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Comunicación de masas, gusto popular y acción social organizada


  1. Los autores
  2. Introducción
  3. Metodología
  4. Análisis del Texto
  5. Función social de la maquinaria de los medios masivos de comunicación
  6. Conformismo social
  7. Conclusión
  8. Referencias

El texto en análisis es obra de Robert King Merton y Paul Felix Lazarsfeld, profesores de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, publicado en 1948, en el libro titulado "La Comunicación de Ideas" (The Communication of Ideas)[1].

Merton y Lazarsfeld, aunque de orígenes y formaciones complemente distintas, fueron colabores mutuos durante aproximadamente 35 años.

Robert K. Merton (1910 – 2003) era hijo de judíos inmigrantes de Europa Oriental. De clase baja, tuvo una infancia de privaciones, pero sus padres siempre incentivaron su educación. Durante la adolescencia llegó a participar de una pandilla. Eso le dio una perspectiva general de la vida. Frecuentó la Universidad de Temple, y, posteriormente, enseñó en Columbia[2]

Paul F. Lazarsfeld (1901-1976), a su vez, no podría tener formación más distinta. De clase media, hijo de abogado socialista e intelectual, su casa era punto de encuentro de intelectuales de la época. Empezó su formación como matemático y, posteriormente, se dedicó a las ciencias sociales[3]

"Comunicación de masas, gusto popular y acción social organizada" fue publicado en 1948, por ese motivo es importante contextualizar sus observaciones que, sin embargo, son muy actuales, todavía.

En el texto la comunicación masiva abordada es la proveniente de los medios impresos – periódicos, revistas –, Radio y Cine. Importante notar que en ese entonces era la radio que tenía el mayor alcance, pues, aunque inventada, no se había popularizado aún la televisión. Y en ese entonces las personas acudían al cine tanto para asistir películas como para informarse, ya que este cumplía también con la función de divulgar noticieros.

Actualmente, a los medios analizados pueden ser agregados otros medios de uso masivo, como la televisión e internet.[4]

La obra puede ser clasificada como un ensayo, pues carece de sustrato de datos científicos, mismo porque los cuestionamientos que se proponen sobre el tema que eran relativamente nuevos en la época.

Los propios autores reconocen la dificultad metodológica de discurrir sobre los medios de comunicación de masa. En primer lugar, porque la radio y el cine eran inventos recientes. En segundo lugar, porque no había como tejer comparaciones entre lo que ocurría en Estados Unidos con lo que acontecía en otros países. En tercer lugar, tampoco se podía comparar la situación de entonces con la anterior.

Es con la conciencia de esas fragilidades que los autores enfrentan el tema, haciendo los cuestionamientos sobre la importancia de la comunicación de masas y su influencia en los gustos populares.

Teniendo en cuenta la presentación de arriba, se pasa al análisis pormenorizado de la misma obra.

Preocupación social por los medios masivos de comunicación

El texto empieza enumerando las razones que son motivos de preocupación por el desarrollo de los medios masivos de comunicación. Estos son: i) ubiquidad y poderío potencial; ii) control por los grupos de interés; y iii) efectos sobre la cultura popular.

La ubiquidad y el poderío de la comunicación masiva se perciben por la facilidad con que los medios alcanzan al público.

El control por grupos de interés, principalmente de interés financiero, que ejercido puede llevar a aniquilar la capacidad crítica de los consumidores de la información.

Por fin, presentan el problema de la influencia de la comunicación sobre la cultura y los gustos populares. Siendo generalizada la preocupación de que la amplitud de la comunicación sea inversamente proporcional a su calidad (figura 1).

Figura

Sin embargo, según Denis McQuail, relacionar amplitud de comunicación con la degradación de los gustos populares puede ser un prejuicio en cuanto a lo que debe ser considerado cultura. Sería una manera de desprestigiar la cultura de clase menos favorecida, ya que no es fácil validar empíricamente la superioridad de una cultura sobre otras.[5]

Apuntan los autores que la función social de los medios masivos ha sido sobrestimada. Eso porque, aunque los datos estadísticos demuestren el alcance del uso de medios de comunicación, ello no comprueba su repercusión social y psicológico.

El impacto que genera la comunicación masiva, según el ensayo, es secundario, aunque genere más preocupación y crítica que otros fenómenos que alteraran más directamente la forma de ser de la sociedad.

La respuesta de los autores a dicha preocupación es hallada en el contexto socio histórico, en el desarrollo de los acontecimientos. Se presenta la paradoja de la evolución de las conquistas de universalización de la educación y mejores condiciones de trabajo con el aprovechamiento actual del tiempo conquistado.

Imitando la ironía del texto, hoy el público, después de luchar por superar la dictadura, tiene fácil acceso a Roa Bastos, pero prefiere gastar el tiempo libre mirando "Teleshow".

