Volvieron a la casona cuando caía la tarde, y comenzaba a caer una suave lluvia ese sábado se habían dicho que pasarían la noche charlando y divirtiéndose, ya que el domingo, repasarían sus discursos de inauguración del ciclo lectivo, ordenarían sus materiales didácticos, y descansarían para estar perfectas su primer día de clases. Luego de la cena, charlaron, bromearon y jugaron Escrabel, para festejar habían comprado una botella de Champaña que fue abierta durante la cena y compartieron con Ángela, Martina y las dos meretrices. Canela, que solo había tomado un trago durante el brindis se llevó su copa al estudio; dejándola sobre una mesa de apoyo.
Cerca de la media noche, Canela, dijo a sus amigas que se retiraba a dormir, antes de salir decidió dejar la cámara y las llaves de la escuela sobre el escritorio. Junto con los restantes materiales didácticos que estaban preparados para comenzar ese lunes el primer día de clases.
El sueño dio paso al enojo, y el enojo a la desesperación y las preguntas a todas sus compañeras.
Las llaves de la casa comunal, aquellas que le fueran entregadas en la plaza por el delegado comunal no estaban entre las cosas que había esparcido sobre la mesita frente a ella; se encontraba mirando su bolso-cartera que se encontraba vacío y su mano recorría el forro de seda con la esperanza de que aquellas llaves estuviesen allí.
La desesperación las invadió a las cuatro, todas vaciaron sus bolsos todas se miraron preguntándose qué hacer,- volvamos a recorrer nuestro camino,- no es demasiado tarde,- busquemos en la casa,- no, Martina nos las hubiese dado,- así se sucedía ese diálogo sin sentido con docenas de propuestas descabelladas, hasta que Amalie sugirió que podían invocar un espíritu benéfico para que las ayudase, que ella lo había hecho en varias ocasiones.
-¿Segura?
-Sí, ya lo he hecho, y siempre da resultado.
-Probemos. ¿Qué podemos perder?
Tomaron las fichas del Escrabel, formaron un abecedario, que distribuyeron en círculo, cortaron unos trozos de cartulina donde anotaron los números, y la palabras "si y no".
Se arrimaron a la mesa, encendieron una vela de las que siempre estaban en algún candelabro listas para ser usadas; Amalie les pidió que se tomasen de las manos, y comenzó a repetir una extraña letanía que sus compañeras no alcanzaban a entender. Luego de unos diez minutos la voz de Amalie cambió de tono y se sintió como si no saliese de su cuerpo, en ese mismo momento, todas, sintieron un escalofrío y una extraña sensación de cosquilleo en su nuca.los ojos de Amalie se pusieron en blanco y su piel empalideció de repente; Canela fue la primera en reaccionar, preguntándole – ¿Amalie te sientes bien?- a lo que por toda respuesta recibió una risotada que le helo la sangre; en ese punto se dio cuenta de que su amiga lo había logrado y estaba hablando con un espíritu "benéfico".
-¿Quién es usted?- pregunto Canela,
-ANABELLA, Anabella Miraflor Conde- respondió- y voy a hablar solo contigo, sin necesidad de las letras.
Canela sentía deseos de salir huyendo, deseaba escapar, pero se sentía a la vez atraída hacia aquella mujer.
La mujer miró a sus compañeras y dijo -ellas no recordaran esto, solo tú. En ese momento ambas chicas perdieron el conocimiento apoyando suavemente la cabeza sobre la mesa.
La voz de Anabella resonaba en el cerebro de Canela y la embriagaba, la tenía atrapada, se sentía embelesada por esa aparición, gradualmente la imagen en las retinas de Canela, fue cambiando, gradualmente la imagen que llegaba a su cerebro finalmente sentía que estaba frente a una mujer de cabellos largos, claros, ojos verdes, facciones delgadas, vestida con una túnica blanca y celeste, muy bella, con una expresión un tanto andrógina, que la hacía más atrayente aun…
Anabella le dijo a Canela que estaba allí para ayudarla y que ella le concedería todos sus deseos, hasta los mínimos; Canela, azorada a gatas alcanzo a referirle el incidente de las llaves, a lo que Anabella le contesto que fuese a dormir, ya que al siguiente amanecer vería la ubicación exacta de las llaves. Dicho esto se despidió de Canela, diciéndole, que ella la amaba.
Al retirarse Anabella, las tres amigas restantes recuperaron la conciencia, pero no recordaban lo que había ocurrido, así que Canela les explicó que debían dormir ya que mañana irían a buscar las llaves contando brevemente sin dar demasiados detalles de la conversación que había tenido con Anabella. Así lo hicieron.
