de Tucumán (EEAOC) comenzó con la experimentación del cultivo de soja, publicando los primeros resultados en el año 1912. si bien los resultados de todos estos ensayos fueron considerados satisfactorios, el cultivo no logró obtener difusión entre los productores.

    El cuarto emprendimiento se inició en 1956, cuando la empresa privada Brant Laboratorios SA fundó una filial llamada Agrosoja SRL realizó un convenio de investigación agrícola con el organismo oficial específico, la Dirección general de Investigaciones Agrícolas. Este convenio fue el primero suscripto en el país que asoció el esfuerzo privado y oficial para emprender un plan de investigación agrícola destinado a una especie todavía no cultivada en la Argentina, el cual establecía que el organismo oficial pondría a disposición del plan de investigaciones el campo experimental, el personal auxiliar y la maquinaria agrícola necesarios para los ensayos a realizar. Agrosoja contribuiría con la designación y costo de los ingenieros investigadores.

    Durante la campaña 1960/61, Agrosoja realizó distintos ensayos de promoción del cultivo en las provincias de Santa Fe y Córdoba y el norte de Buenos Aires. En la campaña siguiente se hizo extensiva la tarea a Tucumán.

    Se probaron diferentes cultivares en 59 localidades de todo el país, desde Viedma ( Río negro) hasta Gral. Guemes (Salta), para determinar su adaptación, dando luego como resultado la aparición del primer mapa de localización de variedades en la Argentina. Los trabajos fueron financiados por el INTA. Otro aporte significativo lo constituyó la aparición de la clasificación de tipos agroclimáticos para el cultivo de la soja, que permitió disponer de una regionalización del territorio argentino para cultivar esta oleaginosa con las mayores probabilidades de éxito.

    Además del avance en el conocimiento técnico, algunas de las acciones oficiales que contribuyeron a la expansión de la soja fueron las siguientes:

    • La Secretaria de Agricultura y Ganadería de la Nación fijó en 1965 un precio mínimo oficial para el grano de soja, garantizando así la compra de la producción al agricultor.
    • El 19 de septiembre de 1966 se dictó una Resolución por la cual se determinaba un precio sostén para la adquisición de este grano por la ex Junta Nacional de Granos para Corrientes, Misiones, Salta, Chaco, Formosa y Tucumán.
    • En 1972, por Decreto 4406, el Poder Ejecutivo declaró de interés nacional el cultivo de la soja.

    Como consecuencia del esfuerzo dedicado a la investigación, conocimiento y promoción del cultivo, la Argentina pudo exportar grano de soja por primera vez. Esto ocurrió el 5 de

    Julio de 1962 a través del buque "Alabama", que partió en esa fecha llevando en su interior 6000 t de soja argentina con destino a Hamburgo (Alemania), para ser comercializada en Europa.

    En síntesis, hacia 1956 en la Argentina no se conocían aún los aspectos básicos de la soja como cultivo. Los fracasos en la implantación hicieron que fuese considerada para esa época como cultivo tabú. En consecuencia, era "pérdida de tiempo" investigar sobre la misma. Sin embargo, la perseverancia y el esfuerzo de investigación y promoción del cultivo realizado por unos pocos "creyentes" permitió su implantación definitiva a partir de la década del 60.

    Se incrementó en los años 70, hasta alcanzar en la actualidad más de 6.366.000 hectáreas cosechadas, con una producción de más de 11.013.000 toneladas, cifra que constituye el 7,8% de la producción mundial, que convierten a la Argentina en el cuarto productor mundial de grano, el primer exportador mundial de aceite de soja y el segundo de harina de soja. Como consecuencia, la soja es el producto de exportación de mayor incidencia en el PB Agropecuario del país y el mayor generador de divisas, actualmente cultivada desde los 23º a los 39º de latitud sur, concentrándose principalmente en la región Pampeana ocupando actualmente cerca del 95% del total del país, continuando Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires como las provincias de mayor producción, por área sembrada y magnitud de rendimientos.

    Argentina, conjuntamente con EE.UU. (52,3%), Brasil (18,5%) y China (9,4%), representan el 88% del total mundial.

    Extracción del aceite

    1. Durante la cosecha, la soja es almacenada en plantas de acopio e industrialización, con una humedad del 13%.
    2. Al llegar a la industria, el grano es secado hasta alrededor del 10% de humedad, para facilitar su limpieza, descascarado y posterior acondicionamiento.
    3. Los granos son partidos, pasando por molinos quebradores y luego por zarandas con aspiradoras, para remover partículas de cáscara y polvillo.
    4. Los granos quebrados van a un calentador rotativo, donde son sometidos a temperaturas de 60 a 65º C.
    5. Se pasa luego al proceso de laminado que tiene por finalidad el aplastamiento de la semilla, reduciéndola a una lámina de alrededor de 0.30 mm de espesor para que las células que contienen el aceite se rompan y faciliten la posterior extracción del mismo.
    6. En casi todas las plantas, el aceite se extrae por medio de solventes siendo el hexano el medio principal de extracción, el cual es bombeado sobre el lecho de soja laminada y extrae y arrastra las micelas ricas en aceite.
    7. Las micelas que salen del extractor de aceite tienen un contenido de 25 a 30% de aceite. Son filtradas para remover partículas en suspensión. El solvente finalmente es removido en columnas de terminación que operan bajo vacío, donde se logra eliminar los gases de hexano.
    8. El aceite completamente libre de solvente es desgomado, para eliminar fosfátidos, y luego se lo enfría a temperatura ambiente y ya enfriado, se lo bombea a los depósitos de almacenamiento, donde permanece hasta su posterior comercialización o refinación.

     

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