Funciones sociales de los medios masivos de comunicación

En la obra, son presentadas algunas de las funciones sociales que ejercen los medios de comunicación masiva, que son: (a) función conferidora de status; (b) función impositiva de normas sociales; y (c) disfunción narcotizante.

La función conferidora de status es notable, pues es fácil de percibir que los medios de comunicación otorgan prestigio a acontecimientos públicos, personas, organizaciones y movimientos sociales.

Eso puede ser observado de la siguiente manera: mientras la comunicación otorga prestigio a personas, por ejemplo, actores, jugadores de fútbol, entre otros, éstos confieren status a ideas, productos o servicios que son promocionados por empresas que auspician los medios de comunicación. Es un fenómeno cíclico de auto afirmación de la validez y de importancia de los medios de comunicación, como se observado en la figura 2.

Figura

Actualmente el raciocinio es una falacia: si una persona aparece en la televisión es porque es importante. Y es importante porque aparece en la televisión.

La función impositiva de normas sociales es un aspecto más que fue analizado. Esa imposición es una coerción indirecta, pues "la publicidad ejerce presión para una moralidad única". Las personas tienden a aceptar hechos que son públicamente condenables en cuanto estos no son de conocimiento público, pero pasan a condenarlos cuando saltan a la luz.

Por fin, la disfunción narcotizante – así nombrada porque ejerce un efecto colateral negativo en el target group. El exceso de de información genera paralización de la persona. Aunque el individuo tenga acceso a la información de manera más amplia, eso no refleja necesariamente una acción.

Esa disfunción es más visible todavía en la actualidad. Después de asistir al noticiero matinal "La mañana de cada día", leer el periódico "ABC" del día, la revista quincenal "Zeta", ver las últimas noticias del portal de "Última Hora" y mirar las actualizaciones en las redes sociales, resta poco tiempo para cualquier cosa que no sea asistir a una buena película, o escuchar las canciones de la radio "La Estación".

En ese punto los autores retoman el problema de que los medios de comunicación sean controlados por las empresas que financian los mismos. Así, el receptor de la comunicación es alejado de las directivas y decisiones de producción, quedando a merced del contenido impuesto por los patrocinadores.

Sin embargo, el asunto no parece ser tan simple, objetando de ese modo la supuesta pasividad del receptor, citando al Dr. Bordenave, en su libro "O que é Comunicaç㯼/em>", "A comunicaç㯠n㯠pode ser melhor que sua sociedade nem esta melhor que sua comunicaç㯮 Cada sociedade tem a comunicaç㯠que merece."[6]

Como corolario de la disfunción social de la comunicación en masa, surge el conformismo social. El receptor, delante de la comunicación, adopta un perfil pasivo, mero consumidor, sin desarrollar una perspectiva crítica. Los programas, en regla, son hechos para esa finalidad.

En ese mismo sentido es que se manifiesta la Escuela de Frankfurt, que afirmaba que la difusión de la industria cultural, con sus productos estándares, debilita la capacidad de los individuos y anula la posibilidad de desarrollar un pensamiento crítico independiente.[7]

En la obra analizada han sido manifestadas las preocupaciones que surgen en torno a los medios masivos de comunicación. El creciente alcance de los mismos tanto el fácil acceso a la información.

El texto, a pesar de las imprecisiones de la época, ya que los medios masivos de comunicación eran novedades relativas, aborda bien la problemática que sigue actual.

En el tiempo presente hay más datos estadísticos sobre el asunto, pero las críticas a los medios de comunicación todavía siguen siendo eco de las preocupaciones presentadas por los autores.

PETERS, John Durham; SIMONSON, Peter (Ed.).Mass Communication and American social though: key texts, 1919-1968.༯b>Maryland: Rowman And Littlefield Publishers, Inc, 2004.

CRAIG CALHOUN (Ed.).༢>Robert K. Merton: Sociology of Science and Sociology as Science.༯b>Disponível em: . Acesso em: 07 abr. 2012.

GOULART, Douglas; TORRES, Gustavo; OLIVEIRA, Tiago. Biografía de Lazarsfeld.༯b>Disponível em: . Acesso em: 07 abr. 2012.

BORDENAVE, Juan Enrique Díaz.༢>O que é Comunicaç㯮༯b>S㯠Paulo: Brasiliense, 1985.

GIDDENS, Anthony.༢>Sociologia.༯b>4. ed. Porto Alegre: Artmed, 2004.

MCQUAIL, Denis.༢>Teoria da Comunicaç㯠de Massas.༯b>Lisboa: Fundaç㯠Calouste Gulbenkian, 2003.

Trabajo presentado bajo en la disciplina de Teorías de la Comunicación, en el Curso de Maestría de Comunicación para el Desarrollo, bajo la orientación del Profesor Dr. Aníbal Orué Pozzo.

 

Autor:

Maria Liz Benitez Almeida

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ESTE