Aun no había amanecido, cuando las cuatro chicas salieron hacia el pueblo, canela, iba a la cabeza el día estaba muy nublado, de manera tal que llegaron a la estación en plena oscuridad, las cuatro se pusieron a buscar casi a ciegas, Canela comenzó a sentir que "alguien" la guiaba, comenzó a caminar , no mirando al piso, sino siguiendo un camino determinado, cuando llegó al portal de la vieja oficina del jefe de estación se agacho, y miró entre la puerta y el umbral, allí, casi iluminadas, rodeadas de un halo brillante vio las llaves de la casa comunal en un rincón.
La algarabía de sus compañeras, y la tranquilidad de no tener que recurrir a un cerrajero, quedando delante de todo el pueblo como una irresponsable, no terminaron de tranquilizar a Canela, seguía inquieta por la aparición de aquella mujer en sus sueños. Antes de levantarse para ir a buscar las llaves, en sus sueños, la mujer la había conducido a este lugar exacto donde las había encontrado, no dio demasiada importancia a los signos de alerta que el daba su espíritu y dijo a sus compañeras, -Ahora si nos merecemos un buen desayuno!!!!-
Un excelente café con leche, tostadas, manteca y dulces caseros y la compañía de Ángela además del hecho de haber recuperado las llaves transformaron ese desayuno en una celebración.
Las "maestras" pasaron la mañana escribiendo sus discursos, Almorzaron con Ángela, y durante la tarde prepararon su ropa y los materiales didácticos. Recién caída la noche cenaron liviano y decidieron irse temprano a la cama.
Canela se durmió profundamente, a pesar de que había algo que no le gustaba, ¡sabía que había algo que no estaba bien!
Durante la noche en sus sueños la imagen de Anabella apareció una y otra vez, asociada a una sensación de protección, Canela siente que su espectral amiga está muy cerca, casi como queriendo acariciarla, no con la ternura de una madre, con el afecto de una amiga, sino, más bien con la libido de una pareja. La joven siente a Anabela cada vez más cerca…. Se resiste se aleja, corre, forcejea, se despierta. Está asustada, se siente extrañamente excitada, esta traspirando, siente frio, se siente oprimida, sucia.
Canela se dirige al baño, se ducha, se tranquiliza, no quiere volver a dormirse, no quiere volver a encontrarse con Anabela, decide quedarse leyendo, volverá a leer su discurso. Aun faltan varias horas para la salida del sol….
Al despertar sus compañeras encuentran a Canela instalada en el estudio, con todos los elementos que necesitaría ese día ordenados, vestida, arreglada, con signos de cansancio.
Mientras desayunaban, Amalie le preguntó si se sentía bien a lo que Canela un tanto perturbada, y restándole importancia, comentó que había dormido mal por estar ansiosa, después de todo era su primer día de clases.
El primer día de clases, el pueblo entero se encontraba allí, hubo discursos aplausos bienvenidas y muchísimos afectos, luego los niños ingresaron a sus aulas, y comenzaron a conocer a sus docentes, así como ellas a su alumnado, ahora todo era un idilio, un noviazgo que recién comenzaba.
Luego un almuerzo frugal en el hotel, ya que no alcanzaba el tiempo entre un turno y el otro era corto querían preparar todo para cuando ingresen los alumnos del turno de la tarde. La ceremonia de bienvenida, fue dentro de la casa comunal y volvió a producirse el mismo efecto entre el alumnado y sus educadoras.
A las cinco y treinta se retiraron a la casa de Ángela, estaban exultantes, felices, todo había salido perfecto, casi mágico….
Ya en la casa, se bañaron, tomaron un aromático café con exquisitas galletitas dulces recién horneadas por Martina. Luego, comenzaron a trabajar en el material para el día siguiente; la cena fue de fiesta, y luego se retiraron cada una a su cuarto para descansar, ya que se sentían agotadas; tanto ansiar el primer día tanto trabajar para eso, al pasar el momento toda la tensión se aflojó, y llegaba el momento de descansar.
Canela volvió a ducharse, preparó sus cosas, ordenó su material para el día siguiente, inconscientemente estaba haciendo tiempo para no recostarse y dormir…
El cansancio y el sueño la vencieron, durmió profundamente, estaba intranquila, estaba presintiendo lo que comenzaría a ocurrir en muy corto tiempo…
El sueño esta vez comenzó con Anabella dentro de una gruta, el ambiente estaba oscuro, se sentía opresivo, pero ella tenía un brillo propio.
En su sueño Canela sentía que ella se acercaba a Anabella caminando por un sendero estrecho en medio de una vegetación espesa, el ambiente estaba muy oscuro, la joven sentía que estaba avanzando y que el espeso muro vegetal se abría un paso delante de ella. Sintiendo la misma atracción que había sentido la primera vez que cuando Anabella se había incorporado en su amiga. La opresión crecía en su pecho, sentía una mezcla de angustia y euforia, al mismo tiempo se sentía atraída hacia Anabella pero por otro lado intentaba sin éxito escapar de allí.
Canela se revolvía en su lecho, un sudor frio cubría su cuerpo, inclusive su camisón y la ropa de cama estaban húmedos, su cuerpo entero temblaba y se sacudía.
Se encontraba frente a Anabella y podía ver su bello rostro podía hasta sentir su presencia el roce de la tela de su túnica, se sentía como acariciada, pero una vez más no sentía el sano cariño de una amiga o un familiar, sino que sentía que la estaba acariciando un amante, sentía la libido en aquellas caricias, a pesar de estar lejos de ese cuerpo, el suyo se sentía recorrido por esas manos. En un gran esfuerzo, tomo por las muñecas a Anabella y forcejeo con ella, que extendía sus manos hacia su rostro, al tiempo que le ofrecía concederle cualquier cosa que desease.
Tal era la violencia de su sueño que despertó a sus compañeras que corrieron presurosas a ver que le ocurría a Canela; intentaron despertarla por largos minutos hasta conseguirlo.
Al despertarse Canela rompió en llanto, desconsolada, -Quiere llevarme- repetía -me ofrece el mundo- decía sin dejar de llorar-esta tras mi alma-. Sus amigas trataron de consolarla, la abrigaban, la trataban de consolar. Alertada por el alboroto ingreso Ángela que rápidamente tomo a la joven, por las muñecas, comenzó a mover sus brazos hasta que los sintió flojos y repentinamente pego un fuerte tirón que hiso sacudir a la joven, luego, cruzo sus brazos sobre el pecho, y acercándose a ella soplo sobre sus hombros, en menos de un segundo canela se desvaneció y su rostro recuperó la calma. En segundos abrió los ojos y se encontró rodeada por sus amigas y la dueña de casa que se acercó a ella por el costado y la llamo por su nombre, al voltearse la joven, Ángela dijo con alivio -ya está entre nosotros- luego de lo cual llamo a Martina y le solicito que prepare un "baño de hierbas" para la niña.
El baño tibio con hierbas aromáticas, la ayudó a relajarse, Canela volvió a sentirse bien; ya estaba amaneciendo. Se sentía cansada, sin ganas, con sueño, pero temía quedarse dormida.
El día de trabajo transcurrió "normalmente", salvo por el cansancio y la falta de concentración de Canela, que se sentía agotada; hacia dos noches que sus sueños se repetían, sacándole su energía, no permitiéndole dormir, no pudiendo descansar, y su mente durante el día volvía recurrentemente a los hechos de sus sueños.
Al pasar los días los sueños siguieron repitiéndose, la joven estaba al borde de sus fuerzas, sus amigas insistieron en que debía concurrir a consultar con un médico. El día viernes casi no podía mantenerse en pie pero aun así llevo adelante su tarea.
Ya en la casa de Ángela, luego de la cena, abrazo a sus amigas, y les dijo que esa sería la última noche que pensaba tolerar que Anabella se le acerque, que esta vez iría hasta el fin. Sus documentos estaban ordenados, le entregó a Olga que era de su mismo pueblo, un sobre para su familia, se abrazo con Rosa que estaba llorando y la conforto diciendo -solo El regirá nuestros destinos y si sus designios son estos solo debo aceptarlos-. Estas palabras hicieron sentir más opresivo el clima de despedida.
Sus amigas se ofrecieron a pasar la noche velando su sueño, Canela que sabía que ya nadie en este mundo podía ayudarla, les pidió que se retiren cada una a su habitación, y que descansen, solo les pidió que la recordasen en sus oraciones si las cosas salían mal…
Se retiro a su dormitorio, se bañó, se peinó, se coloco su mejor perfume, su mejor camisón; encendió una vela blanca y una amarilla, se encomendó a DIOS, se recostó sobre la cama. El sueño llego rápidamente estaba exhausta… comenzó a sentir que se despegaba lentamente de su cuerpo, dejo de sentir los dedos de sus pies, uno a uno, la sensación fue llegando a sus tobillos, las pantorrillas, sus muslos, el pubis y torso fueron desapareciendo, sus brazos se hicieron etéreos, y se sintió volar, extrañamente siguió sintiendo conciencia de su rostro, sus ojos, su cabeza seguía siendo real.
A pesar de que Canela había perdido la noción del tiempo y sentía que habían pasado largas horas solo habían transcurrido algunos pocos minutos desde que se recostase.
En esta dimensión de tiempo irreal en que se hallaba sumergida, se sintió flotar en un espacio extraño casi una psicodelia donde se sucedían luces, colores, flores y animales extraños e irreales, jamás ni en otros sueños había experimentado esas sensaciones; suavemente comenzó a sentirse nuevamente en el sendero que conducía hacia la presencia de Anabella volvió a sentir la espesura de la selva, el aroma de flores la embriagaba, había decidido llegar hasta el fin, a todo o nada. Allí estaba ella, Anabella bellísima y atractiva como siempre, su túnica clara resaltaba en la oscuridad, Canela sentía como la" presencia" la estaba arrastrando hacia ella.
Canela se dejo llevar, como en veces anteriores sintió como Anabella la acariciaba antes de tocarla, sintió el roce en la piel de de aquellas manos que la acariciaban con la libido de un amante. No se resistiría, esta vez no se resistiría, solo dejaría su suerte librada a su DIOS, Anabella, la llamaba con ternura, -solo quiero hacerte el bien- decía-que seas feliz-agregaba-te daré todo lo que desees y más aun, solo tendrás que pensar en ello.-
Estaban frente a frente, Canela podía sentir el aliento de su "amiga", Anabella estiro sus manos para acariciar el rostro de la joven. En ese momento Canela comenzó a rezar con mas fervor, devoción y fe que nunca; solo su Dios podía salvarla en ese momento, no le preocupaba perder su vida, su alma estaba en juego, y si perdía abriría la puerta para que ese espíritu vagante se quedase en su materia para seguir llevándose almas, para volver al mundo material, no podía dejar que eso suceda.
En ese momento ocurrió. Anabella, comenzó a retroceder, sus manos solo llegaron a tocar un mechón del cabello de Canela, fue como si la gruta se la fuese tragando, su imagen comenzó a desvanecerse, su presencia comenzó a esfumarse, Canela comenzó a recuperar el dominio sobre sí misma, no hubo deflagraciones masivas, islas que se hunden, o volcanes que estallaron, como en las películas, simplemente comenzó a sentir la paz y seguridad de que su misión había sido cumplida.
A la mañana siguiente, muy temprano, sus amigas entraron al dormitorio de Canela para ver cómo estaba su amiga. La encontraron plácidamente dormida, su rostro había cambiado, las ojeras omnipresentes en los últimos días habían desaparecido dando lugar a un expresión de beatitud y placidez.
La despertaron, y ella al abrir los ojos con una sonrisa, mientras se desperezaba, estirándose con gracia felina (cosa que no hacia hace mucho tiempo) -buenos días amigas mía, ya somos libres- las chicas se abrazaron y se quedaron estrechándose a canela un largo tiempo.
Canela siguió varios años como directora de la escuela, la cual al año siguiente tuvo sus primeras aulas fuera de la casa comunal, y luego se mudo de allí a Arequipa. Aun hoy ejerce la docencia. Olga se fue del pueblo a fines de ese año durante el receso de verano y contrajo matrimonio. Rosa sigue en el pueblo y hoy está casada con un granjero de la zona y ejerce funciones de directora en la escuela, Amalie hoy viven en Francia, está casada con un hombre que en su juventud, luego de graduarse en filosofía en la universidad de la Sorbona, paso por el pueblo cuando recorría Sudamérica de mochilero.
Ángela falleció al año siguiente dejando a su fiel empleada Martina todos sus bienes como agradecimiento por haberla acompañado en los últimos años de su vida.
Algunas cosas no me han quedado en claro y las compartiré con Uds.
- ¿Quien o Que era Anabella y Que fin perseguía?
- ¿Por que necesito de la Quija para ingresar en nuestra dimensión si luego cuando estaba en los sueños de Canela, esta podía sentir el roce de su piel?
- ¿Realmente regreso a su dimensión o sigue entre nosotros?
- ¿Que paso con la copa de champagne que nunca fue bebida?
- ¿Existen realmente otros universos, estados de evolución, planos astrales o como los llames, donde entidades como Anabella vagan hasta ascender, descender o volver a este mundo?
Las dos meretrices desaparecieron el día que Canela se libero de Anabella, ¿Cuál era su participación en esta historia?
Autor:Jorge Arbelvide